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Pisoteando las cláusulas suelo

Los bancos están todos a una pasa seguir pisándonos con las hipotecas

Los bancos están todos a una pasa seguir pisándonos con las hipotecas

En estos tiempos, en los que los bancos nos pisotean sin parar, debemos reclamar que lo se pisoteen sean sus prácticas abusivas y no nuestros ahorros ni nuestros derechos.

En esta línea va la sentencia de un Tribunal sevillano que, tras una denuncia de Ausbanc a BBVA, Cajamar y Caixa Galicia, ha declarado “nulas, por abusivas”, las cláusulas suelo de las hipotecas.

El juez ha ordenado también que dejen de incluirse, destacando que hay mucha diferencia entre el suelo (3%) y el techo (15%), siendo el techo prácticamente inalcanzable, pues el Euríbor tendría que subir al 13% o 14% y su récord es del 5,467%.

¡Hip, hip, hurraaaa! ¡Hip, hip hurraaaaaaa! ¿O no…? La sentencia aún no es firme ni puede ser ejecutada hasta que se tramite el recurso que ya han puesto los bancos denunciados.

¿Cabe lugar para la esperanza, entonces? Hombre, por caber… Cosas más grandes nos han hecho tragar y aquí estamos. Si el caso se sigue recurriendo y recurriendo, llegará al Tribunal Supremo, que lo mismo nos da la razón que nos manda a freír espárragos.

En febrero ya se puso de nuestra parte, declarando ilegales 13 cláusulas de esas a las que los bancos tanto les gusta ponernos, sobre todo si no estamos informados de ellas. Curiosamente, no estar informado adecuadamente de ellas era lo único que se reconocía como ilícito hasta ahora.

El Banco de España, cómo no, apoya claramente estas cláusulas porque dice que forman parte del precio del préstamo y que deberían continuar para no hundir los intereses de la banca (a costa de nuestros intereses y de los intereses que nos cobra, of course). ¡Pero si hasta encargó un informe para que lo leyeran en el Senado!

Resulta que el 30% de las hipotecas, síiiiiii, 1 de cada 3 de nuestras hipotecas tiene cláusula suelo. Y claro, lo que para nosotros es mucho para los bancos también. Son muchas hipotecas que, sin cláusulas suelo, les producirían muchas pérdidas.

Y como no tienen el horno para bollos, con la que les está cayendo de pérdidas  y menores ganancias, los bancos -bajo el paraguas defensor del Banco de España- pelearán con uñas y dientes para seguir aplicando esas cláusulas y las que les dé la gana con tal de seguir practicando la usura que les enriquece a nuestra costa.

Ya podrían sentenciar todos los tribunales del mundo mundial algo tal valiente como lo que he dictaminado el juez sevillano. Solo espero que sea antes de que los bancos se hayan inventado nuevas prácticas con las que darnos por el clander.

Seguiremos teniendo cláusulas suelo en las hipotecas

Ahora solo nos queda seguir dando cabezazos contra la pared y pagar las hipotecas

Ahora solo nos queda seguir dando cabezazos contra la pared y pagar las hipotecas

El fin de las cláusulas suelo llevaba meses en el punto de mira y ha estado a punto de hacerse realidad pero se ha quedado en un sueño, porque todos los partidos políticos representados en el Senado, excepto el PP, han votado en contra de legislar contra las cláusulas abusivas.

Dos de cada tres hipotecas hubieran sido más justas porque hubieran dejado de sufrir cláusulas tan abusivas como las llamadas suelo, que impiden que nos beneficiemos de las bajadas del Euríbor porque el banco establece que debemos pagar un mínimo de interés, que a veces es hasta del 4% o el 5%.

En total, la broma nos va a seguir saliendo por unos 6.000 euros más al año, que podríamos ahorrarnos si esta proposición de ley de los populares hubiera prosperado, tal y como deseaban las asociaciones de consumidores que llevan meses denunciando estos abusos.

Qué le vamos a hacer, esto es España, vivimos en capitalismo salvaje y no en los Mundos de Yupi, somos una sociedad de consumidores consumidos por las deudas. Ya no tendremos modificación del artículo 90 de la Ley General para la Defensa de Consumidores y Usuarios, que era lo que se pedía.

La mayoría de los senadores han optado por ser cobardes y conservadores y seguir los consejos del Banco de España, que a petición del propio Senado emitió a finales de 2009 un informe desaconsejando la supresión de las cláusulas abusivas que nos traen por la calle de la amargura, porque eliminarlas estropearía las cuentas de las entidades financieras.

