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Por qué bajan tanto los diferenciales a pesar del Euríbor en mínimos

La cantidad de hipotecas depende mucho de por dónde le sople el aire a los bancos

La cantidad de hipotecas depende mucho de por dónde le sople el aire a los bancos

Hace algo más de año y medio que Bankinter rompió el hielo con su hipoteca a Euríbor + 1,95%. Lo que ahora nos parece un diferencial exagerado, marcó un hito y supuso una gran rebaja en un momento en el que ningún préstamo bajaba de la barrera psicológica del 2%.

Fue justo cuando los diferenciales comenzaron a caer después de una etapa en la que los bancos no pararon de subirlos para compensar el Euríbor bajo y asegurar así unas buenas ganancias.

Ahora ocurre lo contrario: el Euríbor está más bajo que nunca -ha cerrado mayo en el mínimo histórico del 0,165%-,  pero los diferenciales caen sin parar, situándose ya entre el 1% y el 1,30% los más competitivos.

La economía no se ha recuperado lo suficiente para que esto pase y los bancos de repente no se han convertido en ONGs. ¿Entonces cuál es el motivo…?

Pues que tanto negarse a dar hipotecas les está pasando factura. Cada vez hay menos préstamos firmados porque alguna gente va terminando de pagar y, al no concederse tantos nuevos, hay menos en total. Esto es como cuando en un pueblo muere más gente de la que nace. La natalidad se va al garete y hay que aumentarla.

Por otro lado, las hipotecas que quedan se amortizan cada vez más rápido porque ya pasaron por esa etapa de pagar muchos intereses y ahora casi todo lo que se liquida es capital. Así que, precisamente por esa necesidad de dar préstamos que tiene la mayoría de entidades, se están ofertando más hipotecas en mejores condiciones.

Pero no es oro todo lo que reluce y los bancos han aprendido de los años previos a la crisis en los que casi cualquiera obtenía un préstamo. Ahora exigen más ingresos, antigüedad laboral, trabajos estables, ahorros

Y con la crisis que ha pasado por muchas familias como un rodillo de precariedad laboral, paro y pérdida de poder adquisitivo, cumplir las exigentes condiciones de los bancos es complicado. O sea que o los bancos abren la mano o se quedan con dos palmos de narices.

Ya se ve que algunos han rebajado sus pretensiones, pidiendo sólo unos ingresos de 600 € al mes -como la Hipoteca Mari Carmen de Abanca- o de 2.000 €, lo que entre dos es más asequible. Aun así, sigue siendo necesario, por no decir imprescindible en muchos casos, hipotecarse entre dos y contar con ahorros o un aval.

Se echa en falta que la banca oferte para jóvenes, que son los que más vivienda demandan y los potenciales clientes de los bancos. En cambio, para asegurarse el pan, las entidades han tirado más alto, hacia los que ya tienen una posición socio-económica estable y más alta. Allá ellos, en cuanto no consigan tantos clientes como antes, ya verás cómo espabilan y rebajan las condiciones. Quizá en un año y algo lo veamos.

 

La banca tiene que devolver 12.600 millones por la cláusula suelo

Ojalá que llueva dineeero del baancoo

Ojalá que llueva dineeero del baancoo

Como dijo el Tribunal Supremo en su sentencia sobre la cláusula suelo del 22 de febrero, los bancos que hayan usado este límite del interés mínimo tienen que devolver a los clientes lo que les han cobrado de más desde el 9 de mayo de 2013.

Es precisamente esa fecha y no otra porque fue cuando el Supremo dictó la primera sentencia gorda contra la cláusula suelo, la que marcó un antes y un después en la batalla contra este abuso bancario, al dictaminar que BBVA, Cajamar y Novagalicia Banco tenían que eliminar el suelo de todas sus hipotecas porque el tribunal entendió que su contratación no fue transparente y, por tanto, declaró nula dicha cláusula.

Ha costado casi dos años que el Supremo reconozca que desde aquel momento fue injusto seguir cobrando por el suelo, aunque tu banco no fuera uno de los tres de la sentencia, siempre que demuestres que te encalomaron la cláusula sin suficiente información o  sin que lo supieras.

