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¿Para qué amortizar hipoteca si ya no puedo desgravármela?

amortizar hipoteca aunque no te la desgraves

Es ahorrar a futuro: mejor en tu caja que en la suya

Como bien sabemos, para las personas que compren o hayan comprado una vivienda desde el 1 de enero de 2013 ya no existe esa maravillosa desgravación fiscal que sí siguen disfrutando quienes tengan una hipoteca firmada antes de dicha fecha y se la hubieran estado desgravando en años anteriores o estén en alguno de estos casos.

Pero esto no significa que no sea atractivo ni importante amortizar anticipadamente. Aunque no te desgraves la hipoteca, conviene adelantar el pago de toda la deuda que puedas porque te quitas intereses de encima.

Ahora el Euríbor está históricamente bajo. Lleva en negativo desde febrero de 2016 y aún le queda al menos año y medio para volver a cotizar en positivo. Esto nos ha regalado las cuotas más bajas de nuestra vida, con los menores intereses que pagaremos nunca jamás.

O incluso sin pagar intereses, en el caso de las hipotecas con los diferenciales más bajos (0,17% – 0,30%), que en uno o pocos meses empezarán a ver cómo del dinero que devuelven al banco con cada cuota mensual sólo hay capital y ya no pagan intereses, porque el Euríbor se espera que cierre octubre en torno al -0 18% y que llegue al -0,30% en 2019.

Con el Euríbor tan bajo se pagan muy pocos intereses o ninguno. ¿Entonces por qué amortizar? Es ahorrar para el futuro, cuando el Euríbor subirá y los intereses serán más altos. Si amortizas ahora, sobre todo si estás al principio del préstamo y lo haces en plazo, bajará el tiempo de pago. Por ejemplo, en vez de quedarte 18 años te quedarán 16 (todo depende del dinero que amortices).

Con esto no sólo habrás ahorrado años de pago sino los intereses de esos años, que serán más altos que los de ahora, y más altos que lo que el banco te daría ahora si metes el dinero en un depósito. Precisamente con el Euríbor tan bajos los intereses que te pagan en los depósitos están también por los suelos. Amortizar ahora es ahorrar a futuro: ahora como pagas menos cuota puedes ahorrar algo y amortizar, luego cuando suba la cuota ya veremos…

Si nunca amortizas, pagarás todas las mensualidades y tooooodos los intereses, que a lo largo de la vida de una hipoteca (fácilmente 20-30 años) son bastantes miles de euros, quizá un par de años de tu sueldo. Compruébalo en este simulador y desmáyate luego. Ten siempre presente que cuanto más tardes en devolver el dinero, más intereses pagarás.

Aunque se tiende a dejar la amortización para finales de año, se puede amortizar en cualquier momento y, si se dispone del dinero, es mejor hacerlo cuanto antes, ya que en el ahorro de intereses en la hipoteca no sólo influye el año en el que se amortiza si no también el mes, como puedes ver en estos simuladores.

Como en España se utiliza el sistema francés, al principio pagamos muchos intereses y al final poquííííísimos (míralo en un simulador), así que cuanto antes amortices más intereses dejarás de pagar en el futuro. La amortización se puede hacer de dos formas: en cuota o en plazo.

En cuota sólo conviene cuando no puedes hacer frente la mensualidad y necesitas rebajarla. Entonces lo que amortizas rebaja todas tus cuotas, para que pagues menos cada mes, pero sigues manteniendo el mismo tiempo de pago que te quedaba antes de amortizar. Si no tienes problemas económicos lo más conveniente es amortizar en plazo para quitarte años o meses de pago de la hipoteca y, por tanto, más intereses.

Antes de amortizar comprueba también si tienes alguna limitación en tu banco, como que por ejemplo no te deje amortizar menos de 1.500 € o que te cobre comisión, algo que ocurre en el 52% de las hipotecas españolas a tipo variable; en el tipo fijo aparece con mayor frecuencia. En caso de tener comisión, no puede ser superior al 0,50% en los 5 primeros años de la hipoteca, y del 0,25% a partir del sexto año.

