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Cómo comprar un piso sin ahorros

Aunque son escasos, aún queda alguno para adoptar

Aunque son escasos, aún queda alguno para adoptar

Aunque parezca una locura, o un sueño -según se mire-, todavía existe alguna forma de conseguir que el banco te preste el 100% para comprar una vivienda. Esto es interesante sobre todo para la gente que no dispone de dinero ahorrado, que aún es mucha, especialmente entre los jóvenes.

Según un reciente estudio, se necesitan por lo menos 12 años para ahorrar la entrada de un piso. Así que, a falta de padres que lo presten o regalen, y a falta de lotería que te toque, saber dónde y cómo puedes optar a un préstamo por el total del piso es una ventaja que para algunos marca la diferencia entre poder comprarse el piso o no, y para otros es una forma de endeudarse menos.

Mientras que antes de la crisis las hipotecas por el 100% se concedieron de forma habitual, incluso a veces por el 110% para meter ahí gastos de compraventa, la reforma del piso, la compra de muebles, las vacaciones o el cambio de coche, luego se han visto como una locura temeraria a evitar.

Para la gente, porque a veces se dieron a personas que no pudieron pagar (y lo peor es que en algunos casos se veía de antemano). Para los bancos, porque se quedaron con pisos que no quieren y pierden clientes.

A pesar de que la mayoría de las entidades sólo prestan hasta el 80% (algunos menos, como el 60% o el 70%, sobre todo si es para segunda residencia), ahora es posible conseguir una hipoteca por el 100% de dos maneras. Una es comprar el piso a un banco, que todavía acumulan muchas viviendas de embargos de morosos, a veces promociones enteras. No sólo te financian la casa sino que además lo hacen, a veces, en mejores condiciones que para el resto.

Para encontrar hipotecas por el 100% sólo tienes que buscar en los portales inmobiliarios de cada banco. Aquí van tres de las más interesantes: Bankia con su Hipoteca de Activos Adjudicados con Euríbor + 0,90%; Santander con la Hipoteca Altamira a Euríbor + 0,99% (1,75% los dos primeros años) a devolver en 40 años, y Popular con la Hipoteca Aliseda a Euríbor + 0,90% el primer año y Euríbor + 1,25% el resto, también con un plazo de 40 años.

La otra opción es tener el perfil económico que todos los bancos quieren cazar, ser un VIP: con un trabajo estable (los funcionarios son los más demandados, aunque también aceptan otros clientes), mucha antigüedad en la empresa, unos ingresos elevados, de más de 3.000 € al mes entre toda la familia, no tener otras deudas y no haber tenido nunca problemas de pago.

Si cumples estos requisitos tienes más opciones de negociar con el banco y de conseguir una hipoteca por el 100% o, al menos, con unas condiciones mucho más ventajosas que para perfiles económicos y laborales más bajos.

La dación en pago, todavía más problema que solución

Más vale prevenir que curar

Más vale prevenir que curar

En España, la dación en pago continúa siendo una utopía, salvo en los contadísimos casos que se ha logrado. Bien por negociar duramente por el banco, por la presión de algún colectivo activista o por la Ley de Segunda Oportunidad, que en la práctica apenas ha solucionado un 10% de los casos de hipotecados con serios problemas.

En la oferta hipotecaria sólo hay una excepción: la Hipoteca Sin Más de Bankinter, que por eso mantiene su interés en Euríbor + 1,20% mientras que otras ya han rebajado su diferencial del 1%, porque es una hipoteca que, ante el impago de las cuotas, te permite entregar el piso y dar por saldada la deuda, olvidándote de seguir pagando al banco casi de por vida.

Hace poco veíamos que existe una tercera vía para conseguir la dación en pago: un seguro que por 2.000 – 3.000 euros, en caso de no poder asumir más el pago de la hipoteca, se encarga de todo, incluido pagar lo que debes al banco. Te quedas sin casa pero también sin deuda pendiente.

