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Empieza la batalla por robar clientes a otros bancos: ¿a cuál quieres cambiarte?

Deja que se peleen por ti, procurando sacar el máximo partido

Si no te gusta tu hipoteca, a partir del 16 de junio lo tendrás más fácil para cambiarte de banco, con suerte sin pagar nada extra. La subrogación, que es como se llama cambiar el préstamo de entidad, será más sencilla y barata con la reforma de la ley hipotecaria. ¿Por qué?

Porque, independientemente de lo firmado con el banco actual, ya no podrá contraofertarte por narices ni exigirte una compensación altísima si te marchas.

Sólo pagarán comisión las hipotecas variables con una antigüedad menor a 5 años. Las que se hayan firmado a interés variable hace más de 5 años no tienen que pagar nada. Las demás, una comisión del 0,25% si hace entre menos de 3 años que se firmaron y del 0,15% si fue entre 3 y 5 años antes.

Pero no tienes por qué pagar tú la comisión, con la reforma hipotecaria es el banco al que te vas el que decide: o te la cobra o se hace cargo de ella. Y bueno… Es obvio que las entidades que quieran robar clientes a otras deberán pagarla si quieren tentarte al cambio.

Se trata de ponérnoslo fácil para que nos cambiemos -como pasaba antes de la crisis-, no para empezar pagando una comisión. Con lo que vamos a hacerles ganar en intereses, por poco que sea tal cual está el Euríbor, será suficiente para que lo amorticen, porque cuantas más hipotecas tienen en cartera, más rentable les sale el negocio.

Hipotecas de las que se pagan religiosamente mes tras mes, claro. De las que tiene gente solvente que no da problemas. Por eso algunos bancos, en un futuro no muy largo, preferirán pagar esta comisión y a cambio ganar clientes que de otro modo no tendrían. Clientes que, además, están estudiados y aprobados por otros bancos.

Ahora ya no es como antes de la crisis,  ya no se le dan hipotecas a cualquiera, se mira todo muy bien y no se corren riesgos, por lo que si llevas años pagando tu préstamo sin problemas, seguro que serás bienvenido en otra entidad, incluso podrás elegir a cuál te vas…

Los bancos van a querer a quienes hayáis firmado antes de noviembre del año pasado, ya que así no tendrá que pagar al banco del que venís el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados, que desde noviembre del año pasado paga la banca por Real Decreto del Gobierno de Pedro Sánchez. En las hipotecas anteriores, este impuesto lo ha pagado el cliente.

Ahora mismo sólo el banco andorrano Andbank, a través de su filial online MyInvestor, ha lanzado la caña para sufridores de otras hipotecas que quieran cambiarse. No cobra ninguna comisión, ni obliga a firmar seguros ni otras vinculaciones. Asume los gastos de compraventa y tiene un interés variable de Euríbor + 0,89% o fijo de 1,79% a 15 años, 1,99% a 20 años, y 2,2% hasta 25 años.

Hoy por hoy es la mejor hipoteca del mercado, pero no tengas prisa en firmar con ellos, es posible que en los próximos meses veamos nuevas ofertas, cantos de sirena para atraer a clientes que tengan un diferencial muy alto, por ejemplo de esos posteriores a la crisis y más altos que Euríbor + 1% y/o con muchas comisiones y gastos de vinculación.

Ésta es la primera batalla por la subrogación, la guerra no ha hecho más que empezar, la emoción está servida… Y no será raro ver en los próximos meses ofertas interesantes para cambiarse de banco sin pagar nada (o muy poco).

Santander rescata la hipoteca subrogación para atraer nuevos clientes

Robar clientes es más antiguo que la tos

Robar clientes es más antiguo que la tos

Al Santander siempre le ha gustado esto de robarle a otros los clientes, que está bien si son los clientes los que se quieren cambiar voluntariamente porque salen ganando.

El banco que preside Ana Botín ya demostró cuando lo lideraba su padre a finales de los 80 que aquí había que instaurar una economía de libre mercado y dejarse de ese pacto no escrito de no robarse clientes ni molestarse unos a otros. Llegaron para poner las comisiones y para robar clientes, y así se ha contagiado a todo el sistema bancario.

Lo último que acaban de lanzar es una hipoteca subrogación como las de antes. Una de esas que hace años que no se ven, la que te paga todos los gastos de cambiar la hipoteca de banco: gestoría, registro, notaría, tasación y comisión de cancelación anticipada, con un máximo del 1%.

