Por qué los diferenciales bajan a pesar de que el Euríbor también

La banca suele hacer lo contrario de lo que esperas

La banca suele hacer lo contrario de lo que esperas

Las dos últimas veces que el Euríbor empezó a bajar, los diferenciales comenzaron a subir o, desde luego, no se pusieron a caer.

Las otras veces que el indicador más utilizado descendió de las nubes, los bancos todavía tenían cerrado el grifo del crédito y custodiaban su dinero con más celo que una virgen de las de antes guarda la flor de su secreto para la noche de bodas.

En cambio ahora… Ahora el Euríbor está en cifras mínimas nunca vistas (0,362% en septiembre) y los diferenciales no paran de bajar para ser más competitivos con otras entidades que ya hicieron lo mismo o con bancos que lanzan nuevas hipotecas al mercado (la semana pasada fueron BBVA y Abanca).

En el último año hemos pasado de que Euríbor + 1,95% fuera la pera limonera a que se haya vuelto caro, y que el trending topic sea Euríbor + 1,65% y bajando… Pero eso no es todo:  seguramente veamos de aquí a que acabe el año algún diferencial en torno al 1,50%.

Todavía son diferenciales caros, estas hipotecas no son baratas, pero sí mucho más que las que había antes y sí que se aprecia una tendencia diferente: el Euríbor no para de bajar, y no parará de hacerlo en los próximos meses, y los diferenciales siguen por el mismo camino, en lugar de subir para que los bancos compensen un Euríbor bajo con un diferencial alto, como hacían hasta hace un año para continuar llenándose los bolsillos más allá de lo razonable.

Uno de los motivos es que los bancos pasan completamente del Euríbor. Este indicador es la media de las cifras a las que dicen que se prestarían dinero. Pero como el Banco Central Europeo prácticamente se lo da gratis, no tienen necesidad de prestarse dinero. Si el Euríbor lleva años siendo una cifra fantasma alejada de la realidad, manipulada y especulativa, ahora con más razón.

Otro motivo es el de tonto el último: al banco que ahora suba el diferencial no le preguntará por una hipoteca ni el Tato. Viven una etapa de máxima competitividad por cazar buenos clientes/pagadores con trabajo estable, sueldo alto, antigüedad laboral e historial de deudas impecable, y como de eso no hay mucho, pues quien se sale del marco no aparece en la foto.

El banco que saque los pies del tiesto pierde baza para ganar dinero, siendo las hipotecas uno de los mayores negocios que tiene la banca ahora que, al estar taaaan bajos los tipos de interés (en el 0,05%), los depósitos no son rentables y los ahorradores se llevan el dinero a otra parte.