Archivo del Autor: Matahari

Lloriqueos, heroicidades y viviendas

Artillería de combate de los promotores inmobiliarios

Artillería de combate de los promotores inmobiliarios

Espejito, espejito, ¿de qué puedo seguir quejándome si soy un promotor de vivienda, lloro y lloro y no se me hace tanto casito como yo quisiera? Mmm… “Di que a partir de julio el Gobierno suba el IVA para todo menos para las Viviendas de Protección Oficial (VPO), que deberían tener un 4% en lugar de un 8%”.

Añade que estás indignado y que te parece “inadecuado e injusto” que una VPO pague lo mismo que una casa de lujo. ¿Y el resto de casas? Porque las de lujo son las menos…

La causa es noble y la apoyo, pero no así los argumentos. Yo también voto por el IRPF súperreducido y el tributo súperreducido en la campaña de la Renta y que su morro también se reduzca considerablemente, porque las VPO ya tienen suficientes descuentos y prebendas, y en el resto de cosas que pagamos impuestos no se tienen estas distinciones.

Aquí mal estamos la mayoría pero no lloramos tanto o al menos no se nos hace tanto caso y para lo que tenemos que llorar, que es impedir la subida del IVA, que suba el paro y que no suban más al poder incompetentes de este tipo, no nos sale ni una cochina lágrima.

¿Por qué no hacen carnés para que vayamos a pedir con cartillas de racionamiento como en la posguerra? Ah, no, qué mala idea, porque si no el pedigüeñeo generalizado de zoco tercermundista que ya sufrimos en este país se incrementaría el doble o el triple. ¡Dame, aaaargoo!

Yo cambiaría el gravamen del IVA de arriba a abajo. Nada de pagar todo por igual como si esto fuera una comuna jipi, aquí el que quiera un peluco de marca, un buga de los que impresionan a las nenas impresionables y un chaletazo de los que quitan el hipo, que pague un muchiporciento de IVA.

Si tiene pasta para ese lujo, tendrá pasta para tributar por él. Pero el que se compre una primera vivienda, el pan de cada día o las medicinas para la ansiedad de ver que pasa el tiempo y no sólo no solventamos nuestra crisis sino que pagamos la tragedia griega, que pague lo poquito que se puede exigir en bienes de tan primera necesidad.

Lo de Grecia hace que se me abran las puntas de las pestañas: ¡ya estamos dando dinero que no tenemos! Todavía si fuera para ponerlo en un fondo de inversión del que recuperáramos lo invertido más un tanto por ciento para ayudarnos pues estaría bien pero así no hay más que mucho quijotismo de héroes en zapatillas: ya voy, ya voy a ayudarte pero en gayumbos, ¿te vale?

A los 30.000 millones de euros que se le van a inyectar, España va a contribuir con 3.675 millones, o sea, que a ti y a mí nos va a tocar pagar 78 pavitos a cada uno. Im-pre-sio-nan-te… … … … …

Perdón, los puntos suspensivos son porque me he desmayado y ha tenido que venir el Samur a reanimarme. Como iba diciendo, aquí las cuentas no salen ni aunque le demos la vuelta al Excel, pero paso de deprimirme: hoy es mi cumple, así que me autofelicito y me despido. ¡Hasta pronto, espías!

Lalara-larita, arreglo mi casita

Después de reformar, el piso me quedó guay pero no puedo decir lo mismo de mis bolsillos

Después de reformar, el piso me quedó guay pero no puedo decir lo mismo de mis bolsillos

La ministra de Economía, Elena Salgado, intenta guiarnos con un decálogo de Epi y Blas por la senda “exit” de la crisis o, en su defecto, por la vía muerta de cómo sobrevivir a ella (a la ministra, quiero decir, a la crisis ya sobrevivimos agudizando el ingenio cada día).

Su mágico plan de 31 medidas, aprobado por el Consejo de Minifistros, incluye el fomento de la rehabilitación de viviendas mediante la deducción de un 10% de IRPF del dinero que gastemos en reformas de la casa hasta las uvas de 2012, pero sólo si ganamos por debajo de 33.000 € y hasta un máximo de 4.000 € al año y de 12.000 € por vivienda.

Los que ganen de 33.000 a 53.000 € se lo desgravarán en menor medida y por encima de ese salario se supone que se tiene suficiente pasta para arreglar la casa habitual, la de la playa, la del vecino y la de los tres cerditos sin despeinarse.

