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Cómo evitar el desahucio por no pagar la hipoteca

Ideas que pueden salvarte

En España, en cuanto estás tres meses sin pagar la hipoteca el banco puede ejecutarla y comenzar el proceso de embargo, que por el camino saca la vivienda a subasta y que termina con que has perdido la casa y sigues debiendo dinero al banco, porque lo que obtuvo en la subasta suele ser una cantidad muy baja y no cubre lo que te queda por pagar de hipoteca.

Para evitar este dramón, en cuanto veas que tienes problemas para pagar o los vas a tener, habla con la entidad. Podéis pactar diferentes cosas mientras te recuperas y vuelves a pagar como siempre, aunque casi todas te saldrán caras:

  1. Una quita: que te reduzca parte de la hipoteca. El banco suele ser reacio pero con tal de cobrar, cosas más raras se han visto.
  2. Periodo de carencia: estar un tiempo determinado sin pagar nada, sólo intereses, sólo capital o simplemente menos cuota. Lo malo es que los intereses se acumulan y al final debes más dinero.
  3. Ampliar el plazo de la hipoteca: te reduce la cuota durante lo que te quede por pagar pero al final pagas más intereses.
  4. Cambiar las condiciones (novación) para adaptar la hipoteca a algo más asequible: el banco suele ser contrario y firmar un nuevo contrato tiene costes de notaría y registro que te corresponden y habría que conseguir que la entidad asumiera.
  5. Reunificar deudas: totalmente desaconsejable porque acabas pagando más y con un pago que falles puedes perderlo todo.
  6. Alquilar la vivienda: con ello pagas la hipoteca hasta que puedas hacerte cargo nuevamente. Eso sí, tendrías que meterte en casa de algún familiar o amigo…

Aunque algunas entidades, por la cuenta que les trae, intentan llegar a acuerdos para evitar ejecución, hay otras, sobre todo en los años duros de la crisis entre 2008 y 2012, que no se cortaron un pelo y lo mismo que se quedaron con promociones enteras de inmobiliarias morosas, le quitaron su piso a personas hasta el cuello de deudas.

Como no se han deshecho de todas estas viviendas, ciertas entidades estarán más dispuestas a negociar que otras, según los pisos que aún les queden por vender. Si no quieren negociar y ejecutan la hipoteca, hay otras formas de evitar que te echen a la calle.

Según el código de buenas prácticas al que se sumaron la mayoría de entidades, no se puede echar a familias monoparentales con dos hijos, mayores de 60 años, familias numerosas, con un menor de 3 años o una persona dependiente o discapacitada, donde haya víctimas de violencia de género o desempleados que hayan agotado todas las prestaciones.

Como estos supuestos sólo cubren a una pequeña parte de las familias que se enfrentan a un desalojo, te puedes agarrar a otras cosas, como que la hipoteca suponga más del 50% de los ingresos del hogar, ganéis menos de 3 veces el IPREM, que esa vivienda sea la única que tengáis o demostrar que durante los 4 años anteriores habéis perdido la capacidad de pagar porque las cosas se os han torcido más que una secundaria en un puerto de montaña.

Una de las mejores soluciones es buscar si el banco ha vendido tu hipoteca a un fondo de inversión. Es lo que se llama titulización y, aunque sigue administrando tu préstamo y cobrándote por él, ya no es el dueño y ha perdido el derecho a reclamarte la deuda. Cualquier juez tirará para atrás la ejecución si tu hipoteca está titulizada.

También paralizará el embargo si denuncias al banco por cláusulas abusivas en la hipoteca. Se calcula que entre el 80% y el 90% de los préstamos tiene alguna, así que lo tendrás fácil. Esta denuncia pasa por delante de la ejecución y, hasta que no se resuelva, no pueden echarte. No es una solución definitiva pero ganas los años que tarde todo en resolverse en los juzgados.

La dación en pago, que muchos pedían a gritos hace años, sólo es la solución si ves que es imposible conservar la vivienda. La perderías igualmente, pero al menos no arrastrarías una deuda pendiente y podrías empezar de cero sin cargas. Sólo la Hipoteca Sin Más de Bankinter la contempla en su contrato; el resto de bancos se resisten a aceptarla y, de hacerlo, exigen que todos estéis en paro, no haya avalistas, no tengáis más bienes y la hipoteca no supere los 200.000 €.

