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¿Qué es una Inspección Técnica de Hipotecas?

No hay que revisar solo sino bien acompañado

No hay que revisar solo sino bien acompañado

Al igual que vehículos y edificios deben pasar periódicamente inspecciones técnicas para comprobar que todo funciona perfectamente y evitar desastres por mal funcionamiento, en Cádiz han tenido la idea de poner en marcha la Inspección Técnica de Hipotecas.

Se trata de una iniciativa pionera en España que propone a los gaditanos que lleven sus contratos hipotecarios a la Unión de Consumidores de Cádiz para que los revisen en busca de abusos o estafas bancarias.

Expertos en la materia los mirarán de arriba a abajo para averiguar si tienen cláusula suelo, método de cálculo 360/365, redondeo al alza, saber cuánto cobrarán de intereses de demora en caso de retrasarse en algún pago, cuál es el tipo sustituto del que se aplica actualmente, si tienen IRPH o hipoteca multidivisa y cualquier otro aspecto susceptible de ser reclamado por los clientes.

No sólo se limitarán a leer el contrato e informar sino que también aconsejarán sobre la forma de eliminar los aspectos perjudiciales, ya sea hablando con el banco, dirigiéndose por escrito a los servicios de atención al cliente o el Banco de España o poniendo una demanda judicial si el abuso es grave y puede pedirse la devolución de dinero que compense meterse en semejante embolao.

Me parece una iniciativa perfecta y digna de mención, que debería contagiarse al resto de España y que no debería limitarse a la revisión del contrato ya firmado, sino a la oferta precontractual (FIPRE) y al contrato hipotecario antes de firmarse ante notario, ya que una vez firmado es más complicado y costoso en tiempo, esfuerzo y dinero negociar o modificar cualquier aspecto con el banco.

Además, el respaldo de un organismo de consumidores debería dar solvencia a los clientes para que los bancos no se aprovechen del desconocimiento general que la población tiene sobre las hipotecas, un tema muy importante porque implica un gran desembolso de dinero, así como contraer una deuda y responsabilidad importantes. Precisamente se conoce poco porque, a pesar de lo relevante que es, se trata de una situación que se afronta poco en la vida, a veces sólo una vez o ninguna.

Actualmente estamos poco protegidos dado que tenemos una Ley Hipotecaria del siglo XIX y solamente los jueces pueden paralizar una desahucio en caso de que vean que el contrato de la hipoteca ejecutada tiene alguna cláusula abusiva. Antes no está más que el notario, que puede y debe informarte de los aspectos raros que vea en el contrato, teniendo tú el derecho de que te lo explique gratuitamente desde 3 días antes de la firma.

También puedes preguntar al director de la sucursal o al banco donde has tramitado la hipoteca -si es online-, y conviene contratar el asesoramiento de un abogado especializado en la materia antes de firmar, pero además de esto es importante contar con la opinión independiente de un experto, sobre todo si es gratis.

El por qué de los gastos de compraventa con hipoteca

Una sangría de dinero

Una sangría de dinero

Cuando compras una casa tienes que pagar un montón de cosas, que aumentan si lo haces con hipoteca. Cada cosa tiene un por qué, que te vamos a aclarar a continuación.

Antes de decidir si el banco te da la hipoteca, la entidad te pide dos cosas: tasación y nota simple de la vivienda. Tú puedes aportar ambas cosas, si bien el banco a lo mejor no lo acepta por querer controlar todo el proceso. Pero tú insiste porque puedes ahorrar dinero.

Una nota simple cuesta 3,60 euros aproximadamente y puedes conseguirla yendo al Registro de la Propiedad del municipio donde está la vivienda y rellenando un impreso. Te la dan en el acto. También te la mandan por Internet por 9 €. Siempre será más barato que los casi 22 € que cobran los bancos. Eso sí, tiene que estar actualizada.

La tasación también puedes aportarla tú siempre que tenga una antigüedad máxima de 6 meses y la realice una empresa homologada. Comparando precios puedes ahorrar respecto a lo que cobrará el banco, que prefiere que no te encargues de estas labores, pero que a su vez no te lo puede negar siempre que cumplas todo lo mencionado.