El objetivo era conseguir que los bancos devolvieran todo el dinero, y no sólo el cobrado desde el 9 de mayo, pero el Supremo no se ha querido desdecir tanto (pues hace dos años dijo que no se devolvería ni un duro) y tampoco quiere perjudicar a la banca, porque la devolución del 100% de las cantidades facturadas gracias al suelo es demasiado dinero, les rompería las cuentas y luego nos lo cobrarían por otro lado.

Seguro que es así, pero que paguen si lo han hecho, ¿no? Con los particulares y pequeñas empresas no se tienen tantos remilgos ni consideraciones. Y si ahora la banca tiene que pagar más de 12.600 millones € por la cláusula suelo, según cálculos de las asociaciones de consumidores una media de 3.600 € por familia, pues que se fastidien y paguen, que tienen muchos millones de ganancias anuales.

Devolver lo que no tenían que haber percibido es de justicia y no les arruina, merma los beneficios. La cantidad es alta y la situación, histórica. La pena es que no se pueda cobrar, de momento, todo el dinero, solamente si denuncias y un juez cree que así debe ser. Y mientras esto sea así los bancos se ahorran otros 19.000 millones €, lo que tendrían que pagar desde que el suelo impide que te apliquen el Euríbor hasta el 9 de mayo de 2013.

Hasta ahora eran muchos los jueces que fallaban a favor de los clientes, pero con esta última sentencia del Supremo, ya no hay tantos. Una juez en Madrid acaba de rechazar la suspensión cautelar (provisional) de la cláusula suelo de 15.000 clientes (entre empresas y particulares) que la asociación de consumidores Adicae aglutina en una macrodemanda contra 101 entidades financieras, en la que había puesto muchas esperanzas de sentar precedente con una sentencia histórica contra el suelo, que por culpa de la última sentencia del Supremo igual se queda en agua de borrajas.

¿Se puede pedir una hipoteca en el extranjero?

A ver dónde me conviene más invertir...

A ver dónde me conviene más pedir la hipoteca…

Aparentemente el crédito fluye, pero ya que el panorama hipotecario está tan restringido a clientes con perfil alto y bastante solvencia, lo que deja fuera a gran parte de la ciudadanía, seguro que a más de uno y a más de una se le habrá pasado por la cabeza probar suerte fuera.

¿Por qué no? Si medio millón de españoles emigra cada año para encontrar mejores oportunidades laborales o simplemente un trabajo, ¿por qué no van a buscar fuera de nuestras fronteras la hipoteca que aquí no encuentran?

Firmar una hipoteca en el extranjero para comprar una casa en España es perfectamente legal y posible, no hay ninguna ley ni norma que lo impida. Ahora bien, los bancos suelen ser contrarios a ello porque, si dejas de pagar, es mucho más caro perseguir a un moroso en el extranjero que en su propio país, además de que el piso, dependiendo de dónde esté, puede ser difícilmente colocable a otro si a ti te lo embargan.

Por mucho que hayan bajado los diferenciales un congo, todavía les queda otro congo por bajar hasta que podamos hablar de que hay buenas ofertas, como las que se manejaban antes de la crisis. Claro que hay bancos fuera de España donde la oferta hipotecaria es mejor que aquí, pero si sales al extranjero a buscar una hipoteca lo normal es que, al ser tú extranjero en ese país, esas buenas condiciones para los nacionales se esfumen y te calcen peores ofertas, precisamente para cubrir los riesgos económicos de impago y persecución legal que decía antes.

También tú tienes que mirar por tu seguridad. Es preferible una entidad que esté fichada en el Banco de España, porque eso significa que opera según nuestra normativa y se debe regir por la misma legalidad que los bancos españoles. Hay de todo: tanto bancos extranjeros de nombre impronunciable que aquí no conoce ni su padre, que resulta que sí están registrados en el Banco de España, como otras entidades extranjeras, archiconocidas tipo la holandesa ING Direct, que no tienen ficha para no tener que abrir una empresa filial desde cero.