La reforma de la Ley Hipotecaria que el Gobierno aprobará en breve incluye cambios, impuestos por la Unión Europea: a partir del sexto año ya no se podrá comisión por amortizar anticipadamente. En cualquier caso, al negociar la hipoteca con el banco, antes de firmarla, puedes y debes pactar que no te cobren ninguna comisión, ni ésta ni ninguna otra. Sólo restan dinero a tu bolsillo para sumarlo al suyo.

El seguro de vida, hasta 4 veces más caro con el banco

¿Queeeeee?

¿¿¡¡Queeeeee¡¡??

¿Tienes un seguro de vida con la hipoteca? No pierdas ripio de esta noticia, te interesa muchísimo y te dejará con la boca abierta.

La empresa Global Actuarial ha ido de incógnito a 12 bancos y 15 aseguradoras, comprobando que contratar el seguro con el banco puede salir hasta 4 veces más caro, según el rango de edad.

Para un préstamo de 120.000 €, la media que se presta en hipotecas según las estadísticas, preguntaron cuánto cuesta el seguro de vida con cobertura de fallecimiento e incapacidad permanente en caso de tener 30, 40, 45 y 50 años. La edad juega un papel importante por ser un seguro de vida.

Para el rango de 30 años, la diferencia es abismal: mientras que con el banco pagarías una media de 253 €, contratarlo fuera te saldría por un 60% menos. Aaaahhhh… ¡¡¿¿Cómo puede ser??!!

Porque la banca marca los seguros con un margen mínimo del 30%, que se ganan porque las aseguradoras que te presentan son suyas o participadas por ellos en más del 50%. Necesitan ingresos extra ya que sus beneficios han bajado porque el Euríbor lleva en negativo más de año y medio y, además, a buena parte del sector le toca pagar una factura elevada por el uso de cláusula suelo y otros abusos por los que de vez en cuando reciben condenas como las multidivisa, el IRPH y los gastos de la hipoteca, entre otros.

Cuanta mayor es la edad, menor es el clavo que mete el banco. Para las personas de 50 años, el banco cobra 1.089 € de media por un seguro de vida, mientras que eso mismo se puede conseguir fuera por 758 €, ahorrando un 44%, que tampoco es moco de pavo.

Juntando todos los rangos de edad sale que el banco cobra de media sus seguros de vida un 48% más caros y, sin embargo, consiguen que firmemos con ellos un 70% de todos los que hay. ¡¡¿¿Por qué??!! Cuando estás hablando de tu hipoteca con el empleado de la oficina no te planteas que puedas contratarlo fuera, quizá no lo sabes, te da vergüenza o piensas que el banco se negará a darte el préstamo.

Cuando vas a contratar una hipoteca crees que estás cogid@ por los piiiiiii y que no tienes otra opción. Pero no es así. Entre que te dicen que te dan la hipoteca, la estudias y la firma pasa un tiempo, que debes utilizar para buscar otras opciones: pide precio a por lo menos tres aseguradoras más fuera del banco, compara y coge la más rentable para ti. Siempre, claro está, que tener un seguro de vida te interese porque deje la hipoteca solucionada si te pasa algo, y porque la rebaja del diferencial te compense este pago extra.

La firma del seguro de vida es opcional y la empresa con la que lo contrates también, siempre que aparezca ligado al número de préstamo y que el banco sea el beneficiario en caso de que te mueras o sufras una incapacidad permanente para trabajar. Lo tienen todo bien atado, si te mueres se aseguran de cobrar la deuda.

Según el estudio realizado, las compañías más baratas son Aviva y Caser, y las más caras las del Banco Sabadell, Banco Santander y Mapfre (la de Bankia). Otra opción para ahorrar es llamar a la aseguradora un mes antes de la renovación y pedir que se actualice el seguro al capital pendiente de pago, con ello abaratas para el próximo año la prima (precio del seguro). Y por qué no, pregunta ahora en otras compañías y, si te ofrecen lo mismo por menos dinero, cámbiate para el próximo año.

