Qué hacer después de firmar la hipoteca

Las gestiones continúan...

Las gestiones continúan…

Por fin llega el día soñado de la compra de la casa. Firmas ante notario las escrituras de compraventa del piso y, además, la hipoteca, que se hace al mismo tiempo pero se firma en papeles diferentes, también ante notario y pagándolo aparte.

A continuación debes ir al banco a contratar los seguros, si es que no lo has hecho antes. Según tengo hablado con varios empleados de aseguradoras, los bancos tienen fama de hacer mal los seguros. Las compañías se quejan de que realizan infraseguros porque ponen poca cantidad de dinero en el contenido (muebles, electrodomésticos, etc.) y no saben aconsejar ni guiar al cliente para realizar un seguro adecuado.

Por eso cerciórate de que firmas algo que te conviene y te compensa, porque si no en caso de accidente o robo puede que la empresa aseguradora no cubra todo lo que esperas. Otra opción es poner bajo el contenido ahora y aumentarlo cuando hayas amueblado o metido más cosas en la casa.

Respecto al seguro de vida, por ejemplo te ofrecen cobertura en caso de muerte o accidente y también doble capital. Esto último significa que cobras el doble de lo que te presta el banco, pero claro, cuesta más caro contratarlo. Como no es obligatorio poner el seguro con todas las prestaciones, contrata sólo lo que te interese, aunque el banco insista en el pack completo.

Otro dato importante a preguntar es si el seguro de vida siempre se firma por lo mismo o hay que actualizarlo cada año según el capital pendiente de pago, lo que te hará ahorrar en la cuota. Pregunta también si pasado el primer año puedes anularlo, en caso de que no te interese más adelante. Hay veces que te suben el diferencial si no lo tienes y otras que da igual y te aplican el mismo aunque ya no tengas el seguro. Averigua quién es el beneficiario: ¿tu pareja? ¿El banco? ¿A quién va el sobrante después de pagar la hipoteca?

El banco te pasará la hipoteca cada mes el mismo día, que suele ser el de la firma ante notario. Si firmaste el 25, te cobran la cuota el 25. Si prefieres cambiar el día, ve al banco después de la firma y coméntalo. Firmas un impreso y no hay problema en pasarlo al día que quieras. Lo recomendable es ponerlo a primeros de mes para que ya hayas cobrado y siempre tengas dinero.

Tanto las escrituras de compra de la casa como el contrato de la hipoteca tardarás en verlos porque la gestoría los retiene para pagar los impuestos e inscribir ambas cosas en el Registro de la Propiedad. Pasados aproximadamente 3 meses (algo más si pilla agosto de por medio) te enviarán toda la documentación a casa.

Mientras tanto, pide en la notaría una copia simple de las escrituras. Te la dan gratuitamente ese día o poco después y te sirve para demostrar que la vivienda es tuya y realizar trámites como empadronarte, cambiar el DNI o la tarjeta sanitaria.

El por qué de los gastos de compraventa con hipoteca

Una sangría de dinero

Una sangría de dinero

Cuando compras una casa tienes que pagar un montón de cosas, que aumentan si lo haces con hipoteca. Cada cosa tiene un por qué, que te vamos a aclarar a continuación.

Antes de decidir si el banco te da la hipoteca, la entidad te pide dos cosas: tasación y nota simple de la vivienda. Tú puedes aportar ambas cosas, si bien el banco a lo mejor no lo acepta por querer controlar todo el proceso. Pero tú insiste porque puedes ahorrar dinero.

Una nota simple cuesta 3,60 euros aproximadamente y puedes conseguirla yendo al Registro de la Propiedad del municipio donde está la vivienda y rellenando un impreso. Te la dan en el acto. También te la mandan por Internet por 9 €. Siempre será más barato que los casi 22 € que cobran los bancos. Eso sí, tiene que estar actualizada.

La tasación también puedes aportarla tú siempre que tenga una antigüedad máxima de 6 meses y la realice una empresa homologada. Comparando precios puedes ahorrar respecto a lo que cobrará el banco, que prefiere que no te encargues de estas labores, pero que a su vez no te lo puede negar siempre que cumplas todo lo mencionado.