Como siempre, Papá Pato protegiendo patosamente a sus bebitos. Dinero llama a dinero y poder llama a poder, así que los pobres de a pie que caminamos sobre el suelo de las hipotecas no tenemos nada que hacer.

Creo que lo han hecho para cubrirse las espaldas, para que no digamos que no hacen nada, pero cuando toca dar el paso final, se rajan y nos dejan colgados, favoreciendo los intereses de los bancos y no los nuestros, que somos quienes les votamos y para lo que nos están representando.

No es ninguna novedad que los políticos favorezcan a las entidades financieras y no solo porque el Banco de España emitiera un informe sino porque ellos también dependen de lo que buenamente les quieran prestar los bancos para financiar sus campañas y de lo que más buenamente todavía quieran perdonarles a posteriori, a cambio de favores encubiertos como el de no legislar contra las cláusulas que abusan de nuestra debilidad y desconocimiento.

Lamento ser yo quien os dé la noticia, espías, pero mejor saberlo y no seguir soñando con las esperanzas que nos habían dado fugazmente. ¡Feliz finde!

La hipoteca de los bancos

Los malos también lo pasan mal y tienen sus propios problemas

Los malos también lo pasan mal y tienen sus propios problemas

Sabemos que, contra lo que anuncian y presumen, los bancos no nos están prestando un duro ni a los ciudadanos para comprarnos casa o cosas, ni a las empresas; solamente dan un poco a los políticos y porque ya se cobrarán con creces el favor de prestarles y hasta de perdonarles la deuda.

Lo que no sabíamos hasta ahora es cuánto dinero deben los bancos al organismo que les presta a ellos el dinero, que no es otro que el Banco Central Europeo (BCE), al que deben 126.300 millones de euros. Una auténtica brutalidad solo comparable a los más de 500.000 millones de euros que debe el Estado español, que pagaremos los de siempre.

Los bancos no tienen un chavo. Malgastaron el dinero fiándolo a deudores dudosos que difícilmente devolverán algo o todo, acumulando a cambio casas y más casas.

En esta película de terror llamada crisis los malos también tienen sus problemas y se encuentran con que nadie quiere prestarles dinero porque nadie confía en la deuda española, ni en nuestro sistema financiero, ni en nuestro país por mucho que hayamos ganado un Mundial y pensemos que ¡po-de-mos!

En las finanzas no vale el tiqui-taca, solo vale devolver el dinero cuanto antes mejor y a ser posible con intereses. Los bancos españoles coleccionan deudas cada año mayores. En 2010 tienen que devolver un huevo, pero no tanto como en 2011 ni 2012, con 2016 como el punto álgido. Tal vez a partir de entonces empecemos a recuperar el dinero, las hipotecas y la cordura, porque si los bancos están con el agua al cuello, nosotros nos ahogamos.

Son el pilar del capitalismo y, por mucho que nos den ganas de hacerles una pedorreta al verles pasándolo mal, no debemos porque parte de esa pedorreta nos rebota en la cara. Gustazos vs tristezas de la vida.

Y lo que nos espera, porque en EEUU ya han empezado a pagar por sus pecados y en España les caen guayas por todas partes. Allende los mares, Goldman Sachs, que es uno de los culpables de la crisis porque dio hipotecas cutrongas y arriesgadas, llamadas subprime, ya está sentenciado a pagar 550 millones por sus engaños.

En España somo algo más tímidos y, para no variar, vamos con retraso. El PP, como tantos otros, ha pedido por enésima vez que se legisle contra las malditas cláusulas suelo, Adicae sigue cosiéndoles a demandas por fraude en las hipotecas y la Justicia, con la lentitud y cobardía que la caracteriza, va escuetamente dando la razón a los estafados por cláusulas abusivas que nadie entiende. Tiempo al tiempo.

Revuelto de hipotecas

Las hipotecas están tan revueltas que antes teníamos huevos con chorizo pero ahora tenemos chorizos con huevos

Las hipotecas están tan revueltas que antes teníamos huevos con chorizo y ahora tenemos chorizos con huevos

Aunque parezca parado, el mercado inmobiliario se ha convertido en una noria mutante que, según donde se para, arroja unas cifras u otras.

Ya no sé qué pensar, espías, porque cada día oigo un dato diferente. Seguimos a vueltas con las hipotecas, revueltos pero no juntos y envueltos en deudas o deseando envolvernos en ellas si eso significa que nos dan la hipoteca.