El diferencial que ofrece el banco es a cambio de atraparte con seguros, tarjetas, plan de pensiones y domiciliación de ingresos y recibos, entre otras cosas. En tu mano está echar cuentas y decidir si te compensa tener el seguro de vida y con quién lo contratas, ahorrando dinero y dando menos que ganar al banco, que ya te saca los higadillos por todas partes con la cuota y otras cosas.

También puedes optar por una entidad, como Bankia, que tiene una hipoteca a Euríbor + 1,20% sin comisiones y con la única vinculación del seguro de hogar, que incluye un seguro antiincendios, el único obligatorio por Ley cuando tienes hipoteca.

Actualiza tu seguro de vida cada año para pagar menos

Más vale prevenir que gastar

Más vale prevenir que gastar

La mayoría de las hipotecas actuales ofrecen un seguro de vida entre la vinculación que debes asumir para bajar el diferencial o el tipo fijo. Solamente Bankia, que ha lanzado una política agresiva sin comisiones ni vinculación, pide ahora mismo sólo un seguro de hogar para dar Euríbor + 1,20% con un interés fijo el primer año del 1,20%.

El resto, suele coaccionar -como mínimo- a domiciliar los ingresos, usar la tarjeta y contratar seguros de hogar y vida para obtener un descuento (bonificación) en el interés del préstamo.

Así la entidad te ata más y continúa ganando dinero, ya que las aseguradoras son suyas. Sin embargo, no es obligatorio que firmes con sus compañías. Es válido un seguro firmado con otra empresa siempre que aparezca vinculado al número de préstamo y que los derechos sean a favor del banco.

El seguro de vida es, por tanto, opcional. Pero interesa firmarlo porque, al tener una deuda tan grande, si te pasa algo, el préstamo queda totalmente pagado y un marrón menos para tus herederos, que suelen ser seres muy queridos.

El coste (llamado prima) se calcula en función de varias cosas: edad, sexo, profesión, lugar de residencia, hábitos de vida y salud general. Aunque puedes tener un seguro para cada titular del préstamo, no te pueden obligar a que así sea. Si necesitas ahorrar, con firmar uno solo es suficiente. En caso de que en el hogar sólo trabaje una persona, debe ser titular, ya que si fallece deja de aportar la nómina y el resto de la familia debe quedar cubierta.

Hay entidades o hipotecas que sólo piden que firmes el seguro de vida el primer año, mientras que otras lo exigen durante toda la duración del préstamo. De lo contrario, en cuanto detecten que no está aumentan el diferencial. Ahí también debes calcular si quieres un seguro de vida y cuánto te supone al año de gasto y de ahorro respecto a no tenerlo.

Un aspecto muy importante y muy desconocido es que, en caso de mantener el seguro año tras año, debe actualizarse según la cantidad pendiente de pago que te queda de hipoteca. Por ejemplo, si el primer año firmaste un préstamo de 100.000 euros y pasados esos primeros 12 meses ha bajado a 95.000 lo que debes de hipoteca, la aseguradora debe cobrarte sólo por esa cantidad y no por los 100.000 euros iniciales.

Es decir, vas a pagar menos por la renovación que lo que pagaste el primer año, porque el seguro de vida se ajusta a la cantidad de dinero que el banco te tiene prestada en ese momento.

O sea que el seguro de vida debe ser más barato cada año porque quedará menos cantidad de hipoteca por pagar, ya que vas reduciendo el capital pendiente de pago con cada mensualidad y/o cada amortización anticipada que hagas. Ale, a mirar cuándo toca el siguiente pago del seguro de vida y a pedir al banco una actualización a la baja.

¿Sabías que pagas más de seguros que de intereses?

