Hipotecarse con Bankinter: ¿misión posible?

Que San Pancracio reparta suerte a quien esté tramitando una hipoteca

Que San Pancracio reparta suerte a quien esté solicitando una hipoteca

Bankinter se ha cargado la sonrisa de la competencia con una hipoteca que dice ser más revolucionaria que el Che, que tras un primer año con una cuota fija del 2,25%, te ofrece Euríbor + 0,35% para el resto de la vida. ¿Siiiii? Eso parece.

Hasta que se demuestre lo contrario, a cambio de domiciliar la nómina y contratar seguros de hogar y vida, conceden préstamos a 40 años a personas menores de 35 y a personas mayores de esa edad durante 35 años. Un detalle si tenemos en cuenta que hasta ahora esto solo lo conseguías al firmar una hipoteca joven.

No hay comisión por apertura, cancelación ni amortización anticipada peeeeeero hay un pequeño detalle: solamente financian hasta el 80% de casas que se tasen como mínimo en 300.000 euros.

Luego, para seguir presumiendo de banco pionero en el mundillo online, ponen a tu disposición un cibertutor, simuladores y seguimiento mediante la web y sms. Madre mía, no puedo con tanta modernidad.

La Caixa y el Banco Pastor, entre otros, ya intentaron aprovechar el malestar generalizado por el espectacular cierre del grifo del que gotea el crédito hipotecario con cuentagotas, con la que anunciaban como hipoteca rompesuelo pero los hipotecados no somos tontos y queremos algo más que un tío puesto del revés en los carteles de las sucursales bancarias.

A buenas horas mangas verdes. ¿Y los que ya han contratado con la cláusula suelo qué hacen ahora? No creo que ninguna entidad nos quite el suelo para poner a nuestros pies una alfombra roja estilo gala de los Oscar, pero si lo hicieran sería porque debajo de la alfombra hay mucha guarrería y un foso con cocodrilos, tigres, leones, tiburones y osos hambrientos de nuestro dinero.

Preguntaré en Bankinter a ver si esto reluce porque es oro de verdad o del que trajo el moro cuando fue a Cuba a por tabaco. A quien se le haya ocurrido ha sido muy listo, lo que no sé es por qué no hay más entidades que estén sacando hipotecas rompedoras de verdad, buenas de verdad y que se concedan de verdad y no sólo en los sueños de la gente.

Parece que de momento este gol de Bankinter nos cuela, espero que solo se quede en gol y no en golpe porque ya es sabido que cuando los bancos lanzan un producto es porque preven un cambio de situación y se preparan para seguir ganando dinero.

Habrá que leerse hasta el más mínimo caracter impreso en liliputiense, preguntar todo ochenta veces y ponerle una miajita de perejil a San Pancracio, o mejor a San Judas, patrón de los imposibles, porque todavía no me creo que pedir una hipoteca y que te la den sea posible en estos tiempos. ¿Será por eso que Tom Cruise está preparando Misión Imposible IV?

Vivir sin el agua al cuello

Para qué amarrarte a un banco pudiéndote amarrar a un puerto

Para qué amarrarte a un banco pudiéndote amarrar a un puerto y con menos ataduras financieras

Abrir la semana diciendo que el mercado de la vivienda hace aguas porque cada vez hay más morosos y el precio de las casas sigue un 20% por encima de su valor real, aunque haya bajado otro poquitín en febrero, no es ni muy nuevo ni muy informativo.

Pero… ¿Y si te digo que hay gente que se ha liado la manta a la cabeza y se ha ido a vivir a un barco? ¿Qué te parece? Por el módico precio de 50.000 € a 70.000 €, que en Vitigudino de Abajo sólo te da para la caseta del perro, te compras una estupenda barcaza y cambias el amarre al banco por el amarre al puerto, que puede costar de 400 a 800 euros.

O sea, como un alquiler o una hipoteca pero incluyendo agua, luz, derecho a ducha y parking para el coche, y sin tener que realizar operaciones online, esclavizar la nómina, contratar hasta el seguro de la iguana con ellos o que tu padre te avale con la garrota porque tras avalar a tu hermano ya no le queda mucho más que ofrecerte.

De momento los que más se embarcan en este tipo de vida son guiris (ingleses, canadienses, holandeses… Ya se sabe, siempre a años luz de la galaxia hispánica) pero también hay algún español despistao que, no pudiendo vivir sin tener barco y casa a la vez,  se ha instalado en el Puerto de Barcelona porque el metro cúbico de agua está más barato que el metro cuadrado de suelo.