En España hay también entidades extranjeras que no están registradas pero sí tienen unas cuantas sucursales para dar servicio a sus clientes en zonas donde suelen tener una primera o segunda residencia, igual que durante el boom inmobiliario hubo bancos españoles que se arriesgaron a dar hipotecas a extranjeros que querían invertir en el ladrillo español.

BBVA y Santander preparan hipotecas para mileuristas

Los marginados también cuenta, siempre que paguen

Los marginados también cuenta, siempre que paguen

Los estragos de la crisis en el mundo laboral, unidos al deterioro que ya se sufría antes de que estallara, están haciendo que aumente el número de mileuristas y los que ya quisieran serlo.

Aunque el término lo acuñó una afectada hace casi 1o años, es ahora cuando más mileuristas vemos y será cuando termine la crisis cuando sean la clase económica predominante.

Ante esto, la apertura del grifo del crédito y la necesidad de los bancos de volver a prestar para ganar dinero, el Confidencial ha escrito un artículo sobre las hipotecas para mileuristas que están preparando dos de los bancos más gordos de este país: el Santander y BBVA.

Si ahora los requisitos de la banca suelen ser una ganancia de al menos 2.000 € al mes, antigüedad laboral y trabajo fijo, dado que hay mucha gente que -muy a su pesar- no cumple este perfil, parte de la banca se ha dado cuen de que hay que sacar productos nuevos para los nuevos clientes, con menor poder adquisitivo que los que ellos demandan.

En España hay 7 millones de personas que cobran unos mil euros al mes, algo menos de la mitad del total (17,5 millones) de los trabajadores, así que este tipo de hipotecas se hacen esperar como agua de mayo porque los mileuristas son ignorados por la banca en general, a pesar de ser un colectivo tan numeroso.

Actualmente, BBVA ha lanzado una Nueva Hipoteca a Euríbor + 1,80%, sin comisiones ni suelo, y el Santander mantiene su hipoteca a Euríbor + 1,89% (algo alto ya este diferencial para los nuevos de 1,6% – 1,70%) para parejas con ganancia mínima de 2.000 euros mensuales.

Esto lo hacen porque ahora tienen dinero y les cuesta muy barato o gratis conseguirlo, además de que ya terminaron la reestructuración bancaria y el rescate. También es porque se han percatado de que con tantas exigencias se captan pocos clientes (los pocos que hay con buena posición, ahorros y ganas de hipotecarse) y cada vez son más los bancos metidos en la carrera por bajar los diferenciales y, poco a poco, aflojar las duras condiciones de los préstamos.

Pero parece que la banca ha aprendido algo del boom inmobiliario: a no dar hipotecas a tutiplén sin comprobar que quien llama a su puerta será capaz de devolver el préstamo. Para solucionar las locuras pasadas, los bancos están diseñando nuevos productos para los nuevos clientes de los nuevos tiempos: hipotecas para mileuristas.

Si los titulares sólo ganan 1.000 € al mes, pues que alguien los avale. El caso es no arriesgar. Y por si el avalista se queda en el paro, pues que sean dos los que avalen y que a su vez tengan un sueldo mínimo de mil euros mensuales. El caso es tener garantías de pago: cuantas más, mejor. Nadie quiere un embargo.

Pero cuidado: las condiciones seguro que son duras, la vinculación muy alta y el diferencial no será para tirar cohetes. Si las hipotecas actuales, para clientes con más sueldo y mejor solvencia, son ya algo duras, imaginaos cómo va a poner de duras las hipotecas de mileuristas. Seguro que las llaman Hipotecas Granito.

Hipotecas peculiares

Ser diferente es más divertido

Ser diferente es más divertido

La guerra de diferenciales se ha avivado y nuevas hipotecas  surgen como champiñones. Algunas se distinguen bajando el diferencial, otras no cobrando interés fijo el primer año, algunas optan por un título gracioso o sugerente, menor vinculación…

Mientras que la mayoría no se apean de prestar a 30 años, con interés fijo el primer o primeros años, conceder hasta el 80% de la tasación o precio del piso, domiciliar nómina y recibos además de contratar seguros, diferencial por debajo de 2% (si está por encima no se debería ni llamar oferta) y sin cláusula suelo, otros se diferencian por cosas como:

Mari Carmen de Abanca

El banco gallego ha lanzado esta hipoteca de nombre familiar y aire campechano, cuya principal característica es que sólo exigen unos ingresos mínimos de 600 € al mes. Una cifra baja y más asequible que los 2.000 – 2.500 € en adelante que piden otras entidades. También puedes aplazar el pago de hasta 24 cuotas (dos años) sin comisiones.

