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La comisión de apertura, en tela de juicio

Otro “problemilla” que explota…

A la banca no paran de estallarle patatas calientes en la cara. Ya no sabe qué hacer para no recibir demandas… Con cada cosa nueva que sale inventa otra para seguir ganando el mismo dinero y evitar en el futuro que le denuncien por ello.

Después de la cláusula suelo, el IRPH, las multidivisa y los gastos de la hipoteca, entre otras cosas, el nuevo frente que parece que se le abre es el de las comisiones, especialmente la de apertura y la de vencimiento anticipado, típicas de las hipotecas a tipo fijo.

Y porque aún no se le ha demandado masivamente por la amortización y la cancelación antes de tiempo, que si no a la banca ya se le juntaban los días con las noches para pagar a su departamento jurídico.

La cosa con las comisiones se pone cada vez más fea. Aunque no se ponen de acuerdo, ya van por 15 las Audiencias Provinciales que han juzgado este tema en los últimos meses. Sólo en León y Tarragona los jueces se han posicionado a favor de la banca, entendiendo que el banco está en su derecho de cobrar la comisión de apertura o que efectivamente presta un servicio al cliente por el cual puede cobrarle.

Pero en el resto de Audiencias no lo ven así. En Zaragoza, Tenerife, Soria, Palma de Mallorca, orense, Madrid, Las Palmas, Gerona, Castellón, Cartagena y Asturias, los jueces piensan que es un abuso cobrar al cliente por un servicio que ya forma parte de una hipoteca, como es la apertura.

Al igual que cuando se cancela, cuando se abre el préstamo se sabe que hay gestiones que hace el banco, pero que se entienden como parte de la hipoteca y, por tanto, cobradas por los intereses que el cliente ha estado pagando durante años.

Como todo hay que demostrarlo con papeles, ciertos bancos perdieron los juicios porque fueron al tribunal sin documentación que demuestre que han realizado una labor específica, algo que les ha supuesto ciertos gastos y por lo que se ven con derecho a cobrar. La comisión de apertura, al igual que la de vencimiento anticipado y cualquier otra, es un abuso bancario y la banca lo sabe desde que se lo inventó para trincar pasta.

Es como si te cobran por entrar en la frutería y después te cobran la fruta. No, a ver, oiga, cóbreme sólo la fruta que para comprar tengo que entrar en la tienda. Pues eso.

Mientras que el tema no llegue al Tribunal Supremo seguirá habiendo diferentes opiniones a lo largo y ancho de la geografía española. El asunto llegará, no me cabe duda, pero quizá dentro de un año, o dos… Y dependiendo de los palos que el Supremo le lleva dados a la banca, que ya son unos cuantos, pues decidirá darle este otro no.

Como probablemente la banca siga sin recuperar buenas cifras porque el Euríbor continúe bajo, las hipotecas le den pocas ganancias y los depósitos ninguna, dirán que la comisión de apertura es legal porque al banco le supone tareas y papeleos.

Estará en manos de los buenos abogados de los clientes demostrar que ese cobro es abusivo porque el trabajo de abrir una hipoteca ya se lo cobran con creces a lo largo de la misma. Y si no es suficiente, que quizá no lo sea, el asunto se demorará por lo menos otro año y medio más en el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), que nos dará la razón a los clientes. Lo que pasa siempre. Lo que está pasando últimamente.

Algunos bancos impiden el cobro del seguro de vida

¡¡Pero qué me cuentas!!

¡¡Pero qué me cuentas!!

Hoy volvemos a hablar del seguro de vida. Después de que el otro día alucinamos con que cuesta hasta 4 veces más caro tramitarlo con el banco que con la aseguradora, ahora nos encontramos con que el Tribunal Supremo denuncia que algunos bancos pueden estar cometiendo un nuevo abuso.

Imagina que eres titular de una hipoteca y, muy a tu pesar, estiras la pata. Como se hereda todo, incluidas las deudas, tus herederos cogen la casa y también lo que quede por pagar de hipoteca.

Pero como ya no estás, el banco ejecuta la hipoteca sin esperar a que tus herederos cobren el seguro de vida para cancelar la deuda pendiente. ¿¿Eeeeeiiin?? Lo que lees.

El magistrado de la Sala Civil del Tribunal Supremo, Francisco Marín Castán, ha dicho en la Cumbre Española de la Confianza, en la que participó hace poco, que desde las Audiencias Provinciales les llegan multitud de casos en los que el banco ha obligado al cliente a firmar un seguro de vida con la hipoteca y, cuando llega la hora de utilizarlo, no espera a que los herederos lo cobren. Directamente ejecuta el préstamo e inicia el proceso de embargo de la vivienda.

Esto es a todas luces injusto y patético. Partiendo de la base de que el seguro de vida en la hipoteca nunca puede ser obligatorio, sólo opcional a cambio de conseguir un tipo de interés más barato, no se entiende que cuando llega la hora de cobrarlo, el banco no espere a que se realicen todos los trámites y los herederos lo cobren para saldar la deuda.

A ver… Si precisamente el banco insiste en firmarlo para asegurarse de que, te pase lo que te pase, ¡¡va a cobrar tu hipoteca!! O eso te dicen en la oficina cuando te lo ofrecen: que te sirve para ganar tranquilidad, porque ocurra lo que ocurra, el préstamo estará pagado.

Este magistrado del Tribunal Supremo ha pedido que se cambie la normativa para que cualquier juez pueda parar un embargo a la espera de que los beneficiarios del seguro de vida lo cobren. Así sienten los jueces que tienen que hacerlo y que debe ser, pero no saben qué hacer porque la Ley no les acompaña su buen juicio.