Estos últimos son los ricos, los que no son el 95% que la ministra ambiciona que nos beneficiemos de esta medida. ¡A ver si es verdad! Pero si no tenemos pasta para malpagar la hipoteca, ¿quién es el guapito de cara que tiene dinero para reformar la casa? Como no sea con créditos del ICO y buena voluntad de los obreros para aplazarnos el pago…

Este súper plan también contempla la aplicación de un 8% de IVA, en lugar del 16%, en las facturas de fontaneros, carpinteros, albañiles, pintores y demás obreros que contratemos. ¿Pero alguien pide facturas con IVA pudiendo pagar en negro? Lo sé, es ilegal y con la boca grande decimos que nos revienta la economía sumergida pero cuando se trata de nuestra factura que nos quiten la cosa esa mutante que nos incrementa la cuenta un 16%.

Así, la Helen Salgueitor cree, con un espíritu ONG rancio, que ayuda a la recuperación de 350.000 puestos de trabajo perdidos en la construcción, y que es más “sostenible” reformar que construir.

Esto último es verdad pero no por ello hay que llevarlo al extremo y el Gobierno no debería intervenir en fomentarlo, pero como es sostenible, la Helen pretender que esta medida haga juego a su Ley de Economía (in)Sostenible.

Lo primero mejor ni lo comento: en la construcción se han sepultado 1.300.000 puestos de trabajo pero darles trabajo hoy es condenarles al paro y los subsidios mañana. Ha habido sobreconstrucción y sobrecreación de puestos en este área, así que lo que deberían hacer es identificar a estas personas y ofrecerles cursos de formación para áreas en las que puedan recolocarse, no por un tiempito como en la rehabilitación, sino para tener futuro.

Con este acto de escasa voluntad, incluido en los archifamosos y mediáticos Acuerdos de Zurbano, el Gobierno dice que dejará de ingresar 1.600 millones de euros, reorientará el maltrecho sector inmobiliario (adonde no conviene, qué manía con impulsar este sector y los demás que se pudran), apoyará a las pymes (buena falta les hace), solucionará nuestros problemas de liquidez y protegerá a los que más sufrimos la crisis.

¿De verdad? ¡¡Está todo por verse!! Y eso que ya llevamos dos añitos de crisis, en los que les habría dado tiempo hasta de darnos la luna.

Tocomocho hipotecario

Le he pedido a Bea Casitas que me rehabilite una caja de cerillas por si me embargan el chabolo

Me he rehabilitado una caja de cerillas por si me suben el diferencial, no puedo pagar la hipoteca y me embargan el chabolo

¿Crees que con el Euríbor tan bajo estamos pagando poquito de hipoteca y que, salvo nuevo mínimo histórico, nunca pagaremos menos? ¿Crees que, salvo las ánimas con cláusula suelo o tipo fijo, los hipotecados estamos en el mejor momento de la historia presta-mística española?

Eso pensaba yo hasta que me di cuen de que para los bancos a falta de pan, buenas son tortas. Y si ya has firmado, pues vale, se aguantan, pero si eres uno de los privilegiados que firma una hipoteca en estos tiempos, no estás pagando tan poco como crees.

La vida real es como el Monopoly: la banca nunca sale perdiendo. Y para demostrarlo, se han inventado un remedio contra los tipos de interés bajos: subir el diferencial. Que antes daban hipotecas a Euríbor + 0,50%, pues ahora las dan a Euríbor más 0,75%, 0,95% e incluso 1,5%, no vaya a ser que pierdan dinero porque el Banco Central Europeo (BCE) mantiene los tipos de interés en grutas subterráneas.

Eso sí, los tipos de interés de créditos para consumo se han contraído más que el ombligo cuando el agua de la ducha sale helada. Como el consumo ha caído en picado sin paracaídas, los bancos aprovechan a hacerse los guays y los solidarios haciendo que bajan los tipos de esta clase de préstamos.

El caso es conocer el contexto y jugar con él para que vaya a tu favor: algo que nosotros deberíamos hacer también si no fuera porque la ignorancia económica es más frecuente en nuestra sociedad que las plagas de langosta en el Egipto bíblico. Que el viento sopla para la derecha, dejo de remar; que sopla para la izquierda, me coloco a la izquierda y listo.

