Las hipotecas para segunda residencia, menos accesibles y más caras

Esto es jugar en otra división

Esto es jugar en otra división

Si las hipotecas para la vivienda habitual no están al alcance de cualquiera, imagínate para una segunda residencia. Esto ya no es lo que era antes, cuando una familia de clase media acomodada podía aspirar a la casita en la playa o en la montaña.

Si, por lo general, para la casa en la que vives te piden el oro y el moro en ingresos y vinculación, calcula lo que solicitan para una segunda hipoteca o para la hipoteca de un segundo piso.

Olvídate de que presten el 80%: la mayoría dejan entre el 50% y el 70% de la tasación o del precio que pone el vendedor.

Esto supone tener unos ahorros considerables para no descapitalizarte en la compra:  al menos el 30%-50% de lo que vale el piso (por mucho que las segundas residencias sean a veces más baratas que las primeras) y otro 10% para afrontar los gastos de compraventa (tasación, notario, registro de la propiedad, impuestos, etcétera).

Las hipotecas para segunda residencia son más caras que las otras, que ya es decir, porque a veces te cobran un tipo de interés más alto y te exigen mayor vinculación. Marcan plazos más cortos para devolver el dinero y sólo lo sueltan para los que tienen una buena posición económica y un trabajo estable desde hace mucho tiempo.

Los bancos entienden que si te van mal las cosas, antes que dejar de pagar tu piso, dejas de pagar la hipoteca de la segunda vivienda, que luego es más difícil de colocar en el mercado si te la embargan, porque poca gente se la puede permitir hoy en día, están en zonas de ocio muy concretas y tienen menor demanda que otras viviendas.

Al menos las hipotecas para comprar una segunda vivienda no se han extinguido casi completamente como la Hipoteca Joven, mucho más necesaria a mi entender, pero son más inalcanzables. Por ejemplo: el Santander cobra el mismo tipo de interés (Euríbor + 1,69%), independientemente de que el piso sea primera o segunda residencia, pero si es segunda sólo financia hasta el 70% (no el 80%) a devolver en 25 años (no 30).

Oficinadirecta.com (del Banco Popular) deja hasta el 60% -como Bankinter-, pide ingresos mínimos de 2.500 € al mes y exige domiciliar recibos y nóminas, contratar seguros de hogar y vida, y tarjetas. BBVA llega hasta el 70%.

Al igual que ocurre entre las hipotecas para primera vivienda, ING destaca en su préstamo para segunda residencia, con Euríbor + 1,49%, a devolver en 25 años y con baja vinculación (domiciliar ingresos, y tener seguros de hogar y vida). Presta hasta el 75%.