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Necesito poco dinero: ¿pido hipoteca o préstamo personal?

Hay que hilar muy fino

Hay que hilar muy fino

Si necesitas poco dinero para comprar una casa debes valorar dos opciones: pedir una hipoteca o un préstamo personal. Ambas tienen ventajas y desventajas según sea tu caso.

Aunque no todos, la mayoría de bancos tiene un límite mínimo de dinero que prestan para vivienda: unos 30.000 €, otros 50.000 € … El motivo es que el dinero de las hipotecas lo venden más barato que el de otros préstamos y para que les compense quieren asegurarse un mínimo de capital prestado, para ganar intereses a su costa durante años.

Ganan más prestando más, así que prefieren dar hipotecas de 150.000 € antes que una de 50.000 €, contra lo que pudiera parecer, puesto que el riesgo para un banco es menor si presta 50.000 € que si deja 150.000 €.

Entonces, si por ejemplo necesitas 20.000 – 25.000 € puedes recurrir a un préstamo personal. La ventaja es que no tendrás que firmar vinculación (seguros, tarjeta, ingresos, plan de pensiones, etc.).

Tampoco necesitarás inscribir la hipoteca en el registro de la propiedad, ni tendrás gastos de apertura (en caso de que el banco cobre comisión por ello, que suele ser del 1%), amortización o cancelación. Tampoco deberás pagar el notario por la firma de la hipoteca y ahorrarás la gestoría que realice los trámites.

Tampoco tendrás la incertidumbre de qué pasará con tu cuota, ya que no dependerá del Euríbor, ni del IRPH, ni de ningún otro indicador, será fija. También puedes pedir una hipoteca a interés fijo, que ahora están en el 1,40% – 1,60% las más baratas, pero te saldrá una cuota más cara que una hipoteca variable.

Te interesa una cuota u otra dependiendo del dinero que necesitas, de cuáles son tus ingresos, de qué cuota te puedes permitir al mes, cuánto tienes ahorrado y si ya tienes otros préstamos (estudios, coche, muebles, etcétera).

Lo malo de pedir un préstamo personal es que el interés será mucho más alto. Frente al que hemos comentado de la hipoteca fija o al Euríbor + 1% de una hipoteca variable, el préstamo personal fácilmente se te puede subir al 7% de interés, con una cuota mucho más alta que la de una hipoteca. En España han subido estos intereses para compensar el Euríbor en terreno negativo desde hace 7 meses. Es el tercer país más caro de la Unión Europea para pedir un crédito al consumo.

Los bancos no se arriesgan a prestarte si todas tus deudas te van a suponer más de un tercio de tus ingresos al mes. Que no tienes otras deudas, bien… Tienes terreno para endeudarte. Pero si ya tienes otros préstamos abiertos es posible que te lo denieguen, según tus gastos e ingresos. La solución es poner un cotitular que no tenga deudas, pedir más dinero para llegar al mínimo de una hipoteca o esperar a terminar de pagar las deudas.

Los bancos no son el único medio de conseguir hipotecas

Cómo las tengo, oigaaa, a la riiica hipotecaaaa

Cómo las tengo, oigaaa, a la riiica hipotecaaaa

Para conseguir una hipoteca no sólo puedes ir de banco en banco, también tienes los intermediarios financieros.

Estos últimos no tienen dinero propio sino que, como su nombre indica, consiguen que algún banco te dé la hipoteca. ¿Y qué sacan ellos a cambio? Lo de siempre: dinero, ya que por sus servicios cobran entre un 1% y un 5% del importe total del préstamo.

Es un servicio que puede salir caro si la hipoteca tiene las mismas condiciones que otras del mercado, porque a eso hay que añadirle su comisión, pero que también te puede salir igual que si fueras por libre, si consiguen un mejor crédito para ti, lo que compensa el pago por sus servicios y encima te lo dan todo en bandeja y en menos tiempo.

Tienen acuerdos con muchos bancos, conocen muy bien el sector y sólo aceptan tu caso si te ven posibilidades de que te dejen el dinero en algún lado. De lo contrario no te hacen perder el tiempo porque no lo quieren perder ellos.

Ferco Gestión, RN Tu Solución Hipotecaria y BGestión Global son algunas de estas empresas, que no hay que confundir con las que ofrecen préstamos urgentes, que al final cobran unos intereses desorbitados porque no son exigentes con los requisitos que tienes que cumplir para que te dejen el dinero.