Norias aparte, porque prefiero no mencionar el escándalo del muñeco, del tonto (in)útil del PSOE, Pepiño Blanco, en el programa de tu pantalla amiga (¿y que nos importa lo que hiciera su tío Manolo en los tiempos de Mari Castaña?), lo cierto es que hoy os voy a dar una cal y otra de arena.

La de cal, o la de arena -nunca he entendido bien la diferencia-, es que las personas que se quieren comprar un piso, hipoteca mediante, lo están empezando a conseguir a pasito de hormiga.

El dato es del Banco de España, que dice que la deuda hipotecaria de las familias de este flamante país en ruinas ha aumentado, atención-atención, por favor, redoble de tambores… ¡¡Un 0,5%!!

Una miseria de subida que resulta ser la mayor desde agosto de 2009. Reconozcámoslo, estamos tan mal que ya nos alegramos con cualquier cosa, ya se sabe la alegría está en las cosas pequeñas… A veces, jejeje.

La de arena, o la de cal, también nos la da el Banco de España que, si bien antes parecía que nos la daba con queso, también se pone serio para decir que casi una tercera parte de las hipotecas tienen cláusula suelo. ¡Pero qué barbaridad! Y, por cierto, ¿apostamos algo a que la reclamación de la OCU para que el Parlamento legisle en contra no sale adelante? Jia, jia, jia, ya lo veréis, soy medio bruja.

Nuestra economía por los suelos por culpa de los suelos de la hipoteca y nosotros pendientes del final de la Liga… El paro tan plusmarquista como el Euríbor y nosotros pensando en el Mundial de Fútbol… Y así nos va. Que José Luis Manostijeras nos recorta hasta las puntas del pelo y no salimos a la calle ni para comprar el pan pero nuestro equipo gana el trofeo del barrio y nos echamos a la calle para celebrarlo con ritos similares sin que nadie nos convoque. ¿Alguien más ve algún problema o debo ir al oculista?

Cómodamente vemos nuetra vida pasar desde la silla de la oficina al sillón de casa y viceversa. Deberíamos aprender de este señor, a quien su movilidad reducida no ha impedido manifestarse contra el Banco Santander por una injusticia. Si él, una sola persona, consigue la atención de los medios, ¿por qué nosotros no? Todo es ponerse, amigos.

O si no que se lo digan al escolta que estaba en una sucursal pidiendo una hipoteca y de repente se vio en un capítulo de CSI con atracador de película: pantys en la cara, navaja, pipa de mentira y temblores de yonki con rehenes. El menda se dio cuenta de que la pistola del atracador era de mentira y le redujo con un par de narices. ¿No podríamos hacer nosotros lo mismo o es que ya tampoco detectamos a los políticos de mentira?

Pedid y ya veremos si se os dará

El pedigüeñeo, digo, la política social está a la orden del día

El pedigüeñeo, digo, la política social está a la orden del día, pero sólo para lo que conviene

En este país de escasez económica, pedigüeñeo incesante y manga ancha para los subsidios, la ocasión la pintan calva para pedir y reclamar. Teóricamente sí; en realidad depende de lo que pidas y quién seas.

Aferrada a esta probabilidad y con unas gotitas del elixir Ley de Murphy, la Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros, también conocida como Adicae, ha hecho turismo en el Congreso para pedir que se legisle contra las cláusulas suelo que tanto nos traen por la calle Amargura.

Su portavoz, Manuel Pardos, ha pedido a todos los partidos politícos que dejen de tratarnos como ídem y que, para no esperar tanto como la OCU, cuya demanda contra cláusulas bancarias abusivas de 2003 se ha visto respaldada ahora por el Tribunal Supremo, atajen por el camino de aprobar una disposición adicional a la Ley de Consumidores y Usuarios, que te juro que existe aunque muchos llamados y pocos elegidos la hayan visto.

Adicae dice que son 49 las cajas y bancos que nos obligan a firmar esta guarrería de cláusulas. Pensaban que eran 22 pero cuando las denunciaron la semana pasada, 5.000 personas les chivaron que había muchas más de las que sospechaban. ¡Ándale, ándale! Y yo con la calculadora rota.

Esta asociación pide la devolución del dinero que se ha estafado a 1.700.000 personas haciendo quedar a Cruella de Vil como un híbrido entre Blancanieves y la Cenicienta. En algunos casos son 6.000 euros al año y en otros 1.200 euros, siendo 2.000 euros la cantidad media. Adicae pide que se devuelva en las hipotecas firmadas desde enero de 2007 aunque se permiten regalarnos el derecho a reclamar si las hemos firmado antes.