Reunificación de deudas: cuándo conviene y en qué consiste

No siempre la unión hace la fuerza

No siempre la unión hace la fuerza

Que si la hipoteca de la casa… que si el préstamo del coche… que si la nueva nevera a plazos… que si el préstamo para los estudios… Hay veces que al final te juntas con un montón de deudas y se te hace muy cuesta arriba pagar, sobre todo si de repente te sube la hipoteca.

Esto pasó mucho durante la crisis, por la increíble subida del Euríbor al 5,39%,su máximo histórico en julio de 2008. Por eso la reunificación de deudas se extendió como la pólvora. Se trata de juntar en un solo préstamo todo lo que debes por diferentes cosas y pagar una sola cuota al mes.

La principal ventaja, y por lo que la gente lo suele hacer, es que baja la cantidad que pagas cada mes, puedes alargar el plazo o renegociar algunas condiciones que ya tenías.

El inconveniente es que, habitualmente, al alargar el plazo o juntarlo todo el interés es más alto y al final devuelves más dinero que si pagaras los préstamos de uno en uno como tenías firmado en un principio.

Si recurres a ello, léelo todo con la misma atención que una hipoteca y consulta a expertos antes de firmar algo que no entiendes. Cuando te ofrecen reunifircarlo todo en 48 horas, a veces no tienes tiempo de mirarlo bien y puedes meter la pata firmando algo que te alivia por un lado pero te perjudica por otro. Mira también si la empresa es de fiar. ¿Está inscrita en el Registro de Empresas? ¿Lleva muchos años funcionando? ¿Tienen sede física donde puedan atenderte?

Renegociar la deuda impide que tus interereses de demora sigan creciendo y que puedas pagar en cuotas más asequibles, sin perder la casa ni aparecer en una lista de morosos. A veces parece la solución cuando te suben las cuotas, te bajan los ingresos, pierdes el trabajo o todo a la vez.

Si ya apareces en lista de morosos, las empresas que practican la reunificación se comprometen a borrarte. Pero todo esto no es gratis. Firmar unas nuevas condiciones de la hipoteca o un nuevo préstamo (el de la reunificación) conlleva gastos de notaría y a veces abogados. También la empresa que lo gestiona todo te cobra una comisión que aumentará el interés final a pagar.

Entonces… ¿Reunificación sí o no? Pues depende de cómo te veas de mal. Hay que intentar no hacerlo para no incurrir en más gastos, pero siempre es mejor hacerlo antes que perder la casa, dejar de pagar o terminar soltando una millonada en intereses de demora.

Si no hay más remedio se ataja la situación, pero lo más importante es prevenirla. Nunca te endeudes por encima de tus posibilidades: siempre se recomienda que las deudas (todas, no sólo la hipoteca) no supongan más de un tercio de los ingresos familiares. Así se evitan sustos y sorpresas desagradables. Por eso, cuando calcules si puedes o no pagar una hipoteca, pon en el simulador qué cuota pagarías si el Euríbor sube al 5,39%. ¿Podrías asumirlo?

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Timos legales en las hipotecas (I parte)

Mucho ojito, no piques

Mucho ojito, no piques

Firmar una hipoteca no es moco de pavo: hace falta ser solvente para que te la den, paciente para pagar y estar bien informado.

Partiendo de que las hipotecas son un timo socialmente aceptado, hay casos particulares de abusos legales y caros que no debes dejar que te cuelen.

1) Cláusula suelo, clips y swaps

La cláusula suelo trae de cabeza a un tercio de los hipotecados, aunque muchos ni siquiera son conscientes de ello o sólo lo han sido cuando han visto cómo, a pesar de que el Euríbor bajaba y bajaba, la cuota de su hipoteca se quedaba intacta en la revisión año tras año.

Hay sentencias judiciales en contra, la más gorda la del Tribunal Supremo. Algunas entidades han quitado el suelo obligadas (CajaSur, BBVA, Novagalicia Banco, Unicaja) o voluntariamente (Banesto), pero son mayoría las que aún la siguen utilizando y encima presumen de ello. Una hipoteca con suelo cuesta 1.200 € de media al año.