El notario cobra por dar fe de que compras una casa y de que firmas ciertas condiciones en la hipoteca. Es un mediador independiente que vela por los intereses de todas las partes y te ayuda a resolver problemas con el banco o con el vendedor, aseguraándose de que todo es legal y no compras una casa con cargas de ningún tipo.

El Registro de la Propiedad anota para constancia oficial y pública que la casa está a tu nombre y que tiene una hipoteca. La Agencia Tributaria de tu comunidad autónoma cobra impuestos por comprar la casa y por inscribir la hipoteca, es lo que se llama Actos Jurídicos Documentados (AJD) y es un porcentaje del precio de escritura de la casa. Varía según la comunidad autónoma y es lo más caro. Ya sabes, “Hacienda somos todos” y trinca de todas partes.

Si hay hipoteca de por medio, el banco quiere controlar todo e impone que estos trámites los realice una gestoría con la que trabaja habitualmente y que suele cobrar unos honorarios muy abultados, en ocasiones abusivos, como por ejemplo 500 € por la compra de la casa y otros 500 € por los trámites de la hipoteca. La cifra final varía de un banco a otro. Primero te realizan una provisión de fondos, o sea retienen un dinero en tu cuenta en previsión de los gastos, y al final te cobran lo que realmente ha costado el proceso.

Por eso, antes de meterse en la compra de una vivienda hay que tener ahorrado para correr con los gastos asociados, máxime si se hace con hipoteca, ya que aumentan hasta rondar el 10%. En una entidad y dependiendo del importe de la hipoteca serán inferiores a ese porcentaje, pero en otro casos puede llegar hasta el 12% o el 15% del precio del piso.

Esto demuestra lo lucrativo que es para varios colectivos la compra de una vivienda, sobre todo co hipoteca, y que por ello se fomente mucho más la compra que el alquiler, con menos trámites y sin tantos costes extra para el inquilino.

Precauciones antes de firmar una hipoteca

El mejor consejo es mirar todo bien y preguntar al que sabe para no meter la pata

¡Compruébalo todo!

Una vez que tienes claro que te quieres comprar una casa y necesitas financiación es la hora de ir de banco en banco.

Internet te ahorrará tiempo, pero no todas las webs de los bancos incluyen la FIPRE (Ficha de Información Precontractual) donde las entidades están obligadas a incluir toda la información básica de cada una de sus hipotecas y de ponerla a disposición de los clientes en todos los medios de comunicación disponibles.

Pero, como digo, siguen siendo opacos y dan pocas o ninguna pista en su web, forzándote a llamar o a ir a una sucursal. Lo que pone en esta FIPRE no compromete al banco a cumplir nada  en el futuro, pero te sirve para saber qué ofrece y comparar detalladamente unas hipotecas con otras.

Cuando ya te has decantado por varios préstamos, ve al banco y pide la FIPER (Ficha de Información Personal), donde la entidad pondrá las condiciones que te ofrece después de haber estudiado toda la documentación que acredita tu situación laboral, personal, financiera, etc.

Este documento tampoco le obliga a nada, pero te informa de qué te ofrece realmente a ti, que puede ser bastante mejor o peor que las condiciones generales para cualquier cliente. Es cuando toca negociar y enseñar las FIPER de la competencia para lograr que te mejoren las condiciones.

Cuando te decantes por un banco en concreto es hora de extremar las precauciones. Una vez que te han concedido la hipoteca, tras realizar una tasación (que tú puedes aportar siempre que tenga como máximo 6 meses y esté hecha por empresa homologada) y averiguar si la casa tiene cargas (se pide una nota simple que tú puedes aportar para ahorrar 20€), utiliza tu derecho de elegir el notario que quieras (uno cerca de casa o del trabajo, por ejemplo) y 10-15 días antes pregunta cómo va el proceso de compraventa.

El banco habrá tenido ya que llamar a tu vendedor para pedirle documentación sobre su hipoteca (si tiene), titularidad de la casa, certificados de estar al corriente de pagos en comunidad de propietarios e IBI, y certificado energético. Tú sólo tendrás que aportar las capitulaciones matrimoniales y el libro de familia, en caso de estar casado, y el DNI original envigor.

Pide también que, como mínimo 3 días antes de firmar, te envíen el contrato de la hipoteca y la oferta vinculante, que aunque no es obligatorio que la den, es la que tendrás que presentar en un juicio si tuvieras que demandar al banco por abusos o problemas.

