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Pasos previos a la compra de un piso (I parte)

Busca y compara

Busca y compara

La compra de una vivienda, sea o no con hipoteca, tiene bemoles, así que mira bien por agencia, internet y peina la zona viendo carteles y haciendo un estudio de precios.

Visita el piso con luz natural. Abre grifos, asómate por las ventanas, sal a la terraza, observa el tráfico. Las mejores orientaciones son sur y este, y las mejores aceras, anchas y amplias, con distancia al tráfico o en calles poco transitadas pero cerca de vías principales.

Pregunta si deja muebles y electrodomésticos, de qué año es la casa y por qué la vende. Que te enseñen terraza, garaje, trastero, urbanización y todo lo que esté incluido en la venta.

Al hablar del precio, pide rebaja. Hay compradores que tienen inflado hasta un 20% el precio de la vivienda porque cuentan con que los posibles compradores solicitarán un descuento. Lo hacen para tener margen de maniobra y ganar lo que quieren si les pides un descuento. También para parecer flexibles y que te rebajan el piso.

Investiga muy bien la zona: servicios, transportes, parques, colegios, hospital, instalaciones deportivas, accesos por carretera… ¿Cuánto tardarás al trabajo? ¿Cuánto cuesta la comunidad de vecinos? ¿Qué tipo de gente vive en la zona? ¿Hay portero físico? Más vale prevenir que lamentar.

Busca y compara precios, tanto en la vivienda como en la hipoteca. Agencias inmobiliarias, promotoras, bancos y vendedores particulares… Todos están para mirar por sus intereses, no por los tuyos, así que investiga bien antes de decidirte.

Si has mirado un piso por agencia, no te dejes presionar. La agencia lo que quiere es vender la casa rápidamente porque cobra una comisión de mínimo el 3%-4%, de lo que el vendedor contratado suele cobrar el 1%. Te dirán que hay mucha gente interesada en el piso. Puede ser verdad o no, pero que no te presionen: mira a tu ritmo y elige a tu gusto.

Si quieres un piso de segunda mano firma un contrato de arras y exige que el vendedor te lo devuelva firmado. Es la prueba de que has pagado una señal y de que te reservan el piso a falta de formalizar la venta. Y, por supuesto, no firmes nada si el banco no ha estudiado tu caso y te ha dado luz verde para la hipoteca o correrás el riesgo de perder el dinero de la señal por no poder comprar el piso por falta de financiación (y de previsión).

Continuará…

Amortizar hipoteca: cuándo, cuánto y cómo para que sea rentable

Por poco que sea, es más que nada

Por poco que sea, es mejor que nada

¿Ha caído en tus manos algo de dinero y te planteas amortizar hipoteca? Herencia, indemnización, venta de cosas valiosas,  premio de lotería, reparto de beneficios en la empresa…

Ahorrar está bien, es lo más sensato por si surgen imprevistos, pero lo segundo mejor es quitarte deuda pendiente, sea cual sea: coche, estudios, préstamo personal, hipoteca…

Por pequeña que sea la cantidad te ahorrará pagar intereses, muchos más de lo que conseguirías invirtiendo el dinero en otra cosa, especialmente ahora que el ladrillo está de capa caída y que los depósitos dan pocos intereses.  Siempre que haya deuda hay que terminar con ella cuanto antes y después pensar en invertir el dinero, o lo que ganas por un lado, lo perderás por el otro.

¿Y cuándo es mejor amortizar hipoteca? Pues cuanto antes. El banco calcula los intereses que te cobra en función del dinero que te queda por pagar. Cuanta más deuda queda pendiente, más intereses pagas. ¿Y cuánto dinero meter? Lo máximo posible sin que llegues a quedarte sin ahorros. La cifra es muy personal, cada cual sabe cuánto quiere tener ahorrado, pero a la hora de amortizar conviene la mayor cantidad posible de dinero, para reducir también cuanto antes lo que debes al banco y, por tanto, los intereses.

