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¿Se puede comprar una casa prefabricada con hipoteca?

Hipotecas para los juanpalomos

Si tienes en mente hacerte con una segunda, o por qué no, primera residencia en forma de casa prefabricada, te estarás preguntando si también puedes pedir una hipoteca como si se tratara de una vivienda convencional.

La respuesta es… ¡¡SIIIII!! Puedes comprarte a plazos una casa prefabricada con una hipoteca, peeero siempre que se pueda ver como un bien inmueble, algo que parece contradictorio porque una de las ventajas de las casas prefabricadas es que te las puedes llevar a otro lugar cuando quieras.

Para que una casa prefabricada se pueda considerar un bien inmueble deben alinearse los planetas de la siguiente manera: que la pongas sobre un terreno urbanizable, tengas permiso del Ayuntamiento y un proyecto con el visto bueno de un Colegio de Arquitectos… Que la ancles al suelo con cimientos sólidos y que la des de alta en el Registro de la Propiedad.

Si no cumples alguno de los requisitos y, por ejemplo, pones la casa en suelo rústico (no urbanizable) y no la registras, se considera un bien mueble y, por tanto, no te darán una hipoteca. Para que te dejen el dinero tendrás que recurrir a un préstamo personal, que tiene intereses mucho más altos y plazos generalmente más cortos que una préstamo hipotecario.

En caso de que te den una hipoteca porque cumplas todos los requisitos, será del tipo autopromotor o autoconstructor. No te dan todo el dinero de golpe sino que lo van soltando según avanzas en los pagos de la obra. Y, por ejemplo, BBVA te deja estar hasta 36 meses sin pagar (lo que se conoce como periodo de carencia).

Este tipo de hipotecas, que también puedes encontrar en el Sabadell, el Santander y su filial online Oficinadirecta.com, suelen dejar hasta el 80% de lo que vale el terreno y el 80% de lo que vale la casa, si la compras entera, o la construcción de la misma, si la encargas desde cero.

Como estas casas tienen precios mucho más bajos que las de toda la vida, si necesitas menos de 50.000 euros lo más probable es que el banco no quiera hablar de hipotecas sino de un préstamo personal. La ventaja es que te quitas papeleo y gastos asociados a la hipoteca, pero la desventaja es que será mucho más caro. Aquí entramos en detalle sobre este tema.

Mientras que en Estados Unidos y Canadá, por ejemplo, es muy frecuente el uso de estas viviendas, en España se reduce a algo residual y minoritario que, sin embargo, va avanzando terreno. Quizá porque es una buena forma de hacerse con una segunda residencia para ponerla en un terreno heredado de la familia, con unas calidades aceptables (se han mejorado muchísimo estas viviendas) y a un precio muy inferior al de una casa de las de toda la vida.

Hipotecas para segunda residencia

Un lugar para perderse

Un lugar para perderse

Dadas las fechas en las que estamos quizá te estés planteando por primera vez, o por enésima, comprar una casa o un piso como segunda residencia para pasar las vacaciones familiares.

Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), mantener una segunda residencia cuesta de media 1.800 € al año. Compensa si quieres pasar cada año las vacaciones en el mismo sitio, se trata de una familia grande que se lo puede permitir y que va a utilizar la vivienda durante más de un mes al año, y siempre que esos 1.800 euros le supongan un ahorro con respecto a las vacaciones en hotel, apartamento o viaje.

Pero… ¿Es posible tener una segunda residencia sin contar con todo el dinero para comprarla? Depende de tu situación. Ya no se dan tantas hipotecas de éstas como antes de la crisis, si bien han vuelto a bastantes bancos, que han endurecido las condiciones y que también ponen requisitos más altos que para comprar una primera vivienda.

Una hipoteca para segunda residencia es como para la primera pero con condiciones más duras y estrictas. Por ejemplo, en vez de financiar hasta el 80% (o el 100% en casos sueltos) de la casa, prestan entre el 50% y el 75%, según la entidad, siendo lo habitual el 70%. Por eso debes tener ahorrado más dinero: un 30% más los gastos de compraventa, que son aproximadamente otro 10-15%.

También miran tu perfil con una lupa más grande. Importa mucho tu antigüedad en el trabajo, que éste sea estable y que tengas/tengáis ingresos altos o, por lo menos, superiores a 2.000 euros. Mirarán si hay otras deudas, como hipoteca para la primera vivienda, coche, préstamo personal, etcétera; en qué medida están pagadas y cuál es el historial de pagos: ante un sólo impago de lo que sea, una hipoteca principal con mucho dinero pendiente de pago o muchas deudas, pueden tirar para atrás el préstamo para la casita de tus sueños.