Léelo todo detenidamente y pregunta al banco lo que no entiendas. No estará de más consultar con amigos o familiares que sepan del tema o incluso con un abogado (algunos seguros ofrecen consultas legales gratuitas). Recurre a todo antes que firmar una hipoteca con abusos o aspectos opacos que no comprendas y te puedan generar problemas.

Llama también a la notaría porque desde tres días antes tienen el contrato y lo leen, con el deber de informarte gratuitamente si han visto cláusulas abusivas o algo raro, o para aclararte lo que no entiendas. El día de la firma lee todo también en la notaría para comprobar que lo que habías visto y negociado es lo que finalmente vas a contratar ante notario. Después no hay vuelta atrás.

Demanda contra Unicaja por el método 360/365

Se hacen ricos euro a euro

Se hacen ricos euro a euro

No te acostarás sin aprender algo más, dice el refrán. En el caso de las hipotecas es bien cierto, porque cuando crees que ya se han destapado todos los abusos bancarios, sale una nueva cláusula que te deja con los ojos como platos.

En esta ocasión es la del método 360/365, por la que le acaba de caer a Unicaja una macrodemanda en el Juzgado de Primera Instancia número 15 de Málaga, en la que un grupo de 41 afectados le reclama la devolución conjunta superior a 200 millones de euros.

El método 360/365 cambia la duración del año para cobrar más a los clientes en la cuota mensual. Considera que tiene 360 en vez de 365 días, lo que da como resultado una cuota mensual más cara.

Con esta tan astuta como burda picardía el banco infla una media de 6 € al mes la hipoteca de cada cliente, que ni se entera de que paga un poco más. Sin embargo, 6 € por cliente al mes al final se convierten en más de 200 millones para la hucha de Unicaja.

Si estás en la misma situación y te quieres unir, aún estás a tiempo, porque la demanda está abierta a todos los clientes, ya que al haberse admitido a trámite se ha dicho que pueden sumarse todos los perjudicados, que se calculan por encima de las 100.000 personas.

Hay posibilidades de ganar, ya que esto viene desde principios de 2015, cuando el Juzgado de Primera Instancia de Málaga pidió a Unicaja que dijera cuánta gente más podría estar en la misma situación, y gracias también a que la entidad no ha negado en ningún momento que lo haga. Por algo será…

El Banco de España, normalmente muy tibio a la hora de castigar a la banca y proteger a los clientes, como debiera hacer en casos de abuso, ya dijo en 2012 que este método de cálculo de la cuota “puede resultar injustificado”.

Como toda defensa para invalidar la demanda, Unicaja se aferra a que los clienes se han constituido como grupo de afectados, que si bien es legal, no los reconoce como demandantes con legitimidad al estar en grupo. Se trata de un argumento débil que posiblemente tumbe el juez asignado al caso.

Ya se dio un precedente en País Vasco, cuando el Juzgado de lo Mercantil número 1 de San Sebastián criticó este método 360/365 en octubre de 2015, por considerar que era oscuro, pues no se explicaba al cliente ni que se iba a utilizar ni en qué consistía.

Cómo eliminar la comisión por compensación de hipotecas fijas

Todo al fijo, por favor

La banca apuesta todo al tipo fijo

Sin tener bola de cristal, los bancos saben que el Euríbor estará en mínimos por lo menos un año más. Aunque parece que ha tocado suelo, cerrando mayo en el -0,013%, tardará en volver a cifras positivas y más aún en subir. Cuando lo haga, además, será de forma gradual.

Por eso la banca trata de conseguir por un lado lo que deja de ganar por otro. Y si el Euríbor está bajo y amenaza con seguir así, aunque dentro de unos meses cambie la forma de calcularlo, se apuntan al tipo fijo como tabla de salvación de sus inmensos beneficios.

Por un lado, mantienen altos intereses fijos durante el primer o dos primeros años en las hipotecas a interés variable, tipos fijos que pueden ir desde el 1,10% hasta el 2% normalmente o incluso más, según la hipoteca. Por otro lado, desde hace año y medio apuestan fuerte por las hipotecas a tipo fijo, que ya van por el 1,40% de Liberbank y el 1,60% de Bankinter, ambas a 10 años.