A grandes males, grandes remedios y con tal de fumarse un par de comodidades, aunque parece que se hayan fumado alguna cosita de esas que son legales en Amsterdam -donde la vida a bordo también es más frecuente que aquí- hay quien no se piensa dos veces lo de hacer de Jack Sparrow con menos mariposeo y más garra.

Sin setas ni porritos, esta gente ha decidido libremente ganar sueño y ahorrarse pesadillas, perder comodidad a costa de ganar libertad y ganar independencia económica ahorrándose la hipoteca y demás ataduras abusivas del banco.

Los nuevos Colón, Vasco de Gama y Marco Polo destacan que su barco-apartamento es seguro y está en el centro de la ciudad. Si necesitan que la vecina les dé un poquito de sal o le eche un ojo a los niños mientras están fuera, basta con pasarse por la barquita de al lado y decir: “Mari, que salgo un momentito, vigílame a los chiquets“, y todos tan contentos. Vamos, como en un barrio cualquiera. Si luego pasas de que tu vecina sea como tu hermana a odiarla a muerte, te cambias de amarre y listo.

Otra ventaja es que te puedes ir de vacaciones en tu propia casa, como el caracol pero con más estilo. El barco debes pintarlo cada año y pagar un seguro (en un piso en tierra también) y encima te puedes permitir el exotismo de tener una gaviota como animal de compañía en lugar de un canario y, en vez de perro guardián, puedes tener un tiburón de sonrisa tan amplia como la de Julia Roberts.

Aunque tenga sus peguillas, esta idea me ha hecho soñar y sentirme un poco más romántica, bohemia y aventurera. Estoy pensando en dejar de ser espía y lanzarme a la mar para ser capitana de barco o pirata, según me dé, esperando que algún día declaren Patrimonio de la Humanidad mi casita flotante como versión acuática de las colgantes de Cuenca.  Suena bien, ¿eh?

De feria en feria y compro porque me toca

Abre el tapete y tira los dados, a lo mejor caes en la casilla de compra de vivienda

Te propongo un plan para este finde: abre el tapete y tira los dados, a lo mejor caes en la casilla de compra de vivienda

Algunos, que lo sé yo de buena tinta, están deseando comprar un piso y otros, que lo sé yo de la misma tinta, venderlo. Tal vez por eso, con estas lluvias de crisis torrencial que nos ahogan hasta los pensamientos más optimistas, las ferias inmobiliarias surgen como champiñones.

Solamente en la Comunidad de Madrid hay siete ferias previstas entre febrero y mayo. En Cartagena están que lo tiran, en Valencia ya se plantean hacer una cada mes, en la Costa del Sol casi te los regalan, en Cataluña se esfuerzan por rebajar aunque sea una pela… ¡Hasta en Alcalá de Henares tendrán un rastrillo inmobiliario! Si Cervantes levantara la cabeza…

Una cosa es hacer alguna que otra feria con casitas para menear un poco este mercado más parado que una rueda con aristas y otra cosa muy distinta, atiborrar a los ciudadanos con ofertas de todo tipo, que sólo sirven para entretenerlos un fin de semana (siempre es más barato ir a dar un voltio a uno deestos  saraos, donde además se está calentito, que ir al teatro) y para ponerles los dientes largos.

Por mucho que nos metan los outlet residenciales por los ojos, si los bancos no aceptan nuestra propuesta matrimonial negándonos la pasta, no hay rebajita que nos incentive la compra.

El ocio del españolito medio está cambiando: al llegar el viernes desempolva el tapete de trilero que le regaló el banco al esclavizar la nómina, un tapete de segunda mano que el banco usaba para explicarle la hipoteca cuando iba a preguntar por ella, echa los dados y decide a qué feria le toca ir ese finde.

De feria en feria y tiro porque me toca. Cuidado con quedar arrastrado por la corriente de los swaps, las cláusulas abusivas, los seguros y las tarjetas de crédito porque para evitar eso no hace falta seguir las predicciones que hacía Paco Montesdeoca: basta con leer la letra pequeña.

Este Juego del Aocado es nueva variante del ahorcado y su paso previo, porque consiste en ir de puesto en puesto a ver: primero dónde te dan la hipoteca y luego ya si hay alguna casa que te guste. Antes era al revés pero ahora los bancos piensan que más vale prevenir que desahuciar.