Su petición al Congreso es más que razonable pero ya sabéis que, aunque lo parezca, no es Caperucita Roja quien tiene la mayoría parlamentaria y que todo lo que se aprueba debe ser por mayoría. Así que, aunque sea un cambio muy necesario por justicia e incluso para salir de la crisis, dudo mucho que los políticos se decanten por morder la mano que les da financiación, que para colmo y recochineo de los presentes le perdona.

La construcción llora y se le da, la automoción llora y se le da, el turismo llora y se le da, pero los ciudadanos lloramos, pedimos abolir cláusulas  injustas, escondidas, sibilinas y abusonas, y como mucho se nos da de lado, por no terminar la frase de otra manera que a estas horas hay menores delante.

El Gobierno no tiene una caja mágica de la que sacar más pasta; Madrid sí pero, tras el Tengo una Cabezonada, ya no sabe qué hacer con ella. Sólo nos tiene a nosotros y no nos multiplica los panes y los peces sino que nos sube el IVA con que pagarlos y con el que tapar el agujero negro de la deuda pública, que traga el doble de lo que ingresa. Se nos viene encima un desastre de proporciones bíblicas del que no nos sacará ni Noe Durao Barroso con un arca pirateada de bandera azul con estrellitas amarillas.

Adicae anuncia movilizaciones. Espero que hagan ruido de verdad, no como otros que pasan de puntillas a recoger millonarias subvenciones y sólo sacan la pancarta cuando se les insinúa trabajar hasta los 67. El otro día vi un rally que ganó el muñeco de Michelín y se movía más rápido. Que Dios nos pille confesados. Amén, espías.

Estaquita a los vampiros financieros

Los venelables bancos, que saben igual por viejos que por diablos, se mondan los dientes y de risa con la sentencia del Supremo

Los venelables bancos, que saben igual por viejos que por diablos, se mondan los dientes y de risa con la sentencia del Supremo

El Tribunal Supremo le ha clavado una estaquita (ya veremos si estacazo) a los vampiros financieros. Ya era hora, ¿no? Parece que ha llegado el momento de que al dios supremo del capitalismo le pegue un tirón de orejas de parte del consumidor el dios supremo de la Justicia, que según el último expediente X no clasificado por Mulder y Scally parece que existe.

El Alto Tribunal ha ordenado que 13 odiosas, abusivas, confusas e ilícitas cláusulas de los contratos hipotecarios y las tarjetas no puedan estipularse nunca más y que dejen de ser válidas incluso en los acuerdos ya firmados.

Parece que ha llegado el momento de quejarse, que nos escuchen y nos hagan caso, algo a lo que los sufridores mileuristas estamos tan acostumbrados como las entidades financieras a recibir inyecciones de humildad. Todo ha sido gracias a la paciencia de la Organización de Consumidores y Usuarios, más conocida como OCU, que en 2005 denunció las cláusulas de entidades como BBVA, Caja Madrid, el Banco Santander y Bankinter, y que ahora está más contenta que unas castañuelas con el resultado de este partido a muchos sets.

Que el tribunal de los tribunales haya dicho que ya podemos alquilar una casa hipotecada o que debemos enterarnos si nuestro banco cede la hipoteca a otra entidad hace pupita a los banqueros millonetis pero no deja de ser como disparar un balín de fogueo a un gigantón o como dar una patada a una estatua: conseguiremos que sangre un poquitín, cicatrizando a los cinco minutos, o que se le quede una muesca en su imponente estética fría y calculadora.

Para los gordinflas que manejan nuestro money es como un arañazo en su descapotable: les molesta pero tienen suficiente pasta para arreglarlo y para sacarse de la manga una alternativa a esa sentencia. Sí, se ha sentado un precedente histórico pero decidme cuánto creéis que tardarán los damnificados (oh, pobrecillos) en sacarse de la chistera una nueva cláusula sin chiste que sólo reirán ellos.

Ya nos gustaría mandar al cuerno de la luna la hipoteca y los botines que nos meten chinas en los zapatines. Hasta que no lo hagamos, y de momento no podemos ni en nuestros mejores sueños ni en sus peores pesadillas, esta estupenda sentencia es un gran beneficio para los hipotecados pero solo un pequeño daño para los bancos.

El grandullón de la clase les ha atacado con un palillo y nosotros tenemos ganas de que sea la espada láser de Obi-Wan. Las entidades financieras tienen protectores más poderosos de lo que nunca llegarán a ser sus detractores que, por cierto, han dicho por boca de Adicae (Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros) que en Extremadura el 90% de las hipotecas tienen cláusulas abusivas. Y si las hay en este duro extremo del país, me juego mis walkie-takie de espía a que las hay en todos los demás; si no ¿por qué esta misma asociación ha denunciado a 22 entidades por impedir la bajada d elas hipotecas?

