La banca estrangula más el crédito para forzar la venta de sus pisos

¿Cansad@ de tirar del carro y ahogarte en el intento?

¿Cansad@ de tirar del carro y ahogarte en el intento?

Los bancos están llenos de pisos embargados y desesperación por venderlos. Esto no es nuevo, lo sabe hasta un niño de 2 años. Las pocas hipotecas que dan son para sus pisos, para los que reservan condiciones menos infrahumanas e indecentes que para el resto de los mortales.

Tienen una oferta hipotecaria de cara a la galería, para que parezca que ofrecen algo, pero en realidad no quieren dar hipotecas, por eso ponen unas condiciones tan malas, para que desistas y te vayas o para que, he aquí el quid de la cuestión, te intereses por sus pisos. Vamos, que si dan hipotecas para otros es porque va gente demasiado solvente, amiga suya y con carné del equipo de rugby de los celtas verdes. Si no de qué.

Con lo que la banca no contaba en esta jugada maestra de estrangular el crédito hasta asfixiarnos es con que España está en casi el 27% de paro. Con que el Gobierno nos tiene matados a impuestos: que si sube el IVA reducido al 10%, que sube el otro al 21%, que si impuesto de esto, impuesto de lo otro… Y ya lo dice la palabra, son cosas que no queremos pagar pero nos las han impuesto.

Si a esto le sumas la sequía que viven ayuntamientos, diputaciones y comunidades autónomas, más desesperados que un adolescente hormonado en una discoteca, el cóctel molotov es inevitable. A los impuestos le añades la bajada/congelación de salarios y el resultado es que la gente, por más que quiera enamorarse de un piso del banco, no es capaz ni de pagar la luz, que también ha subido, sin pasarlo mal para llegar a fin de mes.

Entonces, amigos banqueros, ¿por qué vosotros que tenéis tanta mano derecha e izquierda con el Gobierno, no le presionáis, asín fisnamente como hacéis, y le animáis a que mejore la coyuntura económica? Quieren que consumamos, que gastemos dinero, que nos compremos pisos, que tengamos bienestar… Pero nada de esto es posible sin unas condiciones laborales dignas y sin una bajada de impuestos, unida a la concesión de hipotecas para cambiarnos de piso.

Todo está ligado. ¡Pero es que, chatos, ya no nos queda ni la desgravación de la hipoteca en Hacienda! Bueno, sí, sólo a los que ya la tenían, pero para los que compran nuevos pisos nada de nada. Asínque la banca ya puede ponerse las pilas y lanzar nuevas hipotecas y que sean nuevas de verdad, o se van a quedar con los pisos y sin compradores.