Antes de ir de feria en feria asegúrate que has ido de banco en banco, mirando bien las casillas en las que pisas porque algunos te harán retroceder, otros te meterán en su pozo de ambición o su cárcel de contratos y otros creerás que sólo te ofrecen la muerte de tus ahorros.

Aunque a veces más que jugar a la oca me da la sensación de que nos tienen marcando el paso de la oca al son que marcan sus beneficios. Hasta el Capitán Spock se ha dado cuenta de que si los bancos, las Administraciones, los promotores y la madre que parió a Panete no se ponen de acuerdo y siguen bailando con el pie cambiado, ni se venden los pisos ni los compramos.

Si de todas maneras quieres ir primero a las ferias, mira en Google Maps dónde tienes la más cercana y aprovecha para hacerles creer que estás interesado, fingiendo que vas a comprar, y luego hacerles un corte de mangas porque realmente no te interesa, igual que nos hacen cuando vamos a preguntar por las hipotecas. Que prueben un poco de su propia medicina, ¿no?

Nuevos aires para la vivienda

¿Sabías que un pasatiempo de Elena Salgado es rehabilitar burbujas con casas dentro?

¿Sabías que el pasatiempo favorito de Elena Salgado es rehabilitar burbujas con casas dentro?

Dicen en los mentideros (por algo se llamarán así) que esa sex symbol de la Economía Insostenible llamada Elena Salgado, que ya sedujo a los londinenses con un discurso sobre la presunta solvencia de nuestro amado país, está ahora sopla que te sopla como Vulcano en su fragua a ver si reinfla la burbuja inmobiliaria fomentando la rehabilitación de viviendas y unas cuantas gaitas más que se ha afanado en cortar y pegar en un documento que presenta hoy al Congreso para que lo aprueben cuando los sapos bailen flamenco.

¡Soooplaaa! Semejante desfachatez, que ya osan llamar ‘Plan Salgado’ (¿quién dijo que el Gobierno tiene algún plan?), sólo se le ocurre a una mujer de un partido que siempre ha parecido del contrario (al menos estoy convencida de que comparte peluquero con la mejor amiga de Gallardón, sí, la Espe) y que con tal de hacer algo para acallar las insoportables voces de su cabeza, ha tomado el camino más fácil.

Ya que su Pepito Grillo está de vacaciones y que los gritos que más oye ahora son los de los pisos invendidos e invendibles (pesando más los nuevos que los de segundo morro), los promotores y los constructores desesperados, se ha ajustado el sonotone en esa frecuencia y ha puesto los pulmones a producir en dirección al escuchimizado ladrillo que ha perdido todo el color y el lustre de los tiempos en que los carteles de Se Vende no llegaban a decolorarse en vallas ni portales.

No dudo de la noble intención de reestructurar este ladrillo de sector que ensombrece a unos y entorpece a otros, cargándose nuestros ahorros y la posibilidad de que económicamente seamos alguna vez libres como lo fueron nuestros padres. Pero sí dudo de que esta medida solucione realmente el problema porque se tratará de emplear a los mismos que deberían recolocarse en otra parte y no en tareas similares a las que inflaron el globo que nos elevó ficticiamente y que, al pincharse, nos ha propiciado una toña de las que hacen historia, sumiéndonos en un letargo de crisis más profundo que el de la Bella Durmiente.

Vuelven a soplar los mismos vientos en torno al mercadillo inmobiliario pero nos intentan hacer ver que en lugar de venir del Norte llegan del Sur, que siempre es más progre. Esta seductora de voz tranquila e ideas pobres se ha lanzado a la aventura de presentar en solitario un nuevo single llamado “documento para salir de la crisis” que, además de guardar las apariencias para que parezca que el Gobierno está haciendo algo, anuncia crédito hasta 200.000 euros para las pymes solventes y facilidades para la creación de empresas.

Ministrix se ha empeñado en poner un parche de cuero a la burbuja y reinflarla con otra boquilla. Bien cierto es que de los 4.130.625 parados que con mucho trabajo reconoce el Ministerio (más de 4.5 millones si contamos a los que camuflan con cursos y vainas varias), nuestra sex symbol de las eurrupias reconoce que un millón son de la construcción y que tienen la reubicación laboral más difícil que ella cuando nos prive de su presencia en tan altos vuelos.

Yo sólo sé que con medidas como ésta el ladrillo se puede volver a poner tan bolindri que ni la operación bikini que siguen los famosos conseguirá adelgazarlo de aquí al verano. Menos mal que el PP, al menos de boquilla, quiere chapar la casa de corredores que tenemos por Ministerio de Vivienda y ahorrar un poco.

