Un granjero desafía a las hipotecas construyendo su propia casa

Hasta tiene buena pinta

Mira qué buena pinta

La vuelta a lo tradicional, a lo de siempre, está más de moda que los botines con tachuelas. Que si la comida casera, que si montarse un huerto ecológico en la terraza de casa, que si usar jabón natural, que si hacer jerseys de punto a los peques…

Pero a qué pocos se les ocurre dejar a un lado la vivienda de ladrillo, metal y encajonada en un ruidoso edificio de vecinos para largarse a vivir en mitad del bosque, demostrando que se puede construir una vivienda por cuatro perras, con tus propias manos y hacerle un estupendo corte de mangas a la hipoteca.

El granjero británico Michael Buck, un ex profesor de 59 palos (joven, lo que se dice joven, no es) se ha echado palante y se ha largado a los bosques de Oxford a construir en 8 meses una cabaña que ya la hubieran querido para sí los neanderthales.

Con lujosas paredes de arena, arcilla, paja y el ingrediente estrella: estiércol de vaca. El techo con increíbles acabados en madera y paja y un espectacular suelo de tablones de madera obtenidos de una casa abandonada. Un lujo de 180 euros al alcance de cualquiera.

¿Y la ilusión que le ha hecho gastar poco, no tener hipoteca y construir con sus propias manos? Vamos, ¡¡eso no se paga con dinero!! Tiene salón, cocina y un dormitorio a media altura. El baño, supongo que para no andar con jaleos y alicatados, lo ha puesto fuera de la casa, con espectaculares vistas a la campiña. Como se dice en mi pueblo: plantar un pino viendo otro.

El agua corriente le llega con una tubería que ha enganchado a un manantial cercano, electricidad no tiene -para qué con lo romántico que es cenar a la luz de las velas- y la calefacción la ha solucionado con una estufa de leña. Si sus pichi-tatarabuelos levantaran la cabeza estarían to orgullosos de él. ¡¡Para el siglo XV ha construido una lujosísimo refugio de amor en el campo!!

Como se enteren los que tienen casas rurales le van a encargar que se las construya una tras otra. Y como se entere  Alibabá pone rápido a trabajar a los 40 ladrones en guaridas similares.

Este tío ha demostrado que vivimos con demasiadas cosas y que quien no se hipoteca es porque no quiere. Él mismo ha dicho: “quise desafiar a las hipotecas, demostrar que las personas no necesitan trabajar toda su vida para pagar un préstamo. No hay que pagar grandes cantidades de dinero por una casa, todo lo que necesita es un terreno para su construcción”. Ale, ale, ya no hay excusa para independizarseeeee.