Archivo de la etiqueta: cláusulas

Cómo distinguir una hipoteca mala de otra peor

Analiza todo al milímetro

Analiza todo al milímetro

Cuando el mundillo hipotecario no resulta familiar puede resultar farragoso e incluso incómodo. Algo así como un mar de dudas y de peligros que tienes que ir salvando para llegar a buen puerto sin pringar ni palmar pasta.

Buscar hipoteca, y elegirla en caso de poder permitírtelo, es una de las tareas más importantes de la vida, porque nos tiramos 20-30 años pagando mes a mes al banco. Cuánto soltemos no dependerá sólo de lo que cueste el piso y cuánto nos deje el banco sino de qué condiciones tenga el préstamo.

Por mucho que se haya abierto el grifo del crédito y hayan bajado los diferenciales a la mitad, todavía no podemos hablar de que haya buenas hipotecas, salvo -quizás- para los que tengan un perfil premium o compren el piso de un banco.

Para caer en menos trampas te puedes guiar por varias cosas. La primera y fundamental es huir de la cláusula suelo o cláusulas abusivas de cualquier tipo, ya sean intereses de demora muy altos o falsos seguros que te protegen de peligros que realmente no existen. Parece mentira, pero sí: aún quedan hipotecas así.

Otro tema importante es la vinculación. Intenta firmar, como mucho, un par de seguros, que suelen ser el de hogar y vida. Y si solamente firmas el de hogar, mejor que mejor. En realidad el único seguro obligatorio con una hipoteca es el de incendios, incluido en el de hogar. Cosas como domiciliar la nómina y los recibos o tener tarjetas, sin que te obliguen a gastar grandes cantidades al mes, al trimestre o al año, tampoco te comprometen mucho.

El nivel de tolerancia con las comisiones debe ser cero. Ni por abrir la hipoteca, ni por cancelarla, ni por amortizar, ni por estudiar tu caso… Nada de nada, lo ideal es tener cero comisiones.

Respecto a los intereses hay dos aspectos a tener en cuenta: por un lado el interés fijo inicial, al que recurren todos para asegurarse más ganancias al principio, ahora que el Euríbor está en el entorno del 0,3%, o sea súper bajo. Para que la hipoteca sea aceptable en estos tiempos, no debe pasar del 2,5%.

Luego está el diferencial, que para que no sea más caro debe estar como mucho en el 1,7%. A lo largo de 2015 bajarán seguro, así que si lees esto más adelante, intenta que el diferencial no suba de las cifras más bajas que se barajen en ese momento.

¿Existen préstamos así? De momento sí, en el Santander, ING Direct, Uno-e… De forma mensual publicamos un resumen de las 10 mejores hipotecas, así que atento al primer día de cada mes ;)

Consejos para negociar la hipoteca

Que no se pase preguntar ni un asterisco ni una letra pequeña

Que no te pase descifrar ningún asterisco ni preguntar por cualquier letra pequeña

Ahora que los bancos llevan un año despertándose del letargo de no dar un duro y que el Euríbor está por los suelos, parece buen momento para plantearse la compra de una casa, siempre que cumplas el exigente perfil que demandan.

Acribilla al banco a preguntas. Antes de firmar entérate bien de que la hipoteca no tenga limitación a la baja, interés mínimo o palabras por el estilo, que camuflan la odiosa cláusula suelo.

A pesar de su mala fama y las muchas sentencias en contra, incluida una muy sonada del Tribunal Supremo, todavía hay bancos que la utilizan: Popular y Sabadell, entre otros.

El suelo no te interesa porque evitará que pagues menos intereses por tu hipoteca mientras el Euríbor esté bajo, cosa que puede alargarse unos cuantos años más.

Los suelos más frecuentes suelen estar entre el 2% y el 4%, algo que para nada queda compensado con un techo del 10% – 12%, pues esas altísimas cifras no impedirán que pagues de más, no te protegerán de nada. ¡Si el Euríbor nunca estuvo por encima del 5,393%! Afortunadamente…

Cerciórate bien de las comisiones. Estudio, apertura, cancelación, amortización total, amortización parcial, subrogación (cambiarla de banco), novación (firmar nuevas condiciones con tu banco)… Lo ideal es que no haya ninguna. Si las hay, que sean lo más bajas posibles.