No sé vosotros pero yo estoy cansada de tanto bla, bla, bla (cuando se es espía mucho más porque tengo veintemil aparatitos electrónicos para enterarme de ) y quiero más hechos y menos palabras, que se luego se las lleva el viento en direcciones que no interesan. ¡Cuidado con los vendavales esta semana!

Cuesta abajo y sin frenos

Todo lo que sube baja y todo lo que baja subirá algún día

Todo lo que sube baja y todo lo que baja subirá algún día

El Euríbor está hecho un plusmarquista y en su carrera a la baja no lo pilla ni Usain Bolt montado en el trineo más rápido del mundo.

El índice del que dependen casi todas nuestras hipotecas acaba de marcar un nuevo mínimo histórico al cerrar provisionalmente este raquítico mes de febrero en 1,225%.

Ya son tantos los récords que ha marcado que perdí la cuenta cuando Escarlata O’Hara dijo que no volvería a pasar hambre… Y creo que desde entonces ha perdido ya dos tallas de corsé.

Qué guay para los hipotecados a los que les toca revisión, que verán cómo los intereses que le chupa el banco bajan de media uno 800 euros al año, pero qué mal para estos vampiros porque siguen sin poder sangrarnos tanto como están mal acostumbrados a hacerlo.

El capitalismo es como la salsa: meneo por aquí, meneo por allá, nadie para de moverse, unos se juntan con otros por conveniencia, a veces el ajetreo nos tiene a todos al alza y otras nos lleva a todos a la baja.

¿Adivináis en qué fase estamos? Por favor, si alguien lo sabe, que llame a la Moncloa y con paciencia y tesón explique a ZP y Salgado en qué capítulo de Barrio Sésamo hablaban de ello. Del sentido común para ver las cosas, reconocerlo y actuar en consecuencia, quiero decir.

Tanto cuando el baile es por arriba como cuando es por abajo, los movimientos son contagiosos porque, como todos se miran de reojo unos a otros, cuando unos suben otros también y cuando unos bajan, otros también. Todo está interrelacionado. El problema es que ahora todos los colegas europeos, con permiso de la tragedia griega, están subiendo y nosotros seguimos estancados y empeñados en perrear el son latino.

El despegue que debería ser lento pero seguro nos está costando más que subir la montañeta con el funicular estropeado. Ni que decir tiene que en esta pista de baile nuestro Gobierno tiene el todadiscos desafinado, la DJ de Economía Sostenible sabe demasiado de pinchazos y no sé cómo nos las apañamos para que siempre nos toque bailar con la más fea. Y que conste que no lo digo pensando en nuestra vicepresidenta.

El Banco Central Europeo (BCE) no tiene tanta flexibilidad como Ricky Martín ni tanto aguante en pista como Chayanne, así que de un día para otro nos empezará a cambiar el ritmo del juego y no estaremos preparados. Porque la escalada inversa del Euríbor tendrá fin, como todos los cuentos de princesas, pero el nuestro sabe más a rana rancia y a bruja quemada que a despegue económico como Dios manda.

Es una pena que cada vez menos gente se pueda beneficiar de la bajada del Euríbor, momento único que nostálgicamente recordaremos en los siglos venideros, porque el número de hipotecas contraídas en España ha bajado un 22%. ¡Juaska!

Deberíamos echarnos a la mar, como Colón, para aprender de un bailaor que tiene un buen par de ideas a la semana. Mientras a nosotros nos echan la soga al cuello a otros les echan flotadores para evitar que aumente el número de desahucios en Estados Unidos.

Prometo premiar a quién sepa ver las siete diferencias. El premio, claro está, es por conseguir ver sólo siete.

¡Feliz semana, espías!

Pedid y ya veremos si se os dará

El pedigüeñeo, digo, la política social está a la orden del día

El pedigüeñeo, digo, la política social está a la orden del día, pero sólo para lo que conviene

En este país de escasez económica, pedigüeñeo incesante y manga ancha para los subsidios, la ocasión la pintan calva para pedir y reclamar. Teóricamente sí; en realidad depende de lo que pidas y quién seas.

Aferrada a esta probabilidad y con unas gotitas del elixir Ley de Murphy, la Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros, también conocida como Adicae, ha hecho turismo en el Congreso para pedir que se legisle contra las cláusulas suelo que tanto nos traen por la calle Amargura.