Cuando el collar vale más que el perro

Cuando el collar vale más que el perro

Rebajar el diferencial a cambio de contratar seguros u otros productos como tarjetas, depósitos o planes de pensiones es una práctica muy habitual y extendida en el sector hipotecario.

Así como domiciliar ingresos y recibos no añade coste a la hipoteca, porque en algún sitio tienes que hacerlo, contratar seguros puede ser un gasto extra, que no siempre interesa asumir. Lo que ahorras de intereses por un lado -con un diferencial más bajo-, lo pagas por otro con los seguros.

Según un cálculo del periódico Cinco Días, para una hipoteca media de 107.000 euros a 21 años con un 1% de interés, el coste en seguros de hogar y vida es más alto que el de intereses.

Para ello se ha tenido en cuenta que, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), el seguro medio de hogar ronda los 250 euros y el de vida los 400. Estos 650 euros representan más de la mitad (un 53%) del coste que un hipotecado paga por su préstamo al año.

Es decir, que los intereses, que en este caso serían de 560 euros al año, son menos de la mitad del coste que acarrea la hipoteca y son menores que la vinculación para conseguir pagar menos diferencial.

Ningún banco puede obligar a contratar seguros. El único obligatorio es el contra incendios, que se incluye en el seguro de hogar. Tampoco puede obligarte a que lo firmes con su compañía. Sí que te lo va a meter por los ojos… pero no tienes por qué firmar con su empresa, la ley dice que puedes elegir la aseguradora que quieras.

Para beneficiarte del descuento en el diferencial lo único imprescindible que pueden marcarte es que demuestres que tienes contratado ese seguro, con quien sea. Habitualmente, y si no dices lo contrario, te presentan sus compañías como la única opción, pues bien son suyas o tienen acciones que les reportan beneficios.

¿Por qué los bancos insisten en la vinculación? Por dos motivos. Uno es que te atan más que con una soga, como si no fuera ya bastante un préstamo por varias décadas, la nómina, los recibos, etcétera. El otro es que, el dinero que dejan de ganar por tener un diferencial más bajo que la competencia, lo compensan dando negocio a sus aseguradoras.

¿Compensa contratar seguros? Es algo que cada persona debe valorar, pues depende de cada situación y de cada hipoteca. Pero no por norma general, no te metas en productos que no te hagan ahorrar realmente o que no tuvieras pensado tener.

El sobrecoste te puede salir caro. El cálculo es que durante toda la vida de la hipoteca puedes estar pagando 2.000 euros más en seguros que si sólo pagaras intereses, siendo el pago global entre vinculación e intereses de 25.000 euros. Por eso es que cada vez que se puede conviene amortizar hipoteca anticipadamente, para quitarse años de pago por delante y muchos intereses.

¿Cuántos años crees que tardarás en pagar la hipoteca?

La hipoteca es una carrera de fondo

Pagar la hipoteca es una carrera de fondo

Cualquiera con hipoteca ha soñado con el mágico momento de terminar de pagarla. ¿Quién no fantasea alguna vez con cómo será su vida cuando no tenga un gasto fijo de 400 €, 700 € ó 1.000 € al mes? ¡Cuántas cosas se podrán hacer con ese dinero…! Vivir más desahogados, tener otras vacaciones, ahorrar…

Algunos hasta son ahorradores y optimistas con respecto al pago de su hipoteca, ya que casi la mitad piensa que podrá liquidar su préstamo antes de que termine el plazo, que suele ser de 20, 30 ó 40 años.

Es lo que dice una encuesta de la web pisos.com, en la que el 28% de los preguntados tiene pensando agotar el plazo y el 26% duda sobre si pagará hasta el final o acabará antes.

La clave para terminar antes es amortizar anticipadamente, en plazo o en cuota según te convenga. Amortizar en plazo significa quitarle años o meses de vida a la hipoteca. Por ejemplo, te quedan 20 años, amortizas 5.000 € y de repente tu hipoteca baja año y medio.