Éste es un momento ideal para amortizar hipoteca porque los intereses están bajos y ya de por sí pagas menos cuota. Si ahora te quitas de en medio toda la deuda que puedas, cuando los intereses suban el banco te cobrará menos que si le debieras más dinero, y la subida de la cuota será menor y más asumible.

Y ya puestos a amortizar, qué hago… ¿Cuota o plazo? Salvo que la cuota mensual actual os ahogue y no la podáis asumir, lo mejor siempre es amortizar en plazo. Si amortizas cuota, el dinero a pagar mes a mes bajará. Si amortizas plazo lo que se reduce es el tiempo total para pagar la hipoteca, lo que hace que al estar menos tiempo pagando, finalmente abones menos intereses.

Algunas entidades cobran comisión por amortización anticipada. De ser así, lo pone en el contrato de la hipoteca y, por ley, no puede superar el 0,5% durante los 5 primeros años, y el 0,25% pasado ese momento.

Otra ventaja es que, si tu hipoteca es anterior a 2013, todo lo que amortices te lo podrás desgravar en la Campaña de la Renta. El máximo que te devuelven es 1.356 € siempre que te hayan retenido tal cantidad en concepto de IRPF en la nómina. Dicha cantidad es el 15% de 9.040 €, que es el máximo hipoteca que te desgrava Hacienda en un año, e incluye capital e intereses, tanto si has pagado cuotas mensuales como si también has amortizado anticipadamente.

Compartir el piso con desconocidos para pagar la hipoteca

Más vale compartir el piso con un extraño que regalarle el piso al banco

Más vale compartir el piso con un extraño que regalarle el piso al banco

La necesidad agudiza el ingenio y rebaja los escrúpulos. Con tal de no perder el piso a manos del banco, hay gente que está alquilando su casa, entera o por habitaciones, para poder hacer frente a la hipoteca y otros gastos. 

Lo hacen sobre todo los jóvenes, pero en general  cualquier persona que compró un piso a un precio astrónomico durante la burbuja inmobiliaria y ahora tiene miedo a que el banco se lo embargue por no pagar la hipoteca.

Hay gente que ha visto cómo sus ingresos disminuyen, otros están en el paro y otros necesitan ahorrar dinero porque temen perder en breve su trabajo.

Aunque compartir piso con desconocidos más allá de la edad estudiantil no suele ser un plato de buen gusto para nadie, hay quien está alquilando su piso para no formar parte del medio millón de familias que en 2015 habrán sido desahuciadas de la casa en la que viven.

Otros no tienen el piso en propiedad, pero subalquilan una o varias habitaciones del piso que a su vez alquilan a otro, sin que el propietario de la casa tenga ni idea. El curro es tremendo: hacer la selección de los inquilinos, ponerles normas para la convivencia, comprobar que no te destrozan nada e incluso cambiar la cerradura una vez que se han marchado. Pero todo compensa para obtener los ingresos extra que salvarán el piso de las garras del banco.

Y mientras los hipotecados con dificultades para pagar la cuota mensual, se buscan la vida para satisfacer y contentar al banco, el Gobierno está pensando crear una comisión. Guay, qué gran esfuerzo y gran derroche intelectual. La idea es que la formen el Ministerio de Justicia y de Fomento, del que dependen las cosas de vivienda, para hacer un “análisis profundo” de la situación actual a fin de evitar que siga habiendo más desahucios en España que sinvergüenzas en el Congreso.

Ya se sabe que las comisiones solo sirven para ocupar titulares de prensa, parecer que se hace algo y finalmente cerrar sin haber hecho nada. Menos mal que la ministra de Fomento, Ana Pastor, dice que nos va a pastorear por este buen camino por “convicción” y no por “obligación”. Pero si lo que quieren es protegernos para que podamos pagar la hipoteca, deberían hacer algo más que una comisión. Es que no sé qué tienen que estudiar tan profundamente a estas alturas.