Los bancos y las cajas tienen un marcavientos en cada despacho, uno de esos como los que se ven en las carreteras que parecen el cazamariposas gigante de Wally. Que el Euríbor baja, cláusula suelo al canto; que baja más, subo el diferencial… Y así todo.

Ven la jugada como un tablero de ajedrez, varios pasos por delante de nosotros, tienen el conocimiento y la pasta, nos tienen en sus manos. ¡Nos timan como a turistas!

Como el Ministerio de Vivienda, que se gasta nuestro dinero en tonterías marca Acme. Ahora la minifistra ha dicho, después de invertir 16 millones de euros en la ampliación de un polígono industrial, que la mejor opción para los partidos políticos es apoyar la cabezonería socialista de la rehabilitación de viviendas. ¡Pero mira que son plastas con reinflar la burbuja!

Que se dejen de tantos cuidados paliativos al ladrillo y se dediquen más a los problemas reales que cuando las casas se caigan de viejas ya las rehabilitarán sus propietarios si quieren seguir viviendo en ellas.

¿Y qué pinta el Ministerio de Vivienda financiando un polígono industrial? ¿Acaso son los nuevos minipisos? Es como si el Ministerio de Trabajo inviertiera la misma cantidad en rehabilitar oficinas del INEM mucho antes que en la creación de empleo.

El colmo es que la Trujillo, ahora metida en temas medioambientales, piensa que sus políticas molaban más, que ella lo hizo mejor, que ya está todo hecho pero que el sector se va al garete. Vivir para ver, espías. ¡Buen finde!

No sin mi cerdito

Por más que intento ahorrar, se me está quedando el cerdito escuálido

Por más que intento ahorrar, se me está quedando el cerdito escuálido

Queridos hermanos: paz y bien. Paciencia porque seguimos bien jorobaos, quiero decir, porque para los hipotecados todas las semanas son de Pasión aunque el Euríbor siga empeñado en volver a batir su récord histórico a la baja, esta vez cerrando marzo en 1,215%.

Parece una miseria de bajada respecto al 1,225% de febrero pero, teniendo en cuenta el pastizal que nos prestan para pagar el pastizal que cuestan los pisos con el pastizal de intereses que nos cobran, ese descenso de decimales bailongos supone que nos vamos a ahorrar 500 euretes al año que irán para nuestro bolsillo en lugar de para el banco.

Un bolsillo que cada vez tenemos más pechugón a juzgar por la última estadística (ay… ¡Qué haríamos sin ellas!) que dice que el año pasado nos dio por ahorrar un 27,4% de nuestros ingresos, o sea una auténtica barbaridad que bate récords tan históricos como los del Euríbor.

A ver… Normal… Con el paro aumentando sin cuartel, las deudas acosándonos por las esquinas y el IVA pisándonos los talones en permanente amenaza de llevarse lo que nos ahorramos de hipoteca con la bajada del Euríbor, quién es el guapo que no ahorra con lo malita que está la cosa.

Y la crisis de aniversario: ya se cumplen dos años desde que empezamos a irnos a hacer puñetas, que será la única profesión que nos quede estable y viable después de saber que el 40% de los parados tiene chungo encontrar empleo.

Cómo no nos vamos a poner a ahorrar si solamente el 16% de los que cobran los 420€ ha encontrado trabajo. ¡Aquí ya no se vive ni con limosnas! Al menos ya he oído hablar del Pacto Anticrisis, también llamado Acuerdos de Zurbano, qué poético, pero creo que antes de que lo firmen se orienta Buzzlightyear para encontrar la tercera galaxia a la derecha según se sale de la Vía Láctea.

Lo normal en tiempos de crisis es gastar lo que se ha ahorrado antes pero como aquí siempre nos mola ser different, a veces porque los que nos desgobiernan no nos dejan otro remedio, estamos ahorrando mucho más que gastamos porque (se admiten sugerencias y opiniones):

1) No es que tuviéramos mucho que gastar cuando llegó la crisis: vivir al día es el deporte nacional a partir un piñón con el critiqueo y la envidia

2) No sabemos cuándo ni cómo ni por qué terminará la crisis

3) Tenemos tanto miedo a volver a quedarnos en pelotiquis financiera que ahora toda precaución es poca y hasta la Pantoja se está encargando un par de pelucas

4) A falta de trabajo, bueno es tirar de los céntimos metidos en el calcetín o tirar de la manga del Estado (actualmente deporte de riesgo)

5) Como los bancos no nos dan , ya nos lo prestamos toíto entre nosotros

6) Nos acojona la subida del IVA

Lo normal también sería protestar, levantarnos en armas como en mayo de 1808 para echar a los colegas de Napoleón que querían colocarnos a Pepe Botella. Pero aquí no. Aquí nos colocan a Pepe Blanco y similares y seguimos pendientes del derbi de Villarriba contra Villabajo.