Estas tres cosas no son más que parches. ¿Quién constituye una hipoteca pensando en que dejará de pagarla? ¿Quién se compra una casa pensando en que se la van a embargar? Antes de meterse en el fregao de comprar un piso hay que tener muy claro que la deuda se puede asumir, incluso si aumenta considerablemente la cuota de la hipoteca porque suba el Euríbor, o si disminuyen los ingresos familiares.

Todavía se embargan un 1% de las hipotecas, que traducido a personas son 160 familias que al mes se ven a las puertas de perder su primera vivienda. Aunque la hipoteca es lo último que se deja de pagar en caso de apuro, el 5% de las que se firman no llegará a buen puerto.

Terminarán sin pagarse, con sus titulares en una lista de morosos y con la mayoría de esas casas embargadas. A pesar de que ha bajado el número de ejecuciones con respecto a los años más duros de la crisis, entre septiembre de 2014 y septiembre de 2015 se ejecutaron 65.000 hipotecas (incluidas no sólo primeras viviendas, también segundas, locales, garajes…).

Deben existir herramientas para atajar mejor estas situaciones si se producen, para que sea menos traumático y menos lesivo económicamente para las familias, pero lo primero es tener buenos filtros para no meterse en una hipoteca que de antemano se prevé que será morosa. Aquí la culpa no sólo es de la banca, nosotros también somos responsables del dinero que pedimos, otra cosa es que luego nos engañen con cláusulas y otras historias, o que la oferta sea abusiva.

Banco Popular retira el suelo de todas sus hipotecas

A todo cerdo le llega su San Martín

A todo cerdo le llega su San Martín

Uno de los bancos más orgullosos y cabezotas respecto a la cláusula suelo, el Popular, por fin ha sido tumbado por una sentencia del Tribunal Supremo, que llega 5 años después de iniciarse la batalla legal.

Este Alto Tribunal español, el máximo que hay en nuestro país, ha dado la razón a unos clientes representandos por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).

Definitivamente el Supremo ha reconocido que el suelo de las hipotecas del Popular es nulo por que no cumple con los requisitos de transparencia en su contratación que se exigen y que ya fueron dejados muy claritos el 9 de mayo de 2013, fecha histórica de la primera sentencia del Tribunal Supremo contra el suelo, en esa ocasión contra BBVA, Cajamar y la actual Abanca.

Esta nueva sentencia proviene de un caso antiguo, cuyo paso anterior había sido la Audiencia Provincial de Madrid, donde el Banco Popular ya recibió una sentencia en contra, que recurrió con la excusa de que todos los casos eran del BBVA y que sí había informado de forma transparente de la cláusula suelo. Pero el Supremo no lo ve así y ha declarado la anulación de todas las cláusulas suelo del Banco Popular, lo que se supondrá dejar de ganar 90 millones de euros al año.

No se ha dicho ni pío de retroactividad, por lo que de momento no parece que se vaya a declarar nulo el suelo desde antes de esta fecha ni se vayan a devolver las cantidades cobradas de más, si bien los afectados se pueden acoger a otra sentencia de hace un año del Supremo, que reconoce que se puede reclamar el dinero desde el 9 de mayo de 2013.

El BBVA también se ha llevado lo suyo por parte del Supremo, en este caso con la cláusula de vencimiento anticipado, ya que con el suelo se vio obligado a eliminarlo tras la mencionada sentencia pionera de 2013.

La cláusula de vencimiento anticipado se trata de un supuesto en que el banco exige al cliente todo el dinero de la hipoteca solamente con que éste no pague una cuota. Esto ha terminado en muchos desahucios, según la asociación de consumidores Adicae, que aprovecha esta situación para denunciar que todavía se producen unos 80.000 desalojos cada año.

Actualmente, la hipoteca no se ejecuta hasta que no hay tres recibos sin pagar (antes eran 6), pero algunos bancos como el BBVA, metieron en sus contratos esta cláusula por la cual agilizaban el proceso tras un solo impago.

El BBVA ha sido condenado porque el Tribunal Supremo entiende que esta cláusula no da tiempo al cliente a reparar el daño, es decir, que se le aplica un castigo a las primeras de cambio, sin darle opción a más.