Después de 7 años y medio en la oposición y tras cuatro años de crisis, ya deberían traer los deberes hechos de casa, ¿no? Todavía no he visto que con la reforma laboral, la financiera o la subida de impuestos hayan creado una comisión para estudiarlo todo detenidamente. Han actuado y punto. ¿Tan difícil es hacerlo igual con las hipotecas? ¿O es que no les da la gana y lo disfrazan con una comisión aprovechando que son carnavales?

El Gobierno culpa a los bancos de la crisis de las hipotecas

El caso es monear y pinturear para no solucionar nada...

Aunque tengan parte de razón, el caso es monear y pinturear para no solucionar nada...

Por fin el Gobierno, en boca del ministro de Fomento, José Blanco, y del vicepresidente, Alfredo dedo Rubalcaba, culpa a los bancos de la crisis de las hipotecas y de la crisis en general.

En lugar de protegerlos, como acostumbran a hacer, ahora dicen que dieron demasiadas hipotecas de forma alegre a quienes no podrían devolver el dinero.

En los años previos a la crisis, prestaron hasta el 110% del valor del piso para que lo compráramos y también para los muebles, cambiar de coche e irnos de vacaciones.

Parecíamos nadar en la abundancia, pero era falso. El dinero que nos habíamos gastado no era nuestro y tendríamos que devolverlo con mucho esfuerzo y grandes intereses. Tampoco era dinero de los bancos y cuando se vio que todo era una mera especulación con dinero que ni existía, el sistema petó, la burbuja se rompió y todos nos fuimos a Tercera División.

Ahora el Gobierno, que nunca ha querido ni sabido qué hacer para solucionar este tremendo marrón llamado sistema hipotecario, arremete contra los bancos. Es valiente por su parte y no le falta razón al afirmar que si los bancos son responsables, ahora deben atajar la situación, y que hay hipotecas que nunca se tenían que haber dado.

Pero es una verdad a medias. En esta crisis hay más responsables, incluidos nosotros, que también nos endeudamos sin tener en cuenta qué pasaría si subía el Euríbor y/o bajaban nuestros ingresos. También tenemos una ley que no nos ayuda y sí favorece a los bancos, y se toleró una especulación en torno a la vivienda que hizo que los precios subieran más que la espuma de la cerveza.

Los políticos no han hecho en el pasado más que proteger a los bancos, así que este echar balones fuera me parece dos cosas. Por un lado creo que es un intento de congraciarse con nosotros, como perjudicados por las hipotecas y votantes en las próximas elecciones generales, en las que el PSOE lo tiene más crudo que el sushi.

Por otro lado, es una forma cobarde de echar la culpa a otros sin asumir la propia, para justificar por qué estamos tan mal, y un cutre intento de lavarse las manos para no hacer nada y para que los bancos hagan su parte y la del Gobierno.

Esto ya se sabía, se tenía que haber dicho hace siglos. Hace mucho que teníamos que haber pasado por esta fase. Una vez más, el Gobierno va con retraso en reconocer la situación y hacer algo para gestionarla.

Que no nos desgravemos en Hacienda la hipoteca del piso, salir de rule para vender pisos a costa de los guiris, y fomentar las reformas de la casa, no son suficientes ni se está viendo que sean medidas efectivas. Tendría que haberse hecho algo más, hay que seguir haciendo algo más.

Se ha creado una comisión para echar una cortina de humo hasta diciembre, se ha subido el límite del sueldo que no nos pueden embargar por no pagar la hipoteca, y se ha fijado que el banco se lo puede quedar por el 60% de su valor en lugar de por el 50% como ocurría hasta ahora. Estas minucias son bienvenidas, pero no solucionan los embargos, ni los desalojos, ni que paguemos la hipotecas, ni encaminan a la crisis hacia el túnel de salida.

Los diputados votan otra vez NO a saldar la hipoteca con el piso

Los políticos nos toman el pelo con más estilo que Llongueras

Los políticos nos toman el pelo con más estilo que Llongueras

Una vez más, los diputados del Congreso se han negado, en el caso del PSOE, o ha mirado para otro lado, en el caso del PP, PNV y CiU, que se abstuvieron de aprobar que podamos cancelar la hipoteca entregando el piso al banco.