La contratación de préstamos fijos ha subido como la espuma en los últimos meses. Es fácil, ya que antes lo habitual era verlos del 5%-6% en adelante y menos del 10% de la gente se inclinaba por intereses tal altos.

Pero a los bancos no les basta la nueva cuota de mercado del 40%, quieren más, y por eso la nueva estrategia de ataque para convencerte y que pases del tipo variable -el más habitual, el que va unido al Euríbor- para unirte al fijo es eliminar una de las comisiones más habituales en estos préstamos: la de compensación de tipos de interés.

Se trata de una comisión que nació hace 9 años con la Ley Hipotecaria 41/2007. Consiste en cobrar un porcentaje del dinero prestado si el hipotecado amortiza o cancela el préstamo antes de tiempo. Mediante una fórmula compleja que casi ningún cliente entiende, el banco decide cobrarla si cree que el pago anticipado del préstamo le hace perder ganancias.

Esta comisión es una de las más duras de las hipotecas a tipo fijo, que -entre otras cosas- se caracterizan por cobrar más comisiones que las de interés variable. Empezó en el 5% y ya va por el 2%-3%, a ver si la gente se anima a pasarse al tipo fijo.

Aunque ninguna entidad comercializa préstamos ahora mismo sin esta cláusula, sí que está dispuesta a negociar con los clientes que soliciten un préstamo fijo y quieran quitarla del todo, o sea ponerla en el 0% para que no les cueste amortizar el préstamo total o parcialmente antes del plazo pactado.

Algunos bancos están dispuestos a quitarla sólo si se lo pides, si calculan que no perderán dinero, si eres un cliente muy solvente y ven que, de lo contrario, no querrás una hipoteca fija. Si es tu caso, negocia y ¡¡quítate esta comisión de encima en cuanto puedas!!

Cómo hacer una cancelación registral de hipoteca

Hazlo tú mismo/a

Hazlo tú mism@

Cuando por fin llega el tal ansiado y soñado momento de terminar de pagar el préstamo, te encuentras con la cancelación, bien porque vendes la casa y con parte de lo que te pagan liquidas el saldo pendiente, bien porque terminas de pagar la última cuota, despidiéndote ¡por fin! de la deuda.

Lo primero es mirar si el banco te cobra comisión por cancelar la hipoteca antes de tiempo, que en caso de existir no supera el 1%. Después hay que hacer una cancelación registral de la hipoteca.

Esto es así porque, cuando la firmaste, el banco la inscribió en el Registro de la Propiedad, porque así, si alguna vez acumulas tres impagos y quieren ejecutar la hipoteca, se consigue más rápidamente al demostrar su existencia con facilidad a través del Registro.

Para llevar a cabo la cancelación registral de la hipoteca lo primero que necesitas es un certificado de deuda cero (o de saldo cero), que por mucho que les moleste, el banco te debe dar gratis en el momento o al día siguiente. Algunas entidades pretenden cobrar entre 15 € y 200 €, pero el Banco de España reconoció en 2010 que es un derecho gratuito del cliente.

En cuanto vas a pedirlo tratarán de convencerte de que la cancelación registral es algo lioso, farragoso, complicado y muy difícil de hacer para ti, porque ni siquiera querrán explicarte en qué consiste, cuando realmente es algo sencillo y que puedes hacer por tu cuenta -si tienes tiempo y ganas- ahorrando entre 500 y 1.000 €, sobre todo en abultadas comisiones bancarias y abusivos gastos de gestoría.

No te dejes comer la moral, si quieres hacer la cancelación registral de tu hipoteca, aquí te explicamos cómo. Llevas el certificado de deuda cero a una notaría, la que quieras. Encargas la cancelación registral, por lo que te cobrarán entre 90 € y 200 €, tardando apenas unos días en tener la escritura de cancelación.

Esa escritura no es otra cosa que un documento en el que el notario da fe de que has devuelto al banco hasta el último céntimo y no queda deuda pendiente. Para ello, mira el certificado del banco y llama a un apoderado que se desplaza hasta la notaría para confirmar que ese certificado es de su banco y que, efectivamente, ya no debes nada.

