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Precauciones antes de firmar una hipoteca

El mejor consejo es mirar todo bien y preguntar al que sabe para no meter la pata

¡Compruébalo todo!

Una vez que tienes claro que te quieres comprar una casa y necesitas financiación es la hora de ir de banco en banco.

Internet te ahorrará tiempo, pero no todas las webs de los bancos incluyen la FIPRE (Ficha de Información Precontractual) donde las entidades están obligadas a incluir toda la información básica de cada una de sus hipotecas y de ponerla a disposición de los clientes en todos los medios de comunicación disponibles.

Pero, como digo, siguen siendo opacos y dan pocas o ninguna pista en su web, forzándote a llamar o a ir a una sucursal. Lo que pone en esta FIPRE no compromete al banco a cumplir nada  en el futuro, pero te sirve para saber qué ofrece y comparar detalladamente unas hipotecas con otras.

Cuando ya te has decantado por varios préstamos, ve al banco y pide la FIPER (Ficha de Información Personal), donde la entidad pondrá las condiciones que te ofrece después de haber estudiado toda la documentación que acredita tu situación laboral, personal, financiera, etc.

Este documento tampoco le obliga a nada, pero te informa de qué te ofrece realmente a ti, que puede ser bastante mejor o peor que las condiciones generales para cualquier cliente. Es cuando toca negociar y enseñar las FIPER de la competencia para lograr que te mejoren las condiciones.

Cuando te decantes por un banco en concreto es hora de extremar las precauciones. Una vez que te han concedido la hipoteca, tras realizar una tasación (que tú puedes aportar siempre que tenga como máximo 6 meses y esté hecha por empresa homologada) y averiguar si la casa tiene cargas (se pide una nota simple que tú puedes aportar para ahorrar 20€), utiliza tu derecho de elegir el notario que quieras (uno cerca de casa o del trabajo, por ejemplo) y 10-15 días antes pregunta cómo va el proceso de compraventa.

El banco habrá tenido ya que llamar a tu vendedor para pedirle documentación sobre su hipoteca (si tiene), titularidad de la casa, certificados de estar al corriente de pagos en comunidad de propietarios e IBI, y certificado energético. Tú sólo tendrás que aportar las capitulaciones matrimoniales y el libro de familia, en caso de estar casado, y el DNI original envigor.

Pide también que, como mínimo 3 días antes de firmar, te envíen el contrato de la hipoteca y la oferta vinculante, que aunque no es obligatorio que la den, es la que tendrás que presentar en un juicio si tuvieras que demandar al banco por abusos o problemas.

Léelo todo detenidamente y pregunta al banco lo que no entiendas. No estará de más consultar con amigos o familiares que sepan del tema o incluso con un abogado (algunos seguros ofrecen consultas legales gratuitas). Recurre a todo antes que firmar una hipoteca con abusos o aspectos opacos que no comprendas y te puedan generar problemas.

Llama también a la notaría porque desde tres días antes tienen el contrato y lo leen, con el deber de informarte gratuitamente si han visto cláusulas abusivas o algo raro, o para aclararte lo que no entiendas. El día de la firma lee todo también en la notaría para comprobar que lo que habías visto y negociado es lo que finalmente vas a contratar ante notario. Después no hay vuelta atrás.

Los gastos asociados a la compra de un piso son desproporcionados

Sueltas pasta por tos laos

Sueltas pasta por tos laos

Cuando te planteas la compra de un piso, hay que tener en cuenta otros gastos además de la hipoteca, que te vendrá mes a mes con sus correspondientes intereses.

Por un lado, la vinculación que pide el banco para darte un diferencial más bajo. A veces interesa atarse y a veces no. Es cuestión de ver qué te exige a cambio de rebajar algo los intereses y si, calculadora en mano, la cosa compensa económicamente.

Según una encuesta de pisos.com, la mayoría de la gente (casi 70%) tuvo que domicilar la nómina y los recibos, firmar seguros de hogar y vida y un plan de pensiones para obtener la hipoteca. Sorprende que sólo el 3% de los encuestados afirma no haber contratado nada.

