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Cuánto pagamos al mes de hipoteca

Clin, clin, caja

Clin, clin, caja

Los que entienden de economía dicen que las deudas no deben suponerte al mes más del 30% de tus ingresos, o bueno, siendo exactos, más de una tercera parte (un 33,3%).

¿Lo cumplimos? ¿Cuántos de verdad pagamos este porcentaje de hipoteca o de hipoteca más coche más crédito para la boda, etcétera, etcétera?

Los préstamos hipotecarios que se dieron durante el boom inmobiliario, por el 100% del valor del piso e incluso por el 110%, están pagándolos caros sus propietarios.

Cuando el Euríbor llegó a su punto álgido en julio de 2008 (5,393%) muchas economías domésticas petaron, con ayuda -cómo no- de una bajada de sueldos que ya apuntaba maneras y unas cifras de paro que apenas empezaban a crecer.

Casi seis años después de que el Euríbor llegara a lo más alto, parece que ahora sí dedicamos de media el 30% de nuestros ingresos a pagar la hipoteca. La cuota media en toda España fue el año pasado de 569,4 € al mes, según el Colegio de Registradores de la Propiedad.

En este cajón de sastre están los 846,45 € que de media se pagan en la Comunidad de Madrid y los 393,34 pavos  que abonan de media los extremeños, que disfrutan de las hipotecas más bajas. También se ve que, en general, donde los pisos son más caros las cuotas son más altas y donde la vivienda es más barata, la mensualidad más asequible.

Pero, como todas las medias, habrá quien vaya desahogado con la hipoteca y habrá quien vaya más justo que los modelitos de Miley Cyrus. Quien pague poco y si le vienen mal dadas pueda seguir haciendo frente y quien con tres euros que le baje el sueldo va más ahogado que si llevara un cuello vuelto de lycra.

Habrá quien se pusiera una cuota cómoda, previendo las posibles subidas del Euríbor o el índice que sea, y quien se flipara con la cuota y, cuando los tipos de interés suben, es como si les subieran la cremallera de unos vaqueros de dos tallas menos.

A pesar de las hipotecas burbuja y de la burbuja de hipotecas que se ha montado en estos tiempos, parece que aún la mayoría de los préstamos son asequibles para quienes los padecen, y que entre su familia y ellos hacen virguerías para pagarlos.

Otra cosa será en el futuro, cuando con los sueldos de ahora -y más bajos que nos vendrán- habrá que hacer frente a cuotas muy caras: las de Euríbor más alto que el actual sumado a diferenciales de flipar y no parar, del 2% en adelante.

Me queda el consuelo de que esa futura debacle no será tan gorda (¿o sí?) como la que ha producido estos años una larga cascada de desahucios porque como dos de cada tres pisos se compran a tocateja son pocos los pobres que están comprando con intereses a precio de oro.

Cómo evitar la morosidad y la pérdida del piso

La salud financiera también hay que cuidarla

La salud financiera también hay que cuidarla

El mejor preventivo contra la morosidad es el sentido común que te lleve a contratar una hipoteca no arriesgada. ¿Y cómo sabes que una hipoteca no pone en riesgo tu economía?

Aparte de que no hay fórmulas magistrales que te garanticen al 100% que tu vida no cambiará y pasarás de buen pagador a moroso amoroso, sí puedes tener en cuenta estas claves para no pasar de la alegría por tener un piso a la desolación por tener que abandonarlo y encima arrastrar una deuda impagable.

Antes de pasarte por el banco calcula cuál es el 30% de tus ingresos o los de la unidad familiar.  Ese es el límite que no debes sobrepasar bajo ningún concepto. Si ya tienes otras deudas como un coche, un préstamo personal o la compra de un pepinaco de tele para el salón, descuenta todas estas cantidades de ese 30%. El resultado es lo que sí puedes pagar realmente de hipoteca.

Por eso no interesa tener deudas, porque si no un poquito de allí y una pizquita de allá te acaban ahogando y cuando terminas de pagar el coche, se cae a cachos, y cuando acabas de pagar la tele, ha salido otra mejor.