Otro de los miedos que te intentan meter en el cuerpo en la sucursal bancaria para que lo contrates con ellos es que el apoderado tardará semanas o meses en ir a la notaría y que irá cuando le dé la gana, algo que en la práctica no es verdad. El objetivo del banco es que les encargues la cancelación registral y ganar mucho dinero con ello, ya que eligen una gestoría que te inflará la tarifa y el banco te cobrará comisión por cada gestión que haga, abultará la tarifa notarial y cobrará entre 150 y 200 € por que el apoderado vaya a la notaría, cosa que si encargas tú no te cuesta.

Con la escritura de cancelación en la mano liquidas los impuestos de tu comunidad autónoma, que actualmente son cero (están exentos de pago). Esto se puede hacer, mediante el formulario de Actos Jurídicos Documentados, de forma presencial en una oficina de Hacienda o a través de Internet. Después presentas el papeleo en el Registro de la Propiedad, que en dos o tres semanas te avisará de que ya ha cancelado el registro de tu hipoteca y puedes pagar el arancel por hacerlo, que suele costar entre 24 € y 84 €.

La forma de ahorrárselo es esperar a que pasen 20 años del último pago de la hipoteca, ya que en ese momento prescribe (caduca) dicho registro. Pero como muchas veces la casa se vende antes o se usa como aval, pues mejor dejar las cosas bien cerradas para que tu antigua hipoteca no conste en ningún sitio más y desaparezca para siempre.

Si quieres comprobar que no hay ni rastro de ella, puedes pedir en el Registro de la Propiedad una nota simple de la vivienda, cuyo coste está entre los 3 € y los 9 €, aunque esto no es necesario, sólo algo opcional para tu tranquilidad.

¿Acepto un tipo fijo a cambio de quitar la cláusula suelo?

De aluvión de dinero a aluvión de demandas

De aluvión de dinero a aluvión de demandas

Ante la posibilidad, más que probable, de que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) dictamine a favor de que los afectados por cláusula suelo reciban todo el dinero pagado de más, y no sólo desde el 9 de mayo de 2013, como está reconocido ahora en España por el Tribunal Supremo en sentencia de febrero de 2015, la banca continúa moviendo ficha.

Si hace casi un año que algunos bancos comenzaron a llamar a los clientes para ofrecerles acuerdos que eliminaran el suelo a cambio de contratar más productos vinculados, como seguros o plan de pensiones, o a cambio de un interés fijo -entre otras cosas-, ahora se han puesto a ello con más ahínco, en previsión de que se reconozca que tienen que devolver hasta el último céntimo.

Comprendo que si tienes cláusula suelo del 3,5% y te llaman ofreciéndote quitarla a cambio de un interés fijo del 2%, por ejemplo, lo que te supone empezar a ahorrar en la hipoteca -cosa que llevas años sin hacer-, es para pensárselo.

¿Acepto la propuesta del banco? ¿Eso me supondrá renunciar a los derechos para reclamar lo pagado de más? Si aceptas o no es algo que tienes que pensar muy bien tras calcular cuánto has pagado de más en estos años y cuánto vas a ahorrar en los próximos, previendo que el Euríbor esté en mínimos históricos al menos hasta 2018, y qué ocurrirá cuando suba a posteriori.

Bola de cristal no hay, pero si vemos que la banca se empeña machaconamente en el tipo fijo es que los tiros van a ir por un Euríbor bajo durante mucho tiempo. Y lo que es más grave: si aceptas ahora el tipo fijo el banco te hará firmar que renuncias a cualquier demanda por la cláusula suelo. Prefieren dejar de ganar algo de dinero con tal de no tener que devolver mucho más.

El próximo 12 de julio el abogado del caso, que ahora está en el tribunal europeo, emitirá un informe con sus conclusiones, si bien hasta dentro de muchos meses, quizá a finales de 2016 o principios de 2017 no se conozca la sentencia definitiva. Pero como todo apunta a que puede ser contraria a la banca, el Banco Central Europeo ha pedido a los principales bancos españoles (Caixabank, Bankia, Sabadell, BBVA, Santander y Popular) que calculen cómo se quedarían sus cuentas si tuvieran que devolver todo el dinero, y no sólo desde el 9 de mayo de 2013.

Si devolvieran todo lo cobrado de más desde el 9 de mayo de 2013 deberían reintegrar hasta 5.200 millones, que si se suman a los 7.600 percibidos hasta esa fecha, los afectados cobrarían 12.800 millones de euros.