Es lo más recomendable si puedes asumir la cuota mensual, porque además de bajar el tiempo de pago, rebajas los intereses, que sobre todo son altos en los primeros años, pues la mayoría tiene un sistema de amortización francés que hace que al principio en la cuota mensual pagues más intereses que capital.

Amortizar en cuota es recomendable si tienes problemas para pagar la hipoteca mensual. Haciéndolo así consigues rebajar unos euros tu mensualidad, más o menos dependiendo de cuánto dinero amortices. Ante la duda, aquí tienes unos simuladores de hipotecas para hacer cálculos. No olvides tener en cuenta si el banco te cobra comisión por amortizar anticipadamente la hipoteca, lo que suele ser entre el 0,25% y el 0,5%.

Cuando el Euríbor está bajo, como ahora, y quieres sacarle el máximo partido a la pasta que has logrado juntar, lo mejor es amortizar en plazo. Con los intereses tan bajos los depósitos no te dan tanta rentabilidad como pagar el préstamo y encima Hacienda te retiene el 21% de los intereses que te abone el banco.

Y ya no digamos si firmaste el crédito antes de 2013 y te lo puedes desgravar en la Declaración de la Renta. Entonces hasta te pueden salir los intereses de la hipoteca gratis, porque Hacienda te devuelva lo mismo o más que has pagado el año anterior en intereses.

Cuánto dinero te hayan dejado influye bastante a la hora de devolverlo. Según este estudio, más de la mitad de las hipotecas tiene un plazo de amortización de entre 20 y 30 años, a la mitad les prestaron entre el 80% y el 100% de lo que valía la casa, y algo menos de la mitad recibió menos del 80%.

¿Puedo cambiar la hipoteca de banco para ahorrar dinero?

Ahorrar está al alcance de tu mano

Ahorrar está al alcance de tu mano

Si firmaste una de esas hipotecas que se dieron durante los años duros de la crisis seguro que te estarás tirando de los pelos al ver cómo los intereses de las nuevas ofertas llevan más de año y medio en caída libre.

La banca se pelea por captar clientes solventes, a los que ofrece su mejor sonrisa y supuestamente su mejor oferta. Si te dieron una hipoteca durante la época más difícil casi seguro que cualquier entidad te pondrá ojitos, salvo que tu situación haya cambiado mucho desde entonces: pérdida de empleo, bajada de ingresos, historial de impagos…

Pero si mantienes el mismo perfil tienes opciones de subrogar la hipoteca (cambiarla de banco) para ahorrar una pasta al año, ya sea porque sufres una cláusula suelo, porque el banco te cobra comisiones hasta por respirar o porque pagas mucho dinero en productos asociados a la hipoteca: seguros, depósito, plan de pensiones…

El préstamo puede durarte 20 – 30 años, 10- 15 en el mejor de los casos si te lías a amortizar a saco, así que ahorrar 100 pavos al mes o más te puede venir de lujo. Y, aunque cambiar la hipoteca de banco tiene un coste, según sea tu caso quizá te compense hacerlo.

Algunos bancos, que no todos, cobran una comisión del 0,5% del capital pendiente de pago si cambias la hipoteca de entidad en los primeros 5 años o del 0,25% pasada esa fecha. Para saber si es tu caso, lee el contrato de la hipoteca o pregunta a tu banco.

También tienes que contar con un gasto en notaría de unos 500 €, otros 200 € aproximadamente para el Registro de la Propiedad y entre 200 € y 300 € para la tasación del piso. En total no soltarás menos de un 1% del capital que te queda por pagar. O sea 1.000 € por cada 100.000 que debas.

Aquí es donde tienes que calcular, en función de lo que te queda pendiente de pago, si te compensa subrogar la hipoteca. Si por ejemplo te libras del suelo y con eso ahorras más de 100 € al mes, en poco más de un año amortizas la operación y estás ya ahorrando dinero.

