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Divorcio e hipoteca: cómo reflejarlo en la Renta

Bye bye Miss American pie

¿Os habéis divorciado el año pasado y tienes o tenías una vivienda a medias con tu ex? Puffff… ¿Y cómo reflejar eso en la Declaración de la Renta? ¿Hay que pagar IRPF? Pues depende del caso…

Si la vivienda es de ambos, aunque sólo una de las partes se quede a vivir en ella, los dos podéis seguir desgravándoos la hipoteca en caso de que la comprárais antes del 1 de enero de 2013 y os la hayáis estado desgravando en 2012 y años anteriores. Y siempre que ambos sigáis pagando a medias la hipoteca.

Quien ya no viva en ella tiene derecho a esta desgravación, aunque no sea su vivienda habitual, porque sí lo es para su ex pareja y probablemente los hijos de ambos. Quien viva en la casa sólo se podrá desgravar por el porcentaje que tiene, no por el 100%.

O quizá tu caso es otro… Pongamos que hayáis dejado de vivir juntos y uno quiera pagar la mitad al otro y quedarse con la casa. En ese caso deberá darle exactamente la mitad de lo que costó la vivienda, así ninguno de los dos tiene que pagar nada a Hacienda. Si le da más dinero porque -por ejemplo- la vivienda sea ahora más cara sí que habrá que declararlo, pues en ese caso Hacienda ve ganancia patrimonial.

A lo mejor el caso es diferente… Habéis decidido vender la vivienda. Si habéis conseguido menos de lo que pagásteis por ella se considera pérdida patrimonial y no hay que tributar, al contrario: hay que declararlo esperando que compense lo que os salga a pagar por otros conceptos. Si la habéis vendido por el mismo dinero que costó, tampoco se declara.

Pero si la habéis vendido más cara se considera ganancia patrimonial y debéis tributarlo a Hacienda, cada uno en su declaración. El pago de impuestos es el siguiente: los primeros 6.000 euros pagan un 19%; de 6.001 a 50.000 un 21% y para más de 50.000 se paga el 23%.

Con una excepción: si todo el dinero que consigues lo reinviertes en la compra de otra vivienda habitual en máximo 2 años no tienes que pagar ningún impuesto, aunque la vendieras más cara, siempre que todo el dinero que hayas ganado lo inviertas en la nueva casa.

Por último… Imaginemos que no habéis vendido la vivienda en 2017. En ese caso la tenéis que poner en la Declaración como en años anteriores. Eso sí, si ninguno vivís ya en ella, no podéis desgravarla como vivienda habitual. Se podrá alquilar y desgravaros, cada uno por su cuenta, el 60% de lo que cada parte gane con el alquiler.

Los notarios están de 2×1: además de firmar hipotecas, ahora casarán a la gente

Todo son ventajas: podrás usar las arras como dinero negro para dar al anterior propietario del piso

Todo son ventajas: podrás usar las arras como dinero negro para pagar parte del piso

A los matrimonios por cualquier rito que no sea el civil y a los divorcios les ha surgido una dura competencia en cuanto a agilidad en los trámites.

Al ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, se le ha ocurrido que los notarios no ganan ya suficiente dinero (¡falso!) porque ha disminuido un huevo la firma de hipotecas y que los juzgados están hasta la bola (¡cierto!) y ha dicho que a partir de ahora los notarios podrán casar a la gente por lo civil y también podrán divorciarlos si es de mutuo acuerdo.

El Consejo General del Notariado se había quejado al ministro de la injusticia que es que les hayan bajado un 70% los ingresos, algo que no me creo por mucho que haya bajado la compraventa de pisos.

Sobre todo si tenemos en cuenta el abuso denunciado por la OCU en el cobro abusivo por la cancelación de hipotecas, cuyas tarifas tuvieron que ser reguladas por el Gobierno hace apenas dos meses, tanto para los notarios como para los registradores.

Si ya lo estoy viendo, los 3.000 notarios que hay en España se anunciarán en plan 2×1: compra el piso y cásate por el mismo precio o divórciate y cambia el piso a tu nombre. Grandes descuentos si lo haces el mismo día.

Luego te descontarán un euro, que es lo que ellos deben de considerar como una ganga, y bueno, no ahorras dinero, pero sí tiempo y parafernalia, porque el mismo día que firmas la separación de bienes, te casas y compras el piso. O el mismo día que te despides de la parienta, cambias el nombre del propietario de la casa. ¿Quién da más?

