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Cómo reclamar los otros gastos de la hipoteca

Saca la calculadora y a calculaaaaaarrr

Como os dije en el último post, excepto los impuestos -de momento- los gastos de la hipoteca siguen pudiendo reclamarse. En diciembre de 2015 el Tribunal Supremo dijo que imponer al cliente el pago de todo es un abuso y, por tanto, esa cláusula cuarta del contrato de la hipoteca en la que suele aparecer escrito es anulable.

Esto nos da opción a reclamar el pago que hemos hecho por la tasación, la gestoría, el registro de la propiedad y la notaría. La cantidad que cada cliente puede reclamar es una media de 1.500 €, pero no tiene por qué ser tu caso: la cantidad final y definitiva que puedes reclamar la encontrarás en las facturas que te dieron cuando te mandaron a casa el contrato de la hipoteca.

Ahí tienen que venir los honorarios de la gestoría, lo que pagaste a la notaría y al registro de la propiedad. Para cada cliente es una cantidad porque suele depender del dinero que te prestaron. Los gastos de la hipoteca son mucho más caros si pediste 200.000 euros que si te dejaron 50.000.

La factura de la tasación te la dio el banco cuando la recibió de la tasadora y te dio el informe. Si no te la dio o no la encuentras, pídele al banco la factura. Si no la tiene, contacta con la empresa tasadora y pídele una copia. Mención especial debo hacer a Tinsa, que está cobrando 20 euros por dar una copia de su factura. Una vergüenza su negocio indecente y abusivo por buscar un documento y enviarlo en pdf por correo electrónico al día siguiente.

Para reclamar, suma todas las cantidades que pagaste para saber cuánto debes pedir al banco. Lo primero que debes hacer es enviar un escrito al Servicio de Atención al Cliente (SAC) de tu entidad bancaria.

Si no sabes cómo redactarlo puedes buscar modelos en Internet o acudir a la OMIC, oficina municipal de información al consumidor de tu localidad para que te asesoren, lo redacten e incluso presenten por ti gratuitamente. Tanto si lo presentas tú como si lo tramitan ellos necesitas fotocopia del contrato de la hipoteca y de todas las facturas.

Si en dos meses el banco no responde o te dice que no, cosa que viene sucediendo en todos los casos porque la banca se niega a pagar excepto que alguna vez le condene el Tribunal Supremo directamente, sólo te queda la vía judicial.

En este caso, hay abogados que sólo recomiendan que denuncies si te deben de 2.000 euros en adelante. Esta cifra incluye el total que sumen las facturas más los intereses legales que haya generado ese dinero en los años que ha pasado desde que lo pagaste, o sea que puedes sumar un 12% al total de las facturas y así sabes la cifra total que podrías recuperar.

En cualquier caso, aunque el abogado se lleve una comisión, el dinero es tuyo y si puedes obtenerlo, puedes intentarlo. Consulta con abogados expertos en Derecho financiero y que hayan ganado casos de este tipo. Aunque la cosa puede ir lenta, al menos ahora hay juzgados especializados en abusos hipotecarios en cada provincia. Si no te puedes permitir un abogado, habla con el Colegio de Abogados de tu región para ver si tienes derecho a reclamar con Justicia gratuita.

¿Y hay plazo para hacerlo? Aunque cuando salió la primera sentencia del Supremo en 2015 se dijo que había 4 años desde que se terminó de pagar la hipoteca o salió la sentencia, lo cierto es que los abogados opinan que no hay plazo, que puedes hacer cuando quieras porque no prescribe al tratarse de una cláusula declarada nula por abusiva.

Los indignados impiden que echen a la gente de su casa

Del barco de Chanquete, ¡no nos moverán!

¡Del barco de Chanquete, no nos moverán!

Se llama stop-desahucio y es el deporte de moda entre los indignados e hipotecados para evitar que a la gente se la eche de su casa porque al dejar de pagar la hipoteca, el banco la ejecutó y, meses después, el juzgado dijo que tenían que desalojarla.

Los miembros de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), que nació en Barcelona y ya se ha trasplantado a Madrid, Valencia y otras ciudades, llevan impidiendo que echen a gente de su casa desde 2009.

Ahora han ganado repercusión y éxito porque los indignados que han dejado las plazas se les han sumado para dar guerra a los bancos.

Juventud sin Futuro con su lema sin casa, sin curro, sin pensión, sin miedo, el movimiento 15-M, Democracia Real Ya (DRY), asociaciones de vecinos y otras organizaciones se les han unido para demostrar que la unión hace la fuerza y que con 50 personas se puede evitar que echen a alguien de su casa, por mucho que lo haya dicho un juzgado.

Han llegado a parar 4 desalojos en un día, incluso 8 en una semana, y no están dispuestos a parar. Frenan desahucios de gente mayor, a veces con enfermedades crónicas y/o generativas, que están postrados en cama, con personas dependientes a su cargo, o simplemente familias o personas solas que se vieron ahogadas por las facturas o que avalaron a sus hijos y ahora el banco les quita el piso para cobrarse la deuda.

Con caceloradas, gritos y protestas, y la cabezonería de plantarse en la calle, enfrente del portal en plan del barco de Chanquete no nos moverán, consiguen evitar un desalojo hasta varias veces y ganar tiempo, mientras piden a la Administración que realoje a la gente en una vivienda digna y que se imponga la tan traída y llevada, la tan ya apenas probable dación en pago (cancelar la deuda hipotecaria con el piso).

De 2008 a 2010, se ha ejecutado la hipoteca de 245.627 familias, de las cuales, 108.475 recibieron también la orden de desahucio. ¡Pero si solo en este primer trimestre del año ha habido más de 20.000 ejecuciones hipotecarias y más de 15.000 órdenes de desahucio!

Lo que hacen estos colectivos es una gota en el océano de la desesperación, pero trae la suficiente esperanza, aunque sea a poca gente, como para darles fuerza a continuar, y desde luego es más que no hacer nada y no conseguir parar ni un solo desahucio.

Además de luchar contra lo que consideran injusticias sociales y económicas, la motivación de los que participan es el típico hoy por ti y mañana por mí. Es decir: yo voy a parar tu desalojo y mañana espero verte a ti parando el mío. No es que vea yo ningún interés, pero sí que es cierto que la solidaridad sin necesidad de acuerdos verbales ni escritos ha nacido, y eso revela por qué se rebelan contra los bancos y el sistema hipotecario.

Algunas hipotecas ya se firman con un seguro de protección de pagos, que para muchos llega demasiado tarde. En vez de las cláusulas abusivas, podrían haberse generalizado estos seguros y así ahora la gente que ha perdido el trabajo o que simplemente no ha podido aguantar el subidón que pegó el Euríbor hace 3 años, habría podido pagar su casa y la seguiría conservando. Incluso los bancos habrían salido ganando dinero y no pisos, que ahora no saben por dónde meterse.

Esto en vez de matar moscas a cañonazos, es atacar a los cañones con moscas, pero como son moscas cojoneras, algo es algo.