Archivo de la etiqueta: Hipoteca Joven

Jóvenes, hipotecas y vivienda, una relación difícil

Entre la vivienda y los jóvenes ya no hay gasolina para encender la llama

Ya no se enciende la llama

Jóvenes e hipoteca no siempre han sido una pareja bien avenida, pero lo que se vive actualmente ya es demasiado.

El 80% de los menores de 30 años todavía viven con sus padres porque, dada la precariedad laboral que acampa especialmente entre los jóvenes, cada vez es más complicado abandonar el nido comprando una casa.

Para poder hacerse con una vivienda hoy en día tendrían que cobrar el doble que ahora y aún así deberían dedicar el 60% al piso, el doble de lo que se recomienda dedicar a pagar deudas. Todo para optar a una vivienda media de 50 m2.

Antes, por lo menos, los contratos de becario se limitaban a la etapa universitaria o de los últimos años de los estudios, y si después te contrataban con beca el salario era mayor y la duración menor.

Antes, por lo menos, había algo llamado Hipoteca Joven, que rebajaba el tipo de interés y relajaba las condiciones de la oferta hipotecaria del momento: había poco interés fijo al principio o ninguno, menor vinculación y cero comisiones. Ahora sólo quedan dos o tres de estos productos y ni en broma mantienen estos privilegios.

Es cierto que los bancos suelen dar el 100% para comprar un piso de su stock, pero no siempre encaja en la idea que una persona joven tiene para formar su hogar, o no está donde quiere, o no se puede gastar dinero en reformarlo.

Antes de los 35 años es díficil tener el dinero suficiente para dar una entrada del 20% del piso, necesario porque salvo para sus viviendas, los bancos no financian por encima del 80%. Antes de esa edad es complicado tener un trabajo sin sobresaltos, bien remunerado y con antigüedad laboral suficiente para que el banco te considere una personal laboralmente estable y económicamente solvente.

Los jóvenes son los formadores naturales de nuevos hogares y a su vez los grandes olvidados por las reformas laborales y las hipotecas. Mientras que la gente joven que opta por comprar no se lo pueda permitir, no se va a aligerar el stock inmobiliario de la banca, ni todos los que quieran se van a poder marchar de casa de sus padres. El país entonces no avanza.

La Hipoteca Mari Carmen de Abanca pide 600 € al mes con Euríbor + 1,25%, ING no establece ingresos mínimos y otras los sitúan en 2.000 – 2.500 € en adelante. Para mileuristas es complicado, para otros directamente imposible.

Juventud y vivienda: un reencuentro que también depende de la banca

Viviendas accesibles para jóvenes

Viviendas accesibles para jóvenes

Juventud, divino tesoro. Pero qué poco tesoro, entendido como dinero, se tiene en la juventud. Con el estudio masivo de carreras, másters, doctorados, idiomas y demás gaitas que engordan el curriculum y entretienen mientras te llega a los veintitantos la beca de tus sueños (esa de 600 € al mes por jornada completa en una empresa de medio pelo), se ha retrasado mucho la edad de emancipación y se ha empobrecido el poder adquisitivo de los jóvenes.

La mitad de los menores de 25 están en paro, un tercio si ampliamos la edad a 35 años. La juventud nunca lo ha tenido fácil, pero irse del nido y ahorrar para comprarse un piso es más difícil ahora que antes. La vivienda sigue cara en proporción a sus sueldos, que si son mileuristas pueden festejarlo a tope.

El sueldo medio de los menores de 30 años es de 12.000 € al año y las hipotecas son muy escasas. La Hipoteca Joven, una realidad palpable hasta 5 años, ha desaparecido en casi todas las entidades financieras.

Así que la juventud menor de 30-35 años se ve abocada a las hipotecas que hay para el resto, enfocadas a perfiles solventes con sueldos altos, antigüedad laboral, ahorros… Justo lo que no han podido conseguir todavía. La mayoría queda fuera del acceso a la vivienda en propiedad. Un tercio se lanza a alquiler como paso intermedio entre la casa de sus padres y la suya, y el resto se van a casa de otros (parejas que los acojan gratis, por ejemplo) o se queda donde estaba.

