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Hipotecados con problemas también roban en el súper del barrio

Coge un carro y llévate tu parte del súper, ¡lo que sea para llegar a fin de mes y pagar la hipoteca!

Coge un carro y llévate tu parte del súper, ¡lo que sea para llegar a fin de mes y pagar la hipoteca!

A Juan Manuel Gordillo, alcalde de Marinaleda (Sevilla), y el Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) le ha salido un imitador y una dura competencia por la portada de los periódicos: la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH).

Qué copiotas los miembros de una de sus delegaciones en Cataluña al entrar en un supermercado DIA de Vilafranca del Penedès (Barcelona), llenar varios carros  con víveres básicos y llevárselos sin pagar, diciendo que van a entregar la comida a familias sin recursos.

El alcalde del citado pueblo, que por cierto presume de que no tienen hipotecas, ha puesto de moda el asalto a supermercados de barrio con fines benéficos y de protesta.

Como cunda el ejemplo, ahora cualquiera va a coger un carro, llenarlo y largarse sin pagar para protestar por algo. Eso sí, entregando la comida a quien la necesita y no puede pagarla, aunque eso suponga hacerle la competencia desleal a Cáritas y las tropecientas ONG que se dedican a ello.

Ya me veo que el lacito de cualquier color que se ponía en la solapa caerá en desuso y ahora lo que se pondrá la gente será un pin con un carrito de la compra, de diferentes colores según la causa, claro. Robas comida, la revendes o entregas y ya sacas para la causa en concreto. Está bien pensado, ¿no?

Además, aunque sepan quien eres, luego no te pasa nada porque no robas suficiente dinero para que sea delito. Es lo que le ha pasado a una de las señoras que han sisado en la compra a favor de hipotecados con problemas. Aunque la han identificado, sólo se ha llevado una denuncia por hurto porque la compra de su carrito no costaba más de 400 €.

Lo mejor es que, al salir del súper, ha enseñado una tarjeta de crédito sin fondos y se ha largado sin pagar. Jejeje, desafiante y con chulería, ¡así le gustan a Torrente las mujeres! Ella y los demás insisten en que lo hacen porque hay familias que no pueden pagar los gastos de la casa ni alimentar a sus hijos.

Igual que los que se llevaron hace poco otros carritos con compra en Mérida, que dijeron que era una “expropiación de alimentos”. Bueno, y es que es mejor expropiar los alimentos antes de que te expropien el piso, ¿no? Ya sabes que, aunque ahora están más negociadores, en general los bancos no se cortan un pelo en quedarse con las casas de los que no pagan la hipoteca.

Y digo yo: si de repente no llego a fin de mes, ¿también puedo coger un carrito y hacer lo mismo? Molaría, ¿verdad? Hacerse el Robin Hood por ahí da mucho caché. La pena es que roban a los que no deben o, al menos, hay más gente mejor a la que robar, a los que de verdad nos roban a nosotros.

Y tú, ¿qué opinas de este Robing Carring que se está poniendo de moda?

La dación en pago del Gobierno solo alcanza al 10% de los que pierden el piso

Cancelar la hipoteca entregando el piso es como comer angulas: solo está al alcance de unos pocos

Cancelar la hipoteca entregando el piso es como comer angulas: solo está al alcance de unos pocos

Como ya sospechaba, el código de buenas prácticas que el Gobierno ha propuesto a las entidades financieras y al que se han adherido el 85% de ellas, no alcanza al 90% de los hipotecados.

Según la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), tan solo el 10% de los hipotecados tendrían opción a acogerse a la dación en pago si tienen problemas para pagar la hipoteca y el banco les embarga el piso. Era de esperar: para poder cancelar la hipoteca entregando al banco únicamente las llaves del piso tienen que estar todos los miembros de la familia en el paro, tener unos ingresos raquíticos, que nadie les avalara al firmar el préstamo y que el piso no esté tasado en más de 200.000 €.

Para las asociaciones de consumidores este código de buenas prácticas es una medida que apenas alcanza a todos los que la necesitan y que, por tanto, resulta ser insuficiente. Siguen reivindicando la dación en pago para todos, incluso con carácter retrospectivo (para hipotecas ya ejecutadas) y para seguir luchando por ella lo nuevo que se les ha ocurrido es conseguir firmas.

Su propósito es lograr la firma de 500.000 ciudadanos antes de octubre, a fin de presentarlas al Parlamento como parte de una Iniciativa Legislativa Popular (ILP). Es un recurso que nos deja la demosgracias en la que vivimos: si presentas medio millón de firmas al Congreso de los Diputados, los susodichos tienen que votar si legislan o no favor de lo que se pide con las firmas.