Este invento, que se llama dación en pago y funciona estupendamente en Reino Unido, Francia, Alemania, Estados Unidos, y otros países desarrollados, se ha votado ya cuatro veces en los dos últimos años, casi siempre a petición de Izquierda Unida, y otras veces por partidos nacionalistas como el BNG (Bloque Nacionalista Galego), que es quien lo ha propuesto ahora.

Era de prever. Los partidos políticos no quieren mojarse, escudándose en que ya se ha creado una comisión parlamentaria de vivienda para estudiar el sistema hipotecario español y proponer cambios y mejoras.

Vaya bonita forma de arruinar, otra vez, lo que podría haber sido un camino abierto para introducir esos cambios y mejoras de una vez por todas. Se podría haber empezado ahora, pero los políticos que creemos que representan nuestros intereses no quieren abordarlo, porque para ellos es un marrón en el que no ven forma de sacar tajada.

Primero decían que los bancos saldrían perdiendo si les devolvemos el piso para cancelar la hipoteca. Ahora, se pasan la pelota de manera indecente y vergonzante: se crea una comisión que tardará meses en estudiar los problemas hipotecarios que, por otra parte, son notorios y manifiestos, y se nos han oxidao las cuerdas vocales de tanto gritarlos.

Después se vota la cuestión en el Senado y se niegan a aprobar nada porque para eso ya se ha creado una comisión en el Congreso, donde también se niegan ahora a votar a favor, con la misma excusa de la comisión, que hasta noviembre no dará a luz las mínimas conclusiones que los políticos ya deberían tener requeteclaras.

Ya lo dicen los propios diputados en los pasillos del Congreso: si no quieres resolver un problema, crea una comisión”.

Nos están dando falsas esperanzas. Aunque tenemos el apoyo de la asociación Jueces para la Democracia, políticos retirados, las Plataformas de Afectados por la Hipoteca -que proliferan como los champiñones- y otras organizaciones, es imposible que se apruebe para las hipotecas ya ejecutadas y poco probable para las que se firmen en el futuro.

Por si acaso nos quedan dudas o ganas, la Agencia Negociadora tira por tierra nuestros sueños y esperanzas, basándose en el sistema de hipotecas británico para calcular cómo sería si en España hubiera dación en pago.

Quieren que desistamos metiéndonos miedo en el cuerpo al hablar de préstamos hipotecarios que se encarecerían un 20%; que solo serían del 50% y no del 80% del valor del piso, que habría que devolver en 20 años en lugar de 30 o 40; mayores trabas y exigencias respecto a nuestra solvencia; intereses fijos que pasarían del 6% al 9% e intereses variables que pasarían del 3,5% al 7%.

Con el mercado laboral tal y como está, ¿quién podría permitirse tener un piso en propiedad, ni siquiera con una de estas hipotecas? Nos quedaríamos en plan Borja Thyssen: aspirando a heredar del pelotazo que dieron nuestros padres, haber nacido ricos sin tener que preocuparnos nunca de dónde vivir, o ambas cosas.

¿Por qué la dación en pago lo tiene más crudo que los pepinos?

¿Por qué en todos los medios salen fotos de calabacines si lo que ha estado en crisis es el pepino?

¿Por qué en todos los medios salen fotos de calabacines si lo que ha estado en crisis es el pepino español?

¿Por qué la dación en pago lo tiene más crudo que los pepinos…? ¿Por qué cancelar la deuda hipotecaria entregando el piso (dación en pago) lo tiene más negro que los sobacos de un grillo…? ¿Por qué, a pesar de pedirlo una y otra vez, no es probable que se haga?

