Desde mayo, los bancos podrán ligar las hipotecas a un nuevo tipo de interés. Se llama IRS, las siglas en inglés de Interest Rate Swap, y se ha creado a petición de las entidades financieras y el Banco de España.
El IRS viene con vocación de sustituir al Euríbor como índice líder para los nuevos préstamos y para aquellos cuyos índices de referencia desaparezcan ahora, como el IRPH de bancos y el IRPH de cajas.
Estad tranquilos los que ya tenéis una hipoteca ligada al Euríbor o a otro índice no mencionado, porque esto no va a afectaros salvo que le pidáis al banco que os aplique el IRS.
El Euríbor va a seguir existiendo y se podrá seguir ofertando para nuevas hipotecas, además de mantenerse para las que ya están ligadas a él.
Tanto los bancos como las cajas prefieren el IRS porque dicen que es más estable que el Euríbor, al que critican de no reflejar bien el precio del dinero.
Las hipotecas ligadas al IRS se revisarán cada 5 años en vez cada 6 o 12 meses como ocurre con el Euríbor. La razón es que este nuevo índice refleja el precio del dinero a 5 años y no a 1 año como el Euríbor. El precio del dinero es lo que se cobran unos bancos a otros de comisión por prestarse la pasta entre ellos.
Los bancos se van a agarrar al IRS como a un clavo ardiendo porque están desesperados por cobrar más. Les cabrea que el Euríbor esté tan bajo -va a cerrar abril en torno al 1,4%- y que siga bajando, porque eso alivia nuestras cuotas y bolsillos, pero les hace ganar menos dinero.
El Gobierno les obliga a tener más dinero disponible para estar cubiertos frente al riesgo inmobiliario (pisos y más pisos que embargan y luego no venden) y eso, unido a su insaciable sed de pasta, hace que ya no sepan qué inventar para encarecer las hipotecas.
Entonces… ¿Tener una hipoteca que dependa del IRS será más caro que una que dependa del Euríbor? En principio sí, a juzgar por el promedio de ambos índices entre 2000 y 2011, cuando el IRS tuvo una media de 3,6% y el Euríbor del 2,9%. En general, el IRS siempre está más alto que el Euríbor, aunque desde octubre del año pasado haya sido al revés.
La banca tiene la esperanza de que el IRS traiga consigo cuotas de la hipoteca más estables (la misma durante 5 años) y que entonces los que firmemos los préstamos nos decantemos en mayor medida por uno a tipo fijo y no varible. Así es ya en la zona euro, donde el solo 33% de las hipotecas son variables frente al 82% en España, donde casi todas van de la manita del Euríbor.