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Primera denuncia contra las hipotecas basura en España

Ya es hora de sacar la basura

Ya es hora de sacar la basura

Alguna vez habrás oído por ahí, y si no pues ya te lo cuento yo ahora, que la crisis que nos azota más que una reina del sadomaso viene de las hipotecas basura, principalmente de Estados Unidos, pero yo creo que en general de las hipotecas tóxicas de todas partes.

Hipotecas basura, bonita palabra. Muy gráfica. Se refiere a los préstamos hipotecarios que se dieron a personas que dudosamente los iban a poder pagar.

Y no porque la vida les cambiara 360 grados de repente sino porque ya se veía que su situación económica y laboral era penosa, que no tenían un chavo y que llevaban el cartel de morosos escrito en la frente.

En ellos vieron el Santander y BNP Paribas un alto potencial. Qué sinvergüenzas… Un alto potencial para colarles hipotecas con cuotas bajas, que parecían fantásticas pero que luego iban aumentando la deuda a medida que pasaba el tiempo.

A través de UCI (Unión de Créditos Inmobiliarios) captaron a más de 155.000 familias, con más de 133.000 hipotecas y por encima de 22.000 préstamos personales. Se cebaron con jóvenes, inmigrantes y personas que querían cambiar de casa y no tenían un chavo, justo los rebotados de otras entidades porque son los que peor iban a poder devolver el dinero.

A través de publicidad engañosa y con acuerdos comerciales con agencias inmobiliarias como Tecnocasa y Kiron captaron su interés, haciendo una tasación del piso inflada entre un 150% y un 200%. Apenas les pidieron documentación y no comprobaron su solvencia.

Les cobraron un sinfín de comisiones por todo y por todos los servicios de los intermediarios. Entre 1999 y 2009 dieron hipotecas por valor de 14.365,8 millones €, incluso para viviendas de protección oficial (VPO).

Por toda esta desvergüenza, varios abogados y gente pringada en esto, con el apoyo de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) ha puesto la primera denuncia contra las hipotecas basura en España, que también se llaman subprime.

Han denunciado al Santander, a BNP Paribas y a varios directivos, entre otros el padre del ex líder del PP en El País Vasco y al mismísimo Emilio Botín, que de momento parece más intocable que Michael Corleone. Les acusan de estafar impune y sistemáticamente, comercializando hipotecas tóxicas de forma masiva entre la gente que no tenía ni idea de cómo se hace la O con un canuto, lo que me recuerda mucho a las hipotecas patera de la CAM.

La denuncia está admitida a trámite en la Audiencia Nacional y ya está en manos de la Fiscalía Anticorrupción. Lo que no me explico es cómo no han denunciado antes estos abusos y sólo espero, aunque lo dudo, que se les dé un castigo ejemplar, simplemente el que merecen, y que se mejore la Ley Hipotecaria para que esto no vuelva a ocurrir jamás.

El boom de las hipotecas basura en España

Por mucho que lo llamen arte, sigo estando hecho de basura

Por mucho que lo llamen arte, sigue estando hecho de basura

Sabiendo que algo huele mal en los bancos desde el principio de la crisis, ya era hora de que supiéramos dónde está la parte más podrida del negocio hipotecario, esas hipotecas que se dieron con mucha alegría y que se están ejecutando con demasiada pena: sueños convertidos en pesadilla que se fraguaron durante el boom y que han estallado en un enorme buuuum cuyos pedazos seguimos recogiendo.

Las que en otros países se llaman hipotecas subprime o hipotecas basura, por el alto riesgo de impago que conllevan, en España suman 100.000 millones de euros.

Son la quinta parte de las  hipotecas que tenemos contraídas y que principalmente corresponden a jóvenes con contratos temporal e inmigrantes, que han dejado de pagar por falta de recursos. Hablamos de una morosidad del 6%, que es una barbaridad.

¿De quién es la culpa? En parte de quienes pidieron por encima de sus posibilidades y, en parte mayor aún, de los bancos que dieron alegremente un dinero a quienes no estaba claro que pudieran devolverlo.