En el Congreso, PP y PSOE han votado ya por lo menos dos veces en contra. El otro día, el Senado hizo lo mismo con las cláusulas sueloreconociendo que son abusivas pero escudándose en que para criticarlas ya está la cutre comisión que ha tardado más que el caballo del malo en empezar a estudiar los abusos hipotecarios. Ah, y porque creen que lo ideal sería realizar todos los cambios juntos: instalar la dación en pago, exterminar las cláusulas porquería, obligar a que los bancos nos informen mejor de la soga que nos echan al cuello, etc.

Los que votan en el Congreso y el Senado son políticos cuyos partidos deben millones de euros a los bancos, que en ocasiones, en un acto de generosidad interesada, les perdonan las deudas. ¡Igualito que a nosotros! Cierto es que acaban de aprobar en el Congreso que los sueldos de los banqueros deben limitarse, pero fijo que del dicho al hecho hay el habitual trecho, que luego es más largo que el Estrecho de Gibraltar.

Los promotores inmobiliarios coinciden con los bancos al asustarnos con que la dación en pago nos traería menos hipotecas y aún peores.

La comisión teatral del Congreso solo tiene 6 meses (verano incluido) para estudiar el tema. Además, dicen que la dación en pago podría arruinar a bancos y sobre todo cajas, perdiendo la confianza de inversores extranjeros y provocando el tan traído y llevado debate de corrillos del rescate financiero de España al estilo Grecia, Portugal e Irlanda.

Las hipotecas ya firmadas no podrían acogerse a entregar las llaves del piso a cambio de cancelar la deuda, ni mucho menos las ya ejecutadas o con pisos ya embargados. Podría pedirse para las del futuro, a costa de batallas judiciales como las que ya se luchan por eliminar las cláusulas suelo y los supuestos seguros de protección ante la subida del Euríbor como los clips, los swaps y movidas similares.

El colmo de los colmos es que la Ley ya permite la dación en pago, pero los bancos, que sí la están aplicando con algunos extranjeros, se niegan a ofrecernos la posibilidad de incluirla en los contratos hipotecarios que nos dan a firmar.

No soy pesimista, soy realista. Prefiero no esperanzarme con una cosa que al final no saldrá y pegarme el batacazo. So alguien cree que esto saldrá, aunque sea como promesa electoral incumplible como ya tuvo narices de hacer Esperanza Aguirre, que hable ahora y comparta opiniones de otras esperanzas.

La dación en pago es habitual en Estados Unidos, Alemania, Francia (con algunos matices) y otros países de nuestro entorno. Entre otros, la apoyan algunos jueces, asociaciones de consumidores, los indignados acampados y el ex presidente socialista Felipe González. Si la Merkel quiere que nos igualemos en vacaciones, yo le contesto que, además de igualarnos primero en el salario, ¿por qué no nos igualamos en todo lo demás que ellos tienen bueno y nosotros no?

Veo el futuro más negro que la boca del lobo. ¿Será porque la crisis se nos ha tragado como a Caperucita o porque a España se la he atragantado la crisis?

¿Te gustaría deshacerte de la hipoteca dándole el piso al banco?

Una firmita, por caridad, ¡¡una firmita para terminar con los abusos hipotecariooooos!!

Una firmita, por caridad, ¡¡una firmita para terminar con los abusos hipotecariooooos!!

Ante la indigestión de hipotecas y pisos que padecemos por los problemas con los que nos desayunamos cada mes  para pagar las cuotas, unida a la cifra indecente de embargos y desalojos que llevamos, varias organizaciones encabezadas por la Asociación de usuarios de Bancos, cajas y seguros (Adicae) y la Plataforma de Afectados por la Hipoteca están pidiendo una firmita, por caridad, una firmita para que podamos cancelar la deuda dando el piso, cuando dejamos de pagar la hipoteca al banco.

Esta recogida de firmas se hace para que, cuando haya al menos 500.000, se presenten al Congreso para obligar a los diputados a votar una vez más si tendremos o no dación en pago.