¿Será la dación en pago una alternativa real algún día?

Por ahora sólo es un bonito sueño

Por ahora sólo es un bonito sueño

La dación en pago tras una ejecución hipotecaria es entregar el piso a banco a cambio de cancelar la deuda. Y ya está, nada más: te marchas e intentas rehacer tu vida como puedas, sin casa pero al menos sin deber dinero.

Actualmente si la entidad bancaria ejecuta la hipoteca, el piso sale a subasta, comprándolo normalmente la misma entidad por un valor muy inferior (40% – 60%) al del mercado.

Después, la entidad sigue reclamando que pagues el resto hasta cumplir con toda la deuda. Algo inviable, súper difícil de conseguir por no decir imposible para alguien que ha dejado de pagar la hipoteca y que, además, se acaba de quedar sin casa. ¿Acaso hay alguien capaz de cumplir con semejante deuda si precisamente ha dejado de pagar el piso porque no tiene dinero?

Para nadie es plato de buen gusto perder la casa y si se deja de pagar, al menos en España con la mentalidad que tenemos, es porque ya se han agotado todos los recursos, se han dejado de abonar otras muchas cosas antes y sólo queda para comer o a veces ni eso.

La dación en pago es algo que se pide mucho desde que estalló la crisis y con ella las ejecuciones hipotecarias que han llevado a muchas familias al desahucio o al borde él, por no poder pagar las cuotas al quedarse en paro, mermar sus ingresos, subir increíblemente la cuota cuando el Euríbor estuvo tan alto…

Los bancos no quieren ni oír hablar de ella porque les supone quedarse con un piso y, según ellos, perder dinero o dejar de ganarlo, porque ya acumulan muchas viviendas procedentes de las inmobiliarias y promotoras que también les han dejado a deber pasta. Están saturados de pisos y les cuesta venderlos, no quieren más.

Actualmente, Bankinter sí que ofrece la Hipoteca Sin Más, a Euríbor + 1,50%, en la que la garantía real, la única garantía si dejas de pagar es la casa. Dación en pago pura y dura. El resto de bancos no quiere saber nada de ello. Aunque el Gobierno ha hecho dos normativas para que las familias con más problemas económicos pudieran acogerse a ella y no perder el piso, en la práctica han sido papel mojado que no han beneficiado a casi nadie.

Si acaso a la banca, que sigue sin aceptar ni aplicar la dación en pago. ¿Será entonces una alternativa real en los próximos meses o años? Ahora que ha habido cambios políticos en las alcaldías de las principales ciudades españolas y que sus partidos incluyen la dación en pago en el programa electoral, quién sabe si podría suceder. Quizá si a nivel nacional hubiese otro Gobierno y éste reformara la Ley Hipotecaria de verdad, no con parches como se ha hecho hasta ahora, podría haber esperanza para el cambio.

Quien lo hiciera tendría que echarle un par y no depender económicamente de préstamos bancarios para financiar su partido ni su legislatura, porque si no los bancos se le echarían encima como lobos vengativos y llorones.

Los riesgos de ser avalista y cómo dejar de serlo

Ser avalista es un marrón que a algunos les toca comerse

Ser avalista es un marrón que algunos se comen

Seamos sinceros: ser avalista es muy bonito, muy heroico, súper generoso, pero también un marronazo impresionante. Como la persona a la que avalas deje de pagar, el banco arrampla con tu piso, tu coche, tu sueldo, tu garaje y hasta tu ropa interior presente y futura, hasta que pagues la deuda a la que la otra persona no puede hacer frente.

Cuántos padres y madres hemos visto ahora en la crisis perder su casa, o estar a punto de hacerlo, porque sus vástagos han dejado de pagar la hipoteca. Verdaderos dramones de telenovela, para gente que tiene pagada su casa desde hace años, cuando estas cosas no pasaban.