El banco cántabro quiere hacerse con clientes para compensar los que terminan de pagar sus hipotecas y como el mercado de los nuevos préstamos no da para más, ha decidido lanzarse al robo de clientes a la competencia. Pero no de cualquiera, sino de los más solventes, los que no han faltado nunca al pago de una cuota desde que tienen la hipoteca, exigiendo que esté firmada hace mínimo dos años.

El gancho es una hipoteca más barata, pero que tampoco perjudique al banco: ofrecen rebajar el interés que el hipotecado paga actualmente hasta en un 0,75% con un tope en Euríbor + 1,25%, y eso que su actual Hipoteca Variable va ya por el Euríbor +0,99%. Este cebo, claro está, va dirigido a quienes hayan firmado su hipoteca en los últimos años, cuando los diferenciales han sido mucho más altos.

El Santander pone como condiciones que la subrogación se realice por el mismo importe y plazo que se tenía en el banco anterior, máximo a 30 años. Asimismo, exige unos ingresos mínimos de 2.000 € al mes y mucha vinculación: domiciliar nómina y tres recibos, usar tarjeta de crédito, seguros y plan de pensiones.

Ya hizo algo parecido hace 8 años, cuando logró robar 50.000 clientes a la competencia. Entonces los requisitos fueron diferentes: se ofreció Euríbor + 0,25% a cambio de tener una hipoteca con antigüedad mínima de 8 años y sin hacerse cargo de los gastos del cambio de banco. Como en los últimos años la banca en general ha endurecido las condiciones de acceso al crédito, el Santander ha relajado ahora las suyas, porque se supone que ya recibe clientes solventes cribados por otros bancos.

La subrogación como vía para quitar el suelo de la hipoteca

Un camino alternativo

Un camino alternativo, una salida intermedia

Cualquiera con cláusula suelo está hasta el moño de pagar un dineral en intereses, que se podría ahorrar si de verdad su banco le cobrara Euríbor (ahora casi en el 0%) más el diferencial.

Se acaba de conocer que el Banco de España da la razón a más del 70% de los 15.000 clientes que cada año le reclaman por este tema y que tanto esta entidad como los juzgados están saturados por demandas contra la cláusula suelo.

Mira que hay abusos bancarios, pero éste es de los que más cabrean… Se ha hecho muy famoso y supone miles de euros a quien lo padece. Para quitarte de encima la cláusula suelo tienes varias vías a las que ir acudiendo si lo primero que intentas no funciona, que suele ser lo habitual.

Hablar con el director de la sucursal, después dirigirte al Servicio de Atención al Cliente (SAC) de tu banco, luego al Banco de España y, por último, está la vía judicial, que es la más costosa en tiempo y dinero, pero la que da mejores resultados. Actualmente, la banca pierde el 95% de las demandas por cláusula suelo.

Pero… Si quieres cortar por lo sano con el banco para dejar de pagar ese dineralazo en intereses, puedes llevarte la hipoteca a otra entidad (subrogación). ¿Y no perderé el derecho a reclamar el dinero pagado de más? Pues no, si lo haces en los 4 años siguientes.

Cambiar la hipoteca de banco para conseguir mejores condiciones, como eliminar el suelo, puede ser la opción que te saque de encima este suplicio bancario cuanto antes. Si la nueva entidad no tiene cláusula suelo debes reclamar al anterior banco, el que sí lo aplicaba, y no pierdes ningún derecho a ello aunque ya no seas cliente.

Si el nuevo banco te aplica también cláusula suelo, cosa poco probable, dirige tu demanda a los dos, para que ambos te devuelvan el dinero que has pagado de más, cada uno lo que ha cobrado. Cambiar la hipoteca de banco tiene unos costes, pero estúdialo… Quizá te compense si no puedes asumir una cuota abusiva más tiempo.

En el momento en que demuestras que el banco te aplicó la cuota de forma poco transparente porque no te informó de manera clara durante la contratación, ya tienes derecho a que anulen el suelo y te devuelvan lo pagado de más desde el 9 de mayo de 2013. Si al final puedes optar al resto del dinero, el pagado antes de esa fecha, se sabrá en cuanto el Tribunal de Justicia de la Unión Europea dicte su esperadísima resolución sobre la cláusula suelo.

