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¿Qué pasa si tengo la hipoteca en yenes?

El terremoto de Japón también ha sacudido las hipotecas en yenes

El terremoto de Japón también ha sacudido las hipotecas en yenes

Las hipotecas multidivisa, que tan de moda estuvieron a finales de los años 90 y durante el reciente boom inmobiliario como si fueran la panacea, están otra vez en boca de todos a causa del terremoto de Japón.

Dicho terremoto, que ha venido en pack 3 en 1 con un tsunami y un desastre nuclear de película en 3D, ha hecho mojar los pantalones del susto a los que tienen una hipoteca en yenes.

Pero no será para tanto, así que ya podéis dejar de agarrar el ratón del ordenador como si fuera un billete de lotería premiado.

Si el otro día decíamos que las hipotecas en yenes dependerían de qué iba a pasar con el yen, hoy ya sabemos que ya ha subido su cotización al menos un 4,3% hasta límites que no alcanzaba desde que terminó la Segunda Guerra Mundial, en 1945. ¡Sí, la de las pelis y los libros de texto!

El yen está que se lo flipa porque, a la especulación habitual en los mercados de divisas, hay que añadirle que el Gobierno de Japón está comprando toda la moneda disponible para reconstruir el país a toda leche, y que los que japos que viven fuera también están mandando dinero con el mismo propósito.

El Banco de Japón está inyectando pasta al sistema para que el yen no se dispare más. Lo tiene bastante chungo porque, a pesar de los 429.000 millones de euros (bah, calderilla) ya ha puesto, parece que al yen le han puesto un cohete en el culo.

Que no cunda el pánico a largo plazo. El yen tan alto no más allá de dos o tres meses, porque la economía de Japón ha quedado tan tocada que a largo plazo deberán devaluar la moneda si quieren que la gente del propio país consuma argo.

Esto es: solamente las hipotecas en yenes que se revisen de aquí a los próximos dos o tres meses se verán afectadas por una subida. Las demás seguirán como están, es decir, tal vez sigan siendo la envidia de los que tienen hipotecas que dependen de cómo esté el Euríbor.

Tradicionalmente las hipotecas en multidivisas -como el yen- hacían que los que las tienen paguen menos que los del Euríbor u otros sistemas porque la divisa a la que se referencia la hipoteca está más floja que el euro. Sin embargo, pierdes pasta al cambiar del euro al yen cada vez que pagas la hipoteca, porque todo cambio lleva una comisión, y también estás expuesto -siempre, durante toda la vida de la hipoteca- a lo que le pase a la moneda en cuestión, así que el chollo es a medias y su recomendación es para cogerla con pinzas.

Como decía por ahí el otro día: Virgencita, Virgencita, que me quede como toy.

La subida del IVA dispara la venta de pisos

Muchos pisos vendidos + pocas hipotecas = quimera de especuladores

Muchos pisos vendidos + pocas hipotecas = quimera de especuladores

Siempre me han gustado las adivinanzas, pero solo en las que se aplica el sentido común porque si no me lían y me descuadran, algo así como me está liando y descuadrando que, según el Ministerio de Vivienda, aumente un 25% la venta de pisos mientras que, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), disminuye el número de hipotecas dadas. ¿Y eso cómo se come?

A mí lo único que se me ocurre es que los cuatro (y más de cuatrocientos) que hicieron dinero negro con el ladrillo inflando la burbuja inmobiliaria, se resistan a sucumbir al boom y hayan estado esperando pacientemente la oportunidad de comprar.

¿Y qué mejor momento que cuando te dicen que, si te esperas un poquitico más, te suben el IVA? Porque a este gente la reforma laboral que nos abarata el despido y nos precariza la vida, y dejar de deducirse la compra del piso en Hacienda les importa dos pitos, puesto que no son de los que necesiten trabajar para vivir.

Señores, entre los bancos, los políticos, los promotores y los especuladores nos siguen amargando el porvenir y, en cuanto puedan, reflotarán los precios.