Somos bastaste sumisos con los requisitos del banco, teniendo en cuenta que lo único realmente obligatorio al suscribir una hipoteca es tener un seguro de incendios que viene dentro del seguro de hogar. En general nos conformamos con lo que nos piden y no nos atrevemos a negociar con la entidad ni a pedirle mejoras en la hipoteca.

De toda la vida, quien no llora no mama, y sorprende ver cómo se pueden cambiar cosas de la hipoteca hablando con el banco. En estos tiempos, más que nada, funciona tener ahorros, un perfil económico solvente y un trabajo antiguo y estable. Obvio también es estar bien informado/a y mostrarse con seguridad.

Los gastos asociados a la compraventa del piso son desproporcionados, al menos para el 78% de los preguntados por pisos.com. Es de cajón: que si un 10% de lo que vale la casa en gastos de compraventa (notario, tasación, registro de la propiedad, impuestos…), que encima en muchos casos no puedes elegir tú ni quién lo hace sino que te lo impone el banco; más la vinculación que firmas (seguros, tarjetas, otros productos…), más la comisión de estudio y apertura del préstamo que cobran algunas entidades.

Por eso, antes de comprar una casa con hipoteca tienes que asegurarte de que podrás hacer frente no sólo al 20% del precio del piso, pues el banco no suele prestar más del 80% si no es para viviendas de su stock, sino también a un montón de gastos asociados que se pagan al principio, más lo que cada año soltarás en vinculación para bajar el diferencial.

Es por esto que las hipotecas que ahora se ven a Euríbor + 1% no compensan. Tienen los diferenciales más bajos, sí, pero también las ataduras más exigentes, que al final encarecen tanto el préstamo que más te vale tener un diferencial más alto y menos compromisos económicos durante tantísimos años. ING, Uno-e y Bankinter son buenos ejemplos de diferenciales un poco más altos, pero vinculaciones más bajas que te dejan respirar.

Hipotecas por el 100%: un retorno que no compensa

Sin duda, vivieron tiempos mejores

Sin duda, vivieron tiempos mejores

Las hipotecas por el 100% vuelven a la palestra. En los años previos a la crisis se dieron con facilidad a todo tipo de clientes, incluyendo los que no eran solventes y de antemano se preveía que no podrían devolver el dinero.

Después ya no se dieron, y tras el embargo masivo de viviendas por parte de los bancos, las resucitaron para los pisos que lastraban sus cuentas. Como aún las siguen lastrando, gran parte de los préstamos de este tipo son para las viviendas de las entidades financieras.

Lo novedoso es que hay bancos que ofrecen hipotecas para pisos que no son suyos. Mientras que el Santander, el Popular y BBVA tienen préstamos para que les quites de encima sus viviendas, Ibercaja y Caja de Ingenieros –entre otros- se atreven a ofertar hipotecas para comprar cualquier casa.

Pero ni todas las hipotecas para pisos de banco son las mejores ni más baratas, ni las hipotecas por el 100% para comprar cualquier vivienda son más competitivas que el resto.

Ibercaja ofrece una hipoteca para sus pisos a Euríbor + 3,15% (sin vinculación es Euríbor + 3,75%). Resulta poco útil que te financie el 100% con un diferencial tan alto. Ahora puedes ver Euríbor + 1,70% en la hipoteca de Bankinter, por mencionar una de las menos mal actualmente; no tienes más atadura que el seguro de hogar (por otra parte obligatorio porque contiene el seguro de incendios) y sólo exigen que ganéis 2.000 euros al mes.

También hay que distinguir entre las que dan el 100% de la tasación y las que prestan el 100% del valor de compraventa. La tasación suele estar por encima del precio de compra, así que si te dejan el dinero según lo que marque la tasación puede que hasta tengas para afrontar todo o parte de los gastos que acarrea comprar la vivienda (notaría, registro, gestoría, la propia tasación…).