Los clips y swaps son seguros de protección de pagos mediante los cuales el banco te paga una cantidad si el Euríbor sube de cierta cantidad pero a cambio te exige cifras altas si este indicador baja de otra cantidad. En la práctica, una bomba de relojería.

2) Reunificación de deudas

Si tener una deuda ya es malo, acumularlas es un lastre y juntarlas, un gran error. Unificar todas las deudas en un sólo préstamo suele traer como consecuencia intereses más altos y bastantes comisiones: por la operación de juntarlas, para el intermediario que lo hace, la escritura en registros, por cancelar los préstamos originales, etcétera. Y, si esto normalmente se hace porque no se puede pagar un préstamo, imagínate qué ocurre si te aumentan los gastos… Pues que ya no lo pagas ni queriendo.

3 ) Descubiertos e intereses de demora

Los bancos cobran 13 euros o la cantidad que cada uno tenga fijada si te quedas en números rojos. Esto es abusivo porque la comisión por descubierto no debe ser superior a 2,5 veces el interés legal del dinero. Por retrasarte en el pago de la hipoteca, los bancos estaban cobrando hasta un 29% de intereses de demora. Los intereses de demora ya no pueden pasar del 12%.

4) Redondeo al alza

Hace mucho que parece que no se practica, pero no hay que confiarse. Después de 10 años de litigios (de 200 a 2010), el Tribunal Supremo prohibió que los bancos pudieran redondear al alza el interés de la hipotecas, por ejemplo cobrar un 3% si el interés era del 2,86%. Especialmente lo hacía Caja Madrid, pero algo más habrá en todo esto cuando, aún hoy, algunas entidades anuncian en su web que no lo aplican en sus hipotecas.

5) Préstamos rápidos: dinero fácil de recibir y difícil de devolver

Las empresas que ofrecen préstamos a cualquiera, sin requisitos y todo tramitado rápidamente esconden detrás altísimas comisiones por sus servicios y un tipo de interés brutal, muchísimo más alto que el que te cobraría un banco.

Continuará…

¿Es buena idea reunificar las deudas en una nueva hipoteca?

Qué fácilmente daban dinero prestado y lo que está costando devolverlo

Qué fácilmente daban dinero prestado y lo que está costando devolverlo

Reunificar las deudas, es decir, juntar todo lo que debes de hipoteca, tarjetas de crédito, préstamos personales, etc.,  puede ser la solución a tus problemas o la soga que te ciñas al cuello para que las deudas terminen de ahogarte.

Parece que arrejuntando todo lo que debes en un solo préstamo vas a reducir los problemas, cuando en verdad se multiplican los intereses que pagas por ese dinero que te han prestado.

Reunificar las deudas es una buena idea si en un momento dado te vienen mal dadas porque, por ejemplo, te quedas sin trabajo, pero en el futuro tu situación económica va a cambiar porque, por ejemplo, vuelves a encontrar un empleo.

También es buena idea si consigues reunificar las deudas con el banco donde tienes la hipoteca: bien porque amplía el préstamo hipotecario que ya tienes para incluir lo que debes de la tarjeta de crédito o los préstamos personales que pediste para pagar la hipoteca; bien porque te da una segunda hipoteca que abarque las deudas que no son del piso; o bien porque cancele tu hipoteca actual y te dé una nueva que incluya la hipoteca anterior más lo que debes de tarjetas, préstamos personales, etc., teniendo en cuenta que esta opción resulta más cara.

En cambio, puede ser un auténtico suicidio financiero si recurres a alguna las entidades que estaban especializadas en reunificar las deudas, entidades que no son bancos ni cajas de ahorros, aunque estos pueden ser los dueños de dichas empresas.

Y digo estaban porque de las cuatro que había ya solo queda una a la que, con los vaivenes que está pegando la crisis, le sigan quedando ganas de prestar dinero a personas que desde el principio ya sabe que tienen problemas para devolver el dinero.

Para cubrir este grandísimo riesgo, a la hora de juntar las deudas en un solo préstamo, estas empresas ponían unas condicionas más duras que los bíceps de Stallone en sus buenos tiempos.