El notario cobra por dar fe de que compras una casa y de que firmas ciertas condiciones en la hipoteca. Es un mediador independiente que vela por los intereses de todas las partes y te ayuda a resolver problemas con el banco o con el vendedor, aseguraándose de que todo es legal y no compras una casa con cargas de ningún tipo.

El Registro de la Propiedad anota para constancia oficial y pública que la casa está a tu nombre y que tiene una hipoteca. La Agencia Tributaria de tu comunidad autónoma cobra impuestos por comprar la casa y por inscribir la hipoteca, es lo que se llama Actos Jurídicos Documentados (AJD) y es un porcentaje del precio de escritura de la casa. Varía según la comunidad autónoma y es lo más caro. Ya sabes, “Hacienda somos todos” y trinca de todas partes.

Si hay hipoteca de por medio, el banco quiere controlar todo e impone que estos trámites los realice una gestoría con la que trabaja habitualmente y que suele cobrar unos honorarios muy abultados, en ocasiones abusivos, como por ejemplo 500 € por la compra de la casa y otros 500 € por los trámites de la hipoteca. La cifra final varía de un banco a otro. Primero te realizan una provisión de fondos, o sea retienen un dinero en tu cuenta en previsión de los gastos, y al final te cobran lo que realmente ha costado el proceso.

Por eso, antes de meterse en la compra de una vivienda hay que tener ahorrado para correr con los gastos asociados, máxime si se hace con hipoteca, ya que aumentan hasta rondar el 10%. En una entidad y dependiendo del importe de la hipoteca serán inferiores a ese porcentaje, pero en otro casos puede llegar hasta el 12% o el 15% del precio del piso.

Esto demuestra lo lucrativo que es para varios colectivos la compra de una vivienda, sobre todo co hipoteca, y que por ello se fomente mucho más la compra que el alquiler, con menos trámites y sin tantos costes extra para el inquilino.

Precauciones antes de firmar una hipoteca

El mejor consejo es mirar todo bien y preguntar al que sabe para no meter la pata

¡Compruébalo todo!

Una vez que tienes claro que te quieres comprar una casa y necesitas financiación es la hora de ir de banco en banco.

Internet te ahorrará tiempo, pero no todas las webs de los bancos incluyen la FIPRE (Ficha de Información Precontractual) donde las entidades están obligadas a incluir toda la información básica de cada una de sus hipotecas y de ponerla a disposición de los clientes en todos los medios de comunicación disponibles.

Pero, como digo, siguen siendo opacos y dan pocas o ninguna pista en su web, forzándote a llamar o a ir a una sucursal. Lo que pone en esta FIPRE no compromete al banco a cumplir nada  en el futuro, pero te sirve para saber qué ofrece y comparar detalladamente unas hipotecas con otras.

Cuando ya te has decantado por varios préstamos, ve al banco y pide la FIPER (Ficha de Información Personal), donde la entidad pondrá las condiciones que te ofrece después de haber estudiado toda la documentación que acredita tu situación laboral, personal, financiera, etc.

Este documento tampoco le obliga a nada, pero te informa de qué te ofrece realmente a ti, que puede ser bastante mejor o peor que las condiciones generales para cualquier cliente. Es cuando toca negociar y enseñar las FIPER de la competencia para lograr que te mejoren las condiciones.

Cuando te decantes por un banco en concreto es hora de extremar las precauciones. Una vez que te han concedido la hipoteca, tras realizar una tasación (que tú puedes aportar siempre que tenga como máximo 6 meses y esté hecha por empresa homologada) y averiguar si la casa tiene cargas (se pide una nota simple que tú puedes aportar para ahorrar 20€), utiliza tu derecho de elegir el notario que quieras (uno cerca de casa o del trabajo, por ejemplo) y 10-15 días antes pregunta cómo va el proceso de compraventa.

