Archivo de la etiqueta: parados

A quién le importa que no pueda pagar la hipoteca

A quién le importa lo que yo haga... A quien le importa lo que yo diga...  Mientras pague la hipoteca

A los bancos no les importa lo que yo haga... Al Gobierno no le importa lo que yo diga... Mientras pague y vote

El Gobierno quiere hacernos creer que no (se) duerme porque tenemos problemas para pagar las hipotecas. Ya… Yo también puse la misma cara cuando lo leí.

La creación de una subcomisión de Vivienda que se votó ayer por unanimindad en el Congreso es la tapadera para no hacer nada y, además, callarnos la boca.

Prometen reunirse con todas las partes y escucharlas de aquí a junio, tener un dossier con las conclusiones en diciembre y entonces poner en marcha las medidas.

Con las elecciones generales en los primeros meses de 2012, ¿crees que les dará a tiempo a salvar tu hipoteca del embargo? ¿Y la del 1.380.000 familias que están en paro, con hijos y deudas?

Ya van 271.500 embargos desde que empezó la crisis, ¿cuántos más podremos aguantar con 4,9 millones de parados reconocidos y más de 5 millones de cifra real, con un Euríbor que ha cerrado abril en el 2,086%, encareciendo más de 700 pavos al año las hipotecas, si hasta Zapatero reconoce que el intento de ayudarnos a pagar la hipoteca con el ICO (Instituto de Crédito Oficial) ha sido un chasco?

Mirando de reojo las próximas elecciones municipales, que nada tienen que ver con las generales, pero que al final se ven como un reflejo de lo que está pasando y de lo que votaremos al año que viene, Zapatero dice que el Gobierno estudiará medidas para ayudarnos a pagar la hipoteca y para evitar las prácticas abusivas.

Qué bien suena, pero qué vacía está esa frase. Estudiar-estudiar, yo también puedo estudiar el vuelo de la golondrina, pero luego mirar para otro lado, dedicarme a otra cosa y no hacer nada después de ese estudio.

Estudiar también, en el diccionario de los políticos, significa que hacen que se preocupan por un tema que en realidad se las trae al pairo pero, como no quieren que lo parezca, hacen cuatro chorradas superficiales para intentar cubrir el expediente.

Lo que de verdad les preocupa es la solvencia de los bancos, porque estos no hacen más que recordárselo y llorar en dolby sorround como si hubieran instalado un home cinema de lloriqueos en La Moncloa.

También porque los bancos son su fuente de financiación, los políticos les deben muchos millones de euros y solo sueñan con que se los perdonen a cambio de hacer la vista gorda en detalles como no cambiar la Ley Hipotecaria, dejando que nos ahoguemos en cláusulas, embargos, impagos, etc., mientras nos dicen que están estudiando la dación en pago (saldar la hipoteca entregando solo el piso).

Y porque resulta que, según Zetapé, el Estado ha salvado a las cajas con el FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria) dándoles 12.000 millones €, de los que dice orgulloso que ya han cobrado 3.000 millones € en intereses. ¡Juas! ¡Jugando a ser bancos con los bancos!

Muchas molestias para salvarlos, a fin de luego vivir de ellos, y ninguna molestia por nosotros, excepto la inversión en campañas publicitarias para engañarnos y captar nuestro voto.

Zapatero divaga pero no concreta. Y si no ha hecho nada útil en estos últimos 7 años, ¿qué crees que podrá y querrá hacer ahora que le queda uno y ya ha anunciado que no repetirá como candidato a la presidencia? ¡¡ N-A-D-A!!

Cajas de cerillas a precio de casas de muñecas

A este paso seguiremos pagando la hipoteca desde el Más Allá...

Con lo que cuestan los pisos, no terminaremos de pagarlos ni cuando hayamos muerto

Ya lo dijimos: en España vivimos en cajas de cerillas que pagamos como si fueran el Palacio del Marajá de Kapurtala. Y es que, a pesar de seguir en una enorme crisis y al borde del rescate económico, nuestros pisos siguen siendo casi los más caros del mundo, en proporción con nuestra economía.

Tan solo en Australia y Hong Kong son más pringadillos que nosotros y pagan los pisos aún más caros, según el semanal británico The Economist.

Lo que no me explico es cómo aún se sostiene en pie nuestro sistema. Los bancos están atestados de pisos, nosotros estamos atestados de deudas, el mercado laboral está atestado de parados y el Gobierno, atestado de idiotas que no reconocerían una buena idea ni aunque la tuvieran delante de sus narices.

Aunque la previsión es que el precio de los pisos siga bajando como los críos por los toboganes del parque, nadie se pone de acuerdo en decir cuánto porque cada uno cuenta la película según le va y porque nadie tiene una bola de cristal lo suficientemente poderosa como para poder encajar todas las piezas del puzzle en una visión clara del tema.