Que no nos quiten el fútbol ni los toros ni los conciertos, para los que somos capaces de hacer dos semanas de acampada frente a la puerta del recinto pero no hacemos ni dos minutos en la puerta del Ministerio de Trabajo, del Banco de España ni de La Moncloa para pedir lo que es nuestro: el trabajo, el dinero y el país en el que vivíamos antes de la crisis.

Ah, sí… ¿Dais hipotecas?

El Ministerio SinCasitas reparte boletos para la noria de la vivienda: te puedes marear, quedar arriba, tocar fondo... ¡Sorpresa!

El Ministerio SinCasitas reparte boletos para la noria de la vivienda: te puedes marear, quedar arriba, tocar fondo... ¡Sorpresa!

Aunque el pasado enero se dieron un 3% más de hipotecas que en enero de 2009, el peor año con diferencia desde que empezó la crisis, no nos dejemos engañar: siguen sin darnos hipotecas.

En cuanto los medios, algunos políticos oportunistas y algunos ciudadanos incrédulos escuchan que algo que estaba mal ha subido, aunque sea una miajita, ya se ponen contentos y se agarran a eso como a un clavo ardiendo para hablar de recuperación porque lo de los brotes está más desfasado que la peineta de la Martirio.

Pero no nos estamos recuperando: para ello deberían acumularse cifras positivas durante un cierto tiempo, creando tendencia, y eso aún no ocurre.

Cada día que pasa el Gobierno alarga la previsión: antes era el último trimestre de 2009, después 2010, luego 2011 y lo último que les he escuchado es a principios de 2012, así que mi impresión es que no tienen ni idea y lo van alargando como Gallárdon la candidatura olímpica.

No dan hipotecas a pesar de las presiones externas de los ciudadanos y el papá-patrón Banco de España, que les ha reclamado más transparencia y provisiones, y porque tienen sus propias presiones: una cantidad de pisos sin vender más indecente que fumar colillas del suelo y una ingente deuda de los promotores inmobiliarios, dudosa de recuperar ni con el Monasterio del Cobro.

Las hipotecas que terminaron sus días en una subasta fueron récord en 2009 y volverán a serlo en 2010, siendo peor la situación para las cajas que para los bancos.

La Corredor, cómo no, va por ahí diciendo que el stock inmobiliario es un desperdicio. ¿Y ella qué está haciendo por solucionarlo? Eco, ecoooooo, eco, eco, eco…

Sin hipotecas no hay salida para el stock, sin trabajo y sin voluntad del banco no hay hipoteca, sin hipoteca no hay ganancia para el banco y sin personas con trabajo no hay quien compre casas del banco ni de promotores ni de angustiados vendedores de segunda mano.

Y en medio de todo esto, el BBVA diciendo Ven a casa (¿a cuál? ¿La de los tres cerditos?) en una absurda campaña para atraer hipotecas de otras entidades regalando 2.000 euros y jurando y perjurando Sí, damos hipotecas. ¿De verdad? ¿En serio? ¡Quiero verlo!

Hasta que no se deshagan de los pisos embargados no darán para más pisos. Todo es mentira. Una simple campaña de Irresponsabilidad Asocial muy Corporativa para lavar su imagen de tacañones y tíos gilitos. Pero si, después de muchos años ocupando el primer lugar, las quejas de usuarios sobre viviendas han bajado hasta el cuarto puesto con un 73% menos que en 2005. A ver… Si no hay hipotecas, hay menos pisos y por tanto menos reclamaciones. ¡Ahora la única reclamación es el acceso a la vivienda! Y las entidades financieras tienen la llave.

La cosa está tan mal que en Andalucía ha entrado en vigor una Ley del Derecho a la Vivienda. ¡Increíble! Yo creía que el derecho a la vivienda, digna por supuesto, ya estaba adquirido y que no era necesario aprobar una ley para garantizarlo ni exigirlo en los Tribunales. Esto nos da la medida de lo mal que está el patio, señores.