Lo curioso es que el mercado inmobiliario necesita reactivarse, sin pasarse ni especular ni convertir el ladrillo en la nueva fiebre del oro. Pero sí que necesita resucitar para vender todos los pisos que los bancos acumulan sin querer y las promociones fantasma que asustan en los laterales de las carreteras. De momento entre uno y dos tercios se están comprando a tocateja por inversores que no encuentran rentabilidad en otra parte o aprovechan el momento actual, de bajada de precios (la vivienda ha caído una media del 30%-40% según la zona).

Los bancos necesitan clientes con los que ganar dinero y como los buenos están todos pillados, pues quedan en gran parte los jóvenes, que de por sí son una fuente de demanda natural de vivienda. Son los que van a formar los nuevos hogares, y las viviendas protegidas están en paradero desconocido.

Para poder comprarse un piso actualmente deberían tener pareja, ganar justo el doble de lo que les pagan, tener ahorrado como mínimo el 20% de lo que vale el piso y gozar de trabajo estable. La mayoría no lo tiene. Por ahora, sólo se pueden permitir un piso de unos 60 metros (80 en el mejor de los casos), que no cueste más de 1250.000 € y no les suponga más de 350 € al mes (700 € si van en pareja).

Su reencuentro con la vivienda debe ser algo natural que se produzca en los próximos años si no queremos precarizar la sociedad y mantener las desigualdades. Por un lado hay que mejorar el mercado laboral, en lo que Gobierno y empresas tienen mucho que hacer aunque no creo que quieran. Por otro están los bancos, que deben rebajar sus exigencias, sin jugársela a dar préstamos a cualquier precio. Ahora sólo ven a los jóvenes como morosos potenciales y fuente de problemas.

Los jóvenes se pueden quedar fuera del mercado hipotecario

Cuando las barbas de tu vecino veas cortas, pon las tuyas a remojar

Cuando las barbas de tu vecino veas cortas, pon las tuyas a remojar

La fuerte precariedad laboral y el altísimo paro juvenil, que afecta al 40% de los menores de 26 años, hacen prácticamente imposible que una persona menor de 30 se compre una casa.

Con menos de 30 años es dificilísimo ahorrar al menos el 20% de lo que vale un piso, sobre todo si lo haces en solitario. A partir de los 30 es cuando se supone que ya has tenido algo de tiempo para ahorrar y has mejorado algo a nivel laboral, lo suficiente para tener un poco de estabilidad.

Pero eso era antes, cuando las difuntas cajas de ahorros firmaban convenios con las comunidades autónomas para crear un producto casi desaparecido que se llamaba Hipoteca Joven.

En la Hipoteca Joven te daban mejores condiciones que en el resto de préstamos hipotecarios: por lo general menor vinculación y un diferencial más bajo. El requisito fundamental era la edad: ser menor de 30 -35 años y no tener más de 65-70 al finalizar el plazo de pago (30-40 años).

Ahora los jóvenes se las ven y se las desean para encontrar un trabajo, donde exploten lo menos posible y con un sueldo que alcance el mileurismo. Salvo que hereden un piso, la mayoría sólo se puede permitir vivir de alquiler o continuar en casa de sus padres.

Así es difícil que pasados los 30 cumplas el perfil para pedir una hipoteca, también porque ahora los bancos han subido los requisitos de solvencia tela marinera. Es normal porque no se quieren arriesgar. Nadie quiere que vuelva a pasar lo que estalló durante la crisis: hipotecas que no se pueden pagar porque se dieron sin pensar y se firmaron sin pensar qué pasaría si los ingresos bajaban o el trabajo desaparecía.