Su portavoz, Manuel Pardos, ha pedido a todos los partidos politícos que dejen de tratarnos como ídem y que, para no esperar tanto como la OCU, cuya demanda contra cláusulas bancarias abusivas de 2003 se ha visto respaldada ahora por el Tribunal Supremo, atajen por el camino de aprobar una disposición adicional a la Ley de Consumidores y Usuarios, que te juro que existe aunque muchos llamados y pocos elegidos la hayan visto.

Adicae dice que son 49 las cajas y bancos que nos obligan a firmar esta guarrería de cláusulas. Pensaban que eran 22 pero cuando las denunciaron la semana pasada, 5.000 personas les chivaron que había muchas más de las que sospechaban. ¡Ándale, ándale! Y yo con la calculadora rota.

Esta asociación pide la devolución del dinero que se ha estafado a 1.700.000 personas haciendo quedar a Cruella de Vil como un híbrido entre Blancanieves y la Cenicienta. En algunos casos son 6.000 euros al año y en otros 1.200 euros, siendo 2.000 euros la cantidad media. Adicae pide que se devuelva en las hipotecas firmadas desde enero de 2007 aunque se permiten regalarnos el derecho a reclamar si las hemos firmado antes.

Su petición al Congreso es más que razonable pero ya sabéis que, aunque lo parezca, no es Caperucita Roja quien tiene la mayoría parlamentaria y que todo lo que se aprueba debe ser por mayoría. Así que, aunque sea un cambio muy necesario por justicia e incluso para salir de la crisis, dudo mucho que los políticos se decanten por morder la mano que les da financiación, que para colmo y recochineo de los presentes le perdona.

La construcción llora y se le da, la automoción llora y se le da, el turismo llora y se le da, pero los ciudadanos lloramos, pedimos abolir cláusulas  injustas, escondidas, sibilinas y abusonas, y como mucho se nos da de lado, por no terminar la frase de otra manera que a estas horas hay menores delante.

El Gobierno no tiene una caja mágica de la que sacar más pasta; Madrid sí pero, tras el Tengo una Cabezonada, ya no sabe qué hacer con ella. Sólo nos tiene a nosotros y no nos multiplica los panes y los peces sino que nos sube el IVA con que pagarlos y con el que tapar el agujero negro de la deuda pública, que traga el doble de lo que ingresa. Se nos viene encima un desastre de proporciones bíblicas del que no nos sacará ni Noe Durao Barroso con un arca pirateada de bandera azul con estrellitas amarillas.

Adicae anuncia movilizaciones. Espero que hagan ruido de verdad, no como otros que pasan de puntillas a recoger millonarias subvenciones y sólo sacan la pancarta cuando se les insinúa trabajar hasta los 67. El otro día vi un rally que ganó el muñeco de Michelín y se movía más rápido. Que Dios nos pille confesados. Amén, espías.

Cien años de perdón

Los timos son como los pimientos de Padrón: unos cuelan y otros non.

Los timos son como los pimientos de Padrón: unos cuelan y otros non.

¿Crees que los bancos son los únicos que nos roban? ¿Los únicos que nos estafan? Nooooooo. ¡También se la intentan pegar a ellos! Jia, jia, jia. Resulta que cuatro intrépidos, los cuatro fantásticos de la picaresca nacional, han intendado estafar 10 millones de euros en la solicitud de hipotecas a cuatro entidades. Como diría Tico, el ratón pequeñín de Willy Fog: ole, ole y ole (así, sin tilde, que es como lo decía él y tiene más gracia).

Estos simpáticos concursantes de Quieres ser millonario apostaron por llevarse 0.5, 1.4, 2.4 y 5.7 millones de euros, lo que suma un total de dieezzz milloneeees de eeeeeeruuuuuurooooooos. Mejor no traduzco cuántos kilos de pesetas son porque, además de que sería algo retro, sonaría más indecente que la peliculera proposición que Demi Moore recibió de Robert Redford.

Apuesto mis anteojos de espía a que Clint Eastwood ya está comprando los derechos de la historia para hacer una película que se lleve el Joya al mejor guión de donde las dan las toman y la Troncha de Plata a la revancha más merecida.

Trajeados y estupendos, disfrazados de gente respetable y con más cara que espalda, los cuatro magníficos pedían cuantiosas hipotecas y presentaban como aval una inexistente finca de 45.000 metros cuadrados en Aravaca (Madriz). Acudían a cada entidad a lomos de un corcel de alta gama, con escrituras notariales falsificadas e informes de tasación emitidos por peritos judiciales inmobiliarios. Así fue cómo los pilló la Policía a la salida de la cuarta entidad, que si no… ¡Consuman una estafa que se caen los cármenes!

