Aunque los bancos no nos gustan ni un pelo, es triste reconocer que los necesitamos. Al menos, la tristeza se comparte al ver que la necesidad es mutua porque sin pringados y curritos a los que timar, los bancos no serían nadie. Matrimonio de conveniencia con proposiciones indecentes todo el rato.
Les quedarían las empresas, los partidos políticos, los Estados… Pero no las hipotecas con suelo y sin consuelo (y abusivos similares).
Entre otras cosas, los necesitamos para que nos financien el piso mediante la hipoteca y ellos nos necesitan para inflarnos a intereses y así fijar a fin de año una bonita foto financiera. Una cuenta de resultados más gorda que Papá Noel tras una mariscada en las Rias Baixas.
Cuando preven que esa foto no quedará tan lucida como exigen sus accionistas, nos aprietan el cinturón que deberían apretarse ellos.
La foto de este año va a quedar más deslucida que si fuera color sepia y quieren que, quién si no, nosotros paguemos los retoques chapuciles.
Lo raro sería que les salieran las cuentas, como nosotros contamos las del rosario cuando rezamos por mantener el piso. Con embargos a diestro y siniestro, promociones inmobiliarias de constructores que no han vendido ni en la tómbola, cada vez menos hipotecas concedidas y el Euríbor por los suelos, los bancos ya no tienen ni bolsillos para rascarse.
Cada vez hay menos dinero que prestar, menos dinero prestado, menos dinero contante y sonante, pero más pisos acumulados.
Los inmuebles los intentan colocar en ferias, en webs outlet y al Ministerio de Vivienda, que nuevamente está dispuesto a ponerlos en su SPA (Sociedad Pública de Alquiler). Robar a los pobres para dárselo a los ricos, que le podrán devolver el favor. ¿Para qué beneficiarnos a nosotros, para los que supuestamente deberían ir las políticas y ayudas que presumen ser el 90% de su presupuesto anual?
Las hipotecas seguirán manteniéndolas en dique seco y precisamente por eso se nos avecina, vecina, una subida de los intereses de los bancos de tente y no te menees.
Donde antes te cobraban Euríbor + 0,29 %, ahora habrá Euríbor + 0,45 % y donde antes habría Euríbor + 0,75 %, ahora habrá Euríbor + 1,5 %.
De lujo, vamos. Entre el paro, la bajada de sueldo, la subida del IVA, el descenso del ahorro, la incentivación del consumo, la subida de la hipoteca, la supresión de la ayuda a la compra de vivienda habitual, las charlas de la suegra, nos vamos a pasar un Año Nuevo 5 estrellas.
Pobrecines los bancos, es que si no lo hacen, en lugar de una provisión de fondos, el Banco de España les traerá un tirón de orejas por Reyes. ¡Qué lastimita!
Cada vez te veo mas razon en lo que describes, no difiere ni un milimetro de la realidad, saludos,
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Hombre, muchas gracias. Es que, aunque no lo parezca por lo del trabajo de espía, yo también estoy en el bando de los curritos. Esto de ser espía no da para tanto y, además, tengo que camuflarme para que no me vean espiarles…
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