La ambición les perdió, pues pensaron que si no pagaban ya se quedarían con sus pisos, sin calcular que los ladrillos pesarían más que una vaca en brazos. El Banco de España les advirtió, pero con tanta timidez que hasta Winnie the Pooh parece un macarra.

Las cajas prestaron más descuidadamente que los bancos, aunque ambos son culpables de dar un dinero que ni Paco Lobatón sabe dónde está.

Se prestaron en hipotecas para el 100% del valor de tasación del piso y en ocasiones mucho más. Tanto que hasta el banco te incitaba a que te compraras la casa y fueras más allá: las vacaciones, el barco, los muebles… No importaba el qué, te daban el dinero y ya te apañarías para devolverlo. ¡Carpe Diem!

Estos excesos de la pasada década explican por qué los bancos se están hinchando a embargar pisos que ya no saben dónde meter y que no hacen más que depreciarse, y por qué los particulares se quedan sin casa y encima siguen arrastrando una deuda per secula seculorum.

Por esta situación tan irresponsable, ahora los bancos ya no prestan ni a quienes de verdad podrían devolver el dinero y las poquísimas hipotecas que dan son para sus pisos y con condiciones cada vez más duras.

Todos deberíamos aprender de este grandísimo error que nos ha llevado a la ruina y que nos ha hecho pasar de una opulencia basada en la imaginación a una pobreza más real que la vida misma.

Los yanquis se escandalizan de nuestras hipotecas

El New York Times se ha inspirado intentando encajar todas las piezas de nuestro retrato

El New York Times se ha inspirado intentando encajar todas las piezas de nuestro retrato

Algún reportero dicharachero del periódico estadounidense New York Times, al que le sobra la razón por la punta de cada pelo, se lo ha pasado pipa analizando nuestro mercado hipotecario, azotado por la escasez de hipotecas y otras consecuencias de la ruptura del burbuja inmobiliaria.

Al tío le ha dado por escudriñar cada rincón de nuestras viviendas patrias a través de dos ejemplos: un inmigrante ecuatoriano en Cataluña y un español que se las apaña en Toledo.

El panorama que pinta está salpicado de excesos bancarios, casas a precios desorbitados y crédito de mayor flujo que el Tormes. El que pinta ahora, más bien el que emborrona nuestros sueños con pesadillas, incluye un millón y medio de familias en mitad del un embargo.

Los yanquis flipan tanto con nuestro patético sistema hipotecario que nos dedican un reportaje enterito con un titular como guinda. Y eso que algunos piensan que España es algún territorio por debajo de México o algo así.

El titular es una verdad como puños que nos duele en las entrañas: En España te quitan la casa pero la deuda permanece (el original en inglés: In Spain, Homes are Taken but Debt Stays).

Ya sabemos que la gracia que hay en este país de embargarte el piso y aún hacerte pagar por él es algo que clama al cielo. En Estados Unidos, cuando dejas de pagar la hipoteca y te embargan el piso, con entregarlo es bastante.

¿Por qué no copiamos esta buena costumbre en lugar de tantos estrenos de cine con palomitas, gordinflones que reparten regalos en Navidad, calabazas en la Fiesta de Todos los Santos y hamburguesas con ketchup? Puestos a copiar, al menos que también sea algo rentable y bueno para nosotros.

Lo que no sé es cómo, en lugar de un artículo periodístico, no han hecho una serie de televisión de estas de taquillazo. ¡Aquí hay materia para dar y tomar! Mucha materia gris cementera, pero poca materia gris cerebrera.

Con más razón que un santo, este artículo pone en evidencia las intimidades y vergüenzas de los bancos, los fallos y movidas imperdonables del sistema hipotecario español.

Tiene que venir Johnny el de los Palotes a decir la verdad, porque desde fuera se supone que se ven mejor las cosas. Ahora, que ya verás cómo reaccionan aquí los implicados porque sabiamente dice el dicho “de los tuyos dirás pero no oirás”.