Su condena y la rapidez con que se celebrará el juicio y se proclamará la sentencia me intrigan más que el desenlace de Perdidos. A Isla Desierta, capital de Paraíso Fiscal, les hubiera gustado llevarse la pasta pero va a ser que no porque los bancos pedirán un poquito de por favor. Eso pedimos nosotros antes las cláusulas abusivas pero debemos de tener el megáfono estropeado.

Es curioso que les caerá mucha mayor pena por robar a una panda de mariachis forrados que la que le debería caer a estos cantamañanas por convertir nuestros jornales de currantes en mañanitas tristes con ruido de bolsillos desafinados sin un céntimo. Y es que los que tenemos hipoteca somos como un híbrido entre la Legión y los Picoletos: los bancos nos ponen los cuernos y todavía queremos ser sus novios de la muerte bajo el lema Todo por la tapia.

La condena les caerá porque han tenido glamour pero no un puntito de Robin Hood. Se lo querían robar de la paga semanal a los ricachones de los consejos de desadministración para quedárselo ellos en lugar de repartirlo entre todos nosotros, esos hipotecados cabreados y resignados a entregar el sudor de la frente (eso sí, intentando que a los bancos les huela un poco a sobaquillo) en los nada interesantes intereses que pagamos cada mes en la cuota de la hipoteca.

Son unos ladrones, son unos sinvergüenzas, la Policía está en su obligación de deternerlos y la Justicia de enchironarlos, pero no me digáis que no os han entrado ganas de darles un aplauso según habéis leído la noticia. ¿A que sí? Yo debo confesar que estoy un poco orgullosa de ellos porque quien roba a un ladrón tiene cien años de perdón.

Estaquita a los vampiros financieros

Los venelables bancos, que saben igual por viejos que por diablos, se mondan los dientes y de risa con la sentencia del Supremo

Los venelables bancos, que saben igual por viejos que por diablos, se mondan los dientes y de risa con la sentencia del Supremo

El Tribunal Supremo le ha clavado una estaquita (ya veremos si estacazo) a los vampiros financieros. Ya era hora, ¿no? Parece que ha llegado el momento de que al dios supremo del capitalismo le pegue un tirón de orejas de parte del consumidor el dios supremo de la Justicia, que según el último expediente X no clasificado por Mulder y Scally parece que existe.

El Alto Tribunal ha ordenado que 13 odiosas, abusivas, confusas e ilícitas cláusulas de los contratos hipotecarios y las tarjetas no puedan estipularse nunca más y que dejen de ser válidas incluso en los acuerdos ya firmados.

Parece que ha llegado el momento de quejarse, que nos escuchen y nos hagan caso, algo a lo que los sufridores mileuristas estamos tan acostumbrados como las entidades financieras a recibir inyecciones de humildad. Todo ha sido gracias a la paciencia de la Organización de Consumidores y Usuarios, más conocida como OCU, que en 2005 denunció las cláusulas de entidades como BBVA, Caja Madrid, el Banco Santander y Bankinter, y que ahora está más contenta que unas castañuelas con el resultado de este partido a muchos sets.

Que el tribunal de los tribunales haya dicho que ya podemos alquilar una casa hipotecada o que debemos enterarnos si nuestro banco cede la hipoteca a otra entidad hace pupita a los banqueros millonetis pero no deja de ser como disparar un balín de fogueo a un gigantón o como dar una patada a una estatua: conseguiremos que sangre un poquitín, cicatrizando a los cinco minutos, o que se le quede una muesca en su imponente estética fría y calculadora.

Para los gordinflas que manejan nuestro money es como un arañazo en su descapotable: les molesta pero tienen suficiente pasta para arreglarlo y para sacarse de la manga una alternativa a esa sentencia. Sí, se ha sentado un precedente histórico pero decidme cuánto creéis que tardarán los damnificados (oh, pobrecillos) en sacarse de la chistera una nueva cláusula sin chiste que sólo reirán ellos.

Ya nos gustaría mandar al cuerno de la luna la hipoteca y los botines que nos meten chinas en los zapatines. Hasta que no lo hagamos, y de momento no podemos ni en nuestros mejores sueños ni en sus peores pesadillas, esta estupenda sentencia es un gran beneficio para los hipotecados pero solo un pequeño daño para los bancos.