Otro punto clave es la vinculación. En cuestión de un año, los diferenciales han pasado del 2% al entorno del 1,5% e incluso alguna hipoteca con 1%, que es el futuro. ¿Pero qué te piden a cambio? Una relación de por vida.

Para bajar el diferencial te atan con seguros, tarjetas, domiciliar la nómina y los recibos, a veces incluso depósitos o un plan de pensiones. Si de entrada no te interesa ninguno o varios de esos productos, no firmes. Calcula en cuánto se quedaría el diferencial y si te sale más barato tener ese producto o un diferencial más alto.

Además, hay que preguntar durante cuánto tiempo es obligatorio mantener la atadura. Quizá puedas tener el seguro un par de años y luego darte de baja, o sacar la nómina del banco y llevártela a otra cuenta, sin que por ello te vaya a bajar el diferencial.

Si el préstamo te convence de partida y buscas condiciones más baratas, la banca online suele tener las mejores. Ahora, si quieres negociar lo mejor es una entidad tradicional, donde tienen mucho más margen para adaptar las hipotecas según el perfil de sus clientes.

Siempre vendrá bien que estés al loro de las últimas novedades en las hipotecas, de lo que los bancos pueden y no pueden hacer, y de las cláusulas abusivas que existen, para que no te la den con queso.

Los bancos nos ajustan la cuentas con la hipoteca

Los bancos se han creído que somos una naranja mecánica que exprimir a todas horas

Los bancos se han creído que somos una naranja mecánica que exprimir a todas horas

Los resultados de los bancos durante los tres primeros trimestres del año, no son los que esperaban.

¿Y qué hacen? ¡¡Subirnos las comisiones!! Para maquillar y mejorar sus resultados, y no pasarlas tan canutas en 2011, el Banco de España confirma que la banca sube las comisiones por apertura de hipotecas y por el mantenimiento de cuentas y tarjetas.

Es muy fuerte que lo hagan, no porque tengan pérdidas, nooooo, sino ¡¡porque están viendo que no van a tener tantas ganancias como el año pasado!!

¿Ah? ¿Y nosotros sí? ¿Nosotros ganamos más dinero, si muchas empresas no te suben ni el IPC en la nómina? ¿O es que acaso sus servicios se han incrementado o mejorado tanto como para que se justifique una subida en las comisiones? ¡¡Tampoco!!

Es más de lo mismo. Después de que hayan percibido 30.000 millones de euros de los que aportamos como contribuyentes para que no se vayan a la deriva, ahora van y nos facturan su salida de la crisis una vez más.

Olvidémonos de las hipotecas con un diferencial por debajo del 1%, que es lo que están poniendo ahora como mínimo, y de las hipotecas sin cláusula suelo, por las que, no obstante, debemos seguir peleando.

Olvidémenos también de las comisiones de apertura inexistentes o razonables, que ahora suben del 2,68% (media de 2009) al 2,72%, lo que supone que tenemos que pagar de media unos 600 euros.

Nos ajustan los cinturones en vez ajustar ellos su margen. No se dan cuenta de que las medias naranjas, incluso las naranjas completas, cuanto más se exprimen menos zumo tienen. Es como la pesca del atún rojo, que está regulada por algo, porque no se puede pescar y pescar sin dar tiempo a reponer, y los bancos son incansables en la pesca de nuestros ahorros, pero no nos dan tiempo de reponernos anímicamente de sus palazos ni de reponer la pasta con la nómina, el que la tenga.

A ellos sí que habría que ajustarles las cuentas con leyes estrictas en la regulación de las porquerías de cláusulas y otras movidas que nos obligan a firmar. No te ponen una pistola en la sien, hacen algo peor: te dicen que no te conceden el préstamo y te quedas sin casa. A veces hay algo peor que morir, que es vivir sufriendo.

Los pozos sin fondo también tocan techo y las gallinas de los huevos de oro se quedan tan anoréxicas como las chavalas de la pasarela Cibeles. Pero, ahora, mientras se cuente con la connivencia del Banco de España, la vista gorda de los políticos y el silencio de los ciudadanos afectados, podrán seguir exprimiéndonos, explotándonos, sangrándonos y ajustando nuestras cinturas sin que nadie les meta en cintura a ellos.