Ya que votan lo que les sale del pichiqui, cuando les sale del pichiqui, al menos que vean que nos movemos, lo que queremos y que no nos conformamos con el primer ni el segundo no que nos dan como respuesta.

Una firmita para hacerse oír, oiga, ¡una firmita! Aquí tienes la propuesta que van a presentar (también lo hicieron sin éxito en marzo) y aquí uno de los sitios donde puedes firmar online, como complemento a la recogida de firmas presencial.

Para firmar hay que tener nacionalidad española, ser mayor de 18 años, estar inscrito en el censo electoral y decir tu nombre, apellidos, DNI o tarjeta de residente y municipio donde vives.

En el Senado se acaban de rechazar dos enmiendas para limitar el uso de cláusulas suelo en los contratos hipotecarios que firmamos con los bancos. Solamente han votado a favor 7 senadores del partido Entesa Catalana de Progrés, mientras que PP, PSOE, CIU, PNV y el resto han sumado sus fuerzas en 227 votos en contra para, todos a una, hacernos la mamola al permitir que estas cláusulas sigan campando a sus anchas en el tercio de las hipotecas españolas y en las que vendrán.

Aunque reconocen que la cláusula suelo es abusiva, le pasan el muerto al Congreso y a la comisión recién creada para chiripitiflautear en torno a los abusos hipotecarios, diciendo que a ellos les corresponde más y mejor acabar con estas porquerías bancarias.

También se excusan cutremente en que el sistema hipotecario español necesita una reforma profunda que es mejor acometer en conjunto y no por un lado las cláusulas suelo y por otro vete a saber qué porque aquí nunca nadie hace nada por nosotros.

En mi opinión, nadie le quiere quitar a los bancos estos chollos que se han inventado para ganar más dinero a nuestra costa con un bien tan básico como la vivienda, y por eso dicen toda clase de cosas increíbles o rebatibles para no actuar como deberían: para el bien y en representación de nosotros, los ciudadanos que les hemos votado para que así lo hagan.

Aunque se recojan todos los autógrafos del mundo, incluidos los de Batman, la Rana Gustavo y el muñeco de McDonalds, y aunque el Congreso esté poniendo en marcha un teatrillo para mirar sin lupa los abusos hipotecarios y luego contarle el Gobierno sus conclusiones, lamento comunicaros que no creo que se cambie la Ley Hipotecaria para aceptar el piso a cambio de cancelar la hipoteca, ni para quitarlos la losa de los abusos bancarios.

El lunes comentaré más en profundidad cuáles creo que son los ruines motivos para esto. ¡Buen finde!

Empieza la pantomima del Congreso para estudiar los abusos hipotecarios

Los políticos son marionetas que los banqueros coleccionan y manejan a su antojo

Los políticos son marionetas que los banqueros coleccionan y manejan a su antojo

Hace un mes que en el Congreso se aprobó crear una comisión de teleñecos que se devanen los sesos para averiguar por qué hay tanto abuso hipotecario (cláusulas abusivas como las suelo, hipotecas impagables, etc.) y cómo atajarlos.

Sin embargo, con los huevos como mazorcas, hasta mañanan no van a hacer la pantomima de votar para aprobar definitivamente que se cree dicha comisión.

¿Pero qué van a hacer ahora, cuando queda menos de un año de legislatura? Esto es como lo de Alfredo-dedo Rubalcaba: ¿qué planes tiene para España que no se le han ocurrido antes? ¿Y por qué no los ha utilizado durante todo el tiempo que lleva como ministro del Interior? ¿O es que susurrárselos a Zapatero era demasiado peligroso, por si los ponía en práctica?

En mayo se anuncia, en junio se aprueba, en julio se pondrán a trabajar, luego vendrá el cierre de agosto por vacacaciones, la resaca de septiembre del tengo que currar pero no me apetece ni me sitúo, y en diciembre, o sea 7 meses después en los que solo habrá habido 3 reales de trabajo, tendrán que estar las conclusiones.