Otra cosa a tener en cuenta es qué pasa si te quedas en paro, nada descabellado hoy en día. ¿Cuántas deudas podrías asumir con tu paro y el sueldo de tu pareja? ¿Y con los dos en el paro? ¿Y con uno de los dos cobrando el paro y otro con la prestación agotada? Nadie desea verse así, pero como puede pasar, es mejor prevenir un desahucio que lamentarlo.

Si esto significa que, a pesar de la increíble bajada del precio de la vivienda, que ya dicen que va por la mitad de lo que costaba en 2007, no te puedes permitir una gran casa, la casa de tus sueños, pues cómprate una más chiquitita, más modesta. Cuando mejoren las cosas ya tendrás tiempo de progresar.

Para hipotecarte tienes varias opciones: los préstamos a interés fijo, a interés mixto y a interés variable. Los primeros no te los aconsejo porque, aunque siempre sabes cuánto pagarás de hipoteca, los intereses que pone la banca son más que abusivos. Un 5%, 6%, 8% o 9% es demasiado. En este caso la tranquilidad no compensa.

Las hipotecas mixtas son las que te cobran al principio un interés fijo que, meses o años después, pasa a ser variable, normalmente ligado al Euríbor. El tiempo que pagas cuota estable, sin sustos, no te beneficia porque sólo está pensada para que los bancos ganen dinero en tiempos como estos, de tipos de interés bajo.

No son malas hipotecas, pero ahora interesan más las variables ligadas al Euríbor, aunque las nuevas dentro de unos años pueden explotar como bombas de relojería. El Euríbor subirá y se jiñarán por la pata con los intereses a pagar, parecidos a los de una hipoteca fija.

Y eso que es el índice menos malo porque acumula una media menos alta. Las revisiones pueden ser semestrales o anuales. También tienes la opción de revisar la cuota cada 5 años con el IRS, pero la banca casi no usa este índice. ¿Lo mejor? Tener en cuenta estos consejos y esperarte a que la oferta sea más decente. Estos no son buenos tiempos para firmar una hipoteca.

Que la hipoteca no te haga perder la cabeza

Que el banco no te haga perder la cabeza

No te dejes comer el coco

Las hipotecas nos traen de cabeza a todos. Las subidas que hubo del Euríbor, las cláusulas abusivas, intereses por las nubes, los cambios de índice de referencia, las hipotecas multidivisa…

No es de extrañar que alguna vez los problemas hipotecarios nos ronden la cabeza. Tener deudas es estresante para cualquiera, aunque una vez vi a un hombre en el programa Ajuste de Cuentas al que le encantaba estar endeudado y vivir al límite. Había sufrido cosas muy chungas y le ponía a cien el riesgo económico.

Como éste hay pocos, menos mal. Lo ideal es no tener deudas o, si las tienes, no estresarte por ello. La clave es elegir una hipoteca o pedir un préstamo que puedas pagar, no pasarte con la tarjeta de crédito y vivir por debajo de tus posibilidades para ahorrar algo.

Lo malo es que tener una hipoteca te cause estrés, psicosis, problemas con el alcohol y otras drogas ilegales, depresión y movidas varias. Porque, según un estudio de la Universidad de Southhampton en Reino Unido, las personas con deudas tienen más probabilidad de sufrir todo esto que las que no están endeudadas.

Para afimar semejante cosa, han estudiado a más de 34.000 maromas y maromos que tenían hipoteca, otras deudas y que le daban cosa fina a la tarjeta de crédito. La conclusión fue que el 25% de esta gente tenía problemas con las drogas, depresión o sufría psicosis.

Hombre… Como digo, tener hipoteca puede ser estresante, pero hay gente que no la tiene y también hace levantamiento de vidrio en barra fija y usa el carné de identidad para algo más que para enseñarlo junto a la tarjeta de crédito cuando la saca a pasear por las tiendas.

Estos de la universidad británica también dicen que alguno de ellos había pensado más de una vez en quitarse la vida, un tema con el que hay que tener mucho cuidado y con el que no se puede frivolizar, como han hecho en un banco ruso. Allí, una entidad llamada Tinkoff envió una propaganda incitando al suicidio a un joven que, habiendo sido muy cumpidor, dejó de pagar la hipoteca.