El grandullón de la clase les ha atacado con un palillo y nosotros tenemos ganas de que sea la espada láser de Obi-Wan. Las entidades financieras tienen protectores más poderosos de lo que nunca llegarán a ser sus detractores que, por cierto, han dicho por boca de Adicae (Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros) que en Extremadura el 90% de las hipotecas tienen cláusulas abusivas. Y si las hay en este duro extremo del país, me juego mis walkie-takie de espía a que las hay en todos los demás; si no ¿por qué esta misma asociación ha denunciado a 22 entidades por impedir la bajada d elas hipotecas?

Otra buena noticia es que también nos quedamos un poco menos en cueros cuando nos roban la tarjeta y los cacos se dedican a pindonear en lujosos restaurantes, tiendas de electrodomésticos caros, gasolineras y joyerías a costa del sudor de nuestra frente.

Si nos roban el dinero de plástico (ya podría ser de plastilina y así lo estirábamos todos los meses), el Tribunal Supremo ha dicho que las entidades financieras tienen su parte de culpa y que no podrán negarnos pan y jamón aunque solo pidamos un vaso de agua. Argo es argo. Aunque ya se las apañarán para seguir moneándonos, esto es un comienzo. ¡Feliz comienzo de semana, espías!

Consuelo para las hipotecas con suelo

Frías y estáticas, las entidades financieras nos pisan como a una colilla contra el suelo de las hipotecas

Frías y estáticas, las entidades financieras nos pisan como a una colilla contra el suelo de las hipotecas

Mi madre siempre dice que el que no se consuela es porque no quiere, así que en un derroche de optimismo con algo de fe e ingenuidad a partes iguales, quienes tengáis una hipoteca con suelo podréis encontrar consuelo en la iniciativa que Izquierda Unida (IU) ha planteado, como tantas otras que plantea y todo el mundo ignora, en el Congreso de los Pudientados.

En un alarde de solidaridad, este partido se ha hecho eco de las reivindicaciones, ni de lejos tan históricas como la de que resuciten a Chanquete, de FACUA y la OCU para que se haga cumplir una de esas leyes de nombre largo, aplicación corta y conocimiento escaso.

Para los interesados en conocer el nombre completo, y que conste que aviso de que os tiraréis del bigote al ver que existe y saber que muchas empresas se la pasan por el arco del triunfo, es la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios (Real Decreto Legislativo 1/2007 de 16 de noviembre), que entre otras causas nobles (y a veces tristemente perdidas) defiende que los que saben no nos la metan doblada con cláusulas abusivas, sin vaselina, sin preaviso, sin anestesia, sin consideración y sin conciencia. Toma ya.

Los malos de la película vuelven a ser los bancos y las cajas, que con la tipografía Liliput 2.0 escriben en más del 50% de los préstamos hipotecarios que si el Euríbor baja de equis cifra, te aguantas y sigues pagando un mínimo que llaman suelo.

Lo mismo ocurre con el techo si sube el Euríbor por encima de equis cifra pero ahhhhhhh, de eso nadie se queja. Solo se quejan del suelo y solo ahora que a miles de familias les están vaciando los bolsillos con los más de 2.000 euros al año que podrían ahorrarse de no tener la clausulita. Solo ahola que están en clausula pol tenel esa cláusula, que según la hipoteca oscila entre el 1,25% y el 4,95%. ¡Toma ya! II parte.

Sabido es que en este país de récord de bares por kilometro cuadrado na más que nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena. Y por eso IU, que tiene la licencia de abogado de pleitos probes, da ahora el Cayo. Y por eso estas dos asociaciones, que con el político de turno forman un trío de ases del pedigüeñeo mediático más inquietante que la cara de Chucky, se quejan ahora. Será en lo único que estén de acuerdo porque la OCU y FACUA siempre andan entre sí a la gresca.

¿Creéis que alguien les hará caso? Las cláusulas aparecen como por arte de magia y birlibirloque pero no desaparecen ni con el quitamanchas que anuncian en la tele.

El Homo Hipotecatus es una nueva especie humana creada al calor de la burbuja inmobiliaria (o antes, es difícil precisar sin la prueba del algodón) que ha nacido para tragar y molar más que los sufridores del Un, Dos, Tres.