Y qué casualidad, porque ya no quedará ni un pliqui para las elecciones generales, que se esperan para marzo de 2012. Entretanto, miles de familias seguirán perdiendo sus casas por no pagar la hipoteca y marchándose a vivir de triste gorra a la acampada de alguna plaza, porque parece mejor alternativa y más organizada que el típico “debajo de un puente”.

Con sus apretadísimas agendas que no les caben ni en el corsé de Montserrat Caballé, no sé si en 3 meses tendrán tiempo de oír a puerta cerrada a todas las partes (que les convengan), a saber, bancos, empresas y algún que otro representante de organización social. Uf, qué estrés.

Después de que el PP y el PSOE se aliaran en una votación del Congreso para negarnos la dación en pago (saldar la hipoteca con el piso) parece que ahora el PP se desmarca, junto con todos los partidos de izquierda salvo el PSOE, para apoyar esta medida, que promete ser el asunto sobre el que realmente girará todo. Dación sí o dación no, esa es la cuestión.

Al final, solo van a escribir en un papel lo que creen que se podría hacer, papel que terminará mojado, mudo, olvidado…

Primero se presentará a la Comisión de Vivienda del Congreso, después a todos los diputados y, si estos así lo deciden por mayoría, irá al Gobierno para que pueda limpiarse el clánder con ello, porque ya no quedará ni tiempo de enviarlo a la papelera de reciclaje.

¿Qué podemos esperar de ellos si han tardado un mes en reunirse para dar la autorización legal para poner en marcha esta pantomima? Pues eso: mucho ruido y pocas nueces; mucho tirarse el moco de que hacen algo para cubrir el expediente cuando en verdad todos los políticos se somenten a los bancos, porque para ellos un préstamo (unte) bien dao y una deuda bien perdoná valen más que mil palabras y, por supuesto, más que mil votos. Al final, una comisión a comisión.

Super Blanco Bros, dispuesto a desatascar el stock inmobiliario

Material de última generación que el Gobierno repartirá a los bancos para que nos empiecen a dar hipotecas

Material de última generación que el Gobierno repartirá a los bancos para que nos empiecen a dar hipotecas

Al ritmo de las promesas de adelgazamiento, stop del fumeteo y aprendizaje de idiomas que nosotros hacemos al inicio del año, el Gobierno ha decidido poner a plan al stock inmobiliario que estrangula la crisis.

A pesar de no ser Corbacho, el ministro de Fomento, José Blanco, hace de celestino uniendo a bancos e inmobiliarias en una comisión que dé a luz métodos y soluciones para vender más pisos y que nos den más hipotecas.

Intentando coger torpemente el toro por los cuernos, Pepiño pide que las felices ideas que tenga la comisión “no deberán repercutir en el contribuyente”.

¿Será una forma de reconocer que su partido la ha cagado? Lo digo por las dos soluciones que el Gobierno ha llevado a cabo, subir el IVA y quitar la desgravación, sí han repercutido, repercuten y repercutirán en nosotros como contribuyentes.

Blanquiño no quiere que se infle una nueva burbuja inmobiliaria y desea que los bancos gocen de buena salud, porque así nos darán (más) hipotecas. La que no da crédito soy yo: ¿es que es tan ingenuo que cree que los constructores mirarán por los bancos y viceversa? Eeeemmm… Va a ser que no.

Para acabar con el stock hace falta algo más que buenas intenciones, una comisión y una rueda de prensa para anunciarlo. Es como decir a dos hermanos que se pegan que tienen que arreglarlo, sin reconocer responsabilidad y sin poner los medios para ello. El Gobierno debería cambiar la legislación en lugar de pensar con quién y cómo intentarán ganar las elecciones de 2012.

Mientras nos planteamos cómo quitarnos del culo los dos kilos de los atracones navideños, Pepiño Blanco y Rodrigo Rato, como Super Mario Bros y el pringadillo simpático de Luigi, firman un acuerdo para que la Sociedad Pública de Alquiler (cuyo nombre en coña es SPA) relaje el excedente de pisos de Caja Madrid.