En las ofertas hipotecarias ya no se habla de avales ni avalistas, al menos de entrada, aunque supongo que, cuando aparezcas por la sucursal a preguntar por hipotecas y te metas en materia con el del banco, seguro que el tema sale a relucir si no creen que tengas un perfil lo suficientemente VIP y solvente como quieren. Y ya que las exigencias han aumentado un montón, aunque se relajen en algunas hipotecas, no es de extrañar que te pidan que alguien te eche una mano avalándote por si sale mal la jugada.

Si el banco no te cree tan capaz de pagar una deuda como para pedirte un avalista, ¿por qué el avalista se arriesga? Normalmente por el amor que se tiene hacia los hijos, pero estaría bien plantearse otra manera de ayudarlos que no entrañe el riesgo de perder todas tus cosas presentes y futuras hasta que pagues la deuda que otra persona deja pendiente.

Una forma es la del hipotecante no deudor. Avalas la hipoteca de alguien hipotecando parte de tu piso, pero sólo con una parte, que es la que arriesgas y la que realmente pierdes si a quien avales deja de pagar. De esta forma sólo palmas una parte de patrimonio y no todo hasta hacer frente a su deuda.

Sólo se puede dejar de ser avalista porque la hipoteca de quien avalas termina de pagarse, porque se hace una novación o un cambio de avalistas. Una novación es firmar un nuevo contrato sacándote de la ecuación como avalista. Esto sólo lo aceptan los bancos si el/los avalado/s tienen una impecable trayectoria de pago y se muestran capaces de seguir así. Cambiar de avalistas es posible si, por ejemplo, la pareja se separa y quien se queda con el piso pone nuevos avalistas porque los otros ya no le tocan ni el pie.

Ser avalista es tan serio que no se termina ni con la muerte. Así como se heredan los pisos, los coches y los millones (quien los tenga), también se heredan las deudas y los tinglados de este tipo. Si eres avalista y te mueres, quien acepte tu herencia será el nuevo avalista.

Habrá 5 años para pagar la deuda pendiente tras el embargo

Aún hay mucha tela que cortar

Aún hay mucha tela que cortar

La sabiduría popular dice que segundas partes nunca fueron buenas… Menos mal que las segundas oportunidades sí son bien recibidas. Ahora a ver si funciona y de verdad es útil.

Me refiero a la que llaman ley de segunda oportunidad, que el Gobierno ha aprobado recientemente mediante un Decreto Ley.

Como su nombre indica, se pretende dar una segunda oportunidad económica a los autónomos, pequeñas empresas y familias que no pueden hacer frente a sus deudas. En el caso de las últimas, la más común e importante es la hipoteca.

Aunque no se ha establecido la tan querida y pedida dación en pago (entregar el piso al banco a cambio de cancelar toda la deuda), sí que se ha aprobado que la familia pueda acordar de manera extrajudicial (sin juicios ni demandas) con el banco el pago de la deuda, quitando los intereses o aplazando los pagos, etc.

También que, una vez embargada la vivienda, si el importe que el banco ha sacado por ella en una subasta no cubre la deuda que la familia tenía por la hipoteca (lo que suele ocurrir), ya no se debe más dinero durante 5 años.

Si en esos 5 años siguientes la situación mejora (heredan, les toca la lotería, encuentran un trabajo muy bien remunerado) y son capaces de hacer frente a la deuda, el banco va a exigir que lo haga. También si al principio los hipotecados parecían insolventes y luego se descubre que tenían patrimonio oculto o cosas por el estilo. Pasados esos 5 años el banco ya no te puede reclamar ni un céntimo.

Todo este proceso será tutelado por un juez y dice el Gobierno que va encaminado a que no se arruinen las familias, pero claramente se ve que a quien no se quiere que quiebre la banca.

También se amplían los requisitos para que más familias puedan beneficiarse del Código de Buenas Prácticas, que entró en vigor hace justo dos años y que, como se preveía, ha sido muy tibio y sólo ha permitido que el 8% de las familias desahuciadas puedan acogerse a él. Ahora los ingresos exigidos son de máximo 22.365 € anuales (antes 19.170 €) y el tiempo queda prorrogado hasta 2017. También se permite que a estas mismas familias se les deje de aplicar la cláusula suelo si la tenían vigente.