Creo que la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, cada día con presencia en más ciudades españoles, y cualquiera que se lo proponga conseguirá muchás más que 500.000 firmas, lo que dudo enormemente es que eso sirva para algo. Ya se ha votado varias veces la dación en pago en el Congreso y el resultado siempre es el mismo: no, no y no.

Los que más se oponen son los que tienen mayor poder, el PP y el PSOE, que son también los que más dinero y favores deben a la banca. Por eso, es difícil esperar algo más que este código de buenas intenciones, más que de buenas prácticas, o algo mejor que esta dación en pago más descafeinada que una película de dibujos inanimados.

Que este codiguillo solo sirva para el 10% de los hipotecados con problemas equivale a dejar a medio millón de familias fuera del sistema, porque no cumplen los requisitos exigidos, pero no podrán hacer frente al pago de la hipoteca ni robando a Roldán los fondos reservados que nunca devolvió a los huérfanos de la Guardia Civil.

Es que, para pagar al hipoteca, la cosa va a quedar entre robar a Roldán o tratar de negociar con el banco, una opción viable, pero a la que no siempre está dispuesta la entidad financiera.

¿Dejaré de pagar la hipoteca y me embagará el piso el banco?

Esto ya es el colmo: ahora los bancos se quedan con los pisos embargados por tres perras

El colmo no es que te embarguen el piso por el 60% de su valor sino que ahora el banco se lo queda por tres perras en una tercera subasta

Cuando dejas de pagar la hipoteca te embarga la desolación pero también el piso el banco. ¿Alguna vez te has preguntado si estás entre los que dejarán de pagar y perderán su vivienda?

La agencia Moody’s, que a grandes rasgos se dedica a calcular cómo de arriesgados son los créditos, ha estudiado 890.000 hipotecas firmadas entre 2006 y 2008, es decir, entre el final del apogeo inmobiliario, el pinchazo de la burbuja y el inicio de la crisis.

Su conclusión principal es que hay hipotecas que tienen más papeletas que otras de acabar sin ser pagadas al banco y, por tanto, de ser ejecutadas. Moody’s opina que las hipotecas firmadas por más del 80% del valor de tasación del piso tienen más probabilidades de sufrir un embargo, si bien esto no quiere decir que todas las que sean así van a terminar en el juzgado. Esta agencia cree que de cada 20 familias con este tipo de hipoteca, una perderá su casa.

También piensa que las posibilidades de sufrir un embargo aumentan si estás más de 30 días sin pagar al banco, si eres inmigrante, si compraste la casa mediante un bróker o un intermediario financiero o si la hipoteca es para una segunda residencia, porque lo lógico suele ser pagar antes la vivienda habitual que el apartamento para las vacaciones.

Muy a su pesar, los bancos ya han confesado que por cada piso que consiguen vender, se comen tres con patatas. Y como su avaricia no tiene límites, lo último que han discurrido es quedarse con los pisos por un euro. Sí, ¡¡por un mísero euro!!

El truco está en las subastas extrajudiciales. Cuando se deja de pagar la hipoteca, el piso sale a subasta primero por el 100% de su valor y el banco se lo puede quedar por el 60%. Si no se vende, sale por segunda vez a subasta por un 75% de su valor. Y si así tampoco se vende, se puede hacer una tercera subasta en presencia de un notario, ya sin juez de por medio.

En esta tercera subasta el precio es libre, así que la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) denuncia que el banco se puede quedar con el piso por un euro mientras la familia que lo pierde sigue debiendo todo el dinero al banco. Ah, y esto puede ocurrir en tan solo 3 meses.

Si creías que el frenesí de impagos, embargos y subastas era lo más…  Si pensabas que el medio millón de familias que va a perder su casa hasta 2015 es un gran número… Si te fastidiaba que el banco se pueda quedar con tu casa por el 60% y luego exigirte el resto… Aquí tienes algo peor: los pisos por un euro, una salvajada legal que demuestra que los bancos no tienen escrúpulos, vergüenza, consideración ni límite.

Indignados e hipotecados protestan contra la ley actual

¡Quiero un piso con "hierba", no la hierba como piso!

¡Quiero un piso con césped en el jardín, no el césped como piso!

¿Te acuerdas de los indignados del 15-M? Sí, esos que unos veían como héroes saltimbanquis en pie de protesta, mientras que otros los miraban como perroflautas, izquierdosos y costrosos, usurpando las principales plazas del país con su acampada.