¿Puedo cambiar la hipoteca de banco para ahorrar dinero?

Ahorrar está al alcance de tu mano

Ahorrar está al alcance de tu mano

Si firmaste una de esas hipotecas que se dieron durante los años duros de la crisis seguro que te estarás tirando de los pelos al ver cómo los intereses de las nuevas ofertas llevan más de año y medio en caída libre.

La banca se pelea por captar clientes solventes, a los que ofrece su mejor sonrisa y supuestamente su mejor oferta. Si te dieron una hipoteca durante la época más difícil casi seguro que cualquier entidad te pondrá ojitos, salvo que tu situación haya cambiado mucho desde entonces: pérdida de empleo, bajada de ingresos, historial de impagos…

Pero si mantienes el mismo perfil tienes opciones de subrogar la hipoteca (cambiarla de banco) para ahorrar una pasta al año, ya sea porque sufres una cláusula suelo, porque el banco te cobra comisiones hasta por respirar o porque pagas mucho dinero en productos asociados a la hipoteca: seguros, depósito, plan de pensiones…

El préstamo puede durarte 20 – 30 años, 10- 15 en el mejor de los casos si te lías a amortizar a saco, así que ahorrar 100 pavos al mes o más te puede venir de lujo. Y, aunque cambiar la hipoteca de banco tiene un coste, según sea tu caso quizá te compense hacerlo.

Algunos bancos, que no todos, cobran una comisión del 0,5% del capital pendiente de pago si cambias la hipoteca de entidad en los primeros 5 años o del 0,25% pasada esa fecha. Para saber si es tu caso, lee el contrato de la hipoteca o pregunta a tu banco.

También tienes que contar con un gasto en notaría de unos 500 €, otros 200 € aproximadamente para el Registro de la Propiedad y entre 200 € y 300 € para la tasación del piso. En total no soltarás menos de un 1% del capital que te queda por pagar. O sea 1.000 € por cada 100.000 que debas.

Aquí es donde tienes que calcular, en función de lo que te queda pendiente de pago, si te compensa subrogar la hipoteca. Si por ejemplo te libras del suelo y con eso ahorras más de 100 € al mes, en poco más de un año amortizas la operación y estás ya ahorrando dinero.

Lo mismo ocurre si bajas el diferencial de Euríbor + 3% a Euríbor + 1,5% o si te quitas de encima seguros y planes de pensiones porque el nuevo banco no exige tanta vinculación. Para comparar correctamente cuánto pagarás con tu hipoteca actual y con la que tendrías en otra entidad, debes pedir a ambas que te den un desglose detallado de todos los gastos que te supone tener una hipoteca con ellos, que van más allá de la cuota mensual: hay que incluir los productos asociados y las comisiones.

La banca está que lo tira por conseguir buenos pagadores, así que o bien tu banco te hace una contraoferta interesante para que no te vayas a la competencia, o bien la competencia, aunque ya no paga los gastos de subrogación como era frecuente antes, te recibe con los brazos abiertos si llevas al menos tres años pagando tu actual hipoteca y nunca les has dado ningún problema.

Novación: negociar para cambiar las condiciones de la hipoteca

Trato hecho

Trato hecho

Como os decía el miércoles pasado una de las formas de ahorrar en la hipoteca es negociar con el banco para cambiar las condiciones. Es trabajoso y a veces complicado.

Durante los primeros años de la crisis era casi imposible, los bancos no querían, pero han abierto oídos y puertas, y te puede resultar ventajoso cambiar alguna premisa en caso de tener malas condiciones firmadas.

Técnicamente, esto de cambiar las condiciones de la hipoteca se llama novación hipotecaria y consiste en firmar un nuevo contrato cambiando una o varias características del préstamo como por ejemplo aumentar o reducir el plazo, rebajar el diferencial, eliminar alguna cláusula (como el suelo), cambiar de tipo de referencia (Euríbor, IRPH), que la contratación de algún producto o seguro deje de ser obligatoria para pagar menos intereses…

La novación hipotecaria cuesta dinero. A fin de cuentas es firmar un nuevo contrato y hay que pasar otra vez por la gestoría, el notario, registro de la propiedad, pago de impuestos, tasación, las gestiones con el banco… Así que éste no pierde oportunidad de cobrarte también por su trabajo, entre un 0% y un 1% de lo que te queda por pagar.