Otra buena noticia es que también nos quedamos un poco menos en cueros cuando nos roban la tarjeta y los cacos se dedican a pindonear en lujosos restaurantes, tiendas de electrodomésticos caros, gasolineras y joyerías a costa del sudor de nuestra frente.

Si nos roban el dinero de plástico (ya podría ser de plastilina y así lo estirábamos todos los meses), el Tribunal Supremo ha dicho que las entidades financieras tienen su parte de culpa y que no podrán negarnos pan y jamón aunque solo pidamos un vaso de agua. Argo es argo. Aunque ya se las apañarán para seguir moneándonos, esto es un comienzo. ¡Feliz comienzo de semana, espías!

Consuelo para las hipotecas con suelo

Frías y estáticas, las entidades financieras nos pisan como a una colilla contra el suelo de las hipotecas

Frías y estáticas, las entidades financieras nos pisan como a una colilla contra el suelo de las hipotecas

Mi madre siempre dice que el que no se consuela es porque no quiere, así que en un derroche de optimismo con algo de fe e ingenuidad a partes iguales, quienes tengáis una hipoteca con suelo podréis encontrar consuelo en la iniciativa que Izquierda Unida (IU) ha planteado, como tantas otras que plantea y todo el mundo ignora, en el Congreso de los Pudientados.

En un alarde de solidaridad, este partido se ha hecho eco de las reivindicaciones, ni de lejos tan históricas como la de que resuciten a Chanquete, de FACUA y la OCU para que se haga cumplir una de esas leyes de nombre largo, aplicación corta y conocimiento escaso.

Para los interesados en conocer el nombre completo, y que conste que aviso de que os tiraréis del bigote al ver que existe y saber que muchas empresas se la pasan por el arco del triunfo, es la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios (Real Decreto Legislativo 1/2007 de 16 de noviembre), que entre otras causas nobles (y a veces tristemente perdidas) defiende que los que saben no nos la metan doblada con cláusulas abusivas, sin vaselina, sin preaviso, sin anestesia, sin consideración y sin conciencia. Toma ya.

Los malos de la película vuelven a ser los bancos y las cajas, que con la tipografía Liliput 2.0 escriben en más del 50% de los préstamos hipotecarios que si el Euríbor baja de equis cifra, te aguantas y sigues pagando un mínimo que llaman suelo.

Lo mismo ocurre con el techo si sube el Euríbor por encima de equis cifra pero ahhhhhhh, de eso nadie se queja. Solo se quejan del suelo y solo ahora que a miles de familias les están vaciando los bolsillos con los más de 2.000 euros al año que podrían ahorrarse de no tener la clausulita. Solo ahola que están en clausula pol tenel esa cláusula, que según la hipoteca oscila entre el 1,25% y el 4,95%. ¡Toma ya! II parte.

Sabido es que en este país de récord de bares por kilometro cuadrado na más que nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena. Y por eso IU, que tiene la licencia de abogado de pleitos probes, da ahora el Cayo. Y por eso estas dos asociaciones, que con el político de turno forman un trío de ases del pedigüeñeo mediático más inquietante que la cara de Chucky, se quejan ahora. Será en lo único que estén de acuerdo porque la OCU y FACUA siempre andan entre sí a la gresca.

¿Creéis que alguien les hará caso? Las cláusulas aparecen como por arte de magia y birlibirloque pero no desaparecen ni con el quitamanchas que anuncian en la tele.

El Homo Hipotecatus es una nueva especie humana creada al calor de la burbuja inmobiliaria (o antes, es difícil precisar sin la prueba del algodón) que ha nacido para tragar y molar más que los sufridores del Un, Dos, Tres.

En cambio, el Topamí Cajeris y el Teloquitoíto Banqueriensis son dos especies nacidas para absorber nuestros ahorros sin compasión mientras maniatan al Gobierno a base de préstamos y alguna condonación de vez en cuando. El otro día vi un reportaje en el National Geographic en el que decían que estos depredadores no se apiadan ni aunque despliegues tus encantos bajo apariencia de ancianita entrañable.

Antes que retirar la cláusula o explicarnos qué firmamos, Papá Noel se casará con la Bruja Piruja. Sí, sí, ya veo los titulares: Gordito simpático contrae nupcias con rica heredera. ¿O no?

El panorama de la cláusula suelo es desolador, de caerse al suelo sin  encontrar consuelo, de estar asolado, desolado… Con el alma hecha un solar en la suela de un zapato.