Con ese mismo espíritu, con los indignados entre sus filas y, convocadas por la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), el pasado domingo, miles de personas se echaron a la calle de 40 ciudadades para pedir que cambien a mejor la Ley Hipotecaria.

Esto incluye el derecho a una vivienda -reconocido por la Constitución solo en el papel-, el alquiler social y generalizar el uso de la dación en pago, que ya la contempla la ley pero que apenas ningún banco la usa en sus hipotecas.

También piden que cancelar la deuda con el piso se aplique con carácter retrospectivo a la gente que ya está en mitad de un embargo. Y es que las ejecuciones han cogido velocidad, pues solamente en los 3 primeros meses del año han aumentado un 36% hasta casi 15.500, según el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

Los indignados, las asociaciones y otra gente han conseguido parar 74 embargos, que comparados con la cifra total, son más un logro para pocos que un consuelo para muchos.

Esto ocurre mientras Adicae ha pedido al Gobierno -qué buen momento, ahora que se va- que podamos estar 3 años sin pagar la hipoteca para evitar 400.000 embargos. Sólo en la Comunidad de Madrid, cada día 30 familias pierden su casa por este motivo.

Pero, ¿a quién le protestan: al Gobierno que se va o al que viene? ¿Meterá algún partido político la dación en pago en su programa electoral? Habrá que estar atentos porque la campaña oficial empieza en menos de dos meses, y la real ya está en marcha.

Personalmente, no doy un duro porque ningún político de ningún color ponga nunca en marcha que podamos cancelar la hipoteca dándole el piso al banco. Ni siquiera los que defienden la dación en pago desde la oposición, pues habría qué ver qué harían en el poder, cuando los bancos les hubieran prestado millones que luego les estuvieran perdonando, como ocurre con el PP y el PSOE.

En nuestro caso, por darnos cuenta de la mierdez en la que vivimos por culpa del sistema y de los bancos es lo primero, y protestar lo segundo. Es lo menos que podemos hacer por cambiar las cosas sin morir en el intento.

Los indignados impiden que echen a la gente de su casa

Del barco de Chanquete, ¡no nos moverán!

¡Del barco de Chanquete, no nos moverán!

Se llama stop-desahucio y es el deporte de moda entre los indignados e hipotecados para evitar que a la gente se la eche de su casa porque al dejar de pagar la hipoteca, el banco la ejecutó y, meses después, el juzgado dijo que tenían que desalojarla.

Los miembros de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), que nació en Barcelona y ya se ha trasplantado a Madrid, Valencia y otras ciudades, llevan impidiendo que echen a gente de su casa desde 2009.

Ahora han ganado repercusión y éxito porque los indignados que han dejado las plazas se les han sumado para dar guerra a los bancos.

Juventud sin Futuro con su lema sin casa, sin curro, sin pensión, sin miedo, el movimiento 15-M, Democracia Real Ya (DRY), asociaciones de vecinos y otras organizaciones se les han unido para demostrar que la unión hace la fuerza y que con 50 personas se puede evitar que echen a alguien de su casa, por mucho que lo haya dicho un juzgado.

Han llegado a parar 4 desalojos en un día, incluso 8 en una semana, y no están dispuestos a parar. Frenan desahucios de gente mayor, a veces con enfermedades crónicas y/o generativas, que están postrados en cama, con personas dependientes a su cargo, o simplemente familias o personas solas que se vieron ahogadas por las facturas o que avalaron a sus hijos y ahora el banco les quita el piso para cobrarse la deuda.

Con caceloradas, gritos y protestas, y la cabezonería de plantarse en la calle, enfrente del portal en plan del barco de Chanquete no nos moverán, consiguen evitar un desalojo hasta varias veces y ganar tiempo, mientras piden a la Administración que realoje a la gente en una vivienda digna y que se imponga la tan traída y llevada, la tan ya apenas probable dación en pago (cancelar la deuda hipotecaria con el piso).

De 2008 a 2010, se ha ejecutado la hipoteca de 245.627 familias, de las cuales, 108.475 recibieron también la orden de desahucio. ¡Pero si solo en este primer trimestre del año ha habido más de 20.000 ejecuciones hipotecarias y más de 15.000 órdenes de desahucio!

Lo que hacen estos colectivos es una gota en el océano de la desesperación, pero trae la suficiente esperanza, aunque sea a poca gente, como para darles fuerza a continuar, y desde luego es más que no hacer nada y no conseguir parar ni un solo desahucio.