Actualmente un embargo se puede parar por varios motivos, como por ejemplo que la hipoteca contenga cláusulas abusivas, pero este abuso del seguro de vida de momento no se contempla entre estas causas.

El colmo es que las ejecuciones hipotecarias no se pueden recurrir ante el Tribunal Supremo, como sí ocurre con el resto de abusos hipotecarios, por lo que la Audiencia Provincial es lo más lejos que podría llegar un caso de estos si se denuncia.

Ha pasado algo parecido con el seguro de protección de pagos, que se suele contratar para asegurarse de que, te pase lo que te pase, el banco cobrará la deuda y no embargará el piso. Bien, pues se ha dado el caso de que una mujer se ha quedado totalmente inválida para trabajar y el banco le ha embargado la vivienda a pesar de tener este seguro.

Cuando quiso cobrarlo, la aseguradora le dijo que era el banco quien tenía que reclamar que se lo pagaran, puesto que es el beneficiario. Pero, aaaaahhhhh…. El banco no pide cobrarlo porque saca más pasta ejecutando la hipoteca, embargando la vivienda, subastándola y reclamando lo que queda por pagar de la deuda (porque lo que saca por el piso en la subasta no cubre lo que queda de hipoteca).

Es como un pacto entre caballeros deshonestos: el banco no reclama el cobro del seguro y la aseguradora pone trabas, excepto que lo reclame el banco, y así tampoco paga al cliente. Total… Como ambos son del mismo grupo o están en manos de los mismos dueños… El dinero se queda en casa. Un cachondeo.

Dentro de poco, el Gobierno llevará al Parlamento la reforma de la Ley Hipotecaria, un momento perfecto para incluir un apartado que impida que este abuso se siga produciendo impunemente, y que encima los jueces que quieran solucionarlo tengan las manos atadas. El colmo es que esto ya no lo reclaman sólo los propios afectados, ¡¡¡es el Tribunal Supremo el que se está quejando!!! Un Tribunal al que sabemos que le cuesta dar cera a la banca, así que cuando la da de esta forma es porque la cosa y el caso son sangrantes.

Hasta que la hipoteca nos separe

Nos pasamos la vida esposados al banco

Al firmar una hipoteca, nos (d)esposamos al banco casi de por vida

Quien con bancos se acuesta, endeudado se levanta. Pero, ojo, te casas con el banco y te separas también con el banco.

Te cases por el rito que te cases, asín como si te arrejuntas, tienes que saber que el Tribunal Supremo ha dictado sentencia para que una pareja que se ha divorciado siga pagando la hipoteca al  50%.

La Audiencia Provincial de Valencia había dicho que el hombre, como tiene más posibles, debía pagar un 80% de la hipoteca como parte de la pensión alimenticia. Ahora, el Tribunal Supremo ha dicho que no, que la hipoteca es “una deuda de la sociedad de gananciales, y no una carga del matrimonio”.

Desde que empezó la crisis, la gente se lo piensa dos veces antes de separarse por no tener que decidir qué pasa con la hipoteca cuando el amor se gastó de tanto usarlo.

Tanto si al final te separas como si no, toma nota porque el saber no ocupa lugar, nunca se sabe y esta sentencia tiene vocación de ser lo que se hará a partir de ahora, ya que las diferentes audiencias provinciales no se ponían de acuerdo y había sentencias dispares en torno a este mismo tema.

Que lo que ha unido Dios, el juzgao o el rito de Bali, no lo separe la hipoteca es el lema. Esto demuestra que el vínculo más fuerte no es el que se tiene con la pareja: ni amor, ni sexo, ni unión espiritual y eterna… El vínculo más fuerte es el del banco, a veces te acompaña al Más Allá y siempre, siempre, sobrevive a cualquier cosa que te pase en la vida: hijos, paro, divorcio, muerte, bancarrota, etc.

¿Alguien lo piensa cuando firma la hipoteca? Preparamos la boda y la casa con amor y estrés, dándole importancia, pero no preparamos la hipoteca ni nos preparamos nosotros con la misma atención, y más nos valdría empollarnos en uno de los asuntos más importantes de toda nuestra vida.

Estudias una carrera sin salidas, da igual, luego curras de otra cosa. Te casaste con quien luego no te gusta, da igual, te separas. Te teñiste el pelo de morado y ya no está de moda, da igual, te lo cambias de color y arreglado. Te compraste un piso mediante hipoteca bancaria. Errrrrm: ¡¡Error!! ¡¡Error!! O terminas de pagar o se acabó la partida con un game over del tamaño de King Kong.

Te pase lo que te pase, la hipoteca permanece. Es lo único que compite con el amor de una madre -incondicional- y un diamante -que es para siempre-.

Tenemos miedo al compromiso y lo evitamos, pero luego firmamos una hipoteca, sin ni siquiera tener claras todas las cláusulas ni consecuencias. Nos importa que nos la den y listo. ¿Surrealista, verdad? Es como si no percibiéramos el peligro real.

Es verdad que los bancos, avaros, oscuros y nada informativos, contribuyen muchísimo a todo esto. Como enseguida te dan las llaves y luego pagas poco a poco, crees que nunca pasará nada. Pero, ah, colega, tenlo en cuenta: si te separas, siempre te quedará la hipoteca.

¡Si lo hubiera sabido Humprey Bogart, cambiaría el diálogo en su Casa-blanca! ¿Para qué añorar París teniendo en común una bonita hipoteca?

Recuérdalo: bancos e hipotecados, esposados de por vida.