Lo mismo ocurre si bajas el diferencial de Euríbor + 3% a Euríbor + 1,5% o si te quitas de encima seguros y planes de pensiones porque el nuevo banco no exige tanta vinculación. Para comparar correctamente cuánto pagarás con tu hipoteca actual y con la que tendrías en otra entidad, debes pedir a ambas que te den un desglose detallado de todos los gastos que te supone tener una hipoteca con ellos, que van más allá de la cuota mensual: hay que incluir los productos asociados y las comisiones.

La banca está que lo tira por conseguir buenos pagadores, así que o bien tu banco te hace una contraoferta interesante para que no te vayas a la competencia, o bien la competencia, aunque ya no paga los gastos de subrogación como era frecuente antes, te recibe con los brazos abiertos si llevas al menos tres años pagando tu actual hipoteca y nunca les has dado ningún problema.

Los jóvenes se pueden quedar fuera del mercado hipotecario

Cuando las barbas de tu vecino veas cortas, pon las tuyas a remojar

Cuando las barbas de tu vecino veas cortas, pon las tuyas a remojar

La fuerte precariedad laboral y el altísimo paro juvenil, que afecta al 40% de los menores de 26 años, hacen prácticamente imposible que una persona menor de 30 se compre una casa.

Con menos de 30 años es dificilísimo ahorrar al menos el 20% de lo que vale un piso, sobre todo si lo haces en solitario. A partir de los 30 es cuando se supone que ya has tenido algo de tiempo para ahorrar y has mejorado algo a nivel laboral, lo suficiente para tener un poco de estabilidad.

Pero eso era antes, cuando las difuntas cajas de ahorros firmaban convenios con las comunidades autónomas para crear un producto casi desaparecido que se llamaba Hipoteca Joven.

En la Hipoteca Joven te daban mejores condiciones que en el resto de préstamos hipotecarios: por lo general menor vinculación y un diferencial más bajo. El requisito fundamental era la edad: ser menor de 30 -35 años y no tener más de 65-70 al finalizar el plazo de pago (30-40 años).

Ahora los jóvenes se las ven y se las desean para encontrar un trabajo, donde exploten lo menos posible y con un sueldo que alcance el mileurismo. Salvo que hereden un piso, la mayoría sólo se puede permitir vivir de alquiler o continuar en casa de sus padres.

Así es difícil que pasados los 30 cumplas el perfil para pedir una hipoteca, también porque ahora los bancos han subido los requisitos de solvencia tela marinera. Es normal porque no se quieren arriesgar. Nadie quiere que vuelva a pasar lo que estalló durante la crisis: hipotecas que no se pueden pagar porque se dieron sin pensar y se firmaron sin pensar qué pasaría si los ingresos bajaban o el trabajo desaparecía.

Las personas entre 30 y 40 años eran antes el perfil soñado por los bancos para pedir una hipoteca, pero tal y como están las cosas, la situación la cambiado. Y si los bancos tampoco son muy partidarios de prestar a gente que pasa de los 40-45 años porque no tienen tanto tiempo de devolver el dinero antes de que se jubilen… Entonces… ¿A quién porras le van a prestar el dinero?

Pues de momento parece que a los que sí tengan muchos ahorros, o grandes avalistas, vayan en pareja, no pidan mucha pasta y tengan buenos sueldos en trabajos estables. En Reino Unido se ha lanzado una normativa para que no se deje dinero a quien supere los 65 años (edad de jubilación) al terminar el plazo de pago. ¿Pasará aquí lo mismo? Si es así, que se despidan de repartirse un suculento pastel hipotecario porque menos gente cumplirá el exigente perfil que manejan.

Novación: negociar para cambiar las condiciones de la hipoteca

Trato hecho

Trato hecho

Como os decía el miércoles pasado una de las formas de ahorrar en la hipoteca es negociar con el banco para cambiar las condiciones. Es trabajoso y a veces complicado.

Durante los primeros años de la crisis era casi imposible, los bancos no querían, pero han abierto oídos y puertas, y te puede resultar ventajoso cambiar alguna premisa en caso de tener malas condiciones firmadas.