El banco habrá tenido ya que llamar a tu vendedor para pedirle documentación sobre su hipoteca (si tiene), titularidad de la casa, certificados de estar al corriente de pagos en comunidad de propietarios e IBI, y certificado energético. Tú sólo tendrás que aportar las capitulaciones matrimoniales y el libro de familia, en caso de estar casado, y el DNI original envigor.

Pide también que, como mínimo 3 días antes de firmar, te envíen el contrato de la hipoteca y la oferta vinculante, que aunque no es obligatorio que la den, es la que tendrás que presentar en un juicio si tuvieras que demandar al banco por abusos o problemas.

Léelo todo detenidamente y pregunta al banco lo que no entiendas. No estará de más consultar con amigos o familiares que sepan del tema o incluso con un abogado (algunos seguros ofrecen consultas legales gratuitas). Recurre a todo antes que firmar una hipoteca con abusos o aspectos opacos que no comprendas y te puedan generar problemas.

Llama también a la notaría porque desde tres días antes tienen el contrato y lo leen, con el deber de informarte gratuitamente si han visto cláusulas abusivas o algo raro, o para aclararte lo que no entiendas. El día de la firma lee todo también en la notaría para comprobar que lo que habías visto y negociado es lo que finalmente vas a contratar ante notario. Después no hay vuelta atrás.

Cómo hacer una cancelación registral de hipoteca

Hazlo tú mismo/a

Hazlo tú mism@

Cuando por fin llega el tal ansiado y soñado momento de terminar de pagar el préstamo, te encuentras con la cancelación, bien porque vendes la casa y con parte de lo que te pagan liquidas el saldo pendiente, bien porque terminas de pagar la última cuota, despidiéndote ¡por fin! de la deuda.

Lo primero es mirar si el banco te cobra comisión por cancelar la hipoteca antes de tiempo, que en caso de existir no supera el 1%. Después hay que hacer una cancelación registral de la hipoteca.

Esto es así porque, cuando la firmaste, el banco la inscribió en el Registro de la Propiedad, porque así, si alguna vez acumulas tres impagos y quieren ejecutar la hipoteca, se consigue más rápidamente al demostrar su existencia con facilidad a través del Registro.

Para llevar a cabo la cancelación registral de la hipoteca lo primero que necesitas es un certificado de deuda cero (o de saldo cero), que por mucho que les moleste, el banco te debe dar gratis en el momento o al día siguiente. Algunas entidades pretenden cobrar entre 15 € y 200 €, pero el Banco de España reconoció en 2010 que es un derecho gratuito del cliente.

En cuanto vas a pedirlo tratarán de convencerte de que la cancelación registral es algo lioso, farragoso, complicado y muy difícil de hacer para ti, porque ni siquiera querrán explicarte en qué consiste, cuando realmente es algo sencillo y que puedes hacer por tu cuenta -si tienes tiempo y ganas- ahorrando entre 500 y 1.000 €, sobre todo en abultadas comisiones bancarias y abusivos gastos de gestoría.

No te dejes comer la moral, si quieres hacer la cancelación registral de tu hipoteca, aquí te explicamos cómo. Llevas el certificado de deuda cero a una notaría, la que quieras. Encargas la cancelación registral, por lo que te cobrarán entre 90 € y 200 €, tardando apenas unos días en tener la escritura de cancelación.

Esa escritura no es otra cosa que un documento en el que el notario da fe de que has devuelto al banco hasta el último céntimo y no queda deuda pendiente. Para ello, mira el certificado del banco y llama a un apoderado que se desplaza hasta la notaría para confirmar que ese certificado es de su banco y que, efectivamente, ya no debes nada.

Otro de los miedos que te intentan meter en el cuerpo en la sucursal bancaria para que lo contrates con ellos es que el apoderado tardará semanas o meses en ir a la notaría y que irá cuando le dé la gana, algo que en la práctica no es verdad. El objetivo del banco es que les encargues la cancelación registral y ganar mucho dinero con ello, ya que eligen una gestoría que te inflará la tarifa y el banco te cobrará comisión por cada gestión que haga, abultará la tarifa notarial y cobrará entre 150 y 200 € por que el apoderado vaya a la notaría, cosa que si encargas tú no te cuesta.