Yo ya he solicitado estudio en varias entidades pero, por si acaso, me he comprado un velo como el de Penélope, no vaya a ser que me toque esperar más de la cuenta…

El timo de la clase media

La clase media no es tan homogénea como parece y, para llegar a fin de mes, estira los recursos como chicles

La clase media no es tan homogénea como parece y, para llegar a fin de mes, estira los recursos como chicles

No hace falta que una encuesta nos diga que hemos visto, perplejos e incrédulos cómo cada euro nos cunde menos y cómo empeoran nuestra calidad de vida y nuestras condiciones económicas, porque lo hemos sentido hasta en el palo de la fregona.

La estadística de turno del INE (Instituto del Ninguneo a los Españoles) sobre Condiciones de Vida dice que la quinta parte de los ciudadanos vive bajo el umbral de la pobreza relativa y que la tercera parte sufre para llegar a fin de mes. También que uno de cada diez hogares se retrasa en el pago de la hipoteca y los recibos, lo que denota lo grave que es la situación porque, aunque antes daban hipotecas con facilidad, te hacían un estudio de morosidad para prevenir supuestas situaciones como ésta. Y mira ahora.

Los españoles hemos pasado de preocuparnos por el concurso de Miss España y la paz en el mundo a tener pesadillas con el IVA (en el papel de cangrejo pelotero), el paro (caracterizado como el Coco) y la hipoteca-vivienda (representado por el Monstruo del Lago Ness). Pero eso sí, este año hay Mundial de fútbol y que no nos toquen a la Roja, que hasta tiene un depósito en Banesto.

El INE calcula también que cada hogar ingresa de media 26.500 € pero que la renta media por persona no llega ni a 10.000 €. ¿Y así se puede vivir en un país desarrollado? ¿Así afrontaremos una colosal subida de impuestos en plena crisis? ¿Así nos vamos a recuperar y a comprar pisos? Menos mal que la ministra de casitas ha dicho que “objetivamente las condiciones para comprar son buenas”. ¿Mmmm?

Los ciudadanos de a pie, esos que sufrimos los atascos en coche y los apretones en el transporte público como si fuera el último día en La Tierra, nos sentimos impotentes de ver cómo no hay trabajo, no hay dinero y no hay esperanza para esta impotencia para la que ningún político tiene pastillita azul ni receta económica manque se nos echen encima las elecciones.

Ser de la clase media es un timo. Parece que vives genial, pero tu bienestar consiste en estar mirando siempre la pela. Y ser de la clase media es estar en peligro de extinción. Más de un tercio de la gente no podría pagar un imprevisto. Sí, ese tapar agujeros que todo el mundo menciona cuando fantasea sobre qué haría con un billete de lotería premiado. Pero permitidme que sea un poco mala y os diga que gran parte de la culpa la tenemos nosotros por creernos de otra clase social y de otra pasta sin pensar en ahorrar ni en las vacas flacas, actualmente anoréxicas.

Tampoco tenemos, algunos, pasta para las vacaciones porque en 2009 casi el 40% de la población no se pudo coger ni una mísera semanita. Espero que no sea tu caso y que, a pesar de que siempre suban en estas fechas la gasolina como si la dispensara el Rey Midas, ya estés camino de la casa del pueblo, la de tu tía Petri o la de un colega porque necesitamos desconectar ya de tantas cifras que no cuadran, de tanta angustia y tantas mentiras. ¡Feliz Semana Santa!

Carnaval de pisos y favelas

Mini-fistra Beatriz Corredor, aclamada en Brasil como Superwoman de Vivienda

Mini-fistra Beatriz Corredor, aclamada en Brasil como Superwoman de Vivienda

Partiendo de que todo lo que diga o haga la mini-fistra de Vivienda, Beatriz Corredor, me da más miedo que vergüenza, cuando se va de excursión es aún más peligrosa. Su último destino de peregrinación boy scout ha sido el V Foro Urbano Mundial que ONU-Habitat celebra en Río de Janeiro (Brasil).

Allí están encantados de “aprender” de lo ocurrió en España durante el boom inmobiliario, ése que nos estalló en la cara hace dos días y del que todavía no estamos seguros de haber salido a juzgar por los precios que siguen manteniendo algunas casas y por las políticas de rehabilitación que está fomentando la gobernanta de esta Vivienda.