Hipoteca Inteligente de Evo Banco

Es un préstamo a la carta. Para empezar, el diferencial se ajusta según las características de la operación. Para continuar: dicho diferencial baja si sube el Euríbor. Cuando este índice esté entre el 2% y el 4%, te bajan el diferencial un 0,20%; si el Euríbor se pone entre el 4% y el 6%, el diferencial cae un 0,40%, y si el indicador se pasa del 6% (algo nunca visto), el diferencial desciende un 0,80%.

Para rematar: si durante 5 años pagas sin fallar, te descuentan del diferencial otro 0,20%. Creo que es más una campaña de marketing bien planteada que una hipoteca realmente ventajosa, pero no podemos negar el ingenio de la artimaña y que, al final, algo acabarás ahorrando.

Ecohipoteca de Triodos Bank

Ya que se define como banca ética y sostenible, hace que el diferencial de la hipoteca dependa de la eficiencia energética de la vivienda. Vamos, de que todos los electrodomésticos que tengas sean un pepino que ahorre luz y agua por un tubo, sin contaminar ni pizca, además de alguna que otra cosa más en la casa. Para las casas con certificación energética A+ el interés es de Euríbor + 1,65%, y para las peores certificadas (G), de Euríbor + 2%.

Hipoteca Sin Más de Bankinter

La hipoteca se firma con garantía real, es decir: si dejas de pagar hay dación en pago, entregas las llaves al banco y te largas sin arrastrar más deuda, que es lo que pasa en el resto.

O te distingues de la competencia por algo peculiar y realmente interesante o te dan cordera. No hay muchos clientes que cumplan sus exigentes perfiles y cada vez son más bancos al acecho, así que o se ponen las pilas con cosas como éstas o como regalar el seguro de hogar el primer año (Santander) o mejor aún: apenas tener vinculación, ni comisiones, ni suelo, ni interés fijo (ING Direct), o no se comen un rosco ni pagando.

Por qué los diferenciales bajan a pesar de que el Euríbor también

La banca suele hacer lo contrario de lo que esperas

La banca suele hacer lo contrario de lo que esperas

Las dos últimas veces que el Euríbor empezó a bajar, los diferenciales comenzaron a subir o, desde luego, no se pusieron a caer.

Las otras veces que el indicador más utilizado descendió de las nubes, los bancos todavía tenían cerrado el grifo del crédito y custodiaban su dinero con más celo que una virgen de las de antes guarda la flor de su secreto para la noche de bodas.

En cambio ahora… Ahora el Euríbor está en cifras mínimas nunca vistas (0,362% en septiembre) y los diferenciales no paran de bajar para ser más competitivos con otras entidades que ya hicieron lo mismo o con bancos que lanzan nuevas hipotecas al mercado (la semana pasada fueron BBVA y Abanca).

En el último año hemos pasado de que Euríbor + 1,95% fuera la pera limonera a que se haya vuelto caro, y que el trending topic sea Euríbor + 1,65% y bajando… Pero eso no es todo:  seguramente veamos de aquí a que acabe el año algún diferencial en torno al 1,50%.

Todavía son diferenciales caros, estas hipotecas no son baratas, pero sí mucho más que las que había antes y sí que se aprecia una tendencia diferente: el Euríbor no para de bajar, y no parará de hacerlo en los próximos meses, y los diferenciales siguen por el mismo camino, en lugar de subir para que los bancos compensen un Euríbor bajo con un diferencial alto, como hacían hasta hace un año para continuar llenándose los bolsillos más allá de lo razonable.