Con la escritura de cancelación en la mano liquidas los impuestos de tu comunidad autónoma, que actualmente son cero (están exentos de pago). Esto se puede hacer, mediante el formulario de Actos Jurídicos Documentados, de forma presencial en una oficina de Hacienda o a través de Internet. Después presentas el papeleo en el Registro de la Propiedad, que en dos o tres semanas te avisará de que ya ha cancelado el registro de tu hipoteca y puedes pagar el arancel por hacerlo, que suele costar entre 24 € y 84 €.

La forma de ahorrárselo es esperar a que pasen 20 años del último pago de la hipoteca, ya que en ese momento prescribe (caduca) dicho registro. Pero como muchas veces la casa se vende antes o se usa como aval, pues mejor dejar las cosas bien cerradas para que tu antigua hipoteca no conste en ningún sitio más y desaparezca para siempre.

Si quieres comprobar que no hay ni rastro de ella, puedes pedir en el Registro de la Propiedad una nota simple de la vivienda, cuyo coste está entre los 3 € y los 9 €, aunque esto no es necesario, sólo algo opcional para tu tranquilidad.

Qué te puedes deducir en la Renta si compras o vendes un piso

Ya que te has gastado un montón, llega el momento de recuperar algo.

Ya que te has gastado un montón, llega el momento de recuperar algo

Comprar o vender una casa es un gasto que va más allá del precio que pagas al vendedor. Y si compras con préstamo es mucho más caro, porque la hipoteca debe inscribirse en un registro (la casa también), hay por medio un notario (con tarifas por las nubes), una gestoría, una tasación y el pago de impuestos, entre otras cosas.

La ventaja es que estos gastos te los puedes desgravar en Hacienda, empezando porque si para pagar la casa utilizas dinero que obtienes con la venta de otro piso, puedes no abonar impuestos si todo lo obtenido por vender una casa lo inviertes en la compra de otra vivienda habitual en los dos años siguientes a la venta del piso. Esto es automático en mayores de 65 años, aunque no reinviertan en otra vivienda.

Así no tienes ganancia patrimonial y no debes tributar a Hacienda. Eso sí, sólo cuenta que lo inviertas en comprar la casa; muebles, reformas, electrodomésticos y otras cosas de ese tipo están excluidos.

Para demostrarlo, ni se te ocurra aceptar un euro en negro de los compradores, ya que ahora mismo los abogados que he consultado te “desaconsejan rotundamente” que lo hagas. Primero porque Hacienda está a la que salta y revisa todo mucho más que antes. Y así como esto de pagar o aceptar algo de dinero en B era una práctica habitual hace unos años, ahora está más perseguido y por menos de nada, como el Fisco se entere, os cascan una multa a ambas partes porque es ilegal.

Segundo porque si coges dinero en negro no puedes usarlo para comprar otra casa si tu vendedor no te lo acepta. Además tienes que tener en cuenta el valor en el que el piso se escrituró cuando lo compraste, ya que no se puede escriturar ni muy por debajo ni muy por encima si es que el mercado no ha variado tanto los precios en realidad.

Tanto si compras como si vendes una vivienda te puedes desgravar en la Renta de ese año, que es la que presentas al año siguiente, los gastos que te haya ocasionado comprar o vender. En el caso del vendedor: la certificación energética, que por menos de nada te cuesta entre 60 € y 120€ (según el profesional que contrates y los metros cuadrados; suelen cobrar a un euro el metro cuadrado, más IVA); también te desgrava la plusvalía -que se paga según el valor catrastral-, lo que has pagado a la agencia inmobiliaria -si has usado sus servicios- y otros gastos de gestoría o notario, si has tenido que pagarlos.

Si eres el comprador te puedes desgravar todo lo que has pagado para adquirir la vivienda: notario, tasación, gestoría, gastos en Registro de la Propiedad, Impuesto de Actos Jurídicos Documentados (IAJD), etcétera. Para ello, guarda todas las facturas y sácalas al año que viene delante del gestor que te haga la Renta o úsalas para hacerla por tu cuenta.