Los brasileiros creen que podrán aprender de los errores y de los aciertos inmobiliarios de Spain en estos últimos años. Errores: mogollón, todos los que quieras, pero ¿aciertos? Os invito a enumerar alguno porque hasta las políticas mejor intencionadas como las VPO y la Renta Básica de Emanicipación están resultando ser un auténtico fiasco.

Qué tendrá que enseñar la Bea que tengan que aprender en Brasil, aún no me lo explico. Y qué tendrá que aprender España, con todos mis respetos, de un país lleno de favelas y, muy a su pesar y sus recursos, en vías de desarrollo. Nuestra Bea está emocionada con un programa brasileño llamado Mi casa, Mi vida que consiste en la construcción de un millón de casas para personas con pocos ingresos para poner un parche a las 6,3 millones de viviendas dignas que se calcula que necesita Brasil.

Lo que te digo. Es una iniciativa hermosa y necesaria pero no en España. Miedo me da que la Bea cogerá lo que le interesa, oyendo campanas distorsionadas que transformará en millones de euros para millones de viviendas que no necesitamos. Pero por Dios, si España lo que necesita es una receta para el stock de 1,1 millones de viviendas nuevas, ¡no para la sobreconstrucción! Aquí estamos hasta las cejas de pisos y limosnas.

Pero la peor parte no es el intercambio de experiencias y que Brasil y Bea cojan ideas de donde no deben, sino que se va a firmar un acuerdo de cooperación con la Caixa Económica Federal, el principal suministrador de hipotecas del país. Firmar, acuerdo y cooperación entre España y otro país, sobre todo si es latino y menos desarrollado, se traduce en que vamos a perder de vista muchos euros que se deberían destinar aquí, en el territorio nacional, para evitar que nos convirtamos en la nueva tragedia griega.

Se me olvidaba que ayudar y cooperar es progre. Lo es y también es bonito, generoso y necesario pero sólo cuando se puede porque la caridad bien entendida empieza por uno mismo, y no se puede ayudar cuando la UE te está sosteniendo con pinzas.

La única parte buena podría ser que la mini-fistra coloque a currar allí a los 1.300.000 parados de la construcción, siempre que estos estuvieran dispuestos a migrar a esta antigua colonia portuguesa con sabor a juerga y capoeira. O que trasplantara los pisos sin vender, los promotores frustrados, los que viven de la especulación y los que quieren enladrillarnos.

Así sí, pero está claro: entre samba y samba, la Bea mete la gamba.

A buenas horas mangas verdes

Trajes de faena sindical para sacar en manifestación cuando Gobierne el PP porque lo que es ahora... ¡¡No ganan para neftalina!!

Trajes de faena sindical para sacar en manifestación cuando Gobierne el PP porque lo que es ahora... ¡¡Se gastan todo el unte en naftalina!!

Queridos Reyes Majos:

Este año he sido buena (yo siempre soy buena, jejeje) pero… Ahora que pienso… ¡Qué desactualizada estoy, si ya pasó la Navidad! Me está pasando como a los sindicatos que, tras dos años de crisis (según Zapatillas no llegamos ni a uno y medio oficialmente), se manifiestan tarde, mal y para algunas cosas nunca. El espíritu de mi bisabuelo, espía de la Guerra de los Mundos, se manifestaba con más profusión en la vieja mansión que heredé de mi abuela.

Ahora a UGT de Madrid se le ocurre la gran idea de reivindicar, con un toque seudoburocrático, jipioso y alternata, que los parados deben tener ayudas para pagar la hipoteca y el alquiler, así como transportes gratis.

A mí me parece genial pero creo que también tenían derecho antes y nadie lo había reclamado. Creo que no hace falta esperar a cortarse un dedo para poner el cartel de peligroso ni para empezar a repartir tiritas o simplemente para empezar a decir que habría que reorganizar un comité de salvamento especial y urgente repartidor de tiritas. Entre otras cosas, cuando has terminado de pensar, redactar y promulgar, quien necesitaba la tirita se murió de la pena y del asco.

A los parados no sólo les hace falta ayuda para pagar la vivienda y los transportes, necesitan un plan A, B o C para encontrar trabajo (a ser posible de calidad, estable y relacinado con lo suyo aunque esto ya es hacer magia), y un sinfín de bla, bla, bla que es verdad pero que con ponerlo en una carta y reclamarlo mientras luego sigues con tu vida no es bastante.