Si, en cambio, sólo te prestan el valor de compra, tendrás que aportar tú el dinero para estos gastos, que suele rondar el 10% del valor del piso. Lo mejor es tener dinero ahorrado, ya no sólo para estos gastos sino para dar la entrada y optar a una hipoteca por el 80%, que de momento es la tónica habitual.

Tendrás que poner más pasta, pero ahorrarás mucha otra, porque las condiciones en que se ofrecen las nuevas hipotecas al 100% no compensan en la mayoría de los casos frente a las nuevas hipotecas que están lanzando los bancos, inmersos en plena guerra por mejorar las condiciones (aún queda mucho por lograr pero ha mejorado la cosa) y cazar buenos pagadores.

Y bueno… Entre el 80% y el 100% hay margen. Quizá el banco no te preste el 100% pero, si le gustas, tal vez te deje el 90%. Todo es cuestión de tener un buen perfil, hablarlo e intentar negociar. Al banco también le interesa tenerte como cliente, juega bien tus cartas y a ver si te sale una mano ganadora.

 

Algunos compran los pisos que nadie vende

Sigo sin ver claro que aumente la compraventa de pisos

Sigo sin ver claro que ahora se compren y vendan más pisos que antes

La compraventa de pisos aumenta un 7,04% entre enero y marzo con respecto a los mismos meses del año pasado, lo que supone un incremento del 16,2% desde las últimas semanas de 2009.

Aún no sé si esta noticia me alegra, me preocupa o me desconcierta. No sé de qué manera, no sé con qué dinero pero estamos comprando más pisos o se están vendiendo más casas, que podría parecer lo mismo pero no lo es.

Lo segundo sería que los pisos se venden sin más y lo primero que lo compramos nosotros, los que nos los queremos comprar, los que nos los tenemos que comprar, pero no lo tengo muy claro. Aún recuerdo la época de especulación en la que la peluquera y el segurata, con perdón de todas las profesiones, querían ser el Director de Cuentas y la Project Manager (ídem).

Habrá que creérselo porque lo ha dicho el Colegio de Registradores, un grupo de personas que estudian una oposición durísima durante años para después ganar en un mes lo que nosotros en un año a base de dejar constancia en el papel de que un piso ya no es de menganito sino de fulanita.

Podría parecer que todo está volviendo a la normalidad, pero nada más lejos de la realidad. Es una falsa normalidad porque el país sigue en crisis, el Gobierno sigue por el camino contrario a la resolución de los problemas, el paro planea sobre nuestras cabezas y nuestras cabezas penden de un hilo.

El dato hay que cogerlo con pinzas, con las mismas pinzas que están sosteniendo todos los índices económicos y del mercado inmobiliario que apuntan a una leve recuperación cuando en verdad Europa sigue hasta las narices de nosotros, Alemania, Francia y EEUU ya no saben cómo sugerirnos que entremos en vereda.

El dato será esperanzador y positivo cuando se mantenga creando una tendencia de al menos cuatro trimestres, porque así, un dato aislado, es como al burro que, pobrecito mío, le sonó la flauta.

Además, si el Banco de España aprieta las clavijas a las entidades financieras para que guarden fondos y ellos reaccionan reduciendo el número de préstamos, ¿con qué nos vamos a seguir comprando las casas que deberían aumentar estadísticas como ésta?

También dicen que nos dan más hipotecas sin trabajo para pagarlas y en un país sin futuro es difícil conjugar una variable positiva cuando todas las demás son negativas.

Me gustaría creer entonces que este aumento del 7% en la compraventa de pisos se debe a que antes no se compraba ni se vendía casi nada y que ahora se compra y se vende algo, lo que ya es más que nada. En verdad, fiaros de mí, se debe al temor a la subida del IVA el próximo mes.

Me gustaría creer también que no necesitamos que el ladrillo esté fuerte para que España esté cachitas porque si no vamos apañados: primero porque el ladrillo aún está debilucho y segundo porque como no cambiemos el modelo productivo nos vamos a Tercera División.

A vivir que son dos días y a comprar ¡que está chupado! Jia jia.