Hoy por hoy, una entidad que te cobre lo mínimo o que no te cobre es como una botella de agua fresca en el desierto: o no la ves o, si la ves, es un espejismo.

Estaquita a los vampiros financieros

Los venelables bancos, que saben igual por viejos que por diablos, se mondan los dientes y de risa con la sentencia del Supremo

Los venelables bancos, que saben igual por viejos que por diablos, se mondan los dientes y de risa con la sentencia del Supremo

El Tribunal Supremo le ha clavado una estaquita (ya veremos si estacazo) a los vampiros financieros. Ya era hora, ¿no? Parece que ha llegado el momento de que al dios supremo del capitalismo le pegue un tirón de orejas de parte del consumidor el dios supremo de la Justicia, que según el último expediente X no clasificado por Mulder y Scally parece que existe.

El Alto Tribunal ha ordenado que 13 odiosas, abusivas, confusas e ilícitas cláusulas de los contratos hipotecarios y las tarjetas no puedan estipularse nunca más y que dejen de ser válidas incluso en los acuerdos ya firmados.

Parece que ha llegado el momento de quejarse, que nos escuchen y nos hagan caso, algo a lo que los sufridores mileuristas estamos tan acostumbrados como las entidades financieras a recibir inyecciones de humildad. Todo ha sido gracias a la paciencia de la Organización de Consumidores y Usuarios, más conocida como OCU, que en 2005 denunció las cláusulas de entidades como BBVA, Caja Madrid, el Banco Santander y Bankinter, y que ahora está más contenta que unas castañuelas con el resultado de este partido a muchos sets.

Que el tribunal de los tribunales haya dicho que ya podemos alquilar una casa hipotecada o que debemos enterarnos si nuestro banco cede la hipoteca a otra entidad hace pupita a los banqueros millonetis pero no deja de ser como disparar un balín de fogueo a un gigantón o como dar una patada a una estatua: conseguiremos que sangre un poquitín, cicatrizando a los cinco minutos, o que se le quede una muesca en su imponente estética fría y calculadora.

Para los gordinflas que manejan nuestro money es como un arañazo en su descapotable: les molesta pero tienen suficiente pasta para arreglarlo y para sacarse de la manga una alternativa a esa sentencia. Sí, se ha sentado un precedente histórico pero decidme cuánto creéis que tardarán los damnificados (oh, pobrecillos) en sacarse de la chistera una nueva cláusula sin chiste que sólo reirán ellos.

Ya nos gustaría mandar al cuerno de la luna la hipoteca y los botines que nos meten chinas en los zapatines. Hasta que no lo hagamos, y de momento no podemos ni en nuestros mejores sueños ni en sus peores pesadillas, esta estupenda sentencia es un gran beneficio para los hipotecados pero solo un pequeño daño para los bancos.

El grandullón de la clase les ha atacado con un palillo y nosotros tenemos ganas de que sea la espada láser de Obi-Wan. Las entidades financieras tienen protectores más poderosos de lo que nunca llegarán a ser sus detractores que, por cierto, han dicho por boca de Adicae (Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros) que en Extremadura el 90% de las hipotecas tienen cláusulas abusivas. Y si las hay en este duro extremo del país, me juego mis walkie-takie de espía a que las hay en todos los demás; si no ¿por qué esta misma asociación ha denunciado a 22 entidades por impedir la bajada d elas hipotecas?

Otra buena noticia es que también nos quedamos un poco menos en cueros cuando nos roban la tarjeta y los cacos se dedican a pindonear en lujosos restaurantes, tiendas de electrodomésticos caros, gasolineras y joyerías a costa del sudor de nuestra frente.

Si nos roban el dinero de plástico (ya podría ser de plastilina y así lo estirábamos todos los meses), el Tribunal Supremo ha dicho que las entidades financieras tienen su parte de culpa y que no podrán negarnos pan y jamón aunque solo pidamos un vaso de agua. Argo es argo. Aunque ya se las apañarán para seguir moneándonos, esto es un comienzo. ¡Feliz comienzo de semana, espías!