Los sindicatos están para más que escribir cartas y tener buenas intenciones; para eso ya estamos todos, incluidas las misses que piden la paz en el mundo, que nadie muera de hambre y que aparezcan las armas de destrucción masiva. Los sindicatos están para remover conciencias (y no para acallar la propia con falsos argumentos como ahora), protestar cuando hace falta (y no callar como ahora), salir a la calle (en lugar de quedarse lisiado de tanto unte en casa como ahora), negociar convenios colectivos y en una palabra: trabajar.

Venden esta carta como una exigencia “rotunda e innegociable” mientras recalcan su “compromiso” con los parados. ¡Todo mentira! ¿Y qué pasa con los 4.600.000 y los que están escondidos entre los cursos del INEM y otros chanchullos? ¿Qué pasa con el sufrimiento de esas personas y sus familias? ¿Qué pasa con el mercado laboral? No tienen la culpa y no son los únicos que podrían hacer algo pero lo que podrían hacer no lo están haciendo.

Escribir cartas queda para los niños. Ya no es Navidad y los Reyes Magos no tienen poderes mágicos para solucionar el desempleo, que tampoco se soluciona solo. Cuando no se trabaja y se sufre el rechazo entrevista tras entrevista, que te ayuden a pagar el piso o el autobús está bien pero es una minucia y una pizca que solo pone una tirita en la economía doméstica.

Los parados son un colectivo triste y desamparado al que le falta organización y cohesión pero que seguiría a pies juntillas una manifestación no partidista o cualquier iniciativa que de verdad defendiera sus derechos como trabajadores que fueron, deberían seguir siendo y deberían volver a ser.

Esta Semana Santa buscaré alguna procesión interesante que ver porque las manifestaciones son un bien escaso que se limita a la protesta por el aumento de dos años de la edad de jubilación y para procesiones internas, ya tiene cada uno la suya.

En la cuerda floja

En el INEm están dando un curso de Equilibrismo para aprender a mantener el puesto de trabajo, llegar a fin de mes, pagar la hipoteca y evitar el embargo

En el INEM dan un curso de Equilibrismo para aprender a mantener el puesto de trabajo, llegar a fin de mes, pagar la hipoteca y evitar el embargo

Cada vez nos dan menos hipotecas y las que tenemos nos está costando Dios y ayuda pagarlas mientras hacemos equilibrismos con el resto de gastos sobre la cuerda floja de la que pende nuestro puesto de trabajo.

En enero, el número de hipotecas firmadas solamente ha aumentado el 0,97% con respecto a enero del año pasado. O sea, ni el pelo de un calvo. Si Zapatitos, Bea la guapi o súper Helen Salgado comentaran esta cifra dirían que todo va bien. No, perdón, ése era Aznar, dirían que hay signos de recuperación, porque lo de los brotes verdes ya está más trasnochado que una drag queen a los 40.

En realidad el número de hipotecas se ha estancado más que el agua donde chapotean los patos en los parques. El saldo total asciende a 1.096 billones de euros (¡con B!) que, dicho así, parece un montón, pero que en realidad es una birria porque baja la cifra de diciembre y se mantiene en la línea de los últimos meses, o sea, en torno al 1% de subida cuando antes se llegaba tranquilamente al 3,2%.

Como decía, cajas y bancos están en huelga de hipotecas caídas y con las que ya dieron en el pasado, con estudios de crédito hechos de vete a saber qué manera, estamos sudando la gota gorda y lo peor, lo que más cabrea y entristece a la vez, es saber que el 31% de los embargos podría haberse evitado con una reunificación de deudas.

A pesar de la versión pitufa del Euríbor que nos aplican ahora (ya va por el 1,1213%), el 37% de las familias no pueden pagar la hipoteca y la mitad de los encuestados por la Agencia Negociadora de Productos Bancarios reconoce que no llega a fin de mes.

Entretanto al Gobierno se le ha roto la caja de cambios y el agujero negro de su chistera negra se ha quedado sin fondo(s), sin chistes, sin gracia y sin truquitos caros o baratos con los que afrontar la crisis. Y para remendarlo nos intentará sacar de la manga 290 euros más al año, por supuesto ganando lo mismo, que es lo que calcula la OCU que nos costará a cada familia la subida del IVA.