Técnicamente, esto de cambiar las condiciones de la hipoteca se llama novación hipotecaria y consiste en firmar un nuevo contrato cambiando una o varias características del préstamo como por ejemplo aumentar o reducir el plazo, rebajar el diferencial, eliminar alguna cláusula (como el suelo), cambiar de tipo de referencia (Euríbor, IRPH), que la contratación de algún producto o seguro deje de ser obligatoria para pagar menos intereses…

La novación hipotecaria cuesta dinero. A fin de cuentas es firmar un nuevo contrato y hay que pasar otra vez por la gestoría, el notario, registro de la propiedad, pago de impuestos, tasación, las gestiones con el banco… Así que éste no pierde oportunidad de cobrarte también por su trabajo, entre un 0% y un 1% de lo que te queda por pagar.

La hipoteca es una atadura a veinte, treinta o cuarenta años vista: interesa rebajar los gastos que supone. Los tiempos cambian y las condiciones de las hipotecas van con los tiempos. Así como hace año y pico era fácil ver diferenciales por encima del 2% e incluso del 3%, ahora la hipoteca que no está en torno al 1,70% es cara y queda fuera de mercado.

Los bancos están dispuestos a negociar con clientes que han demostrado un historial de pagos intachable: sin haber fallado ninguna vez y siempre soltando el dinero con puntualidad británica. También quieren que sean lo suficientemente solventes como para no dar problemas de pago en el futuro.

Juega a tu favor que lleves muchos años como cliente del banco y que tengas allí contratados otros productos como por ejemplo seguro del hogar, depósito, cuenta de ahorro, plan de pensiones…

Si tu banco te da la espalda y se niega a negociar, puedes probar con la competencia. Cambiar la hipoteca de banco se llama subrogación y cuesta algo más de dinero, porque además de lo que ya he comentado algunas entidades cobran una comisión por cancelación anticipada o por subrogación. Antes el banco que te recibía lo hacía con los brazos abiertos y corría con esos gastos.

Eso ya no lo hacen, pero sí que quizás puedas encontrar quien te acepte y puedas así mejorar tu hipoteca y ahorrar en la cuota. Esto no es firmar, olvidarse y pagar. Es firmar y seguir al pie del cañón para intentar pagar menos todos los días de tu vida…

Cómo ahorrar en la hipoteca

Todo suma

Todo suma

Si en la vida es importante ahorrar en todo, imagínate al comprar un piso, que probablemente sea la cosa más gorda y más cara que vayas a tener.

Lo primero es tener dinero ahorrado: cuanto más dinero pidas prestado más caro te saldrá comprar el piso, porque a lo que te preste el banco le tienes que sumar unos bonitos intereses en forma de Euríbor + 2% o lo que oferten los bancos en cada momento.

Lo siguiente es buscar una hipoteca con las mejores condiciones posibles. No es lo mismo Euríbor + 1% que Euríbor + 2%, ni pagar intereses fijos los primeros años que directamente beneficiarte de un Euríbor bajo como el de ahora, ni tampoco firmar tropecientos seguros y productos, que no te interesan y que al final encarecen la hipoteca sólo para bajar el diferencial un poco.

Para hacer todos estos cálculos te puedes ayudar de un simulador como los que tenemos en esta página o en Cálculo de Hipoteca. Y, por supuesto, es fundamental huir de cláusula suelo, clips, swaps y otros productos que no comprendes y que no queda claro si te harán ahorrar o más bien será al contrario.

Superado todo esto, sólo te quedan dos maneras de gastar menos con la hipoteca, tres si compraste el piso antes de 2013 y aún puedes desgravártelo en la Declaración de la Renta.

Una es rezar, poner velitas y hacer rituales del tipo que más te mole para que los tipos de interés estén bajos. Para esto lo mejor es haber aceptado una hipoteca ligada al Euríbor que, aunque está más trucado que una atracción de feria, por el momento es el que ha dejado -en general- las cuotas menos caras.

