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Qué pasa si mi hipoteca la compra un fondo buitre

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Cuando un banco cierra o quiere quitarse de encima parte del dinero que le deben para maquillar sus cuentas, hace lotes de hipotecas y los vende a un fondo de capital riesgo con fin especulativo, popularmente conocido como fondo buitre.

Estos buitres hacen honor a su nombre porque sólo les interesa cobrar, caiga quien caiga. Si no tienes problemas para pagar la hipoteca, no notarás ningún cambio.

El banco tiene que informarte de que ha vendido tu hipoteca a fulanito de tal y que, por tanto, ahora debes el dinero del piso a ese fulanito y no al banco. Y muy importante: las condiciones de la hipoteca siguen siendo exactamente las mismas que las que firmaste con el banco, sin cambiar ni una coma.

Los problemas aparecen cuando lo tienes chungo para pagar la hipoteca, ya que un banco puede estar dispuesto a negociar: dejarte un tiempo sin pagar la hipoteca, estar otro tiempo pagando sólo intereses, firmar algún seguro a cambio de rebajar el diferencial… Ya sabes, esos pequeños detalles que hacen que puedas llegar a fin de mes sin perder la casa en el intento.

A un fondo buitre no le interesa negociar. Le da igual tu situación. Quiere cobrar y punto. Ejecuta el préstamo a la mínima, embarga el piso y lo vende rápidamente para recuperar el dinero que no vas a pagarle.

Antes los bancos actuaban así también pero como tienen más pisos que la Duquesa de Alba están abiertos a buscar una solución. Si tu banco ha vendido la hipoteca a un fondo buitre y dispones de pelas o alguien de tu círculo puede prestártelas tienes una opción intermedia y para ti muuuuuy ventajosa: liquidarla de un plumazo por un bajo coste.

Los fondos buitres compran las hipotecas por menos dinero del que valen, a veces por el 50%, el 30% e incluso el 10%. Sólo tienes que preguntar a los carroñeros cuánto han pagado por tu deuda y pagárselo en un plazo de 9 días. Te quitarás de movidas e historias. La operación vale pasta pero merece la pena: fulminas la hipoteca de un plumazo y a mucho menos coste que si mes a mes. Por ejemplo, un piso de 150.000 € te puede costar la mitad.

Si se te ha pasado este plazo y tienes ahorros, también puedes liquidar el préstamo ofreciendo al fondo buitre un poco más de lo que ha pagado por tu hipoteca. El caso es ofertar. Por probar no pierdes nada.

Si tienes la hipoteca en Catalunya Caixa y temes que tu préstamo acabe en manos de un carroñero, puedes respirar medio aliviado porque quien compre estos préstamos debe acogerse al Código de Buenas Prácticas Bancarias, lo que obliga a negociar con quien reúna los requisitos e incluso a conceder la dación en pago (liquidar la hipoteca a cambio de entregar el piso).

La dación en pago del Gobierno solo alcanza al 10% de los que pierden el piso

Cancelar la hipoteca entregando el piso es como comer angulas: solo está al alcance de unos pocos

Cancelar la hipoteca entregando el piso es como comer angulas: solo está al alcance de unos pocos

Como ya sospechaba, el código de buenas prácticas que el Gobierno ha propuesto a las entidades financieras y al que se han adherido el 85% de ellas, no alcanza al 90% de los hipotecados.

Según la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), tan solo el 10% de los hipotecados tendrían opción a acogerse a la dación en pago si tienen problemas para pagar la hipoteca y el banco les embarga el piso. Era de esperar: para poder cancelar la hipoteca entregando al banco únicamente las llaves del piso tienen que estar todos los miembros de la familia en el paro, tener unos ingresos raquíticos, que nadie les avalara al firmar el préstamo y que el piso no esté tasado en más de 200.000 €.

Para las asociaciones de consumidores este código de buenas prácticas es una medida que apenas alcanza a todos los que la necesitan y que, por tanto, resulta ser insuficiente. Siguen reivindicando la dación en pago para todos, incluso con carácter retrospectivo (para hipotecas ya ejecutadas) y para seguir luchando por ella lo nuevo que se les ha ocurrido es conseguir firmas.