Uno de los motivos es que los bancos pasan completamente del Euríbor. Este indicador es la media de las cifras a las que dicen que se prestarían dinero. Pero como el Banco Central Europeo prácticamente se lo da gratis, no tienen necesidad de prestarse dinero. Si el Euríbor lleva años siendo una cifra fantasma alejada de la realidad, manipulada y especulativa, ahora con más razón.

Otro motivo es el de tonto el último: al banco que ahora suba el diferencial no le preguntará por una hipoteca ni el Tato. Viven una etapa de máxima competitividad por cazar buenos clientes/pagadores con trabajo estable, sueldo alto, antigüedad laboral e historial de deudas impecable, y como de eso no hay mucho, pues quien se sale del marco no aparece en la foto.

El banco que saque los pies del tiesto pierde baza para ganar dinero, siendo las hipotecas uno de los mayores negocios que tiene la banca ahora que, al estar taaaan bajos los tipos de interés (en el 0,05%), los depósitos no son rentables y los ahorradores se llevan el dinero a otra parte.

Otro pequeño paso en la paralización de los desahucios

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Qué bien lo andado, pero aún queda camino por recorrer

El Tribunal de Justicia Europeo lleva meses, sentencia tras sentencia, dando caña al Gobierno español para que actualice nuestra Ley Hipotecaria.

Está muy obsoleta: fue aprobada en el siglo XIX y perseguía que se dieran muchos préstamos hipotecarios. ¿Cómo? Dando ventaja a los bancos, protegiéndolos frente a los clientes.

Estamos en el siglo XXI y, aunque la situación ha cambiado, la ley sigue igual a excepción de dos cosas. Una es que un juez puede parar un desahucio si ve cláusulas abusivas en la hipoteca.

Siempre que esté en la Ley, se puede amparar en lo que quiera: por ejemplo en la protección a los menores, si es que hay niños viviendo en la casa embargada, o en que una persona que vive sola no tiene por qué ser considerada una unidad familiar. Esto ha ayudado a muchas familias, que ganan tiempo mientras la ejecución de su hipoteca se resuelve, si bien no es una solución brillante ni definitiva.

La segunda cosa buena es la que acaba de ocurrir: el Tribunal de Justicia Europeo, que está por encima de cualquier tribunal español, dictaminó en julio que cualquier consumidor puede recurrir una sentencia hipotecaria dictada en su contra y que sea la Audiencia Provincial la que decida. Esto paraliza el embargo durante meses e iguala un poco la situación, que antes era sangrante pues sólo los bancos podían recurrir una sentencia que les fuera contraria.

Lo vergonzoso es que esto haya pasado casi desapercibido en los medios de comunicación y que el Gobierno lo haya aprobado de tapadillo, dando nada más que un mes para recurrir a las personas que ya tenían un procedimiento judicial en marcha por la ejecución de su hipoteca.

Está bien porque hasta hace dos años los consumidores no teníamos posibilidad de respuesta ni apenas derechos. Ahora estamos algo menos desequilibrados con la banca, aunque aún queda un largo camino por recorrer. La Unión Europea ya ha dicho varias veces que no quiere cláusulas abusivas en ningún contrato, tampoco en los hipotecarios, que son los que más problemas están dando porque es donde se concentra mayor número de abusos y los más fuertes.

Aunque no todos lo hagan, cualquier juez puede suspender un contrato si detecta alguna cláusula abusiva. Hace falta que los jueces asuman como habitual y obligatorio vigilar que no haya abusos bancarios en todas las demandas que pasan por sus manos y que puedan tener mayor control sobre todos los procesos judiciales y, por supuesto, regular la dación en pago.

Esto último es entregar el piso al banco a cambio de cancelar toda la deuda, algo que ahora se ofrece en la Hipoteca Sin Más de Bankinter, por ejemplo, y que facilita bastante las cosas si de verdad no se puede hacer frente al pago del piso. Es injusto que, si  se tasó en equis, cuando el banco lo embarga de repente valga un 40% de la tasación anterior y el hipotecado deba pagar al banco el 60% restante. Así no hay quien rehaga una vida ni levante cabeza.

Esto va a paso de caracol y queda mucho por andar, pero al menos ya hemos empezado el camino y el Tribunal de Justicia Europeo nos ampara en tan duro peregrinaje.