Otra restricción es el plazo. Si en las hipotecas habitualmente se paga hasta en 30 ó 40 años, en éstas no se suelen alargar más de 20 años. El motivo para tanto miramiento es que, ante una mala situación económica la segunda residencia tiene muchas papeletas de ser lo primero que se deje de pagar, además de que luego al banco le costará más vender el piso embargado porque, generalmente, se encuentra en zona rural o costera.

Entre los bancos que ahora dan hipotecas para segunda residencia están ING Direct, con Euríbor + 0,99% a 35 años, financiando hasta el 75% del inmueble, sin comisiones y con seguro de hogar y vida. Otra es la Hipoteca Freedom + de Mediolanum, a Euríbor + 1,09% durante 30 años, con la misma vinculación y prestando hasta el 70%. Santander deja también hasta el 70% a 25 años a Euríbor + 0,99% desde el tercer año y con mayor vinculación.

La forma de búsqueda debe ser la misma que para cualquier otra hipoteca: mirar y comparar diferentes ofertas, revisar las webs, llamar y visitar oficinas, preparar una retahíla interminable de documentación de todo tipo para que estudien tu caso y te hagan una oferta, para después llevarla de unos bancos a otros intentando que la competencia te mejore lo que ya te ofrecen. Antes de firmar, asegúrate de que tienes todo bien atado siguiendo estos consejos.

Cómo tener segunda residencia sin hipoteca

Hay que tener mucha confianza

Hay que tener mucha confianza para hacerlo

Con esto de la crisis mucha gente ha tenido que cancelar la compra de su segunda residencia o, simplemente, posponerla hasta que la familia tenga más ingresos o se pueda conseguir un préstamo barato.

Ante el tostón que para muchos es veranear con los padres o los suegros, sobre todo si tienes hijos, a falta de casa propia e intentando ahorrar el gasto de hoteles y restaurantes, hay gente que se decanta por el intercambio de casas en verano.

Si no tienes una segunda residencia puedes anunciar tu vivienda habitual en una página de intercambio de casas y ofrecerla durante el tiempo que tú estés ocupando el piso de otras personas durante tus vacaciones.

Esto también sirve y lo usan mucho quienes ya tienen una segunda residencia y quieren amortizarla, para que no esté mucho tiempo cerrada o para que parezca que vive gente y eso ahuyente a los ladrones.

Dos ejemplos de webs son Intervac e IntercambioCasas, que frece más de 65.000 casas en 150 países de los cinco continentes. Es una forma de ver mundo, algo que atrae al 71% de las personas que recurren a esta práctica.

Así te ahorras la hipoteca de una segunda residencia o te permite rentabilizar la que ya tienes. Al no pagar un duro en alojamiento te puedes permitir una estancia más larga y vivir de forma más aproximada a la gente local.

Es una forma de inmersión cultural y también de plantarle cara a la crisis para poder irte de vacaciones a otro precio o más tiempo. El trueque de casas, que parece moderno, es más antiguo que la tos. Nació en 1953 y se ha visto muy impulsado por Internet, que ha sustituido a los tradicionales catálogos con fotos que surgieron tras la idea pionera que tuvieron dos profesores, uno holandés y otro suizo, para intercambiar sus casas en verano y así ahorrar durante unas vacaciones tan largas.

Aunque disfrutar de la vivienda de otra persona es gratuito porque para eso ya cedes la tuya para que viva otro menda, sí que te pueden pedir que cuides los animales o el jardín de la casa donde te alojas. El único gasto asociado podría ser el del intermediario, ya que estas páginas web que ofrecen casas en intercambio en ocasiones son gratuitas pero otras veces cobran entre 45 y 150 € por inscribirte y acceder a sus contenidos.

Al menos te dan alguna garantía de adónde vas y a quién dejas tu casa, porque hay que ser muy valiente para hacerlo, además de tomar precauciones como acordar previamente quién correrá con los gastos de luz, gas y agua, si también se intercambia el coche y quitar cosas de valor o que no quieras que rompan o manchen.

Novedades de hipoteca y vivienda en la Declaración de la Renta

Es el tema estrella

El tema estrella hasta el verano

Como siempre por estas fechas, ya está aquí la cita con Hacienda. Este año, la campaña de la Renta 2014 ha arrancado el 7 de abril y terminará el 30 de junio.