En vez de cobrarte intereses según el Euríbor + 1% o 1,5% (menos si contratas ciento y la madre de productos con el banco), Celeris (una de estas empresas que aceptaban reunificación de deudas hasta hace cuatro días) te cobraba Euríbor + 6,95%. Una pasada.

Y en vez de cobrarte entre el 0% y el 1% de comisión por abrir el crédito, te clavaban hasta un 3,95%. Otra pasada.

Al final, acababas pagando al mes el doble de lo que le pagabas al banco solo por la hipoteca del piso, así que aquí se ve que, en estos casos, no sale rentable pedir préstamos personales ni tirar de tarjetas de crédito para pagar el piso, ni mucho menos juntar todas las deudas en una sola, a no ser que quieras pagar el doble durante décadas.

En la cuerda floja

En el INEm están dando un curso de Equilibrismo para aprender a mantener el puesto de trabajo, llegar a fin de mes, pagar la hipoteca y evitar el embargo

En el INEM dan un curso de Equilibrismo para aprender a mantener el puesto de trabajo, llegar a fin de mes, pagar la hipoteca y evitar el embargo

Cada vez nos dan menos hipotecas y las que tenemos nos está costando Dios y ayuda pagarlas mientras hacemos equilibrismos con el resto de gastos sobre la cuerda floja de la que pende nuestro puesto de trabajo.

En enero, el número de hipotecas firmadas solamente ha aumentado el 0,97% con respecto a enero del año pasado. O sea, ni el pelo de un calvo. Si Zapatitos, Bea la guapi o súper Helen Salgado comentaran esta cifra dirían que todo va bien. No, perdón, ése era Aznar, dirían que hay signos de recuperación, porque lo de los brotes verdes ya está más trasnochado que una drag queen a los 40.

En realidad el número de hipotecas se ha estancado más que el agua donde chapotean los patos en los parques. El saldo total asciende a 1.096 billones de euros (¡con B!) que, dicho así, parece un montón, pero que en realidad es una birria porque baja la cifra de diciembre y se mantiene en la línea de los últimos meses, o sea, en torno al 1% de subida cuando antes se llegaba tranquilamente al 3,2%.

Como decía, cajas y bancos están en huelga de hipotecas caídas y con las que ya dieron en el pasado, con estudios de crédito hechos de vete a saber qué manera, estamos sudando la gota gorda y lo peor, lo que más cabrea y entristece a la vez, es saber que el 31% de los embargos podría haberse evitado con una reunificación de deudas.

A pesar de la versión pitufa del Euríbor que nos aplican ahora (ya va por el 1,1213%), el 37% de las familias no pueden pagar la hipoteca y la mitad de los encuestados por la Agencia Negociadora de Productos Bancarios reconoce que no llega a fin de mes.

Entretanto al Gobierno se le ha roto la caja de cambios y el agujero negro de su chistera negra se ha quedado sin fondo(s), sin chistes, sin gracia y sin truquitos caros o baratos con los que afrontar la crisis. Y para remendarlo nos intentará sacar de la manga 290 euros más al año, por supuesto ganando lo mismo, que es lo que calcula la OCU que nos costará a cada familia la subida del IVA.

Josep Oliu que, además de ser un señor catalán con pinta de abuelo  entrañable, es el presidente del Banco Sabadell opina que, permitidme trasladaros todo lo que dijo porque no tiene desperdicio, “quizá hay un 20% del sistema bancario que no está atendiendo su demanda de crédito, y eso es un problema. Pero el otro 80% la atiende. Los primeros son una parte pequeña del sistema, pero suficientemente grande como para que se note.”

¿No será al revés? ¿No será que el 20% nos hace caso y que el 80% nos ignora porque está más pendiente de una fusión, de vender el stock de pisos embargados y de contentar al Banco de España en sus exigencias que de prestarnos dinero?

Este hombre dice exactamente lo contrario de lo que es la situación actual:  dice que los bancos han reducido la morosidad, los pisos con una bajada del 25% se venden con “cierta” facilidad, se vuelven a vender pisos a unos precios adecuados, estamos en una etapa de normalización hipotecaria y otra serie de lindezas que no puedo reproducir sin que me dé un síncope, me suba el colesterol y se me disparen los triglicéridos.

¡Vaya semanita!