Cuando el río suena, agua lleva. Yo me esperaría a conocer la sentencia y, en caso de que sea afirmativa, reclamaría todo el dinero, habiéndome informado primero con un abogado y/o un economista -si no te apañas para hacer los cálculos por tu cuenta- sobre cuánto te tienen que devolver y cuánto tiempo y dinero costará demandar al banco. Porque por muy favorable que salga a los clientes, la única forma de recuperar el dinero de manera efectiva suele ser la vía judicial.

El Supremo se carga los intereses de demora abusivos

Basta de tratarnos como borregos

Basta de tratarnos como borregos

Los intereses de demora han sufrido una buena regañina judicial. Hace unos años ya se declaró que era abusivo cobrar hasta un 29% por el retraso en alguna cuota de la hipoteca, y se fijó por norma que no se podía exigir más de tres veces el precio legal del dinero (o sea el 12%) como compensación al banco.

El hecho se ha producido a raíz de una sentencia de la Sala de lo Civil del Tribunal Supremo, sobre el caso de un hipotecado con BBVA, al que le exigían un 19% de intereses de demora.

El Alto Tribunal ha determinado que el interés de demora tiene que ser como mucho dos puntos superior al interés remuneratorio, que no es otro que el interés que cualquier hipotecado paga por su hipoteca y que puede ser fijo o variable. O sea el interés que contratas para devolver el dinero y que en caso variable el más común es Euríbor más diferencial.

Recientemente, el Tribunal Supremo ha sentenciado que el interés de demora que pagaba este hombre, del 19%, no podía ser superior al 11%, puesto que el interés que pagaba por el préstamo era del 9%. Lo más interesante es que esta sentencia es válida para todas las hipotecas, ya que el Supremo ha indicado que deberá hacerse así a partir de ahora en cualquier préstamo, y no sólo en el de la sentencia mencionada.

O sea que si el banco te quiere cobrar más intereses de demora por retrasarte en el pago de una cuota, ve a la sucursal y reclama que no te cobre más del interés que tengas firmado más 2 puntos. Es que el Tribunal Supremo entiende que es un abuso cobrar más, sobre todo cuando el cliente nunca se ha retrasado anteriormente en un pago.

Esto ya se determinó hace años para préstamos personales. Lo novedoso es que ahora también se aplique a las hipotecas, gracias a la demanda de un cliente con hipoteca firmada en 2004 que no se calló y fue a pelear a por todas.

Los intereses de demora han sido, tradicionalmente, uno de los abusos bancarios más sangrantes que hemos vivido hasta ahora. Menos mal que , poco a poco, y demanda a demanda, la situación se va corrigiendo. La pena es que haya que haya que mejorar a golpe de sentencia en lugar de fijar condiciones justas y no abusivas desde el principio.

Los diferenciales han tocado fondo y no habrá mejores ofertas

Difícil bajar más las condiciones

Difícil bajar más las condiciones

Así como hace meses se esperaba que los diferenciales cayeran hasta el 0,75% durante este año, porque la banca llevaba dos años en plena lucha por conseguir nuevos clientes, aunque fuera robándolos a la competencia, ahora la previsión es otra.

A juzgar por la competición que se traen algunas entidades para ver quién da el interés fijo más bajo, ahí es donde ahora la banca apunta su negocio, dejando a un lado las hipotecas a interés variable, que de siempre han sido las más utilizadas, tanto contratadas como ofertadas en España.

La situación ha cambiado porque se prevé un año más de Euríbor negativo y, cuando suba, tampoco lo hará bruscamente, así que la banca quiere asegurarse ganancias pase lo que pase.

Las hipotecas a interés variable no son rentables ahora mismo para los bancos. Por eso ponen un interés fijo durante el primer periodo, que suele ser de uno a dos años, y luego un diferencial que no baja del 0,90%, si bien estas hipotecas tienen una vinculación tan alta que al final resultan más caras que algunas a Euríbor + 1%, el mejor interés con poca vinculación que puedes conseguir ahora, salvo caso de que seas un cliente súper VIP y te regalen hasta la alfombra de la oficina.