En cambio, el Topamí Cajeris y el Teloquitoíto Banqueriensis son dos especies nacidas para absorber nuestros ahorros sin compasión mientras maniatan al Gobierno a base de préstamos y alguna condonación de vez en cuando. El otro día vi un reportaje en el National Geographic en el que decían que estos depredadores no se apiadan ni aunque despliegues tus encantos bajo apariencia de ancianita entrañable.

Antes que retirar la cláusula o explicarnos qué firmamos, Papá Noel se casará con la Bruja Piruja. Sí, sí, ya veo los titulares: Gordito simpático contrae nupcias con rica heredera. ¿O no?

El panorama de la cláusula suelo es desolador, de caerse al suelo sin  encontrar consuelo, de estar asolado, desolado… Con el alma hecha un solar en la suela de un zapato.

Sí, quiero (hipotecarme contigo)

Rato, Botín y sus colegas decidiendo si te conceden hipoteca para la casa de tus sueños o si te los rompen en mil pedazos

Rato, Botín y sus hadas colegas decidiendo si te otorgan hipoteca para la casa de tus sueños o si te los rompen en mil pedazos

Todavía con resaca de San Ballantine’s, más por el machaqueo comercial de la fecha que por otra cosa, afrontamos el ecuador de la semana laboral con un reciente espionaje: por primera vez en dos años y medio crece el número de hipotecas concedidas por entidades financieras.

¡Ah, sí! ¿En serio? Y yo que pensaba que Mecano se volvería a juntar (para dejarnos tirados tras el recopilatorio, como siempre) y que la NASA llegaría a Marte antes de escuchar esta noticia… Ah, no, quita, si la NASA también ha reducido sus Avatares por la crisis. El nuevo eslogan de Obama es a los marcianitos se juega en casa y no en la NASA.

Al terminar el pasado mes de noviembre, se dice que se habían concedido la jartá de 52.043 préstamos hipotecarios otorgados por bancos y cajas. Y nótese que digo otorgados porque una hipoteca ya no es una concesión sino un don del que sólo disfrutan unos pocos elegidos.

La cifra es presuntamente buena. Y nótese que digo presunta porque la hipoteca ya no es segura sino presunta y supuesta mientras el embargo no demuestre lo contrario.

Por eso y por todo lo que nos acontece hipotecariamente en esta crisis, perdón quiero decir recesión (por si hay algún tiburón que me está leyendo y se le reseca la gomina), es más indecente que de costumbre toparse de bruces con que Kaká se compra una vivienda de más de 7 millones de euros.

Partiendo de la base de que el periodismo deportivo siempre me ha parecido prensa rosa para hombres, ¿qué nos importa ande viven este chorvo y sus congéneres? Además, para mayor recochineo te dicen que le ha costado 7,2 millones de euros, cuando la mayoría de gente tiene un sueldo con el que sólo puede aspirar a comprarse 7,2 millones de kakas.

O sea que bendito tú eres entre todos los pringados si el año pasado te dieron una hipoteca, porque los avistamientos de créditos son más inusuales que los de neuronas en La Moncloa. Yo por más que cierro los ojos todas las noches y me pongo tierna y soñadora, el príncipe que beso me sale rana, la carroza me da calabazas y la visitas al banco nunca se convierte en hipoteca.

Si a ti te la dieron, enhorabuena, estás entre el 1,8% más de personas que pudieron casarse con un chupasangre con respecto a noviembre de 2008. Si no fue tu caso, no desesperes, hay múltiples maneras de conseguirlo:

– Compra cajas de cereales, reúne las etiquetas y mándalas al país de nunca jamás

– Vente a vivir a España: ganarás una pensión para nunca y un sueldo para toda la vida

– Cásate con Kaká o sus congérenes, los pelotazos en la bragueta a veces funcionan

Si nada de esto funciona, ajo… Y agua… Y lo que sigue.

Nunca entenderé cómo en esta sociedad que nos está tocando sufrir la tortilla se ha dado la vuelta de tal manera que estamos inmensamente agradecidos al banco que nos da una hipoteca en lugar de estarnos inmensamente agradecido el banco a nosotros por darle miles de euros en intereses, fidelidad absoluta mientras dure el crédito, la nómina, los recibos, los seguros y las noches en vela pensando en ellos. Suena precioso pero al loquero de mi barrio le ha dado por llamar a esto el Síndrome de Estoeselcolmo.

Juegan con la necesidad de las personas y mi mamá me enseñó que eso siempre está feo. Pero ya es harina de otro costal, así que cada palo que aguante su candelabro. ¿O era candelero? Nunca recuerdo bien lo que dijo Sofía Magazapos.