Claro, que no todo va a ser ahorrarse dinero, porque ya verás cómo el fotógrafo te exprime sin piedad en el precio de las fotos, porque querrá sacar hasta el último detalle de tu firma de la hipoteca: ese deprimente instante que vives feliz, porque todavía no te has parado a pensar que te ata más al banco que a tu pareja y que tendrá aún menos piedad si decidís romper el compromiso.

Todavía no se sabe qué van a cobrar los notarios por esto, pero seguro que más de lo que se está cobrando ahora en los juzgados y ayuntamientos, que es nada. Ahora es gratis, pero los notarios seguro que ponen una tarifa fija y jugosa cuando esta la ley de mediación y jurisdicción voluntaria se desarrolle.

Este sistema ya funciona en Francia y otros países de la Unión Europea y está bien si descongestiona los juzgados, ¿pero es que al PP no se le ocurre otra forma de arreglar siempre las cosas que privatizándolas y hacernos pagar doblemente por ellas? Porque aunque no usemos el sistema público, hay que pagarlo igualmente y eso no es justo.

Hasta que la hipoteca nos separe

Nos pasamos la vida esposados al banco

Al firmar una hipoteca, nos (d)esposamos al banco casi de por vida

Quien con bancos se acuesta, endeudado se levanta. Pero, ojo, te casas con el banco y te separas también con el banco.

Te cases por el rito que te cases, asín como si te arrejuntas, tienes que saber que el Tribunal Supremo ha dictado sentencia para que una pareja que se ha divorciado siga pagando la hipoteca al  50%.

La Audiencia Provincial de Valencia había dicho que el hombre, como tiene más posibles, debía pagar un 80% de la hipoteca como parte de la pensión alimenticia. Ahora, el Tribunal Supremo ha dicho que no, que la hipoteca es “una deuda de la sociedad de gananciales, y no una carga del matrimonio”.

Desde que empezó la crisis, la gente se lo piensa dos veces antes de separarse por no tener que decidir qué pasa con la hipoteca cuando el amor se gastó de tanto usarlo.

Tanto si al final te separas como si no, toma nota porque el saber no ocupa lugar, nunca se sabe y esta sentencia tiene vocación de ser lo que se hará a partir de ahora, ya que las diferentes audiencias provinciales no se ponían de acuerdo y había sentencias dispares en torno a este mismo tema.

Que lo que ha unido Dios, el juzgao o el rito de Bali, no lo separe la hipoteca es el lema. Esto demuestra que el vínculo más fuerte no es el que se tiene con la pareja: ni amor, ni sexo, ni unión espiritual y eterna… El vínculo más fuerte es el del banco, a veces te acompaña al Más Allá y siempre, siempre, sobrevive a cualquier cosa que te pase en la vida: hijos, paro, divorcio, muerte, bancarrota, etc.

¿Alguien lo piensa cuando firma la hipoteca? Preparamos la boda y la casa con amor y estrés, dándole importancia, pero no preparamos la hipoteca ni nos preparamos nosotros con la misma atención, y más nos valdría empollarnos en uno de los asuntos más importantes de toda nuestra vida.

Estudias una carrera sin salidas, da igual, luego curras de otra cosa. Te casaste con quien luego no te gusta, da igual, te separas. Te teñiste el pelo de morado y ya no está de moda, da igual, te lo cambias de color y arreglado. Te compraste un piso mediante hipoteca bancaria. Errrrrm: ¡¡Error!! ¡¡Error!! O terminas de pagar o se acabó la partida con un game over del tamaño de King Kong.

Te pase lo que te pase, la hipoteca permanece. Es lo único que compite con el amor de una madre -incondicional- y un diamante -que es para siempre-.

Tenemos miedo al compromiso y lo evitamos, pero luego firmamos una hipoteca, sin ni siquiera tener claras todas las cláusulas ni consecuencias. Nos importa que nos la den y listo. ¿Surrealista, verdad? Es como si no percibiéramos el peligro real.

Es verdad que los bancos, avaros, oscuros y nada informativos, contribuyen muchísimo a todo esto. Como enseguida te dan las llaves y luego pagas poco a poco, crees que nunca pasará nada. Pero, ah, colega, tenlo en cuenta: si te separas, siempre te quedará la hipoteca.

¡Si lo hubiera sabido Humprey Bogart, cambiaría el diálogo en su Casa-blanca! ¿Para qué añorar París teniendo en común una bonita hipoteca?

Recuérdalo: bancos e hipotecados, esposados de por vida.