A la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) le parece que esto es insuficiente y que de una vez por todas se necesitan medidas reales que alivien la situación de las más de 570.000 familias que no pueden pagar la hipoteca.

Dicen que cuando hay acuerdos extrajudiciales la cosa se queda en manos de los acreedores (el banco al que le debes la pasta), lo que se traduce en una desventaja para el moroso porque la otra parte impone condiciones que sólo benefician a sus intereses. Además creen que 5 años son muchos (hasta ahora eran 15) y que con un año es suficiente para ver si una familia se recupera o no dela muerte económica.

Cómo evitar la morosidad y la pérdida del piso

La salud financiera también hay que cuidarla

La salud financiera también hay que cuidarla

El mejor preventivo contra la morosidad es el sentido común que te lleve a contratar una hipoteca no arriesgada. ¿Y cómo sabes que una hipoteca no pone en riesgo tu economía?

Aparte de que no hay fórmulas magistrales que te garanticen al 100% que tu vida no cambiará y pasarás de buen pagador a moroso amoroso, sí puedes tener en cuenta estas claves para no pasar de la alegría por tener un piso a la desolación por tener que abandonarlo y encima arrastrar una deuda impagable.

Antes de pasarte por el banco calcula cuál es el 30% de tus ingresos o los de la unidad familiar.  Ese es el límite que no debes sobrepasar bajo ningún concepto. Si ya tienes otras deudas como un coche, un préstamo personal o la compra de un pepinaco de tele para el salón, descuenta todas estas cantidades de ese 30%. El resultado es lo que sí puedes pagar realmente de hipoteca.

Por eso no interesa tener deudas, porque si no un poquito de allí y una pizquita de allá te acaban ahogando y cuando terminas de pagar el coche, se cae a cachos, y cuando acabas de pagar la tele, ha salido otra mejor.

Otra cosa a tener en cuenta es qué pasa si te quedas en paro, nada descabellado hoy en día. ¿Cuántas deudas podrías asumir con tu paro y el sueldo de tu pareja? ¿Y con los dos en el paro? ¿Y con uno de los dos cobrando el paro y otro con la prestación agotada? Nadie desea verse así, pero como puede pasar, es mejor prevenir un desahucio que lamentarlo.

Si esto significa que, a pesar de la increíble bajada del precio de la vivienda, que ya dicen que va por la mitad de lo que costaba en 2007, no te puedes permitir una gran casa, la casa de tus sueños, pues cómprate una más chiquitita, más modesta. Cuando mejoren las cosas ya tendrás tiempo de progresar.

Para hipotecarte tienes varias opciones: los préstamos a interés fijo, a interés mixto y a interés variable. Los primeros no te los aconsejo porque, aunque siempre sabes cuánto pagarás de hipoteca, los intereses que pone la banca son más que abusivos. Un 5%, 6%, 8% o 9% es demasiado. En este caso la tranquilidad no compensa.

Las hipotecas mixtas son las que te cobran al principio un interés fijo que, meses o años después, pasa a ser variable, normalmente ligado al Euríbor. El tiempo que pagas cuota estable, sin sustos, no te beneficia porque sólo está pensada para que los bancos ganen dinero en tiempos como estos, de tipos de interés bajo.

No son malas hipotecas, pero ahora interesan más las variables ligadas al Euríbor, aunque las nuevas dentro de unos años pueden explotar como bombas de relojería. El Euríbor subirá y se jiñarán por la pata con los intereses a pagar, parecidos a los de una hipoteca fija.

Y eso que es el índice menos malo porque acumula una media menos alta. Las revisiones pueden ser semestrales o anuales. También tienes la opción de revisar la cuota cada 5 años con el IRS, pero la banca casi no usa este índice. ¿Lo mejor? Tener en cuenta estos consejos y esperarte a que la oferta sea más decente. Estos no son buenos tiempos para firmar una hipoteca.