Su propósito es lograr la firma de 500.000 ciudadanos antes de octubre, a fin de presentarlas al Parlamento como parte de una Iniciativa Legislativa Popular (ILP). Es un recurso que nos deja la demosgracias en la que vivimos: si presentas medio millón de firmas al Congreso de los Diputados, los susodichos tienen que votar si legislan o no favor de lo que se pide con las firmas.

Creo que la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, cada día con presencia en más ciudades españoles, y cualquiera que se lo proponga conseguirá muchás más que 500.000 firmas, lo que dudo enormemente es que eso sirva para algo. Ya se ha votado varias veces la dación en pago en el Congreso y el resultado siempre es el mismo: no, no y no.

Los que más se oponen son los que tienen mayor poder, el PP y el PSOE, que son también los que más dinero y favores deben a la banca. Por eso, es difícil esperar algo más que este código de buenas intenciones, más que de buenas prácticas, o algo mejor que esta dación en pago más descafeinada que una película de dibujos inanimados.

Que este codiguillo solo sirva para el 10% de los hipotecados con problemas equivale a dejar a medio millón de familias fuera del sistema, porque no cumplen los requisitos exigidos, pero no podrán hacer frente al pago de la hipoteca ni robando a Roldán los fondos reservados que nunca devolvió a los huérfanos de la Guardia Civil.

Es que, para pagar al hipoteca, la cosa va a quedar entre robar a Roldán o tratar de negociar con el banco, una opción viable, pero a la que no siempre está dispuesta la entidad financiera.

Una ristra de bancos se apuntan a la dación en pago descafeinada del Gobierno

Este rescate a los hipotecados con problemas está tan descafeinado que solo le hará efecto a unos pocos

Este rescate a los hipotecados en apuros está tan descafeinado que solo le hará efecto a unos pocos

El megaimperio bancario de Emilio Botín, más conocido como Santander, y Catalunya Caixa han sido las primeras entidades financieras que van a cumplir el código de buenas prácticas que les ha propuesto el Gobierno.

De esta ayuda descafeinada para evitar los desahucios podrán beneficiarse las familias en paro, que compraran sin aval un piso tasado en menos de 200.000 € y que estén pagando de hipoteca al menos el 60% de sus ingresos.

Lo de pagar es un decir, porque se supone que para tener la ayuda del banco, estas familias han tenido que dejar de pagar la cuota para que la entidad en cuestión, si es que se ha unido a este código de buenas prácticas, les acepte otras condiciones y, solo en último lugar, la dación en pago (cancelar la hipoteca entregando el piso).

Sumarse a este camino de amor y buen rollo con algunos hipotecados en apuros es voluntario, pero los bancos que lo hagan deberán cumplirlo a rajatabla durante 2 años, so pena de que se les pueda demandar en los tribunales.

Poco después del Santander y Catalunya Caixa, que han abierto la veda, otras entidades han dicho que se unen al club. Bankia, CaixaBank, el Banco Popular, Ibercaja, Unicaja, Kutxabank y el grupo BMN han sido los siguientes. Antes ya lo habían confirmado NovaGalicia, el Sabadell, Bankinter, Banco Pastor, Liberberbank, Cajamar y el grupo rural CRM.

Era raro que todavía no se hubiera pronunciado el BBVA, eterno competidor del Santander, igual que aún no lo ha hecho la Caixa, siempre en liza con Bankia (antes Caja Madrid). El plazo para decir si se unen o no termina a principios de abril, aunque algunos bancos no han querido esperar tanto para decirlo y, en cuanto han empezado los primeros, los demás han ido cayendo en cascada.

Seguro que ahora lo están discutiendo en los consejos de administración de cajas y bancos. De hecho, es lo que ha pasado en el BBVA. Ha cedido ante la presión pública y el viernes lo hizo oficial tras su junta de accionistas.

No hay entidad financiera que no se pregunte: ¿nos sumamos a este código de buenas prácticas? ¿Cuánta pasta nos va a costar? Y, sobre todo, ¿qué vamos a ganar con ello? ¿Nos compensan las rebajitas fiscales que nos ha prometido el Gobierno? Seguro que sí o no se sumarían a esta corriente falsamente solidaria.

Principalmente, ganarán buena reputación social (que falta les hace), congraciarse con el Gobierno (aunque no les hace mucha falta, nunca está de más) y no embargar más pisos de los que luego no podrán vender. Es mejor cobrar menos o en más tiempo que no cobrar nunca.