Aún no es el momento, aún se cree que los precios de los pisos aún tendrán que bajar un 24% de aquí a 2014 y que será entonces cuando el mercado inmobiliario empiece e recuperarse. Tomaaaaa, cada vez nos vamos más lejos, antes era 2011, luego 2012, pero como ya están a la vuelta de la esquina hay que procurar dar fechas que suenen ni muy lejos ni muy cerca, lo justito.

Pero mientras, ¿qué especulador que se precie o qué ricachón puede resistirse a comprar un poquito más barato antes del IVA? Total… El piso es el mismo… Y seguro que son ellos porque un estudio asegura que el 70% de los españoles creen que ahora no es un buen momento para comprar piso.

Siempre decimos que lo peor está por llegar, pero es que nuestro entorno (Francia, Reino Unido, Suecia y ¡hasta Portugal!) ya sale de la UVI (Unidad de Viviendas Inalcanzables). Allí aumenta la demanda y se revalorizan los pisos.

Aquí el consuelo que nos queda es poco, como siempre, y aunque fuera mucho, diríamos que es poco porque para eso somos españoles y nos gusta mirarnos el ombligo mientras acusamos a los demás de ser mejores que nosotros.

Las cajas admiten su culpa en la crisis

Seguro que el pulpo Paul sabe cuándo volverán a darnos hipotecas para pisos a precios justos y equilibrados

Seguro que el pulpo Paul sabe cuándo volverán a darnos hipotecas para pisos a precios justos y equilibrados

Aunque hoy no se hablará de otra cosa que de la primera victoria española en un Mundial de Fútbol, me siento valiente para cambiar de tercio y contaros que Funcas, la Fundación de Cajas de Ahorros, reconoce en un estudio que las cajas de ahorros tuvieron mucha culpa de la burbuja inmobilaria.

Igual que el triunfo de España, es algo que llevábamos tiempo esperando; casi tanto como un niño de cinco años a los Reyes Magos. Por fin las cajas se dignan a reconocer que alimentaron la burbuja y permitieron que el precio de la vivienda siguiera aumentando y alejándose de nuestras posibilidades.

Las entidades financieras inflaron artificial y desproporcionadamente el sector inmobiliario entre 1995 y 2007, cuando la economía empezó a decaer, dándonos 9 veces más hipotecas, 6,7 veces más créditos para actividades de construcción y, ahí va la cifra gorda, 25 veces más dinero para actividades inmobiliarias.

Esta súper afluencia del crédito, en contraposición a la sequía que vivimos ahora, significa que si hace 15 años nos daban de media 50.000 € que devolvíamos en 20 años, cuando estalló la burbuja dando comienzo a la crisis, nos estaban prestando de media 150.000 € y los estábamos devolviendo, el que buenamente podía, en 30 años.

Ya sabíamos que las cajas, y los bancos aunque no den la cara, habían inflado artificialmente la burbuja conchavados con los ahí-huntamientos, los promotores, las inmobiliarias y los especuladores de turno. Lo que no habíamos oído hasta ahora era este canto de mea culpa entonado en forma de triste informe, ni mucho menos palabras de perdón, arrepentimiento y propósito de enmienda.

Esto último es importante porque sin ganas de cambiar, cuando los dioses quieran que las hipotecas vuelvan a nuestras vidas como las lluvias a la cosecha, todo volverá a sobrevalorarse y volveremos a tropezar en el mismo ladrillo, que estará hecho de la misma gloria y la misma miseria pero será aún más caro.

Si no aprendemos nosotros a administrarnos mejor el dinero y a guardar en el cajón las pretensiones de clase alta cuando somos una media pelada, y si las entidades financieras siguen destinando el 60% de sus préstamos a la actividad inmobiliaria, emitiendo deuda para sufragar sus desastres, no habrá Banco Central Europeo ni Vicente del Bosque que nos saquen del desastre, ni Euríbor que siga bajo, ni perrito que nos ladre.

Llamemos al pulpo Paul, a lo mejor él sí tiene una predicción que nos consuela.