Mientras que la consultora Morgan Stanley se aventura a predecir que el precio de los pisos bajará este año un entre un 5% y un 10%, Gesif y Axesor auguran una caída del 6% hasta junio. Difícil será que, por mucho que caiga el precio de la vivienda, logre compensar, ni ahora ni en muchos años, el 157% que se ha sobrevalorado en los últimos 14 años, según The Economist.

A pesar de que la venta de pisos ha aumentado un poco a principios de este año, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), esto no es más que un espejismo en el que se refleja la ansiedad de finales del año pasado por comprar cuando aún nos pudiéramos desgravar la hipoteca en la Declaración de la Renta.

En la realidad, solo un 5% de la gente está interesada en comprar piso -según una encuesta de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU)- porque el resto está esperando a que bajen más los precios, que los bancos mantienen escrupulosamente casi intactos.

¿Bajarán? Quién sabe… De momento hay quienes afirman, como Idealista, que cuando se ha empezado a hablar de que el Euríbor va a subir en breve, la peña ha empezado a bajar a saco el precio de sus pisos en venta, y quienes creen que esta subida de los tipos de interés paralizará el precio de los pisos hasta ver por dónde van los tiros.

Pues eso, a seguir esperando mientras se inventa la bola de cristal donde todos queremos mirarnos y que, de momento, solo refleja que la contratación de hipotecas atraviesa sus horas más bajas en los últimos 10 años. ¡Oleee!

A buenas horas mangas verdes

Trajes de faena sindical para sacar en manifestación cuando Gobierne el PP porque lo que es ahora... ¡¡No ganan para neftalina!!

Trajes de faena sindical para sacar en manifestación cuando Gobierne el PP porque lo que es ahora... ¡¡Se gastan todo el unte en naftalina!!

Queridos Reyes Majos:

Este año he sido buena (yo siempre soy buena, jejeje) pero… Ahora que pienso… ¡Qué desactualizada estoy, si ya pasó la Navidad! Me está pasando como a los sindicatos que, tras dos años de crisis (según Zapatillas no llegamos ni a uno y medio oficialmente), se manifiestan tarde, mal y para algunas cosas nunca. El espíritu de mi bisabuelo, espía de la Guerra de los Mundos, se manifestaba con más profusión en la vieja mansión que heredé de mi abuela.

Ahora a UGT de Madrid se le ocurre la gran idea de reivindicar, con un toque seudoburocrático, jipioso y alternata, que los parados deben tener ayudas para pagar la hipoteca y el alquiler, así como transportes gratis.

A mí me parece genial pero creo que también tenían derecho antes y nadie lo había reclamado. Creo que no hace falta esperar a cortarse un dedo para poner el cartel de peligroso ni para empezar a repartir tiritas o simplemente para empezar a decir que habría que reorganizar un comité de salvamento especial y urgente repartidor de tiritas. Entre otras cosas, cuando has terminado de pensar, redactar y promulgar, quien necesitaba la tirita se murió de la pena y del asco.

A los parados no sólo les hace falta ayuda para pagar la vivienda y los transportes, necesitan un plan A, B o C para encontrar trabajo (a ser posible de calidad, estable y relacinado con lo suyo aunque esto ya es hacer magia), y un sinfín de bla, bla, bla que es verdad pero que con ponerlo en una carta y reclamarlo mientras luego sigues con tu vida no es bastante.

Los sindicatos están para más que escribir cartas y tener buenas intenciones; para eso ya estamos todos, incluidas las misses que piden la paz en el mundo, que nadie muera de hambre y que aparezcan las armas de destrucción masiva. Los sindicatos están para remover conciencias (y no para acallar la propia con falsos argumentos como ahora), protestar cuando hace falta (y no callar como ahora), salir a la calle (en lugar de quedarse lisiado de tanto unte en casa como ahora), negociar convenios colectivos y en una palabra: trabajar.

Venden esta carta como una exigencia “rotunda e innegociable” mientras recalcan su “compromiso” con los parados. ¡Todo mentira! ¿Y qué pasa con los 4.600.000 y los que están escondidos entre los cursos del INEM y otros chanchullos? ¿Qué pasa con el sufrimiento de esas personas y sus familias? ¿Qué pasa con el mercado laboral? No tienen la culpa y no son los únicos que podrían hacer algo pero lo que podrían hacer no lo están haciendo.

Escribir cartas queda para los niños. Ya no es Navidad y los Reyes Magos no tienen poderes mágicos para solucionar el desempleo, que tampoco se soluciona solo. Cuando no se trabaja y se sufre el rechazo entrevista tras entrevista, que te ayuden a pagar el piso o el autobús está bien pero es una minucia y una pizca que solo pone una tirita en la economía doméstica.

Los parados son un colectivo triste y desamparado al que le falta organización y cohesión pero que seguiría a pies juntillas una manifestación no partidista o cualquier iniciativa que de verdad defendiera sus derechos como trabajadores que fueron, deberían seguir siendo y deberían volver a ser.

Esta Semana Santa buscaré alguna procesión interesante que ver porque las manifestaciones son un bien escaso que se limita a la protesta por el aumento de dos años de la edad de jubilación y para procesiones internas, ya tiene cada uno la suya.