Lo bueno de tener hipoteca es que te la puedes desgravar. Si a lo largo del año pasado te han retenido bastante IRPF y has pagado las cuotas mensuales y/o amortizado anticipadamente, Hacienda te devolverá el 15% de hasta 9.040 €, lo que vienen siendo un máximo de 1.356 €. Si la hipoteca al 50%, la otra persona puede hacer lo mismo.

Todo esto es válido para pisos comprados en País Vasco y Navarra en cualquier fecha o en el resto de España antes del 1 de enero de 2013, siempre y cuando te hayas desgravado dicha hipoteca en años anteriores.

Se ve que hay ganitas de que Hacienda devuelva la pasta porque en las primeras horas se presentaron más de 145.000 declaraciones, un 38% más que el año pasado. Si lo haces por Internet tienes desde ya hasta el 30 de junio. De manera presencial, del 11 de mayo al 30 de junio.

Como novedad, si en 2014 has vendido tu piso tras una ejecución hipotecaria judicial o notarial, o como resultado de una dación en pago al banco, no tendrás que tributar por las ganancias obtenidas. ¡Ufff! Menos mal… Con esto se hace justicia a un tema sangrante: que tengas que deshacerte del piso porque no puedes pagarlo y que encima Hacienda te pidiera dinero como con cualquier otra venta de vivienda, en la que entiende que has tenido una ganancia y por eso te reclama una parte.

Para evitar picardías, Hacienda exige que no tengas otros bienes con los que haber hecho frente a la deuda del piso perdido, y que debieras el dinero a una entidad que legalmente pueda conceder préstamos hipotecarios.

Si el año pasado vendiste un piso comprado entre el 12 de mayo y el 31 de diciembre de 2012, te puedes ahorrar hasta el 50% de los impuestos. Para seguir evitando picardías, Hacienda no cuenta la venta entre miembros o empresas de la misma familia.

Si tienes una segunda residencia también debes rendir cuentas al Fisco. Si la alquilas, tienes que declarar las ganancias anuales. Si está vacía, Hacienda te cobrará un 2% de su valor catastral o un 1,1% si se ha sido revisado después de 1994. ¿Y eso? Porque supone que tienes mayor poder adquisitivo que los que no gozan de otra vivienda en propiedad, y te cobra por ese supuesto rendimiento económico que te da la casa.

Todos sabemos el gustirrinín que da hacer trampas a Hacienda y ahorrarse unos euros, pero ten mucho ojo porque está a la que salta. Han agudizado los controles, al menos de desgravación de hipoteca y de cuenta vivienda, y te obligan a devolver lo que has ganado si no tenías derecho a ello.

La vivienda te puede dar otras alegrías en forma de desgravación, que dependen de dónde residas. Las comunidades autónomas tienen libertad para marcar sus propias desgravaciones, así que infórmate de las novedades que hayan surgido, por si te puedes ahorrar o recibir unos euretes con los que no contabas.

Las hipotecas para segunda residencia, menos accesibles y más caras

Esto es jugar en otra división

Esto es jugar en otra división

Si las hipotecas para la vivienda habitual no están al alcance de cualquiera, imagínate para una segunda residencia. Esto ya no es lo que era antes, cuando una familia de clase media acomodada podía aspirar a la casita en la playa o en la montaña.

Si, por lo general, para la casa en la que vives te piden el oro y el moro en ingresos y vinculación, calcula lo que solicitan para una segunda hipoteca o para la hipoteca de un segundo piso.

Olvídate de que presten el 80%: la mayoría dejan entre el 50% y el 70% de la tasación o del precio que pone el vendedor.

Esto supone tener unos ahorros considerables para no descapitalizarte en la compra:  al menos el 30%-50% de lo que vale el piso (por mucho que las segundas residencias sean a veces más baratas que las primeras) y otro 10% para afrontar los gastos de compraventa (tasación, notario, registro de la propiedad, impuestos, etcétera).

Las hipotecas para segunda residencia son más caras que las otras, que ya es decir, porque a veces te cobran un tipo de interés más alto y te exigen mayor vinculación. Marcan plazos más cortos para devolver el dinero y sólo lo sueltan para los que tienen una buena posición económica y un trabajo estable desde hace mucho tiempo.