Otras que te gestionan el préstamo son algunas agencias inmobiliarias, como Tecnocasa (a través de Kiron), Redpiso (con Dcredit) y Gilmar (a través de su Centro Hipotecario, que no cobra comisiones). Antaño era frecuente que una inmobiliaria te gestionara la hipoteca, pero con la crisis esta práctica cayó en desuso.

Ante el repunte del mercado ha resurgido y de dos años a esta parte ha aumentado el número de préstamos negociados por agencias inmobiliarias para los clientes que compran sus pisos. A veces consiguen condiciones más ventajosas y otras no, pero sí que suelen saber negociar y apretar al banco para que te haga la mejor oferta posible con el menor interés y la menor vinculación.

Les interesa que la operación llegue a buen puerto para no quedarse sin su comisión, por eso ponen toda la carne en el asador para que te den la hipoteca. Como he dicho antes, la ventaja es que conocen perfectamente el sector y saben dónde buscar y cuál es el perfil de cliente que les interesa aceptar para asegurarse el éxito, que viene a ser el mismo que aceptan los bancos: personas solventes, con ahorros, buenos trabajos, estables…

La diferencia es que el proceso con los intermediarios es más rápido y menos trabajoso porque ellos te buscan la hipoteca y te ahorran los paseos de banco en banco. Presumen de que te explican todo y te lo dan mascadito, por lo que no tienes por qué entender de hipotecas, pero yo opino que siempre es mejor formarse e informarse para que nadie te la dé con queso.

La hipoteca de los bancos

Los malos también lo pasan mal y tienen sus propios problemas

Los malos también lo pasan mal y tienen sus propios problemas

Sabemos que, contra lo que anuncian y presumen, los bancos no nos están prestando un duro ni a los ciudadanos para comprarnos casa o cosas, ni a las empresas; solamente dan un poco a los políticos y porque ya se cobrarán con creces el favor de prestarles y hasta de perdonarles la deuda.

Lo que no sabíamos hasta ahora es cuánto dinero deben los bancos al organismo que les presta a ellos el dinero, que no es otro que el Banco Central Europeo (BCE), al que deben 126.300 millones de euros. Una auténtica brutalidad solo comparable a los más de 500.000 millones de euros que debe el Estado español, que pagaremos los de siempre.

Los bancos no tienen un chavo. Malgastaron el dinero fiándolo a deudores dudosos que difícilmente devolverán algo o todo, acumulando a cambio casas y más casas.

En esta película de terror llamada crisis los malos también tienen sus problemas y se encuentran con que nadie quiere prestarles dinero porque nadie confía en la deuda española, ni en nuestro sistema financiero, ni en nuestro país por mucho que hayamos ganado un Mundial y pensemos que ¡po-de-mos!

En las finanzas no vale el tiqui-taca, solo vale devolver el dinero cuanto antes mejor y a ser posible con intereses. Los bancos españoles coleccionan deudas cada año mayores. En 2010 tienen que devolver un huevo, pero no tanto como en 2011 ni 2012, con 2016 como el punto álgido. Tal vez a partir de entonces empecemos a recuperar el dinero, las hipotecas y la cordura, porque si los bancos están con el agua al cuello, nosotros nos ahogamos.

Son el pilar del capitalismo y, por mucho que nos den ganas de hacerles una pedorreta al verles pasándolo mal, no debemos porque parte de esa pedorreta nos rebota en la cara. Gustazos vs tristezas de la vida.

Y lo que nos espera, porque en EEUU ya han empezado a pagar por sus pecados y en España les caen guayas por todas partes. Allende los mares, Goldman Sachs, que es uno de los culpables de la crisis porque dio hipotecas cutrongas y arriesgadas, llamadas subprime, ya está sentenciado a pagar 550 millones por sus engaños.

En España somo algo más tímidos y, para no variar, vamos con retraso. El PP, como tantos otros, ha pedido por enésima vez que se legisle contra las malditas cláusulas suelo, Adicae sigue cosiéndoles a demandas por fraude en las hipotecas y la Justicia, con la lentitud y cobardía que la caracteriza, va escuetamente dando la razón a los estafados por cláusulas abusivas que nadie entiende. Tiempo al tiempo.