Lo que oculta la publicidad de las hipotecas

No es oro todo lo que reluce

No es oro todo lo que reluce

Detrás de las ofertas de hipotecas hay algo más que buenas palabras. Años sin dar un céntimo o dando lo justo, lo mínimo tirando a nada, y hace 9 meses que Bankinter, Santander, CajaSur e ING rompieron el silencio y la sequía hipotecaria con ofertas que parecían de otro planeta.

Euríbor + 2% se veía como un gran avance. Por fin había otra vez anuncios de hipotecas en las marquesinas de los autobuses, los periódicos, internet, la radio y los escaparates de los bancos. Parecía que eran grandísimas ofertas, pero… ¿Qué se esconde tras el anuncio de una hipoteca?

Pues aparte de la intención del banco de venderte un producto con el que gana dinero, hay algunas condiciones que no vienen en la publi y a veces ni siquiera en la página web. Los bancos son oscurantistas, ocultistas, expertos en el arte de gritar a los cuatro vientos lo que quieren que sepas y de disimular lo que no mucho mejor que una faja tapa los michelines.

Detrás de esos nuevos diferenciales se esconden cosas como mucha vinculación: contratar seguros, tarjetas, planes de pensiones y otras historias para obtener ese diferencial que luego no es tan estupendo como parece. También hay comisiones: por pagar parte del préstamo (amortizar) anticipadamente, por cancelar la deuda, por estudiar tu caso, por llevarte la hipoteca a otra entidad (subrogación)…

No olvidemos que las hipotecas son más un favor que le hacemos nosotros al banco que a la inversa. La banca gana mucho dinero o no lo haría. Tanto es así que, esté como esté el mercado, pase lo que pase, lo calculan todo para no dejar de ganar. Que va a bajar el Euríbor, cláusula suelo al canto. Que sigue bajo de narices, diferenciales altos e interés fijo los primeros años. Que bajamos el diferencial, pues aumentamos la vinculación y las comisiones.

Toda publicidad destaca los puntos fuertes del producto, resalta lo más atractivo y nos llama la atención con lo que queremos ver y oír: una casa de ensueño, un ático, un chalé, las llaves de un piso… Y oculta lo que no le interesa comunicar porque de lo contrario ni Blas iría a preguntar nada.

Del tipo de interés fijo que te calzan el primer año no presume ningún banco. La comisión de apertura y las cláusulas abusivas no son vox pópuli. Que sólo dan el 80% de la tasación o del precio del piso no te lo dice el cartel. Todo esto tienes que averiguarlo, a veces con mucho esfuerzo. Por eso conviene preguntarlo todo hasta la saciedad, comparar muy bien las ofertas con las de otros bancos (cuantos más mejor) y bucear en sus páginas web para no quedarse en la superficie.

Aumenta nuestra desconfianza en los bancos

En los bancos, no te fíes ni de tu padre

No te fíes ni de tu padre

Como contrates algo con un banco y no tengas muy claro lo que firmas te puedes meter en un lío de campeonato. Así ha pasado con muchas hipotecas -de aquellos barros, estos lodos- y seguirá pasando mientras el analfabetismo financiero siga campando a sus anchas entre mucha gente.

Nuestra desinformación es una de las grandes armas con las que cuentan los bancos para aprovecharse y metérnosla doblada. Nuestro desconocimiento y el pasotismo para solucionarlo es el mejor aliado de la entidad que quiere subir sus márgenes, aumentar los diferenciales de las hipotecas, poner cláusulas abusivas, obligarnos a contratar productos innecesarios

Hace años que no nos fiamos tanto de la publicidad bancaria, aunque aún siguen colando cosillas a muchos incautos. Menos mal que, según una encuesta que ha hecho el instituto de investigación de mercados Target–Empírica, cada vez nos fiamos menos de las entidades financieras.

Según este estudio, lo que más confianza nos da es lo que nos cuentan amigos, conocidos y familiares y luego lo de foros y comparadores bancarios (que nos ofrecen tan confianza como desconfianza, supongo que depende del caso). Lo que menos, la información de los bancos: su web y los empleados.