Los bancos entienden que si te van mal las cosas, antes que dejar de pagar tu piso, dejas de pagar la hipoteca de la segunda vivienda, que luego es más difícil de colocar en el mercado si te la embargan, porque poca gente se la puede permitir hoy en día, están en zonas de ocio muy concretas y tienen menor demanda que otras viviendas.

Al menos las hipotecas para comprar una segunda vivienda no se han extinguido casi completamente como la Hipoteca Joven, mucho más necesaria a mi entender, pero son más inalcanzables. Por ejemplo: el Santander cobra el mismo tipo de interés (Euríbor + 1,69%), independientemente de que el piso sea primera o segunda residencia, pero si es segunda sólo financia hasta el 70% (no el 80%) a devolver en 25 años (no 30).

Oficinadirecta.com (del Banco Popular) deja hasta el 60% -como Bankinter-, pide ingresos mínimos de 2.500 € al mes y exige domiciliar recibos y nóminas, contratar seguros de hogar y vida, y tarjetas. BBVA llega hasta el 70%.

Al igual que ocurre entre las hipotecas para primera vivienda, ING destaca en su préstamo para segunda residencia, con Euríbor + 1,49%, a devolver en 25 años y con baja vinculación (domiciliar ingresos, y tener seguros de hogar y vida). Presta hasta el 75%.

Las triquiñuelas de los bancos para que compremos sus pisos

¡3x2, 3x2! ¡Llévese un piso de gorra!

¡3x2, 3x2! ¡Llévese un piso de gorra!

El banco de inversión Nomura, que no lo conoce ni su padre, dice que los bancos españoles tienen prestados en total 300.000 millones €, y calcula que tardarán 24 años -¡casi un cuarto de siglo!- en recuperar el dinero que aún no les hemos devuelto.

A estas deudas hay que sumarle el atracón de pisos embargados se han pegao cuando los promotores inmobiliarios y la gente ha dejado de pagar las cuotas porque compraron una vivienda por encima de sus posibilidades reales, sobre todo cuando el Euríbor subió tanto, y porque los bancos no eran todo lo exigentes que sí son ahora.

Según a quien preguntes, los pisos sin vender son desde algo más de 680.000 hasta un millón y medio, la tercera parte de ellos en las costas de Levante, con Castellón como la indiscutible Miss Ladrillo de toda España.

Como los bancos son el problema y la solución al mismo tiempo, aunque se empeñen en vernos a nosotros de la misma manera, han decidido que, ante problemas inquietantes, soluciones a toda costa, para descongestionar los ladrillos que asfixian sus cuentas de resultados.

Con la original y populista campaña Plan, Mi Pueblo, la Caixa intenta engatusarnos para colocarnos un piso en el pueblo, en la montaña o donde veraneábamos cuando éramos pequeños. Saca a la palestra 1.300 pisos, que ofrece financiar si cumplimos sus exigentes requisitos. Cuestan a partir de 60.000 € y está dispuesta a escuchar ofertas. A duras penas podemos pagar el piso como para pensar en una segunda residencia…

Papá Botín del Santander, que tampoco sabe ya por qué orificio meterse los pisos, ha rebajado un 15% los que tiene a la venta, mientras el banco de su hija Patricia, Banesto, ha sacado a la venta en casaktua.com 1.200 pisos con un precio medio de 90.000 €, que pueden salir por 300 € al mes y, dicen, con descuentos que llegan al 70%.

El BBVA dice que no tiene ningún interés en quedarse con los pisos, pero tampoco veo yo mucho de su parte para dar hipotecas, como no lo veo en apenas ningún otro. Si nosotros casi se los hemos regalado a ellos, deberían hacer lo mismo ellos ahora por nosotros.

Se ve que la banca está muy preocupada por la vivienda en España -por la suya, claro-, lo cual choca con lo poco que, según el último sondeo del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) realizado en mayo, nos quita el sueño.

La vivienda, que en otros tiempos nos preocupaba igual o más que el terrorismo, ha caído hasta la undécima posición, preocupando en primer lugar solamente al 4% de los españoles. Comprensible si lo que más nos angustia al 81,4% es tener trabajo, paso previo y fundamental para dar una entrada y pagar después el piso. Lo que no alcanzo a comprender son los nueve temas que se cuelan entre el paro y los pisos. ¿Los 10 mejores peinados, fútbol, hoteles con encanto?

¿Y dónde habrán hecho para la encuesta? ¿En los barrios pijos la de los pisos y en la cola del INEM la del trabajo?