Que la hipoteca no te haga perder la cabeza

Que el banco no te haga perder la cabeza

No te dejes comer el coco

Las hipotecas nos traen de cabeza a todos. Las subidas que hubo del Euríbor, las cláusulas abusivas, intereses por las nubes, los cambios de índice de referencia, las hipotecas multidivisa…

No es de extrañar que alguna vez los problemas hipotecarios nos ronden la cabeza. Tener deudas es estresante para cualquiera, aunque una vez vi a un hombre en el programa Ajuste de Cuentas al que le encantaba estar endeudado y vivir al límite. Había sufrido cosas muy chungas y le ponía a cien el riesgo económico.

Como éste hay pocos, menos mal. Lo ideal es no tener deudas o, si las tienes, no estresarte por ello. La clave es elegir una hipoteca o pedir un préstamo que puedas pagar, no pasarte con la tarjeta de crédito y vivir por debajo de tus posibilidades para ahorrar algo.

Lo malo es que tener una hipoteca te cause estrés, psicosis, problemas con el alcohol y otras drogas ilegales, depresión y movidas varias. Porque, según un estudio de la Universidad de Southhampton en Reino Unido, las personas con deudas tienen más probabilidad de sufrir todo esto que las que no están endeudadas.

Para afimar semejante cosa, han estudiado a más de 34.000 maromas y maromos que tenían hipoteca, otras deudas y que le daban cosa fina a la tarjeta de crédito. La conclusión fue que el 25% de esta gente tenía problemas con las drogas, depresión o sufría psicosis.

Hombre… Como digo, tener hipoteca puede ser estresante, pero hay gente que no la tiene y también hace levantamiento de vidrio en barra fija y usa el carné de identidad para algo más que para enseñarlo junto a la tarjeta de crédito cuando la saca a pasear por las tiendas.

Estos de la universidad británica también dicen que alguno de ellos había pensado más de una vez en quitarse la vida, un tema con el que hay que tener mucho cuidado y con el que no se puede frivolizar, como han hecho en un banco ruso. Allí, una entidad llamada Tinkoff envió una propaganda incitando al suicidio a un joven que, habiendo sido muy cumpidor, dejó de pagar la hipoteca.

Cuando el chaval les pidió explicaciones, no se les ocurrió otra cosa que decirle que era una forma de llamar la atención a los morosos y que, si se lo pedía, podía refinanciarle la deuda. ¡¡¿Mmmmm?!! Yo lo mínimo que hubiera hecho es poner cara de póker, pensar que están majaras y, como ha hecho él, denunciarles. Qué pasada, ¿no crees?

La reforma de la Ley Hipotecaria: sí pero no (II parte)

Podrían haber exprimido un poco más el tema

Podrían haber exprimido un poco más el tema

Como os contaba el miércoles, habemus reforma de la actual Ley hipotecaria, vigente desde 1909. Guauuu.

Para ser moroso, ya no hace falta estar un solo mes sin pagar. Ahora puedes estar hasta 3 meses sin dar un chavo de la hipoteca, ¡yuju! Como ahora se tarda en encontrar curro una media de 6 meses, todavía te quedan otros tres para pensar si te tiras por el viaducto o pides que te abandonen en una gasolinera, donde al menos hay comida y baño gratis.

También puedes proponer al banco un plan para que te deje pagar la deuda como tú puedas, aunque luego puede negarse (pos vaya). ¡Ah! Y si el tema se te pone feo, puedes tocar el plan de pensiones para pagar la deuda.  Si tienes hijos menores de 3 años o dos hijos sólo a tu cargo, estás casi blindado.

Pero, cheeeee, quieta la imaginación que, como buenos españoles que sois, os veo venir la picaresca. No vale dejar de pagar aposta la hipoteca para tocar el plan de pensiones y luego usar el dinero en otra cosa. Bueno, sí vale, la ley no dice nada de eso, pero es poco útil y está feo, ¿no? Quizás es que han pensado aumentar la natalidad y los divorcios  de esta manera. Con este Gobierno nunca sabes cuál es el propósito real de lo que hacen.