Un alegato al alquiler, que Blanco desea que aumente del 13,5% al 40% que hay en Europa. Apología sobre parecerse al hermano mayor sin recapacitar que aún no tenemos su madurez ni sus circunstancias, porque seguimos en el pelotón de los pobres de la Unión Europea.

Para desatrancar el amasijo inmobiliario habrá que poner a los pisos  supositorios de glicerina, darles laxante y varias cucharaditas de aceite -todo junto para potenciar el efecto dinamita- esperando el milagro anticongestión inmobiliaria, que sigue en su máxima efervescencia.

La del Gobierno es otra pobre idea con fines electoralistas que ojalá funcione pero que lo tiene más crudo que el sushi.

¡Sálvese quien pueda!

Nuevos blancos en materia de Vivienda

Peaso turbina-ventiladó que el Gobierno está usando para ventilarse los asuntos de vivienda. Perdón, para impulsar el cambio.

Peaso turbina-ventiladó que el Gobierno está usando para ventilarse los asuntos de vivienda. Perdón, para impulsar el cambio.

Para que nos vayamos haciendo a la idea de qué vientecillos soplan ahora en el solar que dejó Beatriz Corredor en su ministerio-vivienda, el ministro de Fomento, José Blanco, del que ahora depende este tinglao, ya ha empezado a dar pistas de por dónde van a ir los tiros en 2011.

Le ha dicho a los bancos que no esperen más su ayuda -este es un Gobierno de izquierdas-. Debe de pensar que ya es bastante con el capote que les han echado negándose a legislar para que sea suficiente con entregar el piso cuando el banco nos lo embarga si dejamos de pagar la hipoteca.

También les dice que bajen el precio de los pisos, algo a lo que los bancos tienen terror y fuerte alergia. Antes, en los tiempos de MariBeatriz Corredor -ahora Secretaria de Estado de Vivienda-, el Gobierno admitía pisos de la banca para alquilarlos a través de su relajante SPA (Sociedad Pública de Alquiler).

Ahora se agarran a que los recursos gubernamentales son limitados: o sea, te quiero mucho, perrito, pero de pan poquito. Al menos a ellos les dice que tiene algo… A nosotros ni eso.

Para respaldar al Gobierno y ¿consolar a los bancos?, el presidente del Instituto de Estudios Económicos, Juan Emilio Iranzo, dice que los precios bajarán un 30%. Esto consuela a los que quieran comprar, pero no a los que quieran vender, que al igual que los bancos, se resisten a bajar el precio de pisos que les costaron mucho más caros.

Por su parte, la ministra de Economía, Elena Salgado, cree que el stock de viviendas se reducirá un 20% en 2011. ¿Acaso han consultado a Mister Proper y les ha dicho que el milagro contra la acumulación de pisos está por llegar? Más bien es que se han puesto de acuerdo para lanzarnos el mismo mensaje y que bajemos el precio de los pisos, para ver si los constructores y los bancos toman ejemplo de nosotros. Qué triste.

Para seguir dando ejemplo, amplían un año la línea ICO de créditos para viviendas de protección oficial (VPO), pero suben su precio un 12%. Es que dicen que son deficitarias. También bajan su alquiler un tercio. Anda que no se les ve el plumero. Ya no quieren que tengamos nada nuestro, cuando eso debería ser una elección nuestra, no suya.

Ante el stock de pisos, que podría ser hasta de un millón y medio, el Gobierno va a crear una Comisión donde participarán los bancos y las inmobiliarias. ¿Y nosotros? Otra vez se les ve el plumero.

Plumero con el que quieren barrer el desempleo en la construcción, absorbiendo a los parados de este sector en la rehabilitación de vivienda, que según José Blanco, genera el doble de trabajo que la construcción.

Me gustaría que hiciera los mismos esfuerzos por colocar a la gente que viene de otros sectores también en crisis que han perdido su trabajo y de los que no se acuerda ni el Tato.