Además de luchar contra lo que consideran injusticias sociales y económicas, la motivación de los que participan es el típico hoy por ti y mañana por mí. Es decir: yo voy a parar tu desalojo y mañana espero verte a ti parando el mío. No es que vea yo ningún interés, pero sí que es cierto que la solidaridad sin necesidad de acuerdos verbales ni escritos ha nacido, y eso revela por qué se rebelan contra los bancos y el sistema hipotecario.

Algunas hipotecas ya se firman con un seguro de protección de pagos, que para muchos llega demasiado tarde. En vez de las cláusulas abusivas, podrían haberse generalizado estos seguros y así ahora la gente que ha perdido el trabajo o que simplemente no ha podido aguantar el subidón que pegó el Euríbor hace 3 años, habría podido pagar su casa y la seguiría conservando. Incluso los bancos habrían salido ganando dinero y no pisos, que ahora no saben por dónde meterse.

Esto en vez de matar moscas a cañonazos, es atacar a los cañones con moscas, pero como son moscas cojoneras, algo es algo.

Los diputados votan otra vez NO a saldar la hipoteca con el piso

Los políticos nos toman el pelo con más estilo que Llongueras

Los políticos nos toman el pelo con más estilo que Llongueras

Una vez más, los diputados del Congreso se han negado, en el caso del PSOE, o ha mirado para otro lado, en el caso del PP, PNV y CiU, que se abstuvieron de aprobar que podamos cancelar la hipoteca entregando el piso al banco.

Este invento, que se llama dación en pago y funciona estupendamente en Reino Unido, Francia, Alemania, Estados Unidos, y otros países desarrollados, se ha votado ya cuatro veces en los dos últimos años, casi siempre a petición de Izquierda Unida, y otras veces por partidos nacionalistas como el BNG (Bloque Nacionalista Galego), que es quien lo ha propuesto ahora.

Era de prever. Los partidos políticos no quieren mojarse, escudándose en que ya se ha creado una comisión parlamentaria de vivienda para estudiar el sistema hipotecario español y proponer cambios y mejoras.

Vaya bonita forma de arruinar, otra vez, lo que podría haber sido un camino abierto para introducir esos cambios y mejoras de una vez por todas. Se podría haber empezado ahora, pero los políticos que creemos que representan nuestros intereses no quieren abordarlo, porque para ellos es un marrón en el que no ven forma de sacar tajada.

Primero decían que los bancos saldrían perdiendo si les devolvemos el piso para cancelar la hipoteca. Ahora, se pasan la pelota de manera indecente y vergonzante: se crea una comisión que tardará meses en estudiar los problemas hipotecarios que, por otra parte, son notorios y manifiestos, y se nos han oxidao las cuerdas vocales de tanto gritarlos.

Después se vota la cuestión en el Senado y se niegan a aprobar nada porque para eso ya se ha creado una comisión en el Congreso, donde también se niegan ahora a votar a favor, con la misma excusa de la comisión, que hasta noviembre no dará a luz las mínimas conclusiones que los políticos ya deberían tener requeteclaras.

Ya lo dicen los propios diputados en los pasillos del Congreso: si no quieres resolver un problema, crea una comisión”.

Nos están dando falsas esperanzas. Aunque tenemos el apoyo de la asociación Jueces para la Democracia, políticos retirados, las Plataformas de Afectados por la Hipoteca -que proliferan como los champiñones- y otras organizaciones, es imposible que se apruebe para las hipotecas ya ejecutadas y poco probable para las que se firmen en el futuro.

Por si acaso nos quedan dudas o ganas, la Agencia Negociadora tira por tierra nuestros sueños y esperanzas, basándose en el sistema de hipotecas británico para calcular cómo sería si en España hubiera dación en pago.

Quieren que desistamos metiéndonos miedo en el cuerpo al hablar de préstamos hipotecarios que se encarecerían un 20%; que solo serían del 50% y no del 80% del valor del piso, que habría que devolver en 20 años en lugar de 30 o 40; mayores trabas y exigencias respecto a nuestra solvencia; intereses fijos que pasarían del 6% al 9% e intereses variables que pasarían del 3,5% al 7%.

Con el mercado laboral tal y como está, ¿quién podría permitirse tener un piso en propiedad, ni siquiera con una de estas hipotecas? Nos quedaríamos en plan Borja Thyssen: aspirando a heredar del pelotazo que dieron nuestros padres, haber nacido ricos sin tener que preocuparnos nunca de dónde vivir, o ambas cosas.