Si al final no pagas, los intereses de demora serán tres veces el interés legal del dinero. Como ahora está en el 4%, lo que te cobran por retrasarte en el pago baja al 12% en lugar del 20% o 29% que estaba en algunos casos. Aun así, es un huevo de caro.

También se cambian alguna que otra cosilla como las hipotecas inversas, y se crea un fondo social de viviendas con casi 6.000 pisos, una minucia teniendo en cuenta que el año pasado 32.500 familias perdieron su casa.

La mayoría de las medidas me parecen sensatas, majas y estupendas, pero aún queda mucho por avanzar y sobre todo por prevenir desastres como el de ahora. Fuera las cláusulas abusivas, que se carguen las hipotecas tóxicas y regulen los intereses que se pueden cobrar. Eso sí serían buenas soluciones complementarias a éstas.

La dación en pago (cancelar la deuda entregando el piso al banco) brilla por su ausencia. No sé si es algún tipo de alzheimer político o es que no la incluyen para que la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) siga teniendo razón de existir. De ello hablaré más detenidamente en breve, de cómo la birria de dación en pago light que aprobaron no llega ni para dar luz a un ciego.

Ahora es tu turno: ¿cómo mejorarías la actual Ley Hipotecaria? Ayudemos al Gobierno, que no se diga que no pensamos por nosotros mismos, chic@s, para eso ya está el Senado.

Los intereses de demora pasarán del 29% al 12% como máximo

El notario, ese (in)fiel amigo que te acompaña en la firma de la hipoteca

El notario, ese (in)fiel amigo que te acompaña en la firma de la hipoteca

Los intereses de demora que aplican los bancos han dejado en bragas al cliché del prestamista judío medieval, ese usurero que hasta te cortaba un trozo de carne si no pagabas lo que te había dejado.

Hoy en día los bancos hacen los mismo con técnicas más fisnas y sofisticadas. Si te retrasas en el pago de la hipoteca te cascan unos intereses hasta del 29%, lo que suele impedir que devuelvas el dinero. Si ya te iba mal devolver lo prestado, imagínate sumarle esa barbaridad.

Además de inmoral, es claramente abusivo y, según la Ley de Consumo de 1984, que ya se a ha quedado más antigua que la tos, todo lo que es abusivo se debe declarar directamente nulo.

Hace poco que un notario de Formentera, bonita isla  que anda por las Baleares, empezó a incluir una estupenda cláusula en las hipotecas de las que da fe cobrando un pastón.

En ella informa a quien la firma que los intereses de demora que le va a cobrar el banco son abusivos. Con esto se puede denunciar a la entidad financiera en los tribunales para que impidan el pago de intereses tan desorbitados.

Desde entonces, a este notario con ciencia y conciencia, alguna entidad bancaria le ha estado amenazando con no volver a trabajar con él. Lo que son las cosas, no sólo no rectifican sino que encima le extorsionan como los vulgares mafiosos que son los bancos.

Con Robin Hoods como él, todo nos resultaría más fácil. Aliados dentro del sistema que se atreven a denunciar lo que ven y saben que es injusto. Fíjate si el tema es gordo que hasta el Gobierno ha hecho algo.

La intención del Partido ImPopular es que los intereses de demora estén entre el 6% y el 12%, que es tres veces el tipo de interés legal del dinero. Se aplicará a las nuevas hipotecas y a las ya firmadas que se dejen de pagar una vez que esto entre en vigor. No valdrá para las que ya hayan dejado de pagarse.

Había ya demasiadas señales para hacer algo: un notario que se vuelve contra el sistema, jueces que declaran nulos los intereses de demora por considerarlos abusivos y desproporcionados… El colmo es que ahora la asociación que engloba a los bancos quiere que estos intereses sean flexibles para adaptarse a la situación de cada uno y evitar que se queden desfasados.

Aunque no me parece bien, porque todos debemos jugar con las mismas reglas, esto es mejor que lo que había y los bancos lo tendrían que haber propuesto mucho antes, no cuando el lobo llama a su puerta para derribar su fabuloso sistema de forrarse con inmensos intereses cuando te retrasas en el pago. ¡Siempre igual!