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Las hipotecas siguen en peligro de extinción

Esqueleto de una de las últimas hipotecas vistas en una sucursal bancaria

Esqueleto de una de las últimas hipotecas vistas en una sucursal bancaria en España

¿Qué tienen en común las hipotecas y la Duquesa de Alba…? Jejeje. Que lo tienen todo caído y con pocas esperanzas de levantarse.

En el caso de Cayetana de Alba, bien podría haberse dejado envejecer sin bisturí y a lo natural, además de comprar un sujetador normal en cualquier tienda de barrio.

En el caso de las hipotecas harían falta todos los millones de la Duquesa, el bisturí y el sujetador para levantar tanto los ánimos del personal como el propio chiringuito hipotecario.

Lo que sentimos y palpamos en las oficinas bancarias cuando vamos a pedir una hipoteca lo respaldan las cifras oficiales: apenas hay hipotecas, los préstamos están en crisis y con la capa más caída que Superman bañado en kriptonita.

En mayo se dieron un 32,2% hipotecas menos que el mismo mes de 2010, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Peor fue en abril, que se piñaron un 38%, pero vamos, que las hipotecas llevan más de un año cayendo en picado y ni quitar la desgravación por tener hipoteca ha servido para algo. Apenas se firmaron algunas hipotecas más a finales de 2010, que colearon a principios de este año y poco más.

También se da una buena leche la cantidad de dinero total que los bancos nos tienen prestada para la compra del piso: baja un 3,93%, siendo el mayor piño que se da desde 1992, según la Asociación Hipotecaria Española (AHE).

Entre abril y junio, el precio de la vivienda ha bajado de media en España un 5,2%, pero ya sabes cómo son estas estadísticas: en Madrid, Barcelona, San Sebastián y otras ciudades el precio se habrá movido menos que el tupé del Flequi, porque los únicos que se mueven como un cojo en un concierto son los de segundas residencias o en zonas donde la gente demanda menos pisos.

La situación es mala, ya lo sabemos. Estas cifras no pretenden descubrir América, pero al menos sirven para darnos la razón cuando decimos que los bancos mantienen el grifo pegado con superglú.

Entretanto, el paripé que hace la Comisión del Congreso filtra cosillas antes de irse de vacaciones hasta septiembre, avisando que no habrá soluciones mágicas. Pos que venga Jarry Pottas y lo arregle.

Una es la dación en pago temporal, que significaría que durante un tiempo los bancos aceptarían los pisos para cancelar las hipotecas que no se paguen. La otra la llaman desahucio no real, es decir, quedarse en el piso pagando una especie de alquiler más bajo que la hipoteca, que en el futuro podría descontarse de la deuda.

Esta comisión también ha confesado que pagar entre el 20% y el 30% en intereses si nos retrasamos en el pago es una barbaridad que a Atila le hubiera hecho cargarse patas abajo. Y como, según UGT, 7 de cada 10 hipotecas que no se pagan terminan con la familia de patitas in the street, este sindicato quiere sacar tajada de la situación asesorándote gratis si eres afiliado o te afilias.

Ya sabes, si ves una hipoteca, cázala: €stán €n p€ligro d€ €xtinción.

Dime cuánto pagas de hipoteca y te diré cómo vives

Que baje el gasto en vivienda no significa que no sigamos presos en ella: su precio es siete veces nuestros ingresos

Que baje el gasto en vivienda no significa que no sigamos presos en ella: su precio es siete veces nuestros ingresos

Los hogares españoles estamos de enhorabuena, y no porque al IDAE se le haya ocurrido otra brillante idea del tipo de regalar bombillas que misteriosamente se pierden por el camino. Por cierto, una lujosa iniciativa casi tan absurda como la de regalar las Keli Finder en tiempos de la Trujillo, que el PSOE tenga en su gloria.

La enhorabuena es relativa porque ni el Banco de España ni el Instituto Nacional de Perogrulladas (más conocido como INE) han dicho nada que no supiéramos ya, dándole la razón a esos gritos ciertamente (des)consolados que emanan del monedero y la cuenta corriente: ¡ha bajado la cuota hipotecaria! ¡La pasta cunde más! Será la que cocina Arguiñano…

No nos hagamos ilusiones porque, aunque el gasto medio de los hogares españoles en vivienda haya bajado hasta el 29% de los ingresos brutos, el desempleo ya va por los 4,5 millones, los sueldos, para los que aún los tengan, sólo suben el 1% y lo que siempre han recomendado los expertoides es no endeudarse por encima del 35%. Y ojo, porque hablo de deuda general no sólo de deuda hipotecaria.

Sabiendo que están obligados a publicar este tipo de información ya podrían esmerarse más y hacer más previsiones y menos conclusiones. Estas noticias son medias que difícilmente se acercan al caso de cada uno, llegan tarde, mal y nunca, y cuando las cifras ya son lo suficientemente oficiales como para publicarse, nos ha dado tiempo a hacer el Camino de Santiago, ganar la lotería y conseguir una cita con Judit Mascó y George Clooney al mismo tiempo.

Nos intentan consolar con la simple idea de que ahora pagamos menos hipoteca. ¿Y cómo no va a ser así? Si los tipos de interés y el precio de la vivienda bajan, es lógico, pero como la vida sigue igual de cara y todo es más inestable que un jarrón chino en el patio de un colegio, de poco nos sirve.

El consuelo lo podemos encontrar en que la renta que dedicábamos a pagar la casa suponía el 52,8% de nuestros ingresos en verano de 2008. Mmm… ¿De qué me suena esa fecha? Ah, sí, es cuando petó mi economía familiar.

Pero no nos confiemos porque noticias como ésta son como los cactus pero al revés: dulce por fuera, pincho por dentro. El precio de la vivienda sigue siendo siete veces nuestros ingresos y no olvidemos que cuando el BCE tenga a bien considerar una subida de los tipos de interés, esta España mía, esta España nuestra aún estará publicando algo tan actual como el anuario de la graduación de COU de ZP y sus compinches.

Para terminar, permitidme un consejo de espía: a quien le ronde el noble pensamiento de hacerse con un chabolo que lo haga ya, porque subirá el IVA y éste es el último año para deducirse el 15% del gasto en vivienda. Aluego, o cobras menos de 24.000 euros o no te dan ni para pipas.

Moraleja 1: si cambias de trabajo no seas avaricioso y acepta esos cuatro kilitos o menos para poder desgravarte la keli.

Moraleja 2: si estás pensando en comprar no monees mucho que, entre lo que tardan en estudiar la hipoteca, concederla y darte cita pal notario, se te pasa el arroz en un pliqui.

Moraleja 3: si vuelve la estrechez ecónomica, que volverá y mucho más angosta que la cintura de una modelo, rebusca en el armario y vende de segunda mano las zapas de la Trujillo y la bombilla del Sebas. Algún friqui te las comprará, ¡aunque sólo sea como curiosidad histórica!