Josep Oliu que, además de ser un señor catalán con pinta de abuelo  entrañable, es el presidente del Banco Sabadell opina que, permitidme trasladaros todo lo que dijo porque no tiene desperdicio, “quizá hay un 20% del sistema bancario que no está atendiendo su demanda de crédito, y eso es un problema. Pero el otro 80% la atiende. Los primeros son una parte pequeña del sistema, pero suficientemente grande como para que se note.”

¿No será al revés? ¿No será que el 20% nos hace caso y que el 80% nos ignora porque está más pendiente de una fusión, de vender el stock de pisos embargados y de contentar al Banco de España en sus exigencias que de prestarnos dinero?

Este hombre dice exactamente lo contrario de lo que es la situación actual:  dice que los bancos han reducido la morosidad, los pisos con una bajada del 25% se venden con “cierta” facilidad, se vuelven a vender pisos a unos precios adecuados, estamos en una etapa de normalización hipotecaria y otra serie de lindezas que no puedo reproducir sin que me dé un síncope, me suba el colesterol y se me disparen los triglicéridos.

¡Vaya semanita!

Beatriz en el Ministerio de las Mil Chorradillas

Beatriz, Elena y José Luis, en cónclave para (des)facer entuertos en nuestra maltrecha España

Beatriz, Elena y José Luis, conspirando en Cónclave de Fistros para (des)facer entuertos en nuestra maltrecha España

Al otro lado del espejo en el que cada mañana se mira la ministra de Vivienda, Beatriz Corredor, para preguntar quién es la más idiota del reino, hay un mundo más desquiciante y sicodélico que el imaginado por Tim Burton para su Alicia en el país de las maravillas.

Beatriz en el Ministerio de las Mil Chorradillas lleva una racha tan solo superable en inutilidad y retraso por el conjunto de medidas del actual Gobierno al completo.

Por un lado, no deja de dar la vuelta a España repartiendo millones de los que nos sacarán con el IVA para rehabilitar las viviendas que Elena SinSal Gado decidió que había que arreglar para sostener artificialmente los cimientos de la construcción, económicamente más derruidos que Chile y Haití juntos.

Por otro, ha tenido la caradura de decir en plena sesión de control parlamentario que los españoles solo dedicamos el 29% de nuestros ingresos (¡cómo si fuera poco!) al pago de la casa porque ha bajado el Euríbor y que, atención, “no escatimará esfuerzos” para que sigamos sin estos “agobios”. ¡Pero bueno!

Además de que es lo que marcan los cánones del endeudamiento, es evidente que ni ella ni su partido han tenido nada que ver porque aquí solo interviene la voluntad del Banco Central Europeo (BCE). ¡Que se deje de apuntar un tanto como si fuera suyo! Suyo sí es el descenso de los tipos de interés de las VPO pero ni era tan necesario ni tan justo porque agravia a los demás hipotecados, aunque se intente vender como lo contrario.

Y prepárate, porque la muy (te dejo elegir el adjetivo) ha confesado con cierto recochineo que su hipoteca no tiene suelo y le acaba de bajar 264 euros al mes. ¡Ah! Y que quien se quiera cargar su Ministerio debe ganar las elecciones primero.

Beatriz ha anunciado también, qué generosa, que este año se destinarán 375 millones de euros a la Renta Básica de Emancipación. ¿Emancipaqué? ¡Pero si a los jóvenes esa palabra ya ni les suena! Muchos llevan tanto esperar a cobrar las ayudas que están a punto de jubilarse. Esta ayuda viene con un servicio de información online que ha tardado dos años en ponerse en marcha y que ya tenían algunas comunidades autónomas.

Son tantas perlas que me podría hacer un collar y al lucirlo no se me verían ni las partes pudendas. Esta mujer habla mucho y hace poco, tarde y mal. Mi impresión es que para ocupar la cartera de Vivienda, Zetapé hace un casting en el que gana la que tiene sonrida profidén y cara de pava pero de las orejas para arriba, nada de nada.

Una cosa parece que ha hecho bien pero, obviamente, no ha podido ser idea suya: cambiar el código técnico de edificación para que los edificios sean accesibles para todo el mundo. ¿Va en serio? Será para que entre ella porque lo que tiene va camino de minusvalía permanente.