La hipoteca es una atadura a veinte, treinta o cuarenta años vista: interesa rebajar los gastos que supone. Los tiempos cambian y las condiciones de las hipotecas van con los tiempos. Así como hace año y pico era fácil ver diferenciales por encima del 2% e incluso del 3%, ahora la hipoteca que no está en torno al 1,70% es cara y queda fuera de mercado.

Los bancos están dispuestos a negociar con clientes que han demostrado un historial de pagos intachable: sin haber fallado ninguna vez y siempre soltando el dinero con puntualidad británica. También quieren que sean lo suficientemente solventes como para no dar problemas de pago en el futuro.

Juega a tu favor que lleves muchos años como cliente del banco y que tengas allí contratados otros productos como por ejemplo seguro del hogar, depósito, cuenta de ahorro, plan de pensiones…

Si tu banco te da la espalda y se niega a negociar, puedes probar con la competencia. Cambiar la hipoteca de banco se llama subrogación y cuesta algo más de dinero, porque además de lo que ya he comentado algunas entidades cobran una comisión por cancelación anticipada o por subrogación. Antes el banco que te recibía lo hacía con los brazos abiertos y corría con esos gastos.

Eso ya no lo hacen, pero sí que quizás puedas encontrar quien te acepte y puedas así mejorar tu hipoteca y ahorrar en la cuota. Esto no es firmar, olvidarse y pagar. Es firmar y seguir al pie del cañón para intentar pagar menos todos los días de tu vida…

La mitad de los hipotecados se cambiarían de banco

Qué ganas de ponerle los tochos al banco

Qué ganas de ponerle los tochos al banco

Seguro que alguna vez te has planteado cambiar la hipoteca de banco; si no seriamente, sí al menos has pensado en esa posibilidad, incluso has fantaseado con ello.

Que si te cobran hasta por respirar, que si te clavaron la cláusula suelo, que si te invitaron a contratar seguros que no te interesan para que la hipoteca sea más barata…

Por todo esto y mucho más, la mitad de la gente que se cambiaría de banco lo haría para mejorar las condiciones de su hipoteca, según el instituto de investigación de mercados Target-Empirica.

La cifra exacta es del 46%, lo cual tiene mucho mérito porque, a pesar de las irrefrenables ganas de ponerle unos cuernos bien puestos o hacerle un corte de mangas como no se ha visto otro igual, del dicho al hecho hay un trecho y cuando nos planteamos de verdad cambiar de banco no siempre lo hacemos.

Por tradición, costumbre, pereza o porque te regalan un juego de cuchillos si les metes 30.000 euros en un depósito. Cada cual sabe por qué, pero nos cuesta más pasar a la acción que a Stallone hablar con la boca recta.

En España somos bastante reacios a cambiar de entidad, quizá por dejadez o porque más vale lo malo conocido que lo espantoso por conocer.

El cambio no tiene por qué ser malo. Dicen los psicólogos que todo cambio puede ser una oportunidad de mejorar las cosas. Y mira tú si mejorarían nuestra vida y nuestras condiciones económicas si ahorráramos con la hipoteca.

Pero para cambiar el préstamo de banco, que es lo que se llama subrogación hipotecaria, tienes que estar más seguro que de por dónde sale el sol cada mañana. Ojo a las comisiones que te puedan cobrar, por cancelar o amortizar la hipoteca antes de tiempo. Cuidadín con los seguros, tarjetas y otros productos que te inciten a contratar para abaratar el diferencial que le suman al Euríbor o cualquier otro índice de referencia.

No es oro todo lo que reduce, así que fíjate bien en el coste final de la hipoteca. Afila la calculadora porque el banco te lo pintará de color rosa, pero tú tienes que tener visión de Rayos X exploradora para detectar si detrás del rosa hay algo negro o que huela peor que los pies de Frodo.

De los que le quieren dar la patada a su banco para mejorar la hipoteca, los que más se quejan son los de CaixaBank y CatalunyaCaixa, y los que menos, los del BBVA y el Santander (qué raro). Hoy en día la cosa no está para andar cambiándose de banco ni de bando, pues las hipotecas suelen estar en Euríbor + 2,5% o más. Vamos, un robo que hace oportuna la frase Virgencita, Virgencita, que me quede como estoy.