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Seguros que te financian con la hipoteca y por los que pagas intereses

Las cosas no son siempre lo que parecen...

Las cosas no son siempre lo que parecen…

PUF es el último grito en hipotecas. Aunque tiene nombre de pequeño sillón de esos que van por los suelos y luego son muy cómodos, o incluso parece una exclamación de algo que agota o da pereza, aplicado a las hipotecas no es ni una cosa ni la otra.

Bajo las siglas PUF se esconde la Prima Única Financiada. ¿Esto qué significa? Pues que contratas un seguro con el banco y lo pagas de golpe. En vez de pagar las cuotas de año en año, las pagas todas juntas y, aquí viene lo peor, metidas dentro de la hipoteca.

Esto quiere decir que no es una pasta que sueltes como tal sino que el banco te presta como parte de la hipoteca. O sea que sobre ese dinero también pagas intereses: por ejemplo, en vez de 1.800 €, el seguro te costará 2.000 €.

Recuerda: las siglas son PUF y los bancos las usan mucho porque es su nombre técnico y, por qué no, para jugar al despiste con quien no sabe. Como digo, lo aplican a los seguros que van contratados con la hipoteca, esos que hacen obligatorios si quieres que te reduzcan el diferencial para pagar menos intereses.

¿Pero a qué precio? ¿De verdad es rentable bajar un poco el diferencial y al final pagar un seguro que no quieres tener y/o que te está encareciendo la hipoteca y sumándole intereses? Como en todo, hay que sacar la calculadora y mirar bien si compensa firmar ese seguro y cuánto sube su precio.

Los bancos suelen aplicar esta PUF a los seguros de protección de pagos, más conocidos como seguros de desempleo. Su principal ventaja es que garantiza que te pagan la hipoteca si estás de baja laboral, te quedas en el paro o te mueres.

Durante un tiempo estuvieron muy en boga y recuerdo que a muchos les molestaba firmarlo, porque encarecía la hipoteca y veían poco probable usarlo. Cuando el paro empezó a crecer, las aseguradoras gastaron mucho dinero pagando hipotecas de gente que se quedó sin trabajo. Algunos eran esos que resoplaron al firmar y a los que luego les vino de perlas que les pagaran las cuotas mensuales durante dos años como máximo.

Con tanta pérdida, las compañías de seguros dejaron de ofrecer estos productos, pero con la reactivación del mercado hipotecario, los seguros de protección de pagos han vuelto a la palestra con PUF incluida.

No es hipoteca de oro toda la que reluce

lalala

Los chinos hacen unas imitaciones estupendas pero a veces comprar barato sale caro. ¡Que no te den gato por liebre!

Que nos timan cuando nos dan una hipoteca es evidente, lo sabemos y asumimos con resignación cristiana y paciencia benedictina. ¿Pero sabías que podemos evitar que nos tomen el pelo?

La Unión de Consumidores de Andalucía y el Colegio de Mediadores de Seguros de Málaga han contrastado lo que muchos pensamos: los seguros contratados a través de los bancos cuando firmas la hipoteca a cambio de reducir el diferencial son más caros que si los contratas por tu cuenta en una aseguradora.

Su estudio ha destapado que son tan caros que te puedes ahorrar entre 12.000 y 15.000 euros, para muchos el sueldo de un año, ese dinero que tanto nos cuesta ganar.

Con toda la razón del mundo acusan a las entidades financieras de competencia desleal (y yo añado extorsión), porque sacan miles de euros con el caramelito de si contratas conmigo el seguro, te bajo la cuota de Euríbor + 0,50% a Euríbor + 0,40% y, si contratas tacatá, te bajo otro poquito. ¡¡Cuidadooorrr!!

Así, cuando nos queremos dar cuenta parece que estamos en un zoco marroquí en el que nos estamos llevando lo que no queríamos ni teníamos pensado comprar pero lo compramos sólo porque nos está pareciendo una ganga o porque nos sentimos intimidados por un procedimiento ilegal pero bastante extendido y mafioso: o contratas esto conmigo o no te doy la hipoteca.

Y si solo fueran los seguros… También está la domiciliación de la nómina, el plan de pensiones, la tarjeta de crédito, la tarjeta de débito, el plan de ahorro en sus depósitos o fondos… Y, si te descuidas, hasta el líquido de las lentillas, aunque no las uses.

En resumen, un abuso en el que picamos como tontos pensando que:

1) No tenemos otra opción. ¡Mentira! Sí la tenemos: contratar solo los productos que queramos directamente con las aseguradoras. Si el banco dice lo contrario, ni es legal ni es ético.

2) Nos ahorramos pasta si nos bajan el diferencial a cambio de contratar con ellos las mil y una noches. ¡¡Nooo!! Si esos 12.000 o 15.000 euros los invirtiéramos en amortizar hipoteca, pagaríamos más diferencial pero menos intereses.

Qué pena nuestra credulidad, su abuso de poder y nuestra incultura financiera. El freno lo debemos poner nosotros porque las aseguradoras están compinchadas con los bancos para que estos te ofrezcan en exclusiva sus seguros como parte del supuesto pack ahorro que viene con la hipoteca, aparentemente tan indivisible como los yogures del supermercado. ¿Y sabes qué? El 70% de los seguros se contrata con los bancos.

A veces es preferible pagar un mayor diferencial antes que esclavizarnos como panolis. La pena es que en ese momento estamos dispuestos a firmar lo que sea con tal de que nos den el dinero para el piso, sin echar cuentas como es debido y sin pensar que el falso ahorro de hoy es el lastre de mañana.