La otra opción es amortizar hipoteca. Todo lo que puedas y siempre que te compense porque no te cobren mucha comisión. En tiempos de Euríbor bajo, como estos que vivimos, los depósitos no están altos. Los bancos no te ofrecen apenas intereses si les dejas tus ahorros, así que lo mejor es darle un buen pellizco a la deuda.

En otros simuladores de las páginas ya comentadas puedes calcular cuántos intereses ahorrarás por amortizar cierta cantidad de dinero. No es lo mismo amortizar al principio del préstamo que al final, igual que no es lo mismo hacerlo por una cantidad de dinero o por otra. Cuanto antes amortizas más ahorras y cuanto más dinero pagas, menos intereses quedan para el futuro.

Salvo que tengas problemas para pagar tu cuota actual, lo mejor es amortizar en plazo. Te quitas años de pagar además de intereses. Calcula, calcula… Y desmáyate con lo que vas a pagar al final por el piso… Pues lo mismo 150.000 euros de préstamo se convierten en 240.000.

Se acabó ahorrar en la hipoteca

Este mini ahorro en la hipoteca es uno de los últimos regalos que nos hace el Euríbor

Este mini ahorro en la hipoteca es uno de los últimos regalos que nos hace el Euríbor

Como decía Mecano en una de sus últimas canciones… Ese día un día llegaráaaaaa, no será pronto ni taaardeee, cuando no queda cerilla ya, es el dedo lo que ardeeeee…

Pues eso: que tras dos años de alegría tras alegría y descuento tras descuento, ha llegado el día en que el Euríbor deja de abaratar las hipotecas.

Habiendo cerrado enero en el 0,562%, el Euríbor apenas va a bajar las cuotas con revisión anual entre 10 y 12 € al año, lo que implica una ahorro de menos de un euro al mes. Cuánto te bajará la cuota depende de qué condiciones tengas firmadas en la hipoteca (plazo, dinero prestado, etc.).

Y, bueno, al menos baja algo, así que técnicamente no podemos decir que se han agotado toooodas las rebajas en el Euríbor sino que las rebajas gordas ya no existen (bueno, eso desde hace algunos meses) y que lo próximo puede ser una subida, así que aprovecháos de que os quedáis casi como estáis, que visto lo visto no es poco.

Los que tengáis revisión semestral tenéis el caso contrario porque vais a ver cómo os sube la cuota de la hipoteca en menos de un euro al mes, o sea una subida de unos 6 euros como mucho en el próximo semestre.

Para todos los que tienen hipoteca con interés variable ligado al Euríbor es una faena. Nos habíamos acostumbrado a al subidón que nos daba ver las cuotas más baratas con cada revisión, pero todo tiene un principio y un fin, y el fin a tanto ahorro ha llegado.

Tampoco quiere decir que de repente suban las cuotas una barbaridad, pero sí que lo más probable es que dentro un año yo os esté dando la noticia contraria. Es decir, que las hipotecas empiecen a encarecerse.

Los que tienen cláusula suelo estas revisiones con bajada de precio ni las huelen y los que sufren IRPH como índice hipotecario en vez del Euríbor, tampoco. Quienes firmen una hipoteca a lo largo de este año se ven beneficiados, porque cuanto menos bajo está el Euríbor menos altos suelen poner los bancos los diferenciales.

Ayer el Banco Central Europeo decidió que dejaba los tipos de interés como están, o sea en el 0,25%, lo que repercute muy mucho en el Euríbor, aunque cada vez menos y no tanto como debería; de eso os hablaré en breve.

De todas formas, no hay que descartar una bajada del 0,25% al 0%, lo que podría estancar el Euríbor en vez de hacerlo subir ligeramente, como va a ocurrir en los próximos meses, en los que se prevé que se mantenga entre el 0,5% y el 0,6%, llegando como muchísimo al 0,7% a fin de año.