Cuando el chaval les pidió explicaciones, no se les ocurrió otra cosa que decirle que era una forma de llamar la atención a los morosos y que, si se lo pedía, podía refinanciarle la deuda. ¡¡¿Mmmmm?!! Yo lo mínimo que hubiera hecho es poner cara de póker, pensar que están majaras y, como ha hecho él, denunciarles. Qué pasada, ¿no crees?

Cuánto han cambiado las hipotecas en 5 años

Pues eso

Pues eso

Sin ver cifras ni datos, todos sabemos que el mercado hipotecario ha cambiado desde que estalló la crisis, ¿pero sabes hasta qué punto las cosas son diferentes?

Mientras que en 2008 se prestaban 116.000 millones € para comprar pisos, en 2012 esa cifra apenas ha sido de 28.000 millones €, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Cada año que pasa nos parece peor que el anterior y no vamos desencaminados: es que lo es. En los últimos 5 años la firma de hipotecas ha bajado un 70%.

Son 6 años seguidos de caídas, en los que los préstamos se han ido reduciendo al mismo ritmo que han avanzado los desahucios, la penuria económica y el número de parados.

Nochevieja tras Nochevieja tenemos la esperanza de que vamos a mejorar pero nos encontramos con un nuevo annus horribilis, que siempre resulta ser el peor de la crisis.

Ha bajado la cantidad de dinero que nos tienen prestado, quedándonos por debajo de un billón de euros, que parece un huevo pero es una cifra históricamente más pequeña que el pito de un mono. Hay menos hipotecas y el dinero prestado es cada vez menor. Si antes era normal que te dejaran 200.000 euros o más, ahora el importe medio no pasa de 103.000 €.

Mientras que antes daban créditos a 30 ó 40 años con una facilidad pasmosa, ahora tienes suerte si te permiten devolver el dinero en dos o tres décadas, y eso que a los bancos les interesa alargar el plazo porque cuanto más tardas en saldar la deuda más dinero ganan, pues pagas más intereses.

¡Ay con los intereses! Eso sí que es de coña: resulta que todo ha bajado, incluido el Euríbor, pero seguimos pagando los mismos intereses que hace 6 años porque los bancos han subido los diferenciales a la parra.

Hemos pasado de Euríbor + 0,20% a Euríbor + 2% en menos que canta un gallo porque quieren ganar el mismo dinero que antes, sin resignarse a que los tipos de interés estén más canijos que un hobbit. Los diferenciales son el único mecanismo que les queda para hacer caja y vaya si lo están aprovechando. Los han multiplicado por 10, ¡subiendo un 1000% en 6 años! Sí, he puesto mil, no se me ha escapado ningún cero.

La parte buena de todo esto es que estamos dejando de tener tantas deudas: bien porque conseguimos pagar las que tenemos, bien porque no contraemos ninguna nueva, pues se dan menos préstamos en general.

Esto explicaría también por qué ha caído en picado la venta de viviendas si no fuera porque, tristemente, a esta bajada han contribuido otras cosillas como que la mitad de la compraventa de pisos son embargos, daciones en pago (cancelar la hipoteca entregando el piso al banco), herencias y donaciones.

Y mientras la venta de pisos cae, los embargos se mantienen. A este paso van a ser como la energía: que ni se crea ni se destruye, sólo se transforma.

Los bancos no pagan la comunidad de los pisos embargados

¡Vaya morro!

¡Vaya morro!

El colmo de los colmos ya no es que a un jardinero le dejen plantado o a que un sastre le cosan a preguntas, sino que los bancos, que tantas viviendas embargan porque sus dueños no pagan la hipoteca, sean morosos en las comunidades de vecinos.

Como se han quedado con edificios enteros de constructoras y promotoras, además de los embargos a particulares, se han convertido en las mayores inmobiliarias de España.

Tienen muchas comunidades de vecinos que pagar y no lo hacen, aun siendo conscientes de ello. ¿Estarán esperando a que otro compre el piso y, con lo que cobran, saldar la deuda?

Todas las entidades son morosas, pero Bankia se lleva la palma. El Observatorio de la Morosidad en Comunidades de Propietarios -mira tú para lo que han puesto un observatorio- calcula que deben 256 millones €. Ahí es na. Los administradores de fincas están hasta el tete y se han quejado a la Asociación Española de Banca (AEB), pero como si nada.

Si crees que la del quinto es una guarra o que no hay nadie peor que la del tercero es porque en tu edificio no hay pisos embargados que sean propiedad del banco. Tienen más morro que el pato Lucas y encima nos afecta.

Si no pagan la comunidad, el resto de vecinos debe aportar más dinero para compensar lo que no pagan los bancos. Y ya ni te cuento si hay reformas: entonces la derrama puede ser espectacular. Los propietarios están más cabreados que un cartero buscando el Barrio Sésamo.

No sólo pagan con sus impuestos el rescate de las entidades financieras que han petado por hacer las cosas mal, sino que han visto cómo echaban de casa a sus vecinos de toda la vida por no pagar, el banco ahora hace lo mismo y encima se va de rositas.

Los administradores de fincas dicen que la situación se puede prolongar durante meses o años y que el tiempo medio que se tarda en ir a juicio desde que se les denuncia es de un año. Eso si se sabe de quién es el piso, porque a veces las entidades los venden al banco malo o a inversores buitre y, cuando van a reclamar, ya no se sabe quién es el propietario.

Si en una comunidad se pagan 100 € al mes, el banco acumula 1.200 € de deuda en un año. Si todos los pisos son suyos, por ejemplo 50, la deuda sube a 60.000 € en un año y a 120.000 € en dos.

Aquí hay mucha tela que cortar. Los bancos con unos grandes morrosos, que viene a ser un nuevo palabro que significa que tienen morro y son morosos. ¿Alguien da más?

Lo que el amor ha unido que no lo separe la hipoteca

Las birguerías que hay que hacer para conservar el piso

Las birguerías que hay que hacer para conservar el piso

El último grito en trucos legales para conservar el piso y que no lo embargue el banco si dejas de pagarle la hipoteca es separarse. ¿Ein…? ¿Cómo?

Parece una contradicción, pero es una treta cojonuda porque el Código Civil español establece que no se pueden embargar los bienes de un divorciado con deudas porque tiene que mantener a su ex mujer y tal vez hijos.

Ya sabes que en España el que no corre vuela, la picaresca nos corre por las venas, el que no defrauda es un tontolaba y engañar a Hacienda nos pone más que el calendario de los bomberos en pelotas.

Para no formar parte de la gran oleada de desahucios, otra gente opta por alquilar el piso -preferiblemente a un familiar- cuando preven que van a dejar de pagarlo y así el banco tampoco puede tocar la vivienda.

Hagas lo que hagas, hazlo con tiempo suficiente para que no te pille el toro. Busca en tu memoria y en el contrato de la hipoteca, a ver si por azar de los dioses firmaste un seguro de protección de pagos por desempleo. Así, si te quedas en el paro, la aseguradora te paga la hipoteca hasta un año.

Hay otros métodos más limpios y tradicionales para esquivar el embargo como negociar con el banco que te deje un tiempo sin pagar la cuota, que te cobre sólo intereses o que te permita quedarte en casa pagando un alquiler baratito.

También está la opción de que te alargue el plazo para pagar. Si cuela, pues nada, cuando seas mayor no irás ni a residencia porque tu fmailia necesitará tu pensión para vivir y te cuidarán en casa. Una casa que si no es por ti y tu hipoteca tampoco tendrían porque ahora no dan casi créditos a nadie y tus descendientes preferirían heredar tus deudas a no tener piso propio o vivir de alquiler tooooda la vida.

Alternativas más drásticas y desesperadas, pero no por ello menos válidas, son la dación en pago -darle el piso al banco a cambio de que te perdone toda la deuda- o impedir el desahucio por las bravas con ayuda de alguna asociación de hipotecados con problemas.

Si tienes la casa como garantía de tu negocio y entras en concurso de acreedores, el banco tampoco puede echarle el guante. Aunque no sé qué es peor, si el banco o a los que debes dinero por tu empresa… Si consigues reunir lo que no pagaste al banco antes de que pasen 6 meses desde el embargo, probablemente puedas pararlo.

Si ya se ha subastado el piso, puedes alegar que tus circunstancias personales son muy chungas y necesitas vivir allí porque tienes más años que Matusalén o ambos estáis en paro y tenéis familia numerosa, una enfermedad, invalidez, discapacidad, etc.

Si no, siempre está la alternativa de vender la casa o reunificar tus deudas, juntando todo lo que debes en un sólo pago mes a mes, con menos cuota y más tiempo pero con intereses más altos. Si ya has perdido el piso, quedan la familia, el fondo social de vivienda o emigrar con lo puesto.

Bancos en apuros pueden vender hipotecas morosas a fondos buitre

A vé, a vé... A vé si encuentro algún banco con movidas y me hago con algunas hipotecas, jia jia

A vé, a vé... A vé si encuentro algún banco con movidas y me hago con algunas hipotecas, jia jia

Hay bancos con hipotecas morosas que las están vendiendo a fondos llamados de alto riesgo o de situaciones especiales, más conocidos por su forma de actuar como fondos buitre.

El banco busca quitarse el problema para que sus cuentas tengan mejor aspecto y estos fondos pretenden conseguir una ganga con la que hacer dinero.

Si tu banco vende la hipoteca que no le pagas a un fondo de estos, lo primero que hará es mandarte una carta en la que te informa de que ahora le debes el dinero a Piticlín SuperCredit o a Finanzas del Clandercito.

¿Pero es que puede hacer esto? ¡Sí, señor! Se llama cesión del crédito y aparece en la letra pequeña del contrato de la hipoteca. El banco puede venderla a quien quiera y la única obligación que le impone el Código Civil es que te informe de ello.

A partir de aquí, te las apañas con el nuevo dueño de tu deuda. La diferencia entre deberle al banco o a este fondo es que, aunque parezca mentira, el banco es en general mucho más considerado con el moroso.

A veces se digna a negociar, ampliando el plazo para pagar, bajando la cuota, etc., con tal de acabar cobrando en lugar de quedarse con un piso que ya no le cabe entre todos los que ya tiene sin vender.

Sin embargo, un fondo buitre se da prisa en ejecutar la hipoteca, embargar el piso, quedárselo en subasta por el 60% de su valor y venderlo lo antes posible para, en menos de 2 años, haber terminado toda la operación sacando un margen de entre el 20% y el 25%.

Lo chungo también es que el fondo buitre te seguirá pidiendo la diferencia ese 60% del valor del piso y el resto. Si no le puedes pagar, te perseguirá hasta que le des el dinero aunque sea embargándote la nómina, algún otro bien, una futura herencia, etc. Y estarás en una lista de morosos de la que es más difícil de salir que de Alcatraz.

Hasta ahora, este fenómeno se ha dado poco porque los bancos pedían más dinero, entre el 40% y el 45% del valor de la hipoteca, del que los fondos buitre estaban dispuestos a soltar, entre el 20% y el 28%.

Pero con lo mal que está la banca en general, los carroñeros no se rinden y esperan con alas abiertas y pico hambriento a que los bancos empiecen a vender estas hipotecas con más facilidad que antes.

Las entidades financieras necesitan dinero, lo que técnicamente se llaman las provisiones, así que pueden y deben empezar a vender pisos o hipotecas que no son rentables. Y ya que se ponen, como les urge y necesitan el dinero, es más probable que antes que los bancos bajen los precios y acaben vendiendo a un fondo buitre.

Por eso, si no pagas la hipoteca o vas a dejar de hacerlo, habla con el banco porque a ambos os interesa negociar cualquier forma de terminar pagándole como sea antes que caer en las garras de estos carroñeros que sobrevuelan las hipotecas que huelen a impago.

Hay pocos que no paguen la hipoteca en comparación con el número de parados

Unas perrillas de allí, otras de acá... Y así al final la mayoría paga la hipoteca como puede

Unas perrillas de allí, otras de acá... Y la hipoteca se paga aunque nieve o truene

Por lo que puedan pensar de España más allá de nuestras fronteras, sobre todo ahora que se va a rescatar a la banca, la Asociación Hipotecaria Española (AHE) ya manda mensajes de tranquilidad.

Dice que, aunque 1 de cada 4 españoles que está en edad de trabajar se encuentra en el paro (24%),  ni siquiera 1 de cada 10 hipotecados carece de empleo (entre el 7% y el 9%).

Para relajar los pelos como escarpias de los que ya van diciendo que los impagos en las hipotecas se van a disparar en nuestro país a consecuencia del aumento del paro y la demás coyuntura pésima que vivimos, se quiere dar a entender que aquí va muy mal la cosa pero que las hipotecas se pagan.

Ya lo dijo el otro día el ministro de Economía, Luis de Guindos, lo que no dijo es cómo se pagan y por qué. La explicación pasa por varios factores, que se resumen en el perfil de los hipotecados, la familia y el dinero negro.

El paro azota especialmente a los jóvenes, con más del 40% sin trabajo, sin embargo sólo el 4% de ellos tienen una hipoteca. O bien han elegido el alquiler, o siguen con sus padres porque aún no han podido comprarse un piso ni alquilarlo por falta de trabajo o empleos cutres y precarios.

Otro factor a tener en cuenta es que el 90% de las hipotecas se firman a nombre de al menos dos personas o cuentan con avalistas. Si una persona se queda en el paro, la que queda sigue trabajando. Incluso si ambas pierden su trabajo, con la prestación por desempleo siguen pagando la hipoteca.

Si se agota la prestación, recurren a la ayuda de los 400 euros. Además, en España nos caracterizamos por ser fieles y cumplidores para pagar el piso, aunque sea con ayuda de nuestros familiares: es sabida la cantidad de pensionistas y otros familiares que están echando un cable a los que peor lo tienen con la crisis.

Los avalistas suelen ser padres y/o madres enmarronados que terminan perdiendo su piso de toda la vida o, con mucha suerte y tras sudar tinta china negociando con el banco, consiguen quedarse en él, perdiendo la propiedad y pagándole alquiler de por vida.

La economía sumergida también ayuda bastante a pagar la hipoteca y otras cosas. Ni todos los parados cobran solo la prestación, ni todos los que se supone que no tienen ingresos viven del aire, ni siquiera todos los que tienen un trabajo por cuenta ajena curran solamente en eso. Hay mucho dinero que se mueve sin que Hacienda huela un eurete.

Todo esto explica la paz social que aún se mantiene en las calles, cuando lo normal sería que ante todo lo que estamos viviendo nos echáramos al campo y al asfalto con el mismo ímpetu, ganas de guerrear, técnicas y tácticas que los mineros asturianos y leoneses. Y explica por qué, a pesar de que para los préstamos en general, hay un 8,3% de morosos según el Banco de España, los que no pagan la hipoteca llegan sólo al 2,74%.

A ver hasta dónde llegamos sin que pete el sistema…

“En España las hipotecas se pagan” y cada día más caras

Juro que pagaré la hipoteca aunque tenga que romperme los sesos para inventar un sistema infalible con el que desplumar a los casinos

Juro que pagaré la hipoteca aunque tenga que romperme los sesos para inventar un sistema infalible con el que desplumar a los casinos

El ministro de Economía, Luis de Guindos, no tiene ningún reparo en afirmar públicamente con total contundencia que “en España las hipotecas se pagan”. Y yo añado: ¡Juas! Y cada día más caras.

Él se refiere a que los inversores, los mercados y todos esos seres que nos parecen oscuros y que son los que realmente controlan la economía no tienen de qué preocuparse con la banca española porque aquí los españolitos antes nos quedamos sin el abono de fúrgol que sin pagar la hipoteca.

Los impagos de hipotecas han aumentado muchísimo con la crisis y, en consecuencia, la cantidad de pisos embargados y de gente desalojada también se ha disparado hasta cifras históricas.

Aun con eso, el dinero que los particulares debemos a los bancos y no pagamos es infínitamente menor que el que deben las inmobiliarias y tampoco pagan.

Por eso el ministro dice que la morosidad de nuestras hipotecas no pasará del 2,8% y, con esta cifra, la banca no tiene de qué preocuparse y los seres oscuros que controlan la economía, tampoco.

Las constructoras y promotoras inmobiliarias son las verdaderas morosas, las que están arruinando el sistema de créditos que había en España.

Los bancos deben preocuparse por cubrirse las espaldas frente a ellas, pues para saldar sus deudas les han dado en prenda los pisos que no han terminado o que no venden, y que son los mismos que ahora intentan meternos los bancos por los ojos para darnos las pocas hipotecas que se están firmando.

Hipotecas que son caras, pero que ni se parecen a las horribles condiciones que te imponen los bancos si se te ocurre pedir prestado para comprar un piso que no lo tenga la entidad atascado en un stock que ya no sabe cómo convertir en dinero.

El ministro de Economía está súper seguro de que la mayoría de los hipotecados va a seguir pagando religiosamente las cuotas, sin tener en cuenta, que por mucho que en nuestro carácter esté ser muy cumplidores con la vivienda, antes están comer y las necesidades básicas de los hijos.

Se nos ve como paganinis, como esa fuente inagotable de recursos que explotan sin que nosotros terminemos de explotar. Pagamos nuestras hipotecas, las de las inmobiliarias, los políticos y la Niña de los Peines; todo con una encantadora sonrisa.

Con una tasa de paro cercana al 25%, subidas de impuestos y bajadas de ingresos, no nos podemos comprometer a pagar ni nosotros, así que no sé por qué el ministro se las da de que vamos a pagar. Les estaría bien empleado que hiciéramos una huelga general de pago de hipotecas, a ver si así nos toman más en serio.

De dónde viene que tanta gente no pueda pagar la hipoteca

La culpa fue del chachachá

La culpa fue del chachachá

Lo que voy a contar a continuación es un caso claro de las barbaridades que cometieron los bancos en los tiempos de bonanza y de lo flipados que estaban algunos creyendo que todos éramos ricos.

Parecía que el dinero crecía en los árboles, que lo íbamos a poder devolver porque nada cambiaría, nunca perderíamos el trabajo y la vida alegre y despreocupada a base de gastar jamás terminaría.

Uno de los protagonistas es Novogalicia Banco, que hasta septiembre de 2011 era Novocaixagalicia, que en su día se formó de la fusión de Caixa Galicia y Caixanova. El mismo que desde hace poco se promociona fuera de tierras gallegas como el banco de inversión Evo.

La otra parte es Sandra, una mujer que a los 18 años recibió un préstamo hipotecario para comprar la casa familiar porque a sus padres, con la edad que tenían, no les hubieran dado la hipoteca. En aquel momento Sandra era estudiante y no tenía ingresos, a pesar de lo cual el banco le concedió el préstamo porque la avalaron sus padres, quienes realmente iban a hacer frente a la deuda.

Con el tiempo, su padre se fue de casa y tuvieron que hacerse cargo de la hipoteca como pudieron. Ahora Sandra tiene 25 años y un trabajo que no le reporta ingresos suficientes para mantener a la familia y además pagar los más de 200.000 € que deben del piso, en el que vive con su madre y su hermano de 12 años.

Sandra ha propuesto al banco una dación en pago, es decir, entregar el piso a cambio de cancelar la hipoteca. Novagalicia Banco se niega alegando que el padre que les abandonó y ahora está muy lejos tiene un supuesto patrimonio con el que podría hacer frente a la deuda.

A la asociacion Stop Desahucios le parece una aberración la negativa del banco y la situación de Sandra y su familia en general. Critican que el banco diera en su día una hipoteca a una estudiante sin ingresos que no podía pagar por sí misma un préstamo tan elevado.

Entonces, ¿quién tiene la culpa de que ahora tengan que irse de casa? Pues todos en diferente medida. Los padres fueron muy irresponsables al poner a su hija al frente de una hipoteca, ella supongo que se dejó engatusar por sus padres, todos confiaron en que la jugada saldría bien, y el banco se pasó de listo al prestar dinero a quien a todas luces no podría devolverlo.

Y luego nos preguntamos por qué ahora tanta gente deja de pagar la hipoteca, además de porque el paro ha subido tanto como el Euríbor que reventó el pago de cuotas en 2008.

Ésta es solo una de las cientos de miles de historias que de comedia feliz pasaron a tragedia griega y que se podrían haber evitado con una petición y, sobre todo, un préstamo más razonable del dinero por parte del banco.