Menos mal, qué peso me quito de encima. Sufro al pensar que la gente cree a pies juntillas todo lo que le diga un banco. Lo mejor es ponerlo en cuarentena e informarnos por nosotros pispos, leer hasta la letra pequeña y no dejar parar al empleado de turno  hasta que nos aclare todo lo que queremos saber.

Hay casos y casos, pero la banca en general tiene un máster en hacerse pasar por el lobo disfrazado de abuelita. No hace falta ser muy espabilado para enumerar casos sangrantes de estafas bancarias: preferentes, subordinadas… También en préstamos hipotecarios: hipotecas patera, redondeo al alza de los intereses, índices que desaparecen y se cambian por otros, clips, swaps, cláusula sueloEso por no hablar de la manipulación del Euríbor.

Lo raro es que alguien se siga fiando de alguna entidad, de algún director, de algún empleado, aunque lo conozca de toda la vida y por mucho que le inspire la más absoluta confianza porque le reciba con una tierna sonrisa de oreja a oreja cuando entra a su despacho.

Directores y empleados bailan al son de la entidad que les paga el sueldo, que no es otro que el de ganar mucho dinero a costa de los clientes, aunque esto suponga engañarlos a sabiendas y yendo en contra de sus intereses mientras se aparenta lo contrario.

Tampoco quiero decir que tooooodos los empleados del mundo mundial aconsejen mal. Unos son malos, otros peores y los hay que mirarán por ti siempre que el banco también salga ganando. Lo que sí tengo más claro que el agua es que siguen instrucciones, la objeción de conciencia en un empleado de banca es algo así como una quimera y hallar un banco que mire por ti y no por él es  el argumento para una buena peli de ciencia-ficción.

Ampliar el plazo de la hipoteca sale caro

Por favooooor, cinco minutitos maaaaass

Por favooooor, cinco minutitos maaaaass

Mi tío siempre dice que lo barato sale caro, y qué verdad es también en las hipotecas. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha hecho un estudio de campo en las novaciones hipotecarias con resultado impactante pero no sorprendente.

La novación hipotecaria es pedir al banco que te cambie alguna de las condiciones de la hipoteca, firmando un nuevo contrato. En estos tiempos de precariedad laboral a tope, mucho paro y bajadas de sueldos, son cientos las familias que se las ven y se las desean para seguir pagando la hipoteca, y eso que los españoles ponemos el piso entre lo último que dejamos de pagar.

Para no ser moroso y que el banco te ejecute la hipoteca a los 3 meses de no pagarla, muchos van a la sucursal y le piden al director que les dejen más tiempo para devolver el dinero. Este aumento del plazo no debería suponer más gastos al hipotecado, pero en la práctica el banco aprovecha esta situación para cobrar más intereses.

Si bien la entidad sí suele acceder a esta petición, porque no le interesa aumentar su lista de morosos, lo hace a cambio de subir increíblemente el diferencial de la hipoteca, incluso por encima de otros préstamos que hay en el mercado con el mismo plazo.

Para ahorrar 20, 30 o 40 euros al mes palmas pasta por otra parte, con lo delicado que es eso cuando ya estabas teniendo problemas para afrontar el préstamo.

De ahí que la OCU haya pedido al Ministerio de Economía que haga un pacto con los bancos para que limiten los tipos de interés que aplican cuando un cliente pide ampliación de plazo, en vez de sacar tajada y pasarse tres pueblos cobrando intereses sin cuartel.

La OCU ha averiguado todo esto yendo a varios bancos para ver cómo se comportan cuando va un cliente, de esos con trabajo fijo, buen historial de pagos y préstamo casi pagado, y pide que le dejen devolver el dinero en más tiempo. Su conclusión fue que “algunos bancos pretenden hacer el agosto con clientes que intentan aliviar su situación económica”. Un abuso en toda regla.

Si tienes dificultades para pagar tu hipoteca actual, ve al banco, cuéntaselo e intenta que te deje más tiempo para pagar, pero ten mucho cuidado con lo que te ofrecen a cambio, que no serán duros a peseta. No firmes nada que te ponga la hipoteca por las nubes o lo pagarás caro.