Los diferenciales, por tanto, han tocado fondo y si te planteas una hipoteca a interés variable es inútil esperar a que mejoren las condiciones, porque todo apunta a que no lo harán. El precio de la vivienda ha tocado suelo también y todas las previsiones, tanto locales como regionales y nacionales, es que suba a partir de ahora, aunque de forma leve.

Los bancos han vuelto a dar crédito a los clientes, como atestiguan las estadísticas de hipotecas firmadas en los últimos meses. El despertar del sector en 2015 se están dejando notar en 2016 y, si piensas hipotecarte para comprar piso, éste es un buen momento. Luego la vivienda será algo más cara y la oferta variable no parece que vaya a mejorar. La fija sí, o sea que si es tu opción lo recomendable sí es esperar un poco en este caso, a ver si algún banco baja del 1,75%, que actualmente mantienen Sabadell y Bankinter.

Si aún no sabes si te interesa más una hipoteca fija o variable, pregúntate a cuántos años pondrás el préstamo. Si vas a estar más de 15-20 años te interesa un tipo fijo, porque lo que ahora pagues de más quedará compensado en años venideros cuando el Euríbor suba. Si, en cambio, vas a estar como mucho 15-20 años pagando, te saldrá más a cuenta la hipoteca variable porque pagarás menos intereses y podrás beneficiarte del Euríbor bajo, que aunque suba aún nos espera barato en los próximos años.

Los bancos por fin vuelven a dar hipotecas

Por fin vuelve el crédito

Se reabre el grifo del crédito

Tras unos años en coma, el mercado inmobiliario ha despertado. Al principio se mantuvieron, sobre todo, las compraventas a tocateja, ya que dos de cada tres se hacían con el dinero por delante, y sólo un tercio mediante hipoteca.

El grifo del crédito se ha abierto cuando la banca ha sentido necesidad de seguir ganando dinero, porque se cancelaban más hipotecas de las que se constituían, porque la cláusula suelo ha dejado tocados a los que la pusieron, porque los morosos les han hecho un roto en el calcetín y otro en el bolsillo…

Tradicionalmente, las hipotecas han sido la mejor fuente de ingresos para los bancos: atan a una familia durante décadas con los intereses del préstamo, la domiciliación de la nómina, los seguros de hogar y vida en sus compañías… Esto como mínimo, y si no lo quieres, pues diferencial más alto al canto.

Esa necesidad de volver a ganar como antes les ha impulsado a mejorar la oferta existente, toda por encima de Euríbor + 2%, y dos años y medio después de que Bankinter rompiera el silencio, la oferta va por Euríbor + 0,90% y se ha pasado al tipo fijo, donde el interés más bajo está ya en el 1,75% (Sabadell y Bankinter).

Esto se ha traducido en un aumento de la firma de hipotecas, porque ooooohhhh, ¡¡sí!!! Los bancos por fin están dando préstamos. Preferiblemente a funcionarios o gente con trabajos antiguos, indefinidos, ingresos buenos y estables, pero también hay de todo. Depende de tu perfil, de cuánto dinero pidas, de cuál sera la casa, el plazo del préstamo y las ganas que tenga la entidad de ganar nuevos clientes.

Las cifras dan la razón: Bankinter y Kutxabank han aumentado un 40% cada una la concesión de hipotecas, Caixcabank un 45%, Liberbank ha dado más del doble de millones que el año anterior e Ibercaja sube hasta el 84%. El mercado hipotecario se despereza de un letargo que se ha mantenido durante todos los años de la crisis.

De hecho, se espera que después de años de crisis en los que se cancelaban más hipotecas de las que se firmaban, 2016 sea el primero en el que nacen más hipotecas de las que mueren. Las cifras de los bancos lo aseguran, los notarios lo corroboran y la gente de la calle también ve que ahora sí puede conseguir un préstamo donde antes sólo había intereses muy altos o una puerta cerrada.

Aumentan la venta de pisos, la firma de hipotecas y la cuantía de las mismas. El precio de la vivienda, que ha tocado fondo, se espera que empiece a subir este año. El sector inmobiliario e hipotecario por fin reaccionan. Lejos de ser una burbuja -por las cifras de crecimiento que se manejan- es la chispa que por fin necesitaba el sector para dinamizarse tras la crisis que vivimos desde 2008.