Las personas entre 30 y 40 años eran antes el perfil soñado por los bancos para pedir una hipoteca, pero tal y como están las cosas, la situación la cambiado. Y si los bancos tampoco son muy partidarios de prestar a gente que pasa de los 40-45 años porque no tienen tanto tiempo de devolver el dinero antes de que se jubilen… Entonces… ¿A quién porras le van a prestar el dinero?

Pues de momento parece que a los que sí tengan muchos ahorros, o grandes avalistas, vayan en pareja, no pidan mucha pasta y tengan buenos sueldos en trabajos estables. En Reino Unido se ha lanzado una normativa para que no se deje dinero a quien supere los 65 años (edad de jubilación) al terminar el plazo de pago. ¿Pasará aquí lo mismo? Si es así, que se despidan de repartirse un suculento pastel hipotecario porque menos gente cumplirá el exigente perfil que manejan.

¿Vuelven las hipotecas para jóvenes?

Hallan una hipoteca joven tras haberla dado por muerta varios años

Hallan una hipoteca joven tras varios años de haberla dado por muerta

Ay, ay, ay… Las hipotecas para jóvenes… ¡¡Quién las pillara!! Y no sólo lo digo por la edad sino porque ahora mismo, por mucho que tengas menos de 35 años, pillar una hipoteca joven no es tan fácil como antes de la crisis.

Si bien hasta hace poco toooodas toditas las cajas del mundo mundial y universal tenían su hipoteca joven, conchabadas con el ayuntamiento o la comunidad autónoma de turno, a los pocos años de empezar la crisis este tipo de hipoteca se ha convirtió en una especie en peligro de extinción.

Y si no lo tienen ya bastante mal los jóvenes para comprarse su primera vivienda, lo que les faltaba es la precariedad laboral en aumento, los bancos con el grifo cerrado y las hipotecas para jóvenes desaparecidas en combate.

La buena noticia es que la hipoteca joven parece que resucita en algunos lares. Siiiii. Hemos pasado de que apenas dos o tres entidades la tuvieran a que haya más cajas que la estén ofertando.

Las condiciones están bastante alejadas de las de hace 4 años: Euríbor + 0,29% o Euríbor +0,37%, -suena indecente sólo leerlo, qué envidia quien lo tengaaaaa, pero desde luego que están mejor que el resto.

De hecho tienen el dudoso honor de ser las únicas que tienen un diferencial por debajo del 1,90%. Cómo está el panorama… Son incluso mejores que las hipotecas online, que hace tiempo que no son lo que eran por culpa de las hipotecas que dan los bancos para comprar sus pisos, que a veces también son peores que las de jóvenes.

Pero bueno, tanto hablar de estos préstamos… ¿Y cómo son? Tienes la hipoteca joven de La Rioja, que da Kutxabank a Euríbor + 0,95% (un diferencial increíble para estos tiempos), sin comisiones, por el 100% del valor del piso. Es para menores de 45 años y se supone que tienen una larga vida laboral por delante y quieren largarse de una vez de casa de sus padres.

También está la hipoteca Sin Más de Bankinter, que cobra Euríbor + 1,95% (alto en general pero bueno para los tiempos que corren) y tiene condiciones especiales para los menores de 35. No os flipéis porque con un interés fijo el primer año del 3,90% y con el interés ya comentado, sigue siendo una hipoteca cara, sobre todo para jóvenes.

Fíjate si el panorama sigue chungo que la siguiente mejor opción es la Hipoteca Bonificada Joven de la CAM Sabadell, con Euríbor + 2,5% y un interés fijo del 4% el primer año. ¡Toma ya! Para eso pides una hipoteca online. Las demás tienen unas condiciones tan malas que es mejor no comentarlas. Por eso muchíiiiisimos jóvenes se lanzan al alquiler y pasan de comprar, algo que dejan para cuando vuelvan los precios asequibles.

Las nuevas hipotecas suben un 20% en dos años

Es un secreto a voces

Es un secreto a voces

Las cada vez más caras y durísimas condiciones de las hipotecas han puesto la compraventa de pisos en peligro de extinción.

Así como en los años previos a la crisis parecía que cualquiera, repito, cualquiera por pobre que fuera podía comprarse una casa -sólo hay que ver las hipotecas patera-, ahora sólo se la compran unos pocos, los elegidos, y eso que la mitad de pisos usados se pagan a tocateja.

La vivienda ha bajado de media en España un 30%, pero ha dado igual. Los que esperaban a que los pisos bajaran para comprarlos más baratitos se han dado con un canto en los dientes.

Son más económicos, pero la banca ha subido los diferenciales un 20% en los dos últimos años, comiéndose toda la bajada del precio de la vivienda, según el Colegio de Registradores.

Ahora puedes comprar una casa más barata, pero la pagas igual de cara que antes (o más), y no veas eso lo que escuece, sobre todo porque el negocio no lo haces tú sino el banco. Y es que los bancos no dan puntada sin hilo. Que el Euríbor baja un 72% en 2012, suben los diferenciales un 66%.

Así que no te quiero ni contar qué pasará cuando el Euríbor abandone la etapa de mínimos. Las cuotas de los que firmaron en estos años se pondrán más altas que una pica y habrá aún más impagos que en la crisis.

Por eso, las de estos tiempos son hipotecas de riesgo. ¿Para qué hacer puenting o contratar un secuestro pudiendo firmar una hipoteca? El subidón de adrenalina y el infarto los tienes asegurados con cada revisión de la cuota.

Los perjudicados son todos los que quieren comprarse una casa y no tienen el dinero suficiente, sobre todo los jóvenes. Con un 57% en el paro, y la Hipoteca Joven desaparecida en combate, no es de extrañar que antes fueran los que más demandaban un piso y que ahora la mitad ya no estén interesados, según se ha visto en el Salón de la Vivienda de Madrid.

Apenas un 31% de la gente se puede comprar la casa sin hipoteca y más de la mitad quieren que cueste menos de 150.000 pavos. Normal si tenemos en cuenta que el año pasado la hipoteca media que dieron los bancos se sitúa en 105.000 euros, a lo que tienes que sumarle el 20% que tienes que llevar ahorrado y los gastos de notaría, registro, tasación y gaitas varias.

En resumen, ya no se compra piso quien quiere sino quien puede y hacerse con un piso hoy en día mediante una hipoteca es un suidicio financiero a medio y largo plazo. Moraleja: compra si tienes el dinero; espera si no lo tienes y pídele prórroga a tus padres para quedarte en su casa otros 30 años más. ¡Qué mejor regalo para el Día de la Madre y del Padre!

La hipoteca joven, una especie en peligro de extinción

Nuestros padres no lo tuvieron tan difícil. ¡No es justo!

Nuestros padres no lo tuvieron tan difícil. Esto es un timo para nuestra generación. ¡No es justo!

Atrás quedaron los tiempos en los que una pareja joven decidía comprarse su primer piso y podía ir a casi cualquier banco o caja a pedir una hipoteca con condiciones más ventajosas que el resto.

La llamada Hipoteca Joven, un producto que tenían muchas entidades bancarias, generalmente orientado a captar a gente menor de 35 años y/o subvencionada por la comunidad autónoma o el ayuntamiento de donde se residía, está a punto de extinguirse.

En la actualidad ya solo quedan tres entidades donde se ofrece este producto: la super conocida Caixa d’Enginyers, el mejunje de varias cajas catalanas que se han fusionado en el llamado Unnim y la filial on-line del Banco Popular.

Las demás hipotecas para jóvenes son historia, igual que son historia las hipotecas por el 100% del valor de tasación, los intereses bajos, los créditos sin cláusula suelo y poder devolver el dinero en 40 años. Si es que queda alguna hipoteca así es escasa y totalmente orientada a comprar un piso de los que tiene a la venta el banco.

Y no es que antes fueran créditos maravillosos que no te cobraran intereses y no obligaran a lo que ellos llaman vinculación, traducido en tener tarjetas de crédito, firmar seguros y atarte al banco, es que antes al menos esta posibilidad existía con mejores condiciones que ahora.

Los bancos han elevado los intereses, solo te dan hipotecas para sus pisos o para aquellos que consideran fáciles de vender si los embargan y, entre otras cosas más, han bajado los plazos para devolver el dinero. En estas condiciones, dado el panorama laboral, es difícil que te den una hipoteca, así que lo que les faltaba a los jóvenes que quieren comprarse su primer piso es que no haya ninguna hipoteca joven.

Atarse al banco para que te la den es poco atractivo, pero enfrentarte a las condiciones actuales con los sueldos más bajos de las últimas décadas en proporción al nivel de vida y al precio de la vivienda es algo que ya roza ser un superhéroe cotidiano.

Y por si todo esto no fuera poco, los bancos prefieren refinanciar las deudas de las promotoras inmobiliarias antes que pringarse con las nuestras. Las inmobiliarias, que son las que más dinero deben a la banca y las que menos están pagando, que son las más morosas y las que más han provocado este cierre del grifo generalizado son las que ahora están obteniendo más ayuda. ¿Alguien habló de Justicia?

Hipotecas por el 100% del piso: sí pero no

Fumando espero la hipoteca que yo quiero...

Fumando espero la hipoteca que yo quiero...

Si estás pensando en comprarte un piso pero no encuentras banco donde asentar tu hipoteca, tal vez te interese saber que, después de que en junio pasado The Wall Street Journal se tiró el moco prediciendo que volverían las hipotecas por el 100% del piso, estos rumores del corazón bancario vuelven a sonar con fuerza.

Después de que las creíamos desaparecidas en combate, las hipotecas por el 100% del piso son un sueño que, principalmente las cajas de ahorros, han vuelto a despertar como a la Bella Durmiente pero sin besito de amor verdadero. La intención es egoísmo puro y duro: adelgazar la cartera de pisos sin vender que les aprieta las cuentas como un corsé del siglo XIX.

Al tiempo que pretenden incentivar así la compra de sus pisos, los bancos han recibido el año endureciendo descaradamente las hipotecas para cualquier otro piso que no sea suyo. Esta tendencia, que ya se venía viendo desde tiempo atrás, se está agudizando a pasos agigantados.

Para sus pisos, la esclavitud es la de siempre: nómina, tarjetas, seguros de vida, plan de pensiones, recibos y tarjetas, combinados como más rabia le dé al banco y variando de una entidad a otra.

Para que te den el 100% y que no te comas los mocos, el truco del almendruco está en que tienes que ser menor de 35 años. Si tienes más de esa edad, los bancos te vienen a decir que te pongas una piedra al cuello y te tires al río porque no te financian ni el quad para darte dos carreras los fines de semana. Los bancos tampoco es que se esmeren mucho: la mayoría de estas hipotecas, que llaman Joven, están apoyadas por Ay-huntamientos y Comunidades Autónomas. Ah, y siempre que estampes tu autógrafo en un seguro de protección de pagos -por si de repente pasas de amoroso a moroso- y en un seguro de desempleo, por si la que pierde el amor de tanto usarlo es tu empresa.

Luego lo de que te den el 100% es relativo: es el 100% del valor de tasación, pero no de los gastos asociados a la compraventa de la vivienda, para lo que se nos presupone tener ahorrado (como el valor en el ejército) y siempre que aportemos un aval, aunque sea del Pato Donald, estrechemos las ataduras con el banco y nos dejemos cobrar más intereses que si nos prestaran menos cantidad. Ya no hay que pensar si queremos un piso en el centro, en la ciudad o en la costa, si no si lo queremos a costa de ser su centro de explotación y estruje financiero.

En conclusión, las hipotecas siguen siendo ese